Análisis de Warhammer 40.000: Space Marine (PS3, Xbox 360, PC)
Los canadienses de Relic Entertainment, comandados por su director, Raphael Van Lierop, nos muestran una nueva forma de entender el universo Warhammer con Warhammer 40.000: Space Marine, un título que se desvincula completamente de su serie de estrategia en tiempo real: "Dawn of War" y de sus sucesivas expansiones: Winter Assault, Dark Crusade y Soulstorm, que, con gran acierto, trataron de mantener el espíritu del juego de tablero de Games Workshop: Warhammer 40.000.
Warhammer 40.000: Space Marine se libera de cualquier complejo y nos muestra un género muy poco explotado dentro del universo Warhammer, el de la acción frenética propia de los shooters de acción en tercera persona. El juego está claramente inspirado en la serie Gears of War y ha sido aderezado con altas dosis de acción cuerpo a cuerpo propia de los hack and slash actuales más frenéticos.
A pesar de que los parecidos estéticos y jugables con respecto a la serie Gears of War son más que evidentes, los chicos de Relic han tratado de inyectar al título ciertas particularidades para darle su propia personalidad y no ser un simple clon de los juegos de Epic.
Nuestro protagonista es Titus, el Capitán de la Segunda Compañía de Ultramarines. Estos, a su vez, pertenecen a un grupo de guerreros de élite de alto prestigio, compuesto por unos fornidos y ultra-musculados superhombres que se hacen llamar Los Marines Espaciales, muy apreciados por los seguidores del universo Warhammer.
Nada más iniciar el juego, seremos partícipes de una breve secuencia que nos introducirá de lleno en el sencillo argumento del título que, a pesar de contar con varios giros y sorpresas, es bastante plano y directo. Nuestra misión inicial será aterrizar en Mundo Forja Graia para frenar la inminente amenaza de numerosas hordas de Orkos que tratan de robar un Titán del Imperium. Este gran coloso es una enorme máquina de guerra con aspecto humanoide de altura similar a la de un edificio de varias plantas y de gran potencia destructiva, cuya función principal es la de servir al Imperium como plataforma móvil de combate para guerras a gran escala.
La historia es bastante plana y no profundiza en ningún momento en la personalidad de nuestro protagonista, cuya única motivación viene dada por su condición de Ultramarine que sirve al Dios Emperador siguiendo el Codes Astares hasta sus últimas consecuencias y no lo decimos sólo nosotros, el propio Titus repetirá en más de una ocasión, a lo largo del juego, que es un instrumento de la voluntad del Emperador. De ese modo, el juego evita adornar la historia con añadidos argumentales o tintes dramáticos tan propios de este tipo de títulos. Warhammer 40.000: Space Marine se centra única y exclusivamente en hacernos disfrutar de la acción frenética y desmedida que supone acabar con todo Orko o ser hostil que se cruce por nuestro camino. Esto, que en cualquier otro título, podría parecer excesivamente simple, funciona muy bien en el juego de Relic, donde se disfruta de lo lindo aniquilando Orkos por doquier, evitando sus disparos, enfrentándonos a perros suicida, abatiendo naves de carga enemigas, así como otros muchos otros peligros que nos iremos encontrando a lo largo de una agitada campaña que no nos dará un solo momento de respiro.
Grandes dosis de acción en un universo hostil
Durante los cinco extensos capítulos en los que está dividida la campaña principal, iremos atravesando numerosas localizaciones de lo más variado; zonas devastadas, pasadizos y cloacas subterráneas, enormes cuevas, refugios de aliados azotados por la guerra, fábricas industriales, inhóspitos desiertos y otros muchos entornos que hacen el desarrollo de la campaña bastante ameno. A pesar de esta variedad de entornos, en algunos momentos el juego nos ha parecido algo monótono por su sencilla mecánica jugable, donde lo único que debemos hacer es salir indemne de los frecuentes ataques de nuestros enemigos. De todos modos sólo se trata de una apreciación, ya que para muchos esto puede considerarse como parte de la esencia Warhammer y no como algo negativo.
Al inicio del juego iremos provistos de un sencillo Bolter de munición ilimitada con el que trataremos de acabar con nuestros enemigos, pero no tardaremos mucho tiempo en darnos cuenta de que, debido a su lentitud de respuesta, necesitaremos hacer uso de nuestra fuerza física más directa cuando muchos de estos enemigos acaben irremediablemente acercándose a nuestra posición. Ya en los primeros compases de la aventura, deberemos lidiar contra numerosas hordas de Orkos cara a cara en una serie de sencillos combates que nos ayudarán a conocer las técnicas cuerpo a cuerpo necesarias para afrontar situaciones futuras más complicadas.
