Análisis de Rainbow Six: Vegas (PS3)
La infiltración es algo relativamente nuevo en este Rainbow Six Vegas, y es que aparte del modo asalto, podremos poner a nuestro equipo de dos hombres en modalidad "en espera", aguardando nuestra señal para abrir fuego sobre el enemigo, sin que éste se lo espere. Estas situaciones no son muy numerosas en el juego, donde abundan los clásicos asaltos a puertas cerradas, pero tremendamente satisfactorias cuando nos encontramos con una de ellas. En este tipo de situaciones de infiltración, podremos asignar los enemigos a nuestros soldados y, una vez esté todo listo, dar la orden y atacar todos simultáneamente al grupo de terroristas; si lo hacemos bien caerán rápidamente, sin mayores contratiempos.
Estas situaciones no son la mayoría, y como decimos habrá abundantes asaltos a habitaciones llenas de terroristas, donde tendremos que realizar el clásico movimiento de abrir puerta y "limpiar" habitaciones. Para ello haremos uso del sencillo, pero versátil, interfaz de dar órdenes al equipo. Tendremos órdenes sensibles al contexto como curar a un compañero caído o apostarse tras una puerta para hacer un asalto. En este último caso un sencillo menú nos permitirá elegir, pulsando el pad digital, qué tipo de asalto queremos (uno normal, con granada o con granada cegadora).

El control del equipo, como decíamos, se realiza de forma muy sencilla pero no por ello limitada en opciones, al igual que todo el control del juego. Controlaremos a nuestro equipo cambiando su actitud con un botón, y enviándolo a diferentes sitios con el X, dándoles órdenes puntuales con el pad digital, como la opción de seguirnos o mantener la posición. El resto del control del juego también es encomiablemente sencillo para la cantidad de acciones que podemos realizar. Aparte de cubrirse y disparar, con los botones L1 y R1 del mando, acciones como la visión especial, recargar o lanzar granadas se realizan con un botón, y tendremos más opciones si lo mantenemos pulsado (elegir entre visión térmica o visión nocturna en el caso de la visión especial, poner o quitar silenciador a la hora de recargar, etc…). Sin duda uno de los sistemas de control mejor logrados en un juego de estas características.

El diseño de los niveles es un tanto ambiguo en calidad, siempre a un buen nivel, pero nos encontraremos tanto con niveles bastante estándar con otros verdaderamente logrados. El primero de ellos, donde tendremos que abrirnos paso por las calles de Las Vegas, es un buen ejemplo de los primeros, siendo prácticamente un corredor plagado de coches con los que cubrirnos para abatir a los terroristas que nos separan del primer hotel que asaltar. Otros niveles, en cambio, están sensacionalmente bien diseñados, no solo a nivel artístico sino como sitios donde jugar, permitiéndonos varias formas de asaltar las habitaciones, ya sea por una puerta, por dos o descolgándonos por las ventanas. Estas últimas situaciones, aunque no muy numerosas, son fantásticas. Para permitir que los niveles transcurran tal y como es debido, y que podamos asaltar los hoteles y las diferentes estancias, la inteligencia artificial hace que cada zona del nivel sea una especie de microcosmos donde lo que pasa en ella resulta ajeno al resto de los terroristas del nivel. Por lo tanto será habitual participar en un intenso tiroteo en un gran salón, para luego hacer frente a los terroristas de la siguiente habitación sin que éstos se lo esperen.

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