Análisis de GRID 2 (PS3, Xbox 360, PC)
En cada generación de consolas hay géneros que se ponen más o menos de moda, como han sido en los últimos años los juegos de acción en primera persona, pero hay un tipo de juego que se mantiene siempre en lo más alto, ofreciendo multitud de propuestas de mucha calidad, que además sirven de referente técnico en cada plataforma. Estos son los juegos de conducción, y ya sea en su vertiente más arcade, de simulación, o en un punto intermedio, en la actual generación que ya está llegando a su fin hemos disfrutado de geniales propuestas.
Unos serán más recordados que otros, y no necesariamente por su calidad intrínseca, sino más bien por el impacto que consiguieron lograr en el momento del lanzamiento. Project Gotham Racing 4, MotorStorm, Burnout Paradise, Blur, Forza Motorsport 3 y Gran Turismo 5, son solo algunos ejemplos, y seguro que muchos también os acordáis de Race Driver: GRID. Lanzado en el verano de 2008 por Codemasters, la compañía británica es una de las que más y mejores juegos de conducción nos ha ofrecido, y ahora, cinco años después, nos trae una acertada secuela.
¿Cómo competir contra gigantes del género como Gran Turismo 5, Forza Motorsport 4, Need for Speed: Most Wanted o Forza Horizon? Pues ofreciendo algo distinto, ni siendo un simulador tan profundo, complejo y completo como los dos primeros, ni siendo un arcade en mundo abierto como los dos últimos. Cochazos, circuitos reales y carreras por las calles de ciudades tan emblemáticas como París y Barcelona, una gran variedad de pruebas, y una conducción muy sencilla y directa, lo que no quiere decir que sea fácil y poco profundo. Un juego de coches muy divertido, que nunca cae en el tedio con paja para alargar la experiencia, intenta ser siempre variado, siempre entretenido.
A diferencia de los que mencionamos como gigantes del género, GRID 2 apuesta por lo concreto, por poco contenido pero muy bien hecho, lo que nos parece una gran idea. "Quien mucho abarca, poco aprieta", aquí no tenemos centenares de coches ni cifras mareantes de circuitos, pero todo lo que ofrece, que no es poco, está muy cuidado, cada curva de los circuitos está diseñada con mimo, cada centímetro de la carrocería de los coches, su comportamiento sobre el asfalto, está totalmente diferenciado, no tendremos con dos vehículos diferentes las mismas sensaciones al volante.
Esto decepcionará a los amantes de las grandes cifras, pero como sabemos apreciar los amantes de los juegos de conducción arcade, más vale poco y bien hecho que mucho y descuidado, sin ir más lejos Sega Rally está considerado uno de los mejores juegos de todos los tiempos y tan solo tenía tres circuitos. Con esto no estamos justificando a GRID 2, simplemente queremos dejar bien claro qué ofrece lo nuevo de Codemasters, y que nadie se lleve a engaños, y por tanto se decepcione.
GRID 2 es un juego valiente y honesto ya que se desmarca de muchas de las tendencias del género, como ofrecer distintos ajustes jugables para hacer la experiencia más arcade o realista a gusto del consumidor, aunque sí abraza otras, como las funciones sociales y el pique con los amigos para conseguir los mejores tiempos, al estilo del Autolog de Criterion. Hay decisiones que sorprenden, como el hecho de que podamos personalizar el aspecto de los coches, pero no su mecánica, y ni siquiera podemos hacer mejoras de potencia y rendimiento en el modo para un jugador, sí en el multijugador, aunque de manera muy básica.
Al iniciar GRID 2 tenemos sus dos modos principales totalmente diferenciados, World Series Racing y GRID en línea, el modo para un jugador y multijugador respectivamente. En el primero tenemos que ir creciendo como pilotos a medida que hacemos cada vez más popular el WSR, un campeonato creado por un excéntrico y polifacético millonario, que pretende que su nueva competición se convierta en un absoluto referente dentro del mundo de la conducción, reuniendo a los mejores pilotos de los clubs más influyentes del mundo.
En la primera temporada correremos solo por circuitos de Estados Unidos, en la segunda en Europa y en la tercera en Asia, hasta llegar a la cuarta temporada en la que el WSR se ha convertido en un campeonato de fama mundial televisado por la ESPN. Según avancemos de temporada desbloquearemos distintos tipos de pruebas y cada una de las cuatro categorías de coches, y para progresar necesitamos obtener fans, aquí no hay puntos o dinero. En cada victoria o subida al podio aumentamos nuestros seguidores, como si de una cuenta de Twitter o Facebook se tratara, y al alcanzar cierto número de fans podemos afrontar la prueba final y pasar a la siguiente temporada.
Los vehículos de nivel 1 son coches como el Chevrolet Camaro Z28, Ford Focus ST, BMW 1 Series M Coupe, Volkswagen Golf R o el Hyundai Genesis Coupe. En el nivel 2 nos encontramos con el Ford Mustang Boss 302, BMW M3 Coupe, Dodge Challenger SRT8 392 y el Nissan 370Z Roadster. En el nivel 3 tenemos cochazos como el SRT Viper GTS, Honda NSX R o el McClaren MP4-12C, y en la última clase bestias como el Pagani Huayra y el Koenigsegg Agera R. En total más de 50 coches, una cifra que a priori no parece muy grande, pero que a la hora de la verdad se traduce en sensaciones muy diferentes sobre la carretera, radicalmente distintas en algunos casos.
