Análisis de NBA 2K10 (PS3, PSP, PC, PS2, Wii, Xbox 360)
Los juegos de deportes son una compra obligada para sus fans cada año, y mientras que en algunos géneros hay dominadores claros, en otros hay una feroz competencia por conquistar a los fans de ese deporte. El fútbol obviamente es el ejemplo perfecto, pero quizás la más intensa e igualada competencia se lleve dando en el baloncesto, deporte que NBA Live y NBA 2K luchan por simular mejor cada año desde finales de la década de los 90. En los últimos años la saga 2K se ha ido haciendo cada vez más popular, gracias a la apuesta de 2K por irla mejorando y promocionando cada vez más cada año, y por su innegable calidad. Esta entrega 2010 llega con bastantes novedades, centradas sobre todo en algunos cambios en el juego y en nuevos modos de juego que resultarán muy interesantes para los fans de la mejor liga de baloncesto del mundo.
Como es habitual, el juego incluye todos los equipos de la liga puestos al día, con las plantillas actualizadas, pero además este año intenta aportar un toque más de realismo estableciendo una conexión del juego con unos servidores que aportan información actualizada. De este modo cuando juguemos un partido amistoso el juego nos aportará el trasfondo de los equipos, sus últimos enfrentamientos y los próximos, y en la temporada regular los jugadores alteran su rendimiento dependiendo de cómo lo estén haciendo en la liga, algo parecido a lo visto en la última versión de FIFA y su Live Season. Incluso los comentaristas podrán aportar comentarios que le den más credibilidad a las narraciones, hablando de si un jugador ha sido seleccionado para los All-Stars, o aportando detalles sobre su rendimiento durante la temporada.
Aparte de este detalle, el principal modo de juego nuevo es MyPlayer, que nos permite crear a nuestro propio jugador y hacerlo progresar. Para crear al jugador podremos usar el editor que incluye el juego, o bien importar el que hayamos creado con el minijuego Draft Combine lanzado hace unos meses para los servicios de descarga. En cualquier caso, podremos diseñar a un jugador a nuestra imagen y semejanza, o a la de Michael Jordan, y comenzar con él una carrera en la liga más importante del mundo, desde el Draft hasta su retirada, pasando por sus primeras temporadas como novatos y sophomore, su progresión por los diferentes equipos y su subida al estrellato.
El modo de juego resulta muy completo y también diferente a lo habitual. Le faltan muchas opciones que uno puede imaginar fácilmente, como la negociación de contratos o patrocinios; se centra en el juego y en la progresión del jugador, y lo hace muy bien. Comenzamos siendo poco habilidosos y de hecho si no pasamos unas pruebas seremos relegados durante una temporada a la D-League de la NBA, la "liga de desarrollo", una especie de segunda división ignorada por el gran público, y más adelante volver a la NBA a probar más suerte. En cualquier caso, nosotros siempre controlamos a nuestro jugador, y dependiendo de cómo juguemos iremos progresando o fracasando, en todos los sentidos: tanto en la importancia que nos den en nuestro equipo y por lo tanto las opciones de ser titular o jugador franquicia, como en el desarrollo de nuestros atributos y habilidades como jugador de baloncesto. Si queremos ir de estrella más vale que metamos canasta, o caeremos en desgracia.
Esta "lucha por el estrellato" puede ser dura, y aburrida, en un primer momento. El juego nos ofrece varias opciones para abreviar el sufrimiento, la primera de ellas saltar directamente entre los diferentes momentos del partido en los que salgamos al campo, la otra ver de forma acelerada el partido cuando no juguemos, y finalmente verlo todo en tiempo real, lo que puede llevarnos al hastío cuando seamos un "rookie" y juguemos solo unos minutos por encuentro.
El sistema de evolución de los jugadores es todo un acierto, al plantearnos retos en cada partido para así hacernos mejor jugador poco a poco, y al mismo tiempo incluir logros "globales" que iremos alcanzando durante nuestra carrera y que también mejorarán nuestras habilidades. Estos pequeños desafíos van desde meter cierto número de canastas o robar cierto número de balones en un partido, hasta, en el caso de los globales, alcanzar un número de puntos en toda nuestra carrera, al estilo de las clásicas marcas que de vez en cuando superan las estrellas y son noticia en la prensa deportiva. En cualquier caso, el sistema de evolución es lo suficientemente variado y flexible como para que podamos progresar siempre, dando más o menos "saltos" dependiendo de cómo lo hagamos en un partido, pero sin que haya una barrera infranqueable a partir de la cual no podemos progresar. Podemos lograr una superestrella tipo Kevin Garnett con el paso de los años, o simplemente un veterano carismático estilo Horace Grant, pero el sistema de progreso -y lo divertido que es el juego- ofrecen satisfacciones durante muchas horas.
