Análisis de Echochrome 2 (PS3)

Las ideas frescas y novedosas, no abundan. Y más si hablamos dentro del género de los puzles. Echochrome para PSP, demostró tener ambas. Echochrome era un juego muy minimalista en su presentación, pero que escondía tras su sencilla y simple forma visual, un intrincado mundo de posibilidades jugables, con complicados y complejos rompecabezas. La perfección a varios niveles de Echochrome sorprendió a propios y extraños por su planteamiento, y no fueron pocos los que esperaron fielmente la salida de una secuela que aumentara las dosis de adictividad generada por su predecesor.

Ahora, y con plena compatibilidad con el nuevo mando de control por movimiento de Sony, el PlayStation Move, Echochrome vuelve a sacudir nuestras mentes con uno de los mejores juegos de puzles de todos los tiempos.

Según el punto de vista

Echochrome II es obra (una vez más) de una de las mentes más brillantes del panorama de los videojuegos: Jun Fujiki. Jun Fujiki, ya materializó la primera entrega de la recién nacida franquicia, y demostró que tenía mucho que decir en los videojuegos de rompecabezas. Echochrome II nos pondrá a prueba bajo las directrices del conocido como "Object Locative Environment Coordinate System", un sistema ideado por el creador japonés que nos emplaza a usar la perspectiva de una forma correcta para superar los niveles. Según el punto de vista, las formas cambian delante de nuestros ojos.

Si en el juego lanzado para la consola portátil de Sony ya vimos gran parte de lo que era capaz de ofrecernos dicho paradigma jugable, rotando y cambiando el entorno según el objetivo que nos marcaban, en la nueva entrega para PlayStation 3, nos adentraremos en el mundo de las sombras. Sí, de las sombras. Y es que ahora, gracias a una linterna especial (papel que interpretará a la perfección el nuevo sistema de control por movimiento de Sony, el PlayStation Move) podremos hallar el camino más correcto hacia la salida.

Echochrome II es un juego que quizás, sea difícil de asimilar. Es un juego que necesita de una pequeña aclimatación a su sistema de juego, así como a su entorno, y por ello, se ha incluido uno de los tutoriales más esquematizados y bien explicados de cuantos hemos visto. Después de una necesaria calibración del mando y de la PlayStation Eye (obligados para jugar al título), Echochrome II nos presentará su particular guía y esquema jugable: deberemos mover el PlayStation Move a modo de linterna delante de la cámara de Sony para así proyectar las sombras de las estructuras. ¿El objetivo? Muy sencillo. Llevar a nuestro personaje a la salida oculta en cada nivel, creando caminos de sombras para ello.

Lo que puede parecer sencillo en su más básica concepción, se va complicando según avanzamos niveles. Aparte de crear simples caminos uniendo las sombras generadas por los bloques o construcciones y estructuras (o unir bloques rectangulares con esferas para crear puertas de salida), podremos encontrar pequeños atajos al combinar dichas sombras. Habrá momentos, en los que generaremos atajos y elementos especiales, que nos ayudarán a sortear los peligros y contratiempos que encontremos en las fases superiores. Uniendo las sombras y los diferentes elementos de cada nivel, podremos dar a luz (y nunca mejor dicho) pequeños trampolines o huecos que conectan unas sombras con otras.

El juego va proponiéndonos retos cada vez más difíciles, sin tener mucho que ver unos con otros, pero manteniendo la idea más básica: llevar a nuestro personaje a la salida. Echochrome II nos ofrece más de 100 niveles, que van avanzando en "mala baba" conforme los vamos superando. Y es que Echochrome II tiene una curva de dificultad poco menos que excelente, con un cuidado casi exquisito en dichos menesteres. Si bien al principio veremos como pasamos de un nivel a otro con relativa facilidad, nos encontraremos llegados a un punto determinado del juego, donde la paciencia es poco menos que esencial para continuar sin perder la cordura (o los nervios). Aun así, y como hemos comentado, el jugador se sentirá recompensado por el esfuerzo y el planteamiento a la hora de resolver cada problema, motivándolo seguir un rato más superando los niveles consecutivos. Todo un logro que muy pocos de juegos de puzles consiguen.