Aunque mediante unas barras nos indican la velocidad punta, aceleración, potencia y peso de cada uno, en lo que más nos tenemos que fijar es en su tracción, trasera, delantera o 4X4, y si se caracteriza por el agarre, el derrape o si es equilibrado. Estamos ante un juego que apuesta por un estilo de conducción arcade, que nos permite realizar unas frenadas salvajes y derrapar en giros imposibles sin que el coche dé cuatro vueltas de campana, aunque sin renunciar a unas físicas realistas, y se perdonan muy pocos los errores. Cualquier pequeño roce con un rival o con las vallas de los circuitos puede dar al traste con nuestras aspiraciones, por lo que no debemos confundir sensaciones arcade al volante con conducir a lo loco. En GRID 2 derrapar se convierte en todo un arte, y con los coches más potentes y salvajes de tracción trasera nos tendremos que emplear a fondo para no acabar estrellados o fuera de la carretera.
Podemos ajustar los daños, que sean solo visuales, o que también afecten a la conducción y el rendimiento del coche, pudiendo llegar un momento en el que sean irreparables y termine la carrera, algo que puede ocurrir al instante si por ejemplo impactamos frontalmente contra un muro. Por suerte, o por desgracia para algunos, tenemos los flashback, esa acción tan de moda en los juegos de coches que nos permite rebobinar unos segundos la carrera y corregir los errores, y que si precisamente alguien está en su derecho de usarlo es GRID 2, ya que su primera parte fue uno de los precursores. Una ayuda que siempre podemos obviar, aunque a veces resulta difícil resistirse a la tentación.
En cualquier caso estamos ante un juego bastante fácil en su nivel de dificultad normal, y ya que el modo para un jugador no es demasiado largo, o no tan extenso como en otros títulos de conducción, os recomendamos que si sois unos aficionados al género juguéis desde un principio en nivel difícil o muy difícil, o sino ganar las carreras y otro tipo de pruebas se convierte en un absoluto paseo. Se agradece la correcta IA de los conductores rivales, ya que si bien no son unos genios, tampoco van sobre raíles dando vueltas al circuito, y en muchas ocasiones se muestran muy agresivos, cerrándote y protegiendo con fiereza su posición en carrera.
Los que más nos gusta de GRID 2 es su variedad de pruebas y el diseño de los circuitos, lo que consigue que nunca asome el tedio o el aburrimiento. Tenemos las habituales carreras, ya sea en varias vueltas a un circuito o de un punto a otro de una localización, contrarreloj, en las que participan el resto de coches a la vez e incluso les podemos adelantar "físicamente" si somos lo suficientemente buenos, y supervivencia, una carrera en la que cada ciertos segundos se queda fuera el coche en última posición. Hay eliminatorias uno contra uno con diferentes emparejamientos hasta el enfrentamiento final, y touge, una prueba contra otro coche en la que gana el primero que llegue a la meta o el que consiga sacar 5 segundos de distancia, y donde no puedes tocar a tu rival o quedas descalificado.
Tenemos pruebas más atípicas como las de adelantamiento, en la que tenemos que superar el mayor número de vehículos dentro de un concurrido tráfico, sumando puntos y realizando combos, penalizándose los impactos, y los divertidos desafíos de drifting, derrapar el mayor número de metros en un pequeño circuito. Hay retos de los fabricantes, un tiempo contrarreloj que tenemos que superar para obtener un nuevo coche, o las pruebas promocionales, que nos otorgan un gran número de fans. También podemos aceptar los variados objetivos de los patrocinadores, desde conseguir determinada velocidad punta durante unos segundos, lograr una vuelta limpia, o derrapar cierto número de metros, que como el resto de pruebas, nos reportan más seguidores, pero que le añaden más sal y pimienta si cabe a la competición.
Las carreras se desarrollan en circuitos reales como Indianápolis, Brands Hatch, Red Bull Ring, El Algarve y Yas Marina, en diferentes variantes, y carreras en ciudades y localizaciones como París, Chicago, Dubái, Miami o Barcelona, con diferentes trazados, por ejemplo la ciudad española tiene seis circuitos como el paseo marítimo, el paso de la catedral, el casco histórico o la ruta monumental. Una de las innovaciones más destacables en GRID 2 son las llamadas Liveroutes, carreras imprevisibles en las que el circuito se va generando aleatoriamente, y nunca sabemos cuál será la siguiente curva, lo que ofrece carreras muy emocionantes en las que priman los reflejos y la capacidad de observación.