Contamos con un ataque principal que, en combinación con otros botones, nos permitirá ejecutar diversos combos. Otro ataque nos ayudará a dejar temporalmente inconscientes a nuestros enemigos, momento que podremos aprovechar para acabar definitivamente con ellos. Esta técnica nos servirá para recuperar parte de la energía que hayamos perdido hasta el momento, de hecho, será la única forma de recuperarla. También contamos con un comando que nos ayudará a esquivar los ataques de nuestros enemigos dando volteretas por el suelo. Por último, nuestro protagonista, a pesar de todo el peso que lleva sobre su cuerpo, también podrá correr e incluso golpear violentamente a cualquier enemigo que se encuentre a su paso.
Para realizar estos ataques cuerpo a cuerpo nos valdremos de diversas armas "blancas", como el cuchillo de combate inicial y muchas otras que iremos obteniendo a lo largo de la aventura, entre las que se encuentra la famosa la Espada Sierra Mk XI Dientes del Infierno o el Martillo de Trueno, que nos harán disfrutar de algunos de los momentos más divertidos y sangrientos de la aventura.
En cuanto a las armas de fuego, al principio únicamente contamos con una pistola Bolter de munición ilimitada con la que raramente infligiremos daño a nuestros enemigos, pero poco a poco iremos haciéndonos con diversos modelos de Bolters mucho más potentes y sofisticados, como el rifle de combate Godwyn, pistolas de gran potencia o rifles de francotirador, que nos ayudarán a acabar con enemigos a largas distancias. Por último, también podremos abastecernos con granadas arrojadizas que serán de gran ayuda para limpiar zonas infestadas de enemigos.
Este título, a diferencia de la mayoría de los juegos de acción actuales, no cuenta con ningún sistema de cobertura. En muchas ocasiones, deberemos pensar con rapidez cual es la posición que hemos de tomar ante los numerosos ataques de nuestros enemigos. Por ello, los ataques cuerpo a cuerpo cobran vital importancia a la hora de poder avanzar con éxito. Esto nos permite combinar con gran acierto los ataques propios de los shooters con los utilizados en los hack and slash, ofreciéndonos altas cotas de diversión desenfrenada.
A lo largo de la aventura, nos encontraremos con diferentes ayudas que nos permitirán superar situaciones comprometidas con más facilidad. Para ello, contaremos con un poder denominado "Furia" que, una vez lleno, podremos activarlo para inyectar a nuestro protagonista un limitado efecto de hiperactividad, con el que podremos derrotar a los enemigos más exigentes sin apenas esfuerzo. El problema de este poder es que únicamente dura unos segundos y tarda un buen rato en volverse a recargar. Por ese motivo, deberemos valorar previamente cuales son los momentos más adecuados para utilizar dicho poder.
Otra inestimable ayuda es la que nos ofrecen los llamados Autoreactores, que son una especie de Jet Packs con los que accederemos a lugares elevados. Una vez en el aire, también nos permitirán efectuar un descenso veloz sobre ciertos puntos marcados mediante un símbolo amarillo. Este descenso podrá ir acompañado de un fuerte golpe en el suelo que acabará con todo bicho viviente que se encuentre en el radio de acción del impacto. Todo un espectáculo visual realmente divertido.
De vez en cuando, bajará el ritmo de la acción y nos veremos ante situaciones algo más pausadas, donde deberemos valernos de nuestro rifle francotirador para abatir a ciertos enemigos que se encuentren muy alejados de nuestra posición, mientras tratamos de resguardarnos de sus disparos. Como ya hemos dicho antes, no contamos con ningún movimiento para cubrirnos, pero eso no implica que no podamos colocarnos tras ciertos elementos del escenario que nos sirvan de escudo.
