Análisis de Saint Seiya: Brave Soldiers (PS3)

"¡No eran más que jóvenes llegados de todo el mundo, dotados de una fuerza y un espíritu heroico verdaderos! ¡Luchaban desarmados, usando su propio cuerpo como escudo, para proteger a quien más aborrecía las armas, Atenea! Sus puñetazos eran capaces de desgarrar el aire y sus patadas de romper la tierra. Son los caballeros de la esperanza, y todavía hoy se dice que reaparecerán cuando la maldad prolifere sobre la Tierra. Son unos jóvenes misteriosos cuyo nombre no aparece siquiera en la mitología griega: son los Caballeros de Atenea".

Con estas palabras nos describían por primera vez a los protagonistas de uno de los mangas más atemporales de toda la historia, las cuales volveríamos a escuchar al comienzo de cada una de las nuevas series que se han ido lanzando hasta la fecha basadas en la mítica obra de Masami Kurumada. Si bien nunca alcanzó la repercusión que tuvo Dragon Ball, las aventuras de Seiya, Shiryu, Hyoga, Ikki, Shun y el resto de caballeros siguen siendo recordadas con gran cariño por muchos de nosotros.

Una serie cargada de épicos combates, carismáticos personajes y "flipadas" de todo tipo que conseguían mantenernos en constante tensión mientras descubríamos las nuevas dificultades a las que sus protagonistas se tenían que enfrentar para salvar y proteger a la diosa Atenea.

Por ello, no es de extrañar que surja algo de expectación cada vez que se anuncia un nuevo título basado en este manga, ya que la idea de un buen juego de lucha que nos permita revivir fielmente los combates de la serie mientras manejamos a algunos de nuestros personajes favoritos, resulta, cuanto menos, bastante atractiva. Sin embargo, estas esperanzas suelen acabar cayendo en saco roto, ya que todo lo que nos llega desde la época de PlayStation 2 suele ser de calidad cuestionable (y que aun así los más fans nos "forzamos" a disfrutar).

Saint Seiya: Brave Soldiers parecía destinado a cambiar esto, aunque por desgracia y con el producto final ya en nuestras manos, tenemos que decir que no ha sido así. La nueva obra de Dimps vuelve a quedarse muy lejos de lo que los fans se merecen, ofreciéndonos un juego demasiado simple y con una falta de esfuerzo alarmante en algunos apartados, pero que curiosamente llega a hacerse entretenido gracias a la licencia en la que se basa.

¡Arde Cosmos!

Para empezar, comentar que Saint Seiya: Brave Soldiers es un juego de lucha 1 vs 1 que toma como base jugable lo visto en Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm. Esto significa que podremos movernos libremente por los escenarios en combates más o menos ágiles, que las técnicas especiales tienen mucha importancia y que los combos pueden hacerse prácticamente con los ojos cerrados.

Cada personaje cuenta con dos técnicas especiales, un Big Bang (el movimiento más poderoso), dos ataques de explosión y cinco combos. Sí, habéis leído bien, cada caballero solo tiene cinco combinaciones de golpes, las cuales están limitadas como mucho a 6 pulsaciones de botón entre cuadrado (ataque flojo) y triángulo (ataque fuerte) realmente sencillas. Lo más efectivo suele ser realizar un combo normal y aprender cuál es el mejor momento para ejecutar un movimiento especial sin que el rival se lo pueda defender, de forma que así aumentemos nuestro daño considerablemente, ya que los golpes cuerpo a cuerpo por sí solos no quitan demasiada vida.

Eso sí, olvidaos de meter en combo un Big Bang, porque son extremadamente lentos y el rival tendrá todo el tiempo del mundo para defendérselos y desperdiciaríais tres valiosas secciones de vuestra barra de cosmos. Este medidor, tal y como podréis intuir, será de gran importancia en la batalla, ya que nos permitirá no solo realizar nuestras técnicas, sino también otros movimientos como uno que nos sitúa en la espalda del rival cuando nos está golpeando, así como una carrera a toda velocidad en la que nuestro personaje se lanza hacia el enemigo zigzageando para evitar sus ataques, algo que también se puede hacer a la inversa para escapar.