Comentar, por si alguno no os habéis enterado todavía, aunque ya causó el suficiente revuelto en su momento, que en GRID 2 hemos perdido la vista de cabina del primer GRID, que según sus creadores solo la utilizaba un reducido número de usuarios. Tenemos una en primera persona, una desde el capó, y dos exteriores, más o menos cerca. Y sobre las posibilidades de personalización, ya hemos comentado que en el modo para un jugador no podemos hacer ajustes mecánicos, solo visuales, como los vinilos, el color, el número, los patrocinios, y una gran cantidad de llantas diferentes. Destacar positivamente que aunque cabe vez más juegos se olvidan de ello, hay un modo para dos jugadores a pantalla dividida, una buena costumbre que no debería perderse.
El modo para un jugador y sus cuatro temporadas puede parecer a simple vista no demasiado largo, pero en nivel difícil y si nos proponemos ganar todas las pruebas y desbloquear todos los coches nos tiraremos unas cuantas horas, insistimos, recomendamos y mucho jugar en difícil. Luego nos quedaría el modo multijugador, que cumple con su cometido perfectamente, que es alargar decenas de horas la vida útil del producto. No es sorprendente ni demasiado innovador, pero sí lo suficientemente completo y bien pensado para tenernos enganchados unos cuantos días y semanas.
Como todo multijugador que se precie actualmente, cuenta con un sistema de puntos de experiencia y subida de nivel, que va guiando nuestro progreso, y cada vez que subimos de nivel desbloqueamos uno o dos vehículos. En el multijugador sí obtenemos dinero, que podemos utilizar para mejorar el rendimiento y las prestaciones de los coches. El motor, la caja de cambios y la respuesta, subiéndolos de nivel, consiguiendo mayor aceleración, velocidad punta, potencia y mejora en el peso. La personalización visual es igual de completa que en el modo para un jugador, por lo que si queremos nunca encontraremos un coche igual que el nuestro jugando a través de internet, aunque también nos tendremos que ganar estas mejoras subiendo de nivel, desbloqueando nuevos vinilos y llantas.
De la variedad de pruebas del modo para un jugador se nutre el multi, ofreciendo prácticamente las mismas, lo que hace que una larga sesión nunca caiga en el tedio, siendo la única molestia los moderadamente largos tiempos de carga entre partidas. Podemos buscar partida dentro del apartado "todo", con todas las disciplinas disponibles para formar una competición variada, elegir solo las "carreras" de siempre, con hasta 12 jugadores, o buscar en "diferente", donde se encuentran los desafíos de puntuación y destreza, como las competiciones de drifting.
Con este juego Codemasters estrena la Racenet, una especie de red social que compartirán todos sus títulos a partir de ahora, y donde una vez hayamos creado una cuenta podremos consultar nuestras estadísticas y las de nuestros amigos en cualquier tipo de dispositivo, como un ordenador, un tablet o un teléfono móvil. Esta red nos ofrece también los desafíos globales, unas pruebas con fecha de caducidad, actualmente 3 días, en las que pilotos de todo el mundo se picarán para intentar conseguir el mejor tiempo posible. También Racenet nos busca un rival semanal a nuestra altura, con lo que nos invita a que establezcamos una rivalidad personal durante varios días, y quién sabe si tras esto una amistad más duradera.
El apartado técnico no vuela tan alto como los máximos referentes del género, pero es sin duda sobresaliente, y muy consciente de las capacidades de Xbox 360 y PlayStation 3, sin aprovechar tan bien el PC, más allá de las evidentes mejoras en resolución y antialiasing, nada desdeñables. Se mueve sólido y estable, sin problemas de rendimiento, la sensación de velocidad está muy bien conseguida en los vehículos más veloces, y los circuitos son geniales, repletos de detalles, a los habitantes de la Ciudad Condal os va a encantar la cuidada recreación de Barcelona. Los daños físicos en los coches son detallados y bastante complejos, y las físicas siempre son convincentes, espectaculares en los accidentes.
El apartado sonoro da todo el protagonismo al rugido de los motores, bastante bueno, ya que no suenan canciones durante las carreras, algo un tanto extraño, estamos acostumbrados en los últimos tiempos a sobresalientes bandas sonoras en los juegos de conducción. Además de los coches escuchamos unos correctos comentarios en castellano, que van narrando algunas de las circunstancias de la carrera, nos animan a adelantar al siguiente rival, o incluso nos dan consejos sobre cómo tomar la siguiente curva. Unas voces moderadas y nunca pesadas, que se agradecen.
Un juego de coches distinto
Nos ha gustado muchísimo GRID 2, y su gran acierto es no intentar competir contra los mejores simuladores ni contra los más destacables arcades de los últimos años, ofreciendo algo distinto, con mucha personalidad, que se siente fresco. No te abruma con centenares de coches y circuitos, pero todo lo que ofrece está muy bien hecho, y sobre todo, no deja que la diversión decaiga en ningún momento, siempre estás entretenido gracias a su gran variedad de pruebas y el cuidado diseño de los circuitos. Si te gustan los juegos de coches, y sabes apreciar un buen arcade, lo que no es sinónimo de simple o poco profundo, dudamos mucho que no te lo vayas a pasar bomba con GRID 2, una de las mejores maneras de despedirse de una generación repleta de grandes títulos de conducción.