Análisis de Split/Second: Velocity (PS3, PC, Xbox 360)

Disney ha llegado para quedarse al mundo de los videojuegos, y no solo para hacer adaptaciones de sus películas o personajes más conocidos. Si el año pasado ya demostró su buen hacer con Pure, procedemente de este mismo estudio llega Split / Second, un juego cuyas virtudes ya pudimos ver en el pasado E3. Un año después siguen muy vigentes. Este desarrollo de Black Rock Studios combina espectacularidad gráfica con carreras arcade extremas, llenas de derrapes, saltos y explosiones, con un elemento diferenciador: usar el escenario para acabar con nuestros rivales.

Con una jugabilidad muy similar a la de títulos como Burnout o Ridge Racer, especialmente al primero de ellos, Split / Second ofrece las mismas carreras arcade a toda velocidad que estos dos títulos, pero hace que todo gire en torno al escenario y a su carácter interactivo. En una carrera normal, iremos rellenando una barra especial haciendo derrapes, adelantamientos o escapando por poco a explosiones y otros obstáculos, pero en vez de otorgarnos esta barra un turbo, como en los anteriores juegos, lo que hace es darnos el poder de interactuar con el escenario, accionando peligros que pueden acabar con nuestros rivales, atajos que nos darán ventaja a nosotros (y a los coches que nos siguen por unos pocos segundos) e incluso, si la barra está repleta, la posibilidad de desencadenar una gran explosión o de cambiar considerablemente el trazado del circuito.

Éste es el elemento novedoso del juego, y los desarrolladores de Black Rock Studio, anteriormente Climax Brighton y con sobrada experencia en los juegos de carrera, no lo usan como un reclamo o como un extra que usar de vez en cuando, sino que hacen que toda la jugabilidad y los diferentes tipos de prueba giren en torno a esa característica especial de su juego. Lo han hecho sobradamente bien, haciendo que las carreras se vuelvan muy emocionantes al estar siempre amenazados por los que vienen detrás cuando vamos de primero, o al poder "cazar" a los de delante cuando tenemos que remontar posiciones, y añadiendo varios nuevos tipos de carrera que se aprovechan de esta carácter interactivo de los escenarios para ofrecer variedad y retos a partes iguales.

El juego, o mejor dicho su modo campaña, está estructurado como si se tratase de una serie de televisión, con varios episodios que ir desbloqueando. Estos episodios cuentan con varias pruebas de diferentes tipos, siendo la más clásica la carrera normal y corriente, con su variante de eliminación, donde cada pocos segundos el que vaya último es eliminado, hasta que solo quede uno. Pero aporta también otras pruebas diferentes que dotan al juego de gran variedad, como una contrarreloj donde competimos no solo contra el crono, sino contra los elementos (es decir, el escenario que va desencadenando sus trampas); en otra prueba, nos encontramos con un camión que va soltando barriles explosivos, que nos ralentizarán o nos destruirán completamente, y tendremos que ganar tiempo adelantando camiones y a otros coches. Nuestra preferida de este tipo es, sin embargo, una en la que nos persigue un helicóptero disparándonos misiles, que tendremos que esquivar para evitar ser destruidos, con un límite de vida.



Mezclando estas pruebas y otras variaciones, el juego nos va presentando episodios compuestos de seis pruebas, cuatro desbloqueadas desde el principio, una si cumplimos una serie de condiciones en ese episodio (por ejemplo, acabar con 30 rivales), y una que ejerce de carrera final, como si de un campeonato con los demás corredores, episodio a episodio, se tratase. El juego nos va desbloqueando más pruebas y coches a medida que vayamos consiguiendo créditos, lo que depende de nuestra posición final en las carreras, y a medida que vayamos abriendo pruebas en el modo principal las tendremos también disponibles en los otros modos de juego. Resulta un modo campaña muy bien estructurado, de forma abierta pero ordenada, que ofrece bastantes horas de diversión y mucha rejugabilidad por la naturaleza desenfadada y rápida del juego.



