Análisis de WWE Smackdown vs Raw 2008 (PS3, PSP, Wii, NDS, Xbox 360, PS2)
La lucha libre americana, uno de los clásicos de los primeros tiempos de la televisión privada en España, y uno de los recuerdos más "míticos" de los actuales veinteañeros y treintañeros, ha vuelto con fuerza a nuestro país gracias a las retransmisiones de Cuatro. Con el renacer de la lucha libre gracias a las pantallas del canal de televisión de Sogecable, el videojuego oficial, que desde hace años edita THQ con gran éxito en los Estados Unidos, se ha convertido en uno de los títulos más esperados por los jugadores. Sin duda no es tan buen juego de lucha como Tekken y compañía, pero es una buena forma de repetir en casa, especialmente contra los amigos, los aparatosos y espectaculares golpes de la lucha libre, siempre, eternamente, en tela de juicio sobre su autenticidad.
Esta nueva edición del veterano videojuego de THQ incluye cincuenta estrellas de la lucha libre americana en sus diferentes vertientes, la ECW, Raw, Smackdown y también las inevitables leyendas del pasado como The Rock o Bret Hart. Aunque las diferentes ediciones del juego siempre han destacado por seguir una línea continuista, esta nueva edición incluye bastantes novedades, cambia un poco el sistema de control e incluye nuevos modos de juego, como los encuentros extremos de la ECW, junto con los luchadores de esta franquicia de lucha libre.
El resultado es más grande, más completo, pero al mismo tiempo se echan falta novedades más importantes respecto a años anteriores, no en la "capa superior", lo que podríamos llamar los luchadores y los modos, sino más profundamente, en el sistema de combate y la inteligencia artificial; el primero todavía sufre extraños casos de detección de movimiento, y la segunda no está a la altura de lo que esperamos hoy en día, especialmente si miramos las versiones de nueva generación. Aún así, a varios jugadores sigue siendo un juego divertidísimo, ya que la IA deja de entrar en la ecuación y es reemplazada por los piques entre amigos.
Uno de los cambios más visibles es la categorización de los luchadores en diferentes estilos de lucha, o rasgos, que determinan su forma de luchar y les permiten realizar movimientos especiales en ciertos momentos. Un luchador sucio puede hacer trampas, mientras que un Showman puede ganarse ánimos del público para recuperar energía. Los diferentes luchadores tienen dos de estas habilidades especiales (ocho en total), y más o menos coinciden con sus "personalidades" del mundo real, pero en ocasiones estas habilidades especiales pueden llegar a usarse demasiado en los combates, haciéndolos desequilibrados y convirtiendo lo que debería ser un recurso eventual en una tónica habitual para ganar a los rivales, especialmente si hablamos de la floja inteligencia artificial.
El sistema de control del juego se mantiene más o menos igual, pero incluye un nuevo minijuego a la hora de hacer sumisiones o defenderse de ellas. Usando el stick analógico derecho, intentaremos aplicar presión sobre el rival para someterlo o evitar que nos someta, siendo un añadido interesante al peculiar sistema de control del juego, combinando pulsaciones tradicionales con movimientos del stick y la necesidad de pulsar rápidamente y en el momento adecuado botones para evitar agarres o ataques del enemigo.
Aunque el sistema de control cambia poco y se mantiene más o menos igual, y con él el repertorio de movimientos y situaciones que podemos vivir en el combate, hay añadidos en los modos de juego que agradarán a los fans de la saga y a aquellos que llegan por primera vez. La inclusión de la liga ECW lleva consigo los encuentros extremos de ésta, mucho más violentos, con menos reglas y con la posibilidad de usar armas para golpear a nuestros rivales, que incluso pueden envolverse en llamas para hacer todavía más daño.
El modo principal del juego ha cambiado, integrando ahora el modo carrera y el modo manager general en un nuevo modo que aglutina a ambos, llamado 24/7. En este modo tendremos que hacer tanto lo primero, llevar a nuestro luchador (tanto creado por nosotros como existente) desde el anonimato hacia el estrellato, peleando contra rivales cada vez más fuertes y mejorando las habilidades del personaje, combinando esto con una función de manager, "vender" a nuestro luchador, dotarle de un trasfondo interesante para conseguir seguimiento de los fans. La opción de crear a nuestro propio luchador es muy completa, como es de esperar, incluyendo la posibilidad de diseñar cinturones, repertorios de movimientos y entradas; además en la versión Xbox 360 hay la posibilidad de añadir nuestra propia música de introducción cogiendo música de nuestro disco duro.
Sin embargo, la fusión de estos dos modos en uno solo, integrándolo todo, no es necesariamente un cambio a mejor. En la anterior entrega, el modo para un solo jugador tenía un componente de historia, para hacer que ésta la aporte la gestión de la parte manager. Esto hace que el juego se haga más genérico en este modo, con menos secuencias cinemáticas e interacción entre los luchadores. Combinar los dos modos quizás resulte positivo para algunos jugadores, pero otros en cambio preferirán un modo historia más completo, y sin la parte manager, un extra que no tiene mucho que ver con la lucha libre en sí, sino más bien con el mundo que la rodea.
Aparte de este modo principal tenemos todo tipo de exhibiciones y de diferentes torneos clásicos de la lucha libre americana, aparte del modo online. Éste, ausente en la versión PS2, permite combates con clasificaciones y sin ellas tanto en PS3 y Xbox 360, esta última versión con Chat de voz. Al igual que el año pasado, también permite intercambiar luchadores creados, lo cual sigue siendo tan divertido como de costumbre.
A nivel gráfico Smackdown impacta visualmente por el realismo de los modelados, aunque desgraciadamente la animación no está al nivel de lo que se espera de la nueva generación y, como comentábamos hace unas líneas, el juego adolece de ciertos problemas de detección de colisiones que hacen que la experiencia de juego parezca un tanto robótica en ocasiones. Aunque la fanfarria y la espectacularidad de los combates y de lo que los rodea está muy lograda, y los luchadores son realmente parecidos a sus homónimos de los combates reales, el juego necesita un profundo rediseño en la parte de animación para la siguiente entrega. Extrañamente no hay una gran diferencia en gráficos entre la versión de PS2 y las versiones 360 y PS3; estas últimas tienen un aspecto mejor, claro está, pero no hay tanta diferencia como en títulos similares al ser un motor gráfico muy rodado en PlayStation 2 y al estas las versiones de nueva generación algo lejos de lo deseado.
En el apartado sonoro, lamentablemente el juego no ha sido doblado al castellano y mantiene los comentarios en inglés, algunos de ellos reciclados de anteriores ediciones. Las músicas son ambientales o de entrada, mientras que los efectos de sonido son prácticamente los mismos que los de anteriores entregas de la saga. Esperamos que el año que viene, viendo la cantidad de copias que vende el juego, tenga un doblaje al castellano, no solo una traducción como este año.
WWE Smackdown vs Raw 2008 sigue siendo un buen juego de wrestling y la compra ideal para todo aficionado a este deporte y espectáculo, especialmente si le gusta jugar con sus amigos. No hay más opciones entre las que elegir, y el juego sigue siendo completo en lo que a modos de juego se refiere –la novedad 24/7 puede agradar o desagradar, pero las modalidades de combate y la posibilidad de crear personajes son numerosísimas. Sin embargo, resulta evidente que al juego le falta una renovación completa en las versiones de nueva generación, donde los fallos de inteligencia artificial y detección de colisiones, y la animación destacan muchísimo. No hay otra opción, y ésta es buena, pero esperemos que el año que viene sea mucho mejor.