Análisis de Kane & Lynch: Dead Men (PS3, Xbox 360, PC)
Los daneses de IO Interactive se han ganado una buena fama en la industria del videojuego en los últimos años gracias a su buen hacer con títulos como la saga Hitman y Freedom Fighters. Comprados por Eidos hace un par de años, Kane & Lynch es su primer título de nueva generación, si exceptuamos la conversión de Hitman: Blood Money aparecida en 2006. Este juego de acción con ciertos toques tácticos, aunque muy ligeros, nos pone en la piel de dos fugitivos llamados Kane y Lynch, con una interesante misión que iremos descubriendo a medida que avanza el juego. El objetivo constante, sin embargo, será sobrevivir; recién fugados de la cárcel, perseguidos por la policía y amenazados por un extraño grupo de prohombres llamados "Los Siete", tendrán que superar todo tipo de peligros para que Kane pueda volver con su familia, arrepentido de su vida de mercenario, y Lynch pueda recargar su bote de pastillas para evitar que se le vaya la olla.
Kane & Lynch es un juego de acción en tercera persona, con algún que otro elemento táctico –podemos dar órdenes a nuestros compañeros-, pero que principalmente basa su dinámica en disparar contra los enemigos cubriéndonos con el escenario, destruible. Pero también, aparte de obligarnos a disparar cientos de miles de balas, nos cuenta poco a poco una historia tanto con secuencias cinemáticas como con graciosos diálogos entre Kane y Lynch, una extraña nueva pareja de los videojuegos formada por un rudo mercenario y un psicópata antisocial.
A medida que avance el juego irá evolucionando la relación entre ellos, e iremos descubriendo más sobre sus personalidades, tan chocantes como complementarias. Los diálogos entre ellos, constantes a lo largo del juego y a veces superpuestos sobre la acción, recuerdan en gran medida a las películas de Tarantino como Pulp Fiction y –especialmente- Reservoir Dogs y tienen una fina capa de humor negro.
La historia se nos cuenta de manera directa, sin introducciones y por lo tanto sin una base para saber cuál es el pasado de Kane, por qué ha sido liberado de la cárcel por una organización que inmediatamente después lo amenaza de muerte y, sobre todo, cual es el papel del colgado de Lynch en todo esto. A medida que avancemos lo iremos sabiendo, y ésta es una forma de hacer que la acción cobre un papel protagonista y que la historia, que es interesante, la vayamos asimilando en pequeñas dosis, no evidentes ni directas, ni con largas cinemáticas, como a pequeñas cucharadas.
Al contrario de lo que se esperaba en un primer momento, en Kane y Lynch no están presentes los fuertes elementos tácticos y estratégicos de la saga Hitman, un título donde siempre teníamos que pensar dos o tres veces antes de llevar a cabo una acción, y donde la inteligencia artificial del entorno y de los enemigos era nuestro principal adversario. En este sentido Kane & Lynch es un título de acción bastante directo; hay "peatones" no implicados en la acción que pasan por ahí, pero se limitan a huir y a refugiarse, y en pocos momentos tendremos que hacer algo meramente estratégico o astuto, más bien en contadas ocasiones. Cuando haya una situación especial –un guardia que puede dar la alarma, un francotirador…- el juego usará una pequeña ventana de acción para mostrarnos qué está pasando, como la actitud del guardia o el actual punto de mira del tirador. Esta dinámica es muy acertada y funciona muy bien.
La parte táctica del juego concluye con un leve sistema de órdenes a los personajes que nos acompañan, como "quédate aquí", "sígueme" o "ataca a este enemigo". En algunas situaciones estas órdenes serán muy necesarias, como cuando Lynch esté en un lugar lejano a nosotros y sea el único capaz de acabar con ciertos enemigos. En el resto del juego, pasan desapercibidas al no integrarse de forma importante en la acción; con que los personajes nos sigan y aporten su granito de arena disparando un poco será suficiente, seremos nosotros los que tendremos que solucionar la situación. El motivo de esto es un flojo sistema de inteligencia artificial que hace que a veces sea mejor no dar órdenes a nuestros compañeros, pues ordenarles que se cubran tras un objeto para atacar a los enemigos puede tener consecuencias fatales; porque junto con los fallos de la IA, falla también el sistema de coberturas.
Sobre el papel, la idea es buena. Ordenar a nuestros aliados que se pongan en ciertas posiciones, y luego, mientras nosotros disparamos, marcarles objetivos –es fácil rotar entre las órdenes a diferentes aliados y decirles lo que hacer-. El problema reside en que el sistema de coberturas del juego no funciona bien, en teoría nos ponemos contra un objeto y nos cubrimos automáticamente, pero esto no siempre es así, y muchas veces nos quedaremos como bobos chocando contra una pared esperando que el juego interprete que nos queremos cubrir tras ella. Esto también les ocurre a nuestros aliados. Además, estos a veces no interpretarán bien nuestras órdenes y, lo que es peor, muchas veces no tendremos tiempo para darlas porque estaremos demasiado ocupados intentando que no nos maten los enemigos. Tras varios intentos la solución que adoptaremos será, muy probablemente, hacerlo todo nosotros mismos, esperando que nuestros compañeros nos revivan cuando caigamos, y reviviéndolos nosotros a ellos para evitar perder, pero dejándoles libre albedrío –salvo cuando la situación requiera inexorablemente que recurramos a las tácticas.