Para conseguir Cosmos tendremos tres opciones: recargarlo con L2, atacar o recibir daño. Nuestro arsenal lo completan los agarres, la defensa (la cual se romperá si recibe demasiados golpes seguidos), el Séptimo Sentido (el cual potenciará nuestros golpes considerablemente y para cuya ejecución necesitaremos cargar una barra especial) y un movimiento que podremos realizar pulsando dos veces X para que nuestro personaje haga un pequeño sprint hacia la dirección que queramos. Además, si mantenemos el botón pulsado nuestro personaje se seguirá moviendo de la misma forma, algo que nos vendrá muy bien para esquivar ataques y despistar al rival.

A la hora de la verdad, todo lo anteriormente explicado se traduce en combates donde lo realmente importante es saber moverse y aprovechar los fallos del contrario, así como gestionar bien nuestro Cosmos, ya que sus controles no dan para hacer combos demasiado elaborados. De hecho, por norma general siempre usaremos el más efectivo en cuanto a daño y solo usaremos los otros cuando nos veamos en la necesidad de acortar la secuencia de golpes para no dar al rival la oportunidad de colocarse en nuestra espalda. Si bien se trata de un juego que cumple decentemente a la hora de entretenernos a corto plazo, cuando llevemos unas cuantas horas lo más probable será que el tedio acabe con nosotros ante lo limitado que resulta.

A esto tampoco ayuda el hecho de que todos los caballeros se controlan prácticamente igual, por lo que las mayores diferencias entre ellos las encontraremos en las animaciones de sus combos y en sus movimientos especiales. Hablando de personajes, mencionar que tenemos medio centenar entre los que escoger, aunque esto es bastante engañoso, ya que por ejemplo los cinco caballeros de bronce protagonistas de la serie ocupan ellos solos 19 casillas y las diferencias que hay de una versión del mismo personaje a otra no son demasiado grandes, con cambios en los especiales o en el Big Bang como lo más destacable.

Lo mismo ocurre con otros personajes como Saga, Shura, Camus, Máscara de Muerte y Afrodita, que cuentan como personajes distintos en sus versiones vivas y muertas cuando apenas hay diferencias entre ellas. Eso sí, aun con esto, sigue siendo el juego de Saint Seiya con la plantilla más completa e interesante, ya que por fin se incluyen a los de la saga de Poseidón, así como a otros tan interesantes como Saori y Hades (lo que no quita que echemos de menos a los caballeros negros o a los de plata, así como a ciertos Espectros).

Como curiosidad, mencionar que se ha incluida la opción de potenciar a los personajes por medio de unos orbes que podremos comprar con los puntos que ganemos con los combates, aunque primero nos tocará desbloquearlos. Solo se pueden usar en ciertos modos y realmente nos ha parecido un añadido bastante anecdótico, aunque ahí está y es algo que hay que señalar.

Reviviendo la serie

En cuanto a sus modos de juego, el principal lo encontramos en Crónicas de los Caballeros, en el cual reviviremos la historia de la serie desde el comienzo de la saga del Santuario hasta el final de Hades, dejándose por el camino Asgard (la cual os recordamos que fue un relleno del anime, por mucho cariño que podamos tenerle). La verdad es que nos ha dejado muy fríos este modo, ya que toda la historia está contada a base de imágenes estáticas, de forma torpe y caótica, lo que le hace perder toda la fuerza a algunas de las escenas más míticas de la serie (ver una simple ilustración para mostrarnos el choque de exclamaciones de Atenea que se produce en la saga de Hades hace que a uno se le caiga el alma a los pies pensando en lo que podría haber sido).

En cada capítulo tendremos que superar una serie de combates, los cuales se desarrollan a la manera tradicional, sin nada especial más allá de ambos personajes hablando mientras nos damos de tortas, diálogos que por otra parte no se corresponden con lo que ocurre en pantalla. Por ejemplo, en la casa de Leo cuando nos enfrentamos a Aioria, mientras combatimos contra él veremos aparecer en el cuadro de diálogo a Casios diciéndonos que sigamos adelante, que él lo retendrá, y a Seiya preocupado por la supuesta paliza que se está llevando. Todo esto mientras batallamos normal y corriente y sin que Casios aparezca realmente en escena. De hecho hasta le escucharemos morir a manos del Caballero de Leo cuando en realidad este último está demasiado ocupado recibiendo nuestros golpes.