Aparte de este modo de juego, la jugabilidad en sí ha cambiado, haciéndose algo más realista y también un poco más táctica. El cambio del turbo o el esprint que comentábamos en nuestras impresiones del juego no es algo baladí sino muy importante. Ahora no podremos esprintar tanto como en anteriores juegos, indicándonos una barra la capacidad que tiene cada jugador, que una vez terminada repercute en su cansancio. Si un jugador se cansa demasiado tendrá que estar más minutos en el banquillo recuperando fuerzas, y eso puede afectar mucho a nuestro juego dependiendo de qué jugadores se quemen antes. Hay que esprintar menos, pero al mismo tiempo los esprints son ahora más significativos, más importantes en el juego.
Del mismo modo, la táctica y el trabajo en equipo cobra ahora mayor importancia que el año anterior. Ahora tenemos un total de 24 tácticas de ataque diferentes en comparación con las ocho del juego anterior, y eso se nota mucho, especialmente a la hora de contraatacar. Las jugadas que "invoquemos" serán cruciales a la hora de aprovechar una ventaja, así como el manejo del segundo jugador para lograr coordinar bien ciertas acciones, como un alley oop o uno de esos triples mortíferos en los que uno de nuestros jugadores tira sin oposición. El único problema del aumento de los tipos de jugadas de ataque es que ahora es más confuso seleccionar entre ellas cuando estamos jugando. A nivel jugable el juego ha progresado ligeramente hacia un mayor realismo y equilibrio entre los tipos de jugada, sin ser un salto cualitativo, porque todavía quedan algunos fallos, especialmente en la inteligencia artificial de los rivales, que a veces hacen cosas inexplicables; pero se ha enfatizado el trabajo en equipo, los cambios en la forma de esprintar son un acierto, y sigue siendo un grandísimo simulador para los amantes del baloncesto.
A nivel gráfico también hay pros y contras. Por una parte se ha mejorado el modelado de los jugadores, haciéndolo más realista, y especialmente se ha puesto esmero en ciertos jugadores, las estrellas, para que se parezcan más a sus contrapartidas reales y se comporten de forma más parecida; animaciones específicas, formas de moverse que recuerdan al jugador real, y ese tipo de detalles que los fans de la NBA reconocerán y apreciarán. La forma de narrar los encuentros, mostrando las reacciones emocionales de los jugadores, las reacciones del banquillo y el ánimo del público también ha mejorado, y sigue creando una excepcional atmósfera en los partidos.
El sonido ha dado un considerable salto en calidad, gracias a la cantidad y variedad de reacciones del público. Aparte del clásico "defense, defense" de todos los partidos de la NBA, el público chilla, se decepciona, se vuelve loco con una canasta difícil, y a veces reaccionará de forma específica ante los éxitos de un jugador en concreto. Por ejemplo, con Calderón al meter un triple. La parte negativa es, como es de esperar, la ausencia de comentarios en castellano. Las voces en inglés son todo lo apropiadas que uno puede esperar, pero están en inglés, y el doblaje de los comentarios al castellano se mantiene como asignatura pendiente para la siguiente entrega.
El conjunto se completa con un buen modo online que ha sabido evolucionar para discriminar a los usuarios que hagan el tonto jugando en equipo. El sistema del juego puntúa a aquellos usuarios que, en los partidos cinco contra cinco, no se comporten de forma normal, y ahora podremos identificar a los "potencialmente conflictivos" antes de jugar un partido, y decidir si queremos o no asumir el riesgo de jugar con ellos. Otro detalle a agradecer es la posibilidad de jugar con nuestro jugador creado en MyPlayer en este modo, permitiendo que mejoremos sus habilidades sin interferir en su actividad de temporada y, por supuesto, disfrutando de más minutos de juego que en el modo principal si se trata de un novato.
En conclusión, NBA 2K10 cumple diez años con una entrega tan completa como siempre, con mejoras que le hacen subir el listón un poco más. Todavía no es el juego perfecto, pero los cambios en la jugabilidad de este año han sido acertados, aunque no revolucionarios, y el nuevo modo de juego MyPlayer es una adición agradecida considerando que cada vez estamos más acostumbrados a ver opciones similares en otros títulos deportivos. Los fans de las series NBA 2K no se sentirán defraudados, ni tampoco los que se motiven a comprar un juego de baloncesto al ver a Kobe en portada.