Análisis de Medieval Moves: Deadmund's Quest (PS3)
PlayStation Move llegó con muchísima fuerza al ecosistema de entretenimiento planteado por Sony con PlayStation 3. Desde su mismo lanzamiento, se demostró el apoyo de los estudios internos de la compañía nipona, que intentaron auspiciarlo con juegos de una calidad más que decente. Desgraciadamente, más allá de los videojuegos con los que se les acompañó, y algún que otro título muy puntual, el potencial del mando de control de movimiento PlayStation Move, ha estado muy desaprovechado.
Quizás por la falta de costumbre, o la de público objetivo, lo cierto que es el Move, ha tardado algo en coger la confianza necesaria por parte de los desarrolladores y estudios. Ahora, tras unos cuantos meses, y una gran colección de títulos que comienzan a sacar lo mejor de la tecnología incorporada en el mando de movimiento de Sony, comenzamos a ver juegos originales y frescos que renuevan la vida del PlayStation Move y lo hacen una atractiva opción para todos aquellos que quieran jugar de una manera interactiva y divertida con toda la familia. El presente título, Medieval Moves, de Zindagi Games (los mismos que nos brindaron uno de los mejores juegos de Move, Champion Sports), vuelve a poner en la palestra el potencial del mando en un videojuego, que aunque corto y algo limitado, augura un futuro prometedor si se pone empeño y dedicación en un concepto jugable como este.
Vuestra espada, vuestro escudo y vuestro arco, en un mismo mando
¿Habéis reparado en la cantidad de equipamiento, armas y defensas que debéis llevar si queréis ser un buen caballero? Todo eso se acabará con PlayStation Move, ya que la versatilidad del mando y del sistema jugable (al menos en parte, como os explicaremos más adelante), permite que podamos llevar todo lo que necesitemos, en un mismo mando de control. Zindagi Games, en esta ocasión, ha apostado por contarnos una historia de corte fantástico y medieval, desligándose un poco de la cantidad de juegos casuales y del género "party" que tanto prodigan cuando se hablan de mandos de control de movimiento. Medieval Moves intenta ir más allá del atractivo del control mediante Move, y apuesta por narrarnos una épica historia, con cierto toque a "Hamlet", pero adaptada para todos los públicos y enfocada hacia las audiencias más infantiles.
En Medieval Moves, encarnaremos al joven príncipe Rigoberto, un pequeño infante que tendrá que enfrentarse a las hordas del malvado y peligroso mago oscuro Morgrimm. Este antiguo consejero del Rey, ha planeado una asusta venganza, y ha robado el cristal mágico que celosamente guardaba nuestro protagonista en la torre más alta de su castillo. Pronto se verá teletransportado a un extraño mundo paralelo, donde la muerte y los esqueletos pueblan las calles, y donde el reino que creía conocer, se ha tornado en un lugar lleno de aventuras y retos en los que probar su valor. Durante la historia, veremos como Rigoberto (o Rigomuerto, una vez es transformado en un simpático esqueleto), intenta recopilar los fragmentos del cristal con la ayuda de su anciano y fallecido abuelo, Rigoberto El Primerísimo, que siempre estará dispuesto a darnos un consejo si así lo necesitamos.
El argumento se irá desvelando de una forma directa, con secuencias de vídeo animadas como si de un cómic se tratase, y con alguna que otra divertida escena generada con los gráficos del juego. El humor estará muy presente, convirtiéndose en un título ideal para disfrutar en familia o con los más pequeños de la casa, que podrán sentirse parte de un auténtico relato de aventuras.
