Análisis de MAG: Massive Action Game (PS3)
Massive Action Game (MAG) ofrece mucho, pero también es muy exigente con sus jugadores. Te permite sentirte parte de un ejército, disfrutar de la camaradería militar y sentirte apoyado en batalla, pero sólo si te entregas a tu bando y contribuyes al trabajo en equipo.
El título parecía destinado a ser una exhibición de Sony de la potencia de su consola, con 256 personajes en la misma partida, pero Zipper Interactive es el estudio autor de Socom, y se ha tomado muy en serio la labor de abrir el género de los shooter a un tipo de juegos hasta ahora limitados al rol.
Desde Zipper nunca intentaron engañar a nadie y nominaron el juego con esa declaración de intenciones: juego de acción masiva. Es como si el primer Mario se hubiese llamado "juego de plataformas" o Metal Gear Solid "juego de infiltración".
Así, MAG es sólo una premisa de juego, pensada para los aficionados a los shooter que deseen sentir con intensidad la batalla. La historia es la que escriban los propios jugadores, decidiendo con cada batalla, en el día a día, el rumbo de las Shadow War, la guerra persistente de MAG.
Más gratificante a cada partida según te implicas con tu facción
Al principio MAG puede parecer decepcionante, sobre todo si intentas aplicarle las reglas predominantes hoy día en los shooters marcadas por Call of Duty. Pero intentar jugarlo así puede resultar tan extraño y frustrante como intentar jugar a la infiltración con Mario.
Consciente de que las normas al uso no funcionarían en su título, Zipper ha revisado la historia de los shooter y los juegos que más han gustado en las últimas décadas (con especial atención para Counter Strike) para escribir su propio código. MAG es un juego pensado para jugarlo en equipo, pero no con cada comando independiente, sino como parte de una compañía con un objetivo común.
Tanto es así que asocias tu personaje a una facción según prefieras los principios morales y tecnológicos que la rigen. No hay término medio en MAG, o abandonas a las pocas partidas o te sientes cada vez más implicado en las Shadow War. Es uno de los puntos en común que tienen los juegos MMO, sean de rol o no.
Sabedor de que imponer sus propias normas desde el principio despertaría el rechazo de los jugadores, el estudio ha escalonado la profundidad del juego. No se trata de un título especialmente adecuado para iniciarse en los shooters, sino para aquellos jugadores que tienen claro que quieren formar parte de un ejército.
Tras un brevísimo tutorial de aprendizaje puedes acceder al inevitable duelo por equipos, que sirve para familiarizarte con el control básico. MAG nos retrotrae a aquellos tiempos en los que no te curabas simplemente esperando unos momentos fuera de la línea de fuego, sino que tenías que recurrir a kits de salud.
Al principio es hasta molesto, pero en un par de partidas revela su utilidad: aprendes a mirar al compañero para salvarle -y conseguir 10 puntos de experiencia- y a avanzar en grupo para que te puedan recuperar sin tener que reaparecer (algo que será especialmente útil en los mapas más grandes).
Es uno de los dos elementos que te animan a funcionar como un escuadrón. El segundo llega con el modo Sabotaje y se basa en las ganas que tengas de ganar una partida. El escuadrón que trabaje de modo conjunto tendrá muchas bazas para ganar. Este modo consiste en defender o atacar dos posiciones. Si los defensores las pierden deberán pasar a defender una única posición que decide la victoria. Si los jugadores actúan de forma independiente podrán ganar una posición, pero la perderán una y otra vez, de forma que la partida no avanzará.
En estos momentos iniciales es cuando te sentirás decepcionado si buscabas otro Modern Warfare. Jugar como lobo solitario puede resultar muy decepcionante en MAG y te hará sentir que das vueltas por el mapa sin más objetivo que liquidar enemigos, pero la estrategia de MAG va más allá.
En los modos de juego con más jugadores, Adquisición (en la que hay que robar o defender dos vehículos de la base) y Dominación (la lucha más grande con 128 jugadores en cada bando y ocho posiciones para defender) esta jugabilidad se magnifica, de forma que sin esa acción conjunta la partida carece de cualquier sentido y el jugador independiente estará desorientado. Pero si cada escuadrón se centra en una maniobra la batalla se convertirá en un bellísimo espectáculo armónico totalmente gratificante.
Un sistema completo de personalización del personaje
Fuera del campo de batalla MAG te pide la misma dedicación a tu facción. Querrás que tu ejército esté lo mejor situado posible para conseguir las mejores ventajas en cada uno de los modos de juego. Dichas ventajas pueden ir desde bonificaciones extra para ti hasta menos tiempo de recuperación en los ataques tácticos. Todo un universo armonizado.
MAG tiene 60 niveles, y en cada uno de ellos te concede un punto de habilidad con el que puedes ir personalizando y mejorando tu personaje. Sí, una vez más se puede mirar a Call of Duty para comparar, pero también en este caso las diferencias son notables. En MAG puedes convertir a tu personaje en un francotirador certero que detecte rápido a los enemigos o en un soldado de asalto resistente con capacidad de curar rápidamente.
Las armas también son personalizables; según vayas luchando podrás comprar miras o bípodes que mejoren su eficacia, de forma que percibes realmente que vas dejando nivel a nivel de ser un recluta para convertirte en un soldado de élite. Una vez más, la desarrolladora limita tus posibilidades hasta asegurarse de que has entrado sin problemas en la dinámica de juego, y hasta el nivel 15 no puedes aspirar a convertirte en líder de escuadrón.
Zipper se ha esforzado en hacerte sentir dentro de una guerra con el mayor realismo posible. En pantalla aparece el origen de cualquier sonido, y con un DualShock y un buen audio podrás sentir las trepidaciones de las explosiones y la dirección de los tiros con igual precisión que si estuvieras de verdad en un campo de batalla. Tal vez el aspecto más flojo en este sentido sea la señalización de las granadas que caen cerca, aunque ten por seguro que notarás cuando estalle y varios zumbidos rápidos son la mejor señal de que te han dado a bocajarro. Frente a ese buen audio, los gráficos son simplemente correctos.
Los jugadores de shooter no son muy dados a comunicarse con sus compañeros de juego, y ni siquiera en MAG es imprescindible el micrófono para para pedir ayuda o indicar a los compañeros la posición de los enemigos. Lo más importante, las órdenes del líder de escuadrón aparecen en la parte superior izquierda de la pantalla, pero sí es cierto que ayudan a potenciar la intensidad del juego cuando, por ejemplo, mueres mientras tu bando pierde la posición y el líder dice con voz firme: "Todo el mundo a defender la posición C. Y si estás escuchando esto, sí, también va por ti", y los 32 soldados de tu bando se distribuyen por las diferentes entradas del enclave logrando salvar la partida. Eso sí, como siempre, hasta que no haya jugadores y clanes españoles, todo en inglés, aunque el juego está en un español excelente.
En cuanto a los servidores, de momento no hay prácticamente lag, y sólo se han cortado las partidas en momentos puntuales, como casi siempre en estos casos, coincidiendo con la hora de más jugadores americanos, cuando las conexiones españolas demuestran su debilidad.
MAG supone inaugurar los shooters MMO, centrándose totalmente en el juego online masivo. Se trata de una alternativa muy atractiva para quienes buscan algo diferente o quienes siempre desearon participar de forma más inmersiva en una batalla global en lugar de formar parte de escaramuzas sueltas.