Análisis de Spare Parts PSN (PS3, Xbox 360)
La tecnología en el mundo de los robots avanza a velocidades increíbles por lo que la vida cambia de forma brusca para dos simpáticos robots cuando por sorpresa son tirados de su nave como basura espacial. Sorprendentemente resisten a una impresionante caída y llegan a un planeta desconocido en el que por suerte encuentran una nave a la que le faltan unas pocas piezas para poder volver a volar.
Nada más comenzar su búsqueda se dan cuenta que su suerte se ha acabado y que la fauna de este inhóspito planeta es muy agresiva y reacia contra ellos, y de repente se verán atacados por todo tipo de insectos y bichos de extrañas formas. Por si fuera poco, el planeta esta colonizado por unos extraños soldados a las ordenes del malvado Lord Krung, un imitador de Darth Vader, mucho más cabezón y bajito pero con la misma mala leche y que tampoco quiere invitados husmeando por sus tierras.
Mart-T y Chip que así se llaman estos simpáticos robots empiezan así su aventura en este sencillo juego de acción y plataformas que nos viene exclusivamente en formato descargable de manos de EA Brigth Light. Este estudio inglés de EA es el responsable de las últimas entregas de la saga Harry Potter con las que ha obtenido un resultado bastante mediocre, así como de Create, un innovador y original juego de puzles y construcción exclusivo de Xbox, que sin embargo tampoco consiguió convencernos el pasado mes de diciembre.
Un juego de plataformas muy fácil y sencillo
Spare Parts es mucho más sencillo que sus anteriores títulos y apuesta más por el humor que por las complicaciones, y por los puzles casi evidentes antes que los grandes desafíos. Únicamente se trata de ir avanzando por donde nos van marcando en todo momento, superando en general sencillas peleas, puzles muy obvios y alguna sorpresa final.
Nuestros robots saben defenderse con puñetazos y lanzando unos proyectiles infinitos lo que unido a su potente salto nos da unas escasas pero eficaces combinaciones de ataque, suficientes en la mayoría de las veces para acabar con esos molestos bichos y los cabezones soldados del Lord Krung.
Tenemos cuatro zonas del planeta por explorar empezando en la jungla, pasando por las cavernas hasta llegar al templo de los malvados, cada una de las cuales consta a su vez de unas cuantas partes. Las fases en general so bastante cortas y sencillas, por lo que sí además le añadimos que tendremos vidas infinitas, nos dan una duración bastante justa del juego, de unas tres horas como mucho. El único inconveniente de perder una vida es que nos restará monedas con las que luego podremos obtener mejoras en la nave.
El objetivo de recorrer esas fases es encontrar las partes necesarias para reconstruir la nave existiendo en cada nivel unas obligatorias de encontrar para poder finalizarlo, y otras optativas. También encontraremos por las fases robots abandonados que podemos rescatar, aunque no van a participar en el juego, si encontramos sus baterías.
Además de esas partes de la nave, también encontraremos escondidos en el escenario mejoras para nuestros robots, en lo que sin duda es el mayor acierto del juego por la variedad que nos ofrece. Desde unas gafas de rayos X que nos dan pistas de por donde seguir, unas armaduras para poder hacer más fuerza con nuestros brazos, o unas botas magnéticas que nos permitirán subir paredes como si nada. En total son seis mejoras, de las que solo podremos usar una a la vez, seleccionándolas con una rueda que se maneja con el stick derecho.
Estos accesorios, una vez encontrados pueden ser mejorados luego en la nave a base de créditos pero la verdad es que no se notan prácticamente nada esas mejoras. También podemos encontrar en esa tienda diferentes dibujos y diseños e ilustraciones que en general no merecen la pena.
De esta forma, la aventura nos ofrece cierta rejugabilidad, ya que con alguno de estos accesorios podremos acceder a zonas de niveles anteriores que antes eran inaccesibles, en busca de piezas extra o robots abandonados.
Jugando en pareja
Otra de las principales bazas de Spare Parts es su modo de juego cooperativo. Si solo conectamos un mando manejaremos a Mar-T sin necesidad de ayuda, pero si conectamos el segundo, otro jugador podrá manejar a Chip, siempre dentro de la misma pantalla. De esta forma corremos el peligro de que uno de los dos robots se quede fuera de la misma, pero hace que el juego sea mucho más divertido y las luchas más fáciles.
La dificultad no aumenta, ni tampoco lo hace el número de enemigos por lo que si ya antes era sencillo, con dos jugadores las fases son todavía más rápidas y sencillas. A lo largo de la aventura hay unas cuantas ocasiones, realmente pocas, que se necesitan obligatoriamente dos jugadores, por ejemplo para activar interruptores que nos habiliten el acceso a zonas prohibidas, siendo estas siempre opcionales.
También podemos jugar en este modo vía Xbox Live. Cuando jugamos podemos dejar nuestra partida abierta o cerrada, para que se puedan conectar o no otros jugadores, lo cual ocurrirá casi siempre. De igual manera podemos buscar las partidas abiertas existentes y unirnos a las mismas aunque en ese caso será el anfitrión el que decida el nivel a jugar.
Problemas varios
A nivel técnico, Spare Parts es tan sencillo como lo es a nivel jugable. Gráficos muy normalitos, llenos de colores, y con unas texturas simples que huyen de los detalles como nosotros tenemos que huir de los bichos. No es que sean malos, pero en general dejan la sensación de que se podrían hacer mucho mejor.
El poco detalle y el exceso de colorido hace que en determinados momentos de acción sepas muy bien ni dónde estas ni a quién estas golpeando.
Una de las pegas más importantes que encontramos es la gestión de las diferentes dimensiones dentro de una misma pantalla. Aunque no ocurre muchas veces, sí nos pasará que al tener que saltar de un obstáculo a otro, no tengamos muy claro hacia que eje hacer el salto, ya que la sensación de profundidad no esta muy bien conseguida en ciertas pantallas. Como siempre el método de ensayo y error, y el no tener problema de vidas, soluciona el problema.
Otro importante problema, quizá todavía más, es que el juego esta íntegramente en inglés, no habiéndose traducido nada. Aunque podemos activar los subtítulos, también en inglés, y realmente lo que dicen los personajes tampoco es ni frecuente ni crucial para la aventura, se echa de menos por lo menos la traducción de estos pocos textos.
Conclusión
Spare Parts es un juego muy sencillo sin duda orientado para el público más juvenil al que encantarán el diseño y el carisma de sus dos peculiares protagonistas y sus enemigos, claros imitadores de la guerra de las galaxias. Precisamente pensando en ese tipo de publico se echa en falta alguna ayuda en ciertos puzles o enemigos finales, que aunque en general son sencillos, pueden llegar a atascarte, y sobre todo al menos una traducción al castellano de los subtítulos.