A nivel jugable, no hay discusión o duda posible: Medieval Moves está pensando hasta el último milímetro por y para ser disfrutado con PlayStation Move. Enmarcado dentro del género de aventuras, aunque con ciertas similitudes que lo alejan, Medieval Moves nos invita a jugar como si de un shooter de acción on-rails (es decir, con un movimiento automático de la cámara, perspectiva y el jugador que representamos), y una aventura en primera persona, donde combatiremos moviéndonos delante de la cámara PS Eye con nuestro PlayStation Move. Medieval Moves está planteado para ser lo más accesible posible, y eso lo limita demasiado en cuanto a posibilidades de juego. Rigomuerto contará con una espada, con la que podrá desechar a los esqueletos y enemigos que pueblan esta mortuoria dimensión. Enarbolando con maestría nuestro Move, el juego reconocerá los mandobles, estoques y ataques de nuestra espada, que se representarán con bastante fidelidad. Por si fuera poco, el aguerrido protagonista, también estará equipado con un arco, una ballesta que nos ayudará a subir a los salientes y posiciones más alejadas de los niveles, y unas eventuales estrellas ninjas y unos que potentes explosivos que arrojar a los muertos vivientes que se osen molestarnos. Además, y como buen caballero, Rigomuerto porta un escudo de roble, que podrá mejorar en momentos muy puntuales, para resistir más golpes y evitar que nos quiten demasiada vida las tropas de Morgrimm.
El sistema jugable es muy sencillo, y se explica de manera activa y ordenada en el tutorial de Medieval Moves. La mayor parte del tiempo, portaremos una espada (que irá aumentando de poder, aspecto y posibilidades de daño con el transcurso de la aventura), con la que nos enfrentaremos a los esqueletos y enemigos que vayan directo a por nosotros, o se nos intenten acercan para derribarnos. El combate cuerpo a cuerpo será el más presente de todos, y es que es el más divertido de realizar. Cada movimiento, por muy enérgico o pausado que sea, será transportado de manera fiel, directa y realista, al videojuego. Para defendernos, tan solo tendremos que portar y usar nuestro escudo. Pulsando el botón PS Move y subiéndolo o bajándolo (según el ataque a defender), evitaremos que nos dañen en exceso.
El ataque a larga distancia también está contemplado en Medieval Moves, con la utilización del arco, las estrellas ninjas o los explosivos. El arco se usa de una forma tan intuitiva como fácil de recordar, y es que para que nos sintamos un verdadero guerrero, tendremos que mover nuestro brazo hacia la espalda (en un gesto que imita la forma de coger una flecha de nuestro carcaj), y pulsar el gatillo conforme apuntemos hacia la pantalla. Al soltar, la flecha irá directa al objetivo que hayamos marcado o apuntado con anterioridad. Las estrellas ninjas y explosivos de dinamita, aunque útiles para larga distancia, son más recomendables cuando tengamos que retrasar la llegada de alguna oleada de enemigos, ya que evitan que nos agobiemos en exceso, librándonos de más de un esqueleto que volará por los aires.
No tendremos que pensar mucho, ya que cada criatura o enemigo, está emplazado y actuará de una forma concreta. Si viene a por nosotros, tiraremos de espada. Si por el contrario, está oculto tras una pared o barricada, y dispara flechas o nos arroja piedras, usaremos el arco. Todo está jerarquizado de dicha manera, y eso puede disgustar a más de uno.
Los niveles están planteados y guiados de forma automática, llevándonos, como si de un tour turístico se tratase, por el mundo medieval que se nos plantea. Comenzaremos en el pueblo del mundo de los muertos, e iremos desplazándonos por otros lugares, como unas bodegas, unas catacumbas, o las más diversas dependencias del castillo de Morgrimm.
