Análisis de Rainbow Six: Vegas (PS3)
Tras perder protagonismo hace años, tras el lanzamiento de Rainbow Six 3 para Xbox, la primera saga basada en los libros de Tom Clancy ha vuelto. Ubisoft, que recientemente había dado protagonismo a otras sagas basadas en el famoso escritor, como Splinter Cell o Ghost Recon, se ha encargado de reinventar la saga que lo comenzó todo, preparándola para la nueva generación. El resultado es este Rainbow Six: Vegas que, siguiendo lo trazado por Rainbow Six 3 para Xbox (una jugabilidad más de consola) y dejando un poco al lado el reciente Rainbow Six: Lockdown, combina la táctica con la interacción con el escenario acompañándolo de un excelente diseño de niveles y de una ambientación tan exótica como interesante: La ciudad de Las Vegas.
Esta versión PlayStation 3 llega con unos meses de retraso, debido al largo tiempo de desarrollo, y cuenta con todo lo visto en la versión Xbox 360, lanzada a finales del año pasado, junto con algunas ligeras mejoras, casi imperceptibles en el nivel gráfico, pero sí interesantes en lo que a la jugabilidad respecta.
Usa casi testimonialmente la detección de movimiento del SixAxis cuando usamos la cámara espía, pero lo realmente importante es que incluye de serie los dos packs de descargas lanzados para Xbox 360, es decir, diez mapas multijugador más, y varios modos de juego extra.
Últimamente la ciudad del pecado está de moda a nivel audiovisual. Uno de los grandes éxitos de televisión de los últimos años, CSI, cuenta las pesquisas de un grupo de investigadores que trabajan en la ciudad, mientras que en Las Vegas el equipo del Montecito se encarga de pillar a tramposos de toda índole. Ya era hora de que un videojuego estuviese ambientado en la ciudad más allá de sus juegos de azar, y Rainbow Six: Vegas nos sumerge en la ciudad como estamos poco habituados a ver: Tomada por terroristas. El equipo Rainbow tendrá que encargarse de ellos, "limpiándola" calle por calle, casino tras casino.
Lo que llama la atención de Rainbow Six Vegas no solo es la ambientación, sino cómo la saga, sin cambiar demasiadas cosas "sobre el papel", ha evolucionado y, manteniendo sus raíces de juego de acción en primera persona táctico, se ha convertido en una experiencia muy intensa, e incluso frenética. Aparte del combate tradicional en primera persona, el juego usa muchísimo las coberturas para los tiroteos. Coberturas dinámicas, como en un juego al que es inevitable hacer referencia últimamente: Gears of War. Acercándonos a un objeto o a una pared, y pulsando un botón, nuestro soldado (Logan Keller), se cubrirá dinámicamente (dependiendo del tipo de objeto que sea adoptará una posición), pasando el juego a una vista cercana en tercera persona, y podremos asomarnos libremente para disparar. Esta acción de asomarse para disparar no es tan simple como Gears of War, que permite hacia arriba o hacia los lados, sino que permite más matices, usando las diferentes direcciones del stick analógico.
Además de poder asomarnos desde las coberturas para disparar, también podremos disparar a ciegas, pulsando simplemente el botón de disparo y dirigiendo vagamente con el punto de mira, una similitud que también comparte –evidentemente no es una copia, solo hay dos semanas de diferencia entre el lanzamiento de los dos juegos- con el juego de Epic Games. Al igual que en Gears of War y en un sorprendente número de juegos de acción de los últimos tiempos, Rainbow Six no usa un sistema de salud tradicional, con barras de energía o numeritos, sino que al recibir impactos de bala la visión se nublará (un efecto muy conseguido), indicándonos que lo mejor será que busquemos cobertura cuanto antes; pasados unos segundos, volveremos a estar listos para recibir daños. Las similitudes terminan ahí, más allá de ser los dos ambos juegos de disparos, y Rainbow Six mantiene su esencia: realismo en las muertes tanto del enemigo como propia, trabajo en equipo e infiltración.
La infiltración es algo relativamente nuevo en este Rainbow Six Vegas, y es que aparte del modo asalto, podremos poner a nuestro equipo de dos hombres en modalidad "en espera", aguardando nuestra señal para abrir fuego sobre el enemigo, sin que éste se lo espere. Estas situaciones no son muy numerosas en el juego, donde abundan los clásicos asaltos a puertas cerradas, pero tremendamente satisfactorias cuando nos encontramos con una de ellas. En este tipo de situaciones de infiltración, podremos asignar los enemigos a nuestros soldados y, una vez esté todo listo, dar la orden y atacar todos simultáneamente al grupo de terroristas; si lo hacemos bien caerán rápidamente, sin mayores contratiempos.
Estas situaciones no son la mayoría, y como decimos habrá abundantes asaltos a habitaciones llenas de terroristas, donde tendremos que realizar el clásico movimiento de abrir puerta y "limpiar" habitaciones. Para ello haremos uso del sencillo, pero versátil, interfaz de dar órdenes al equipo. Tendremos órdenes sensibles al contexto como curar a un compañero caído o apostarse tras una puerta para hacer un asalto. En este último caso un sencillo menú nos permitirá elegir, pulsando el pad digital, qué tipo de asalto queremos (uno normal, con granada o con granada cegadora).