Esto no quiere decir que la jugabilidad de Kane & Lynch sea mala, ni mucho menos, pero sí que es cierto que pierde gran parte de su atractivo inicial al convertirse con facilidad en un juego de acción en tercera persona bastante genérico, y con los ya comentados fallos de IA y detección de coberturas. Aún así, en ciertas situaciones los tiroteos son realmente divertidos, frenéticos, y el sistema de daños contribuye a ello. Como es moda últimamente, no hay barra de energía, sino deterioro visual, del que nos recuperamos al cabo de un rato, pero si morimos uno de nuestros compañeros podrá revivirnos con una jeringuilla de adrenalina. Sin embargo, si dos muertes están muy cercanas, nos dará una sobredosis.
Aunque a nivel jugable Kane & Lynch, pese a ser decepcionante –nos esperábamos algo del nivel de Hitman, pero con más acción- no es ni mucho menos malo, lo que realmente "tira" del juego, lo que hace que queramos seguir jugando, el verdadero punto fuerte, es la historia y por encima de todo sus personajes. La historia se narra de un modo muy cinematográfico, como las series de televisión de hoy en día, y se va desenvolviendo poco a poco. Aparte de contar con secuencias cinemáticas, está presente en todo el transcurso del juego, desde los diálogos entre los protagonistas hasta cuando morimos, cuando oímos en nuestra cabeza voces traumáticas, anteriores diálogos del juego.
Pero por encima de todo lo que destaca son Kane, Lynch, y la extraña química entre los dos. Lynch está loco de atar y es incontrolable, un auténtico psicópata violento y paranoico. Kane es más violento todavía, pero está harto de serlo, y está harto, cada vez más, de Lynch. Pero a medida que transcurre el juego y los acontecimientos, ambos se siguen necesitando, y los diálogos y las secuencias cinemáticas se impregnan de esa relación de odio cordial, con eventuales estallidos, entre los personajes. Una especie de relación M.A. Barracus – H.M. Murdock llevada al extremo.
A nivel gráfico, Kane & Lynch luce decentemente, aunque lejos de los hitos últimamente vistos tanto en PS3 como en Xbox 360. Cuenta con un modelado de las caras muy bien hecho y unas buenas expresiones faciales, así como un diseño de producción muy interesante y atractivo –especialmente las misiones de Tokio-, pero en otros aspectos no está al nivel de lo visto en los últimos tiempos, el nivel de detalle no es excesivo en casi ningún escenario, y los enemigos son bastante genéricos y repetitivos –es como si en cada nivel se cambiase el enemigo estándar. Los escenarios cuentan con un sistema de modificación en tiempo real, que hace que las columnas y otros objetos de cobertura se vayan dañando a medida que reciben impactos.
Algunos detalles son interesantes, como en la discoteca de Tokio, con las masas moviéndose como locas, el detalle gráfico es interesante pero se mueven sin ton ni son, no con una inteligencia artificial "de masas", como se prometió. Las animaciones de muerte de los enemigos sí están muy bien conseguidas, usando las llamadas "físicas de muñeco de trapo" pero no a nivel exagerado como en Hitman, sino de forma más realista. Es un juego correcto a nivel gráfico, pero lejos de otros títulos del mismo género.
El apartado sonoro, por su parte, cuenta con un buen repertorio de efectos para las armas, explosiones y diferentes acciones que ocurren en los tiroteos, y una banda sonora que va cambiando según la ambientación y el momento del juego, compuesta por el cada vez más ocupado Jesper Kyd. Las voces han sido dobladas muy bien al castellano, con buena entonación, sin ser sobreactuadas, destacando las de la pareja protagonista.
Kane & Lynch es un buen juego de acción, que aunque se ha quedado algo lejos de lo esperado, ofrece varias horas – no demasiadas, de todas formas- de entretenimiento, con una historia que engancha al jugador por la forma de contarla y por la química entre los protagonistas. Tiene algunos detalles interesantes, como la destrucción del escenario y algunos clímax conseguidos en los tiroteos, pero el juego táctico no es necesario ni está bien implementado; además, se echa de menos el multijugador. Con algunos retoques y refinamientos Kane & Lynch podría haber sido mucho mejor. El resultado es un título bastante bueno, con fortalezas y carencias en el apartado jugable, y una historia muy interesante. No es mala compra, pero sobre todo es un alquiler muy recomendable.