El ritmo de la acción lo va marcando el juego con férreo control en todo momento, dejándole al jugador un reducido número de opciones a realizar, que aunque bien implementadas e interesantes de hacer y conjugar, son repetitivas llegados a cierto punto. Es muy difícil morir, ya que el sistema de juego y de cura (mediante botellas de leche que vamos recopilando por los niveles al matar enemigos o disparar barriles y cajas), y la inteligencia artificial son muy amigables. La variedad de situaciones no es tampoco el fuerte de Medieval Moves. El videojuego comienza mostrándonos acciones divertidas de realizar con nuestro PlayStation Move (pulsar manivelas, cortar cables y deslizarnos por plataformas), pero cuando estemos delante de la consola, y hayamos movido más de un centenar el mando de movimiento de la misma forma para realizar lo mismo, una y otra vez (por mucho que el escenario o el ambiente cambie), nos pararemos a pensar si realmente hemos avanzado o nos encontramos en el mismo sitio. La repetición, en todos los ámbitos, es el principal lastre de Medieval Moves. Incluso en su duración, alrededor de las cinco o seis horas, podemos encontrar destellos que invitan a la rejugabilidad de la aventura principal (encontrar tesoros, como gemas, monedas o máquinas), pero que pensándolo bien, alentarán a muy pocos dado el encorsetado sistema de juego.
Lo que sí nos parece muy interesante y divertido, así como honesto, son sus modos de juego extra. Medieval Moves ofrece un catálogo de modos de supervivencia y batalla para un jugador, donde podremos enfrentarnos a hordas interminables de enemigos, tanto en la arena, como en un escenario en concreto que tendremos que defender. Están bien planteados, y al ser más directos que la aventura principal, son ideales para partidas esporádicas. Además de estos modos de juego, la creación de Zindagi Games se complementa con un curioso sistema multijugador online, variante de los dos citados con anterioridad, donde podemos luchar junto a otros amigos y compañeros para repeler una ingente cantidad de esqueletos y criaturas provenientes de las malas artes de Morgrimm.
Un paseo por el medievo: apartado técnico
A nivel técnico, Medieval Moves es todo lo que necesita un juego de su vertiente y género. No posee ningún apartado técnico que destaque por encima de otro, ya que si gráficamente es bastante justo, a nivel sonoro también la música cumple con su obligación. Pero todo, sin alardes de ningún tipo más allá de la compatibilidad con las 3D de rigor (efecto conseguido y natural en el juego que nos ocupa, dicho sea de paso). Medieval Moves, como buena aventura localizada en un mundo de fantasía medieval, cuenta con escenarios plagados de castillos, mazmorras y casas típicas. Mucha textura de piedra, mucha roca, y mucha madera.
Las animaciones de los enemigos y los personajes protagonistas (en especial nuestro Rigomuerto) son exquisitas, cuidadas y bien integradas con aquellos escenarios que visitamos y por los que deambularemos (lamentablemente, a ritmo automático). A nivel artístico, Zindagi Games parece haberse inspirado en Medievil, un juego que traspasaba la línea entre lo medieval, lo sobrenatural y lo apto para todos los públicos, con un apartado visual y de diseño gráfico, muy por encima de cualquier otro juego de la época. Lamentablemente, el resultado final no es muy allá, pero lo cierto es que Medieval Moves, no luce mal, ni mucho menos. Medieval Moves está traducido y doblado al castellano de manera excelente.
Conclusiones finales
Medieval Moves es un título con una grandísima idea principal que se viene abajo por culpa de su concepción jugable, que aunque aprovecha de forma activa las bondades del PlayStation Move como casi ningún juego, se muestra repetitiva y demasiado limitada conforme avanzamos en su desarrollo. A medio camino entre un juego de acción y aventuras, y uno de disparos arcade sobre raíles, Medieval Moves limita al jugador, que se ve obligado a realizar las mismas acciones una y otra vez sin apenas más opciones. La falta de variedad, y ese problema jugable, no borran el aspecto general del juego, que se presenta lo suficientemente divertido e interesante, como para aprovechar con ahínco y ganas el PlayStation Move con él. Eso sí, esperamos que en una futura secuela, Sony y Zindagi Games (unos expertos en el control de movimiento de PlayStation 3) sean capaces de dar más libertad al usuario. Si lo consiguen, tendrán un juego de referencia. De momento, se queda en un aprobado algo raspado.