El desarrollo del juego es bastante lineal y raramente nos despistaremos de nuestra ruta, aunque en el caso de que nos ocurra, una flecha acompañada de un puño nos marcará el camino que debemos seguir. También veremos indicadores que marcan la posición de diversos lugares importantes, como cámaras de armamento o ascensores, cada vez que nos encontremos cerca de estos. Está claro que los programadores han querido que vayamos al grano y no nos dediquemos a dar vueltas sin sentido, aunque también han pensado en aquellos más curiosos y por ello han repartido ciertos registros sonoros por todos los escenarios que nos darán información sobre sucesos ocurridos a diversas tropas del Imperium. En lo que respecta a las zonas de conflicto, éstas suelen ser bastante amplias y en muchas ocasiones nos permiten elegir entre diferentes tácticas de lucha contra las continuas hordas de Orkos que van apareciendo.
Un apartado técnico a la altura
Gráficamente, no se trata de un título sobresaliente, ya que en algunos momentos observaremos que no todas las texturas tienen el mismo nivel de detalle y la interacción con los elementos de los escenarios es bastante limitada. A pesar de ello, el título cumple sobradamente con su cometido y el motor de juego no se resiente ni cuando estamos luchando contra decenas de enemigos al mismo tiempo. A nivel artístico, sus desarrolladores han sido capaces de representar con gran fidelidad el universo Warhammer, con enormes escenarios compuestos por inabarcables estructuras futuristas de escalas estratosféricas. Por otro lado, la indumentaria de los Ultramarines ha sido representada con gran fidelidad y cuenta con multitud de detalles que la dotan de una gran consistencia. Por último, para las tropas enemigas se ha tratado de respetar fielmente los diseños propios de estos seres y sus texturas son dignas de elogio.
En cuanto al apartado musical, el juego cuenta con una banda sonora de una gran fuerza, con piezas compuestas por épicas melodías que le sientan como un guante a un título de estas características. Los efectos de sonido tampoco se quedan atrás y resultan realmente impactantes y ayudan enormemente a meternos dentro del juego. Por último, el título cuenta con un destacable doblaje al castellano muy bien interpretado, que en ningún momento parece forzado o sobreactuado, aunque la sincronización labial nos ha parecido algo descompensada.
Podemos asegurar que los chicos de Relic Entertainment se han centrado, sobre todo, en mostrarnos una gran campaña individual que supera las diez-doce horas de intensa acción en el nivel medio y no se le ha prestado tanto cuidado al apartado multijugador que, sin llegar a ser malo, ha quedado algo limitado. En el clásico modo competitivo online pueden participar hasta un máximo de dieciséis usuarios (ocho por bando). Un grupo se encarga de llevar los Marines Espaciales, mientras que el otro representa a los Marines Espaciales del Caos. Es posible seleccionar entre dos modalidades diferentes de juego: Asegurar el Control y Aniquilación. En el primero de ellos debemos hacernos con el control de la zona, mientras que el segundo es el clásico combate a muerte, ni más ni menos. Podemos jugar en cinco escenarios diferentes de gran tamaño; de hecho, en ocasiones debemos recorrer largas distancias para alcanzar a un enemigo, lo que puede llegar resultar algo pesado. Las batallas nos han resultado bastante básicas y a pesar de que formamos parte de un equipo, se trata de una modalidad excesivamente individualista, donde la mayor parte del tiempo nos veremos solos matando y muriendo.
En cuanto al esperado modo cooperativo "Exterminatus", se trata de una interesante modalidad que nos permitirá jugar la campaña en compañía. Se ha anunciado que parecerá como descarga gratuita en un futuro próximo, aunque todavía se desconoce la fecha exacta.
Conclusiones
Warhammer 40.000: Space Marine ha resultado ser toda una sorpresa dentro del género de acción en tercera persona por sus más que evidentes virtudes. Hasta ahora, Relic Entertainment había demostrado su buen hacer con su reconocida serie de estrategia en tiempo real "Dawn of War". En esta ocasión, no sólo han tratado de cambiar de registro, sino que además lo han hecho realmente bien con un título de frenética acción que nos ha hecho disfrutar tremendamente gracias a su estupenda campaña.
Se trata de un juego ideal para liberar tensiones, que encantará a los seguidores de la franquicia, siempre y cuando lo vean como lo que es, un juego de acción pura y dura accesible a cualquier tipo de jugador, gracias a sus tres niveles de dificultad. Esto no significa que todo vaya a ser un camino de rosas, de hecho, incluso en el modo fácil, hay momentos en los que puede resultar bastante exigente. A pesar de ello, difícilmente acabará frustrando al jugador, pues su enorme adicción y sus frecuentes puntos de control nos harán probar una y otra vez las diferentes maneras de acabar con las numerosas hordas de enemigos que vayamos encontrando a lo largo de la aventura.