Este es solo un pequeño ejemplo de lo poco que se ha cuidado este modo (atención al ojo de Hyoga en la saga de Poseidón), lo que resulta una auténtica lástima. Al menos, para darle algo más de interés a cada capítulo se nos retará a que superemos una serie de desafíos opcionales para desbloquear material extra, como hacer un combo de 15 golpes o rematar con un ataque concreto. En total nos llevará unas 8 horas superar la historia (desbloqueando por el camino a todos los personajes a excepción de dos de ellos), aunque si queremos sacar rango S en todo y completar el 100% de los desafíos, a esta cifra habría que sumarle un par de horas más.

Por otro lado, tras esta decepción nos queda el modo Batalla, el cual se divide a sí mismo en Batalla contra, Supervivencia, Entrenamiento (este se explica por sí solo) y Guerra Galáctica. El primero de ellos es el modo Versus de toda la vida, aunque podremos aplicar varias reglas especiales si queremos, como tener el Séptimo Sentido activado de forma infinita. Supervivencia, como su propio nombre indica, nos pondrá a combatir en una serie de batallas manteniendo la salud del anterior enfrentamiento, aunque dándonos la posibilidad de escoger a nuestro siguiente oponente de entre una lista de tres, al mismo tiempo que nos plantea diversos desafíos opcionales. Finalmente, Guerra Galáctica sería el equivalente al modo Torneo de otros juegos, aunque tomando como ambientación el Torneo Galáctico, la primera saga del manga, con comentarista incluido para narrar los combates y representación numérica de la potencia de nuestros combos.

Tampoco faltará el obligatorio modo online, un tanto limitado en cuanto a opciones (batallas puntuadas o sin puntuar), pero con el detalle de al menos dejarnos escoger si queremos jugar con personajes normales o potenciados con orbes. Por las partidas que hemos jugado funciona de forma bastante decente, y al ser el tipo de juego que es, la presencia de lag no resulta tan traumática como en otros títulos al no requerirnos demasiado timing para ejecutar las acciones que queramos.

¡Dame tu fuerza Pegaso!

Gráficamente se trata de un título bastante discreto en términos generales, pero que cuenta con unos modelados de personajes muy buenos y que recrean fielmente el espíritu de cada uno de ellos. Lo mismo se puede decir de la ejecución de las técnicas y de las animaciones de cada uno de ellos (las caídas de boca o las cargas que realizan son clavadas a las del anime). Sin embargo, los escenarios dejan bastante que desear, y no porque sean sosos y vacíos, ya que a fin de cuentas así eran en la serie, sino por la bajísima resolución de sus texturas y lo pobremente que han sido recreados, como el de los Campos Elíseos. Y mejor no hablamos de lo mal representadas que están las animaciones de destrucción de entorno como columnas o estatuas. Al menos hay más de una treintena de ellos, algo que se agradece.

Finalmente, en lo que respecta al sonido, nos toca lamentar la ausencia de la banda sonora original de la serie. Nos ha parecido escuchar un par de temas que sí pertenecen a ella, pero por lo general se reutilizan las mismas partituras que llevamos oyendo desde la época de PlayStation 2, con alguna que otra canción nueva que sin ser nada del otro mundo animan bastante bien los enfrentamientos, como la de la batalla final. El doblaje por su parte se encuentra únicamente en japonés, todo un acierto.

Conclusiones

Saint Seiya: Brave Soldiers es un juego simplemente correcto que cuenta con el aliciente de basarse en una licencia muy querida por muchos de nosotros, algo que nos ha permitido disfrutarlo más de lo creíamos posible, ya que a diferencia de Naruto o Dragon Ball, no todos los años tenemos la oportunidad de combatir como Caballeros del Zodiaco. Quizás su sistema de combate sea demasiado simple como para mantenernos entretenidos a largo plazo, pero al menos nos hará pasar un buen rato haciendo arder nuestro Cosmos para despertar el Séptimo Sentido y acabar con los villanos que amenazan la vida de Atenea.