El control del equipo, como decíamos, se realiza de forma muy sencilla pero no por ello limitada en opciones, al igual que todo el control del juego. Controlaremos a nuestro equipo cambiando su actitud con un botón, y enviándolo a diferentes sitios con el X, dándoles órdenes puntuales con el pad digital, como la opción de seguirnos o mantener la posición. El resto del control del juego también es encomiablemente sencillo para la cantidad de acciones que podemos realizar. Aparte de cubrirse y disparar, con los botones L1 y R1 del mando, acciones como la visión especial, recargar o lanzar granadas se realizan con un botón, y tendremos más opciones si lo mantenemos pulsado (elegir entre visión térmica o visión nocturna en el caso de la visión especial, poner o quitar silenciador a la hora de recargar, etc…). Sin duda uno de los sistemas de control mejor logrados en un juego de estas características.
El diseño de los niveles es un tanto ambiguo en calidad, siempre a un buen nivel, pero nos encontraremos tanto con niveles bastante estándar con otros verdaderamente logrados. El primero de ellos, donde tendremos que abrirnos paso por las calles de Las Vegas, es un buen ejemplo de los primeros, siendo prácticamente un corredor plagado de coches con los que cubrirnos para abatir a los terroristas que nos separan del primer hotel que asaltar. Otros niveles, en cambio, están sensacionalmente bien diseñados, no solo a nivel artístico sino como sitios donde jugar, permitiéndonos varias formas de asaltar las habitaciones, ya sea por una puerta, por dos o descolgándonos por las ventanas. Estas últimas situaciones, aunque no muy numerosas, son fantásticas. Para permitir que los niveles transcurran tal y como es debido, y que podamos asaltar los hoteles y las diferentes estancias, la inteligencia artificial hace que cada zona del nivel sea una especie de microcosmos donde lo que pasa en ella resulta ajeno al resto de los terroristas del nivel. Por lo tanto será habitual participar en un intenso tiroteo en un gran salón, para luego hacer frente a los terroristas de la siguiente habitación sin que éstos se lo esperen.
La inteligencia artificial de este nuevo Rainbow Six Vegas también está a muy alto nivel. Nuestros compañeros de equipo no se bloquean buscando el camino, y son muy hábiles buscando coberturas para evitar ser alcanzados, pero tampoco sin exponerse ni contravenir nuestras órdenes. Los enemigos, por su parte, actúan de forma inteligente y son expertos buscando cobertura –al mismo nivel que nuestros compañeros de equipo-, además de usar inteligentemente granadas y granadas cegadoras. En el nivel normal de dificultad, el juego es sorprendentemente desafiante, aunque hay numerosos puntos de control dispersos tras los niveles, prácticamente tras cada dos o tres enfrentamientos. En el nivel Realista (difícil), se nota sobre todo una menor tolerancia a los impactos del enemigo.
El modo para un solo jugador no es demasiado largo pero sí rejugable, al poder recargar los niveles individualmente una vez completados, mientras que el modo multijugador ofrece muchas opciones, entre ellas la cooperativa. Hasta cuatro jugadores pueden participar en las misiones del modo historia, un jugador más que en el juego normal, y resulta especialmente divertido discutir las tácticas con el micrófono, en vez de asignando órdenes a la inteligencia artificial. Por la otra parte, el multijugador soporta hasta dieciséis jugadores en varios modos de juego, entre ellos capturar la bandera, con opciones de revivir o no. Los niveles multijugador, salvo unos pocos nuevos, son adaptaciones de los ya existentes en el modo para un solo jugador. Por desgracia, en esta versión PS3 se ha quitado la opción de crear a nuestro propio personaje con nuestra propia cara ante la ausencia de una cámara para la consola de Sony.
A nivel visual Rainbow Six Vegas está muy bien, con unos buenos escenarios donde destaca la cantidad de objetos y los daños en tiempo real que constantemente reciben por balas y explosiones. El modelado de nuestros comandos, y el de los enemigos, es excelente, con una muy buena animación. Las explosiones y los efectos también están muy conseguidos, especialmente el efecto de ceguera –vemos como la imagen se va superponiendo- y el emborronamiento de la imagen cuando recibimos daños. Sin estar a un nivel sobresaliente, es de notable alto. En cuanto al sonido, destacan los efectos de la gran variedad y diversidad de armas, y las explosiones e impactos en los diferentes tipos de superficie. La música es bastante testimonial, pero el doblaje en castellano es muy bueno, con voces fácilmente identificables de la televisión.
Rainbow Six: Vegas es un muy buen juego de acción, que logra su objetivo tanto de ofrecer a los jugadores una experiencia divertida, inmersiva y realista de acción táctica, como de resucitar a la emblemática saga de Tom Clancy para llevarla, con todos los honores, a la nueva generación. No resulta ni muy sesudo ni muy sencillo, sino el punto justo de táctico para todos los jugadores, y tiene momentos tremendamente satisfactorios donde comprobamos como la táctica se impone ante los terroristas. Dentro del catálogo de PlayStation 3 destaca con creces, y es probablemente el mejor juego de acción hasta ahora, y una compra muy recomendada para todos los usuarios de la todavía flamante PlayStation 3.