Siendo un juego donde el escenario tiene tanto protagonismo como los coches, el diseño de los circuitos cobra un papel fundamental y hay que decir que Black Rock se ha lucido. Han hecho un repertorio de circuitos variado en cuanto a temas (circuitos urbanos, industriales, rurales, etc...) como en posibilidades. Repetiremos con frecuencia los circuitos, pero estos tienen tantos caminos, elementos interactivos y opciones que no se nos harán repetitivos. Aparte, hay variedad en sus diferentes partes interactivas. El escenario está repleto de grúas que pueden convertirse en trampas, bombas a los lados que podemos hacer estallar, e incluso grandes estructuras que pueden derrumbarse causando estragos, pero también de helicópteros a punto de lanzar una bomba sobre nuestros rivales. Algunas trampas son reusables y otras no, pero el escenario, aún en la última vuelta, siempre tiene algo que ofrecer, y los diseñadores han hecho un gran trabajo con los diferentes circuitos, que exprimen al máximo para ofrecer numerosas pruebas que no llegan a hacerse repetitivas.



Junto con el modo principal, sin embargo, Split / Second no ofrece mucho más. Las carreras rápidas nos permiten jugar los tipos de eventos desbloqueados en los circuitos que hayamos desbloqueado, pero no hay más modos de juego aparte del multijugador, que incluye una opción a pantalla partida bastante de agradecer. Sin embargo, por supuesto el juego online es la estrella, pudiendo vivir la misma intensidad de los seis tipos de carreras disponibles con hasta otros siete rivales. Por lo que hemos probado el online funciona a las mil maravillas, aunque se echa en falta algo más, no solo una traslación de la experiencia offline, sino algún extra exclusivo de la red, un apartado en el que otros juegos de carreras profundizan bastante más.

A nivel gráfico Split / Second luce muy bien. Ya lo hacía el año pasado, y el resultado final es especialmente vistoso, con unos modelados de los coches muy bonitos aunque no son reales, pero recuerdan con su estilo a algunos coches, aunque exagerando sus formas. Los escenarios cobran todo el protagonismo, así como las explosiones y demás aderezo visual. Casi siempre lucen bien, aunque se echa en falta algo más de detalle en las deformaciones de los coches y los daños de las explosiones: o el coche luce impecable, o está hecho chatarra, sin demasiados términos medios. Lo importante, sin embargo, es que el motor gráfico lo mueve todo a la perfección sin que se experimenten ralentizaciones, sea cual sea el número de coches en pantalla e independientemente de la magnitud del caos que estemos desencadenando.

El sonido, pese a que el protagonismo se lo llevan los gráficos, no le va en absoluto a la zaga al apartado visual. La música es un tanto genérica pero funciona muy bien a la hora de crear tensión, e intenta emular a la de una secuencia de acción de una película. El doblaje al castellano es muy bueno, aunque no cobra un papel importante (solamente en las introducciones de los capítulos y en el tutorial), y los efectos de sonido se mezclan a la perfeccion con el espectáculo visual.



Quizás Split / Second no tenga el impacto de otros juegos de carreras, pero su propuesta es muy original y a los fans del arcade les gustará. Aunque a nivel de control y de estilo es muy parecido a Burnout, la novedad de los escenarios interactivos no solo es un punto diferenciador o un reclamo, sino que está completamente implicada en el juego, que gira en torno a ellos, y eso hace que la experiencia de Split / Second sea al mismo tiempo familiar y muy original. Es un gran juego, y una gran entrada en el género, y quizás su punto débil sea la falta de más contenido, más modos de juego para alargar la duración, y algún modo más en el online para aprovechar la mezcla entre la picardía de los jugadores y la interactividad de los escenarios. Pese a esto, los fans de los arcades encontrarán un juego muy interesante que deben al menos probar, mientras que el resto de jugadores pueden verse muy gratamente sorprendidos por esta propuesta de Disney y Black Rock, para la que al parecer tienen planes de futuro, lo que es sin duda una gran noticia.