Además, por si fuera poco, Echochrome II nos ofrece varios modos de juego para aumentar aún más (si cabe) la duración y la forma de enfrentarnos a los diferentes niveles y un cronómetro para que batamos nuestros mejores tiempos y récords. Así pues, tendremos a nuestra disposición, aparte del modo Escolta (del que hemos estado hablando hasta ahora) dos sistemas más: Eco y Color. En el modo Eco iremos recolectando y salvando a los diversos personajes divididos y desperdigados a su suerte por las diferentes estructuras, mientras que en Color, controlaremos a tres individuos de diferente color, que irán dibujando y coloreando con sus pasos el nivel. Todo un espectáculo. Espectáculo, que también, y si así lo deseamos, puede ser contemplado por todo el mundo.

Y es que Echochrome II tiene una vertiente online y creativa bastante bien equilibrada, donde podremos compartir nuestros récords, repeticiones o mejores actuaciones con la comunidad de jugadores de PlayStation Network alrededor del mundo. Cada repetición podrá incluso colgarse en los servidores de Youtube para goce y disfrute de todos los aficionados que quieran verlos. Además, una de las novedades de cara a la galería de jugadores y a la comunidad alrededor de Echochrome II, es la posibilidad de crear y diseñar nuestros propios niveles, subirlos y compartirlos. El sistema es bastante parecido en otros juegos de puzles y plataformas, como Little Big Planet, con la opción de hacer búsquedas por filtros o la de puntuar y recomendar determinadas creaciones.

Tecnología al servicio de la imaginación

Echochrome II hace un uso intensivo y exclusivo del PlayStation Move. El mando es necesario para disfrutar del nuevo juego de puzles de Jun Fujiki, y su utilización nos parece poco menos que perfecta. Move hará las veces de linterna, convirtiéndose en un elemento que transgrede las barreras de los videojuegos para convertirse en una herramienta más dentro del juego. Si a ello le sumamos la personalidad tan marcada del videojuego en cuestión, nos daremos cuenta de que estamos ante algo más que un simple juego de rompecabezas. Técnicamente, Echochrome II es un pequeño salto hacia adelante en comparación al original. Ahora tendremos formas más complejas, de diferentes colores y con nuevas construcciones. El leitmotiv artístico es prácticamente idéntico (es bastante conservador en ese aspecto), pero las notas de color le confieren la suficiente variedad visual a un título ya de por sí bastante atractivo.

La banda sonora no se queda atrás, ofreciéndonos una impresionante batería de melodías relajantes compuestas por Hideki Sakamoto (creador de las bandas sonoras de la saga Yakuza, de SEGA), que nos ayudarán a meternos en situación cada vez que intentemos superar un nivel. Melódicas, relajantes y vibrantes según el momento, las piezas elegidas y creadas para la ocasión, guardan un marcado paralelismo con las ofrecidas en la primera entrega de la saga, y para los oídos más exigentes, quizás tengan hasta un fondo de referencia más que evidente a la obra del excelente compositor Joe Hisaishi (responsable de las piezas musicales de la gran mayoría de las películas de animación de Hayao Miyazaki tales como "El Viaje de Chihiro" o "La princesa Mononoke").

Echochrome II, por otra parte, está completamente doblado y traducido a nuestro idioma.

Conclusiones finales

Echochrome II es uno de los mejores juegos disponibles en la tienda digital de PlayStation 3 (disponible por unos 12.99€) . Es un juego de puzles depurado hasta sus últimas consecuencias, con un importante uso de la originalidad en su planteamiento, y con un sistema jugable sencillo en su base pero complejo en su desarrollo. No solo consigue mejorar al original en su propio terreno, es que encima es capaz de ofrecer las suficientes novedades como convertirse en todo un referente a seguir. El diseño mostrado, la implantación del control por movimiento y las numerosas opciones jugables (siempre pivotantes alrededor del núcleo principal y extrapolable del juego), lo hacen merecedor de nuestro mayor reconocimiento. Una obra maestra que merece ser jugada y probada por cualquier jugador que se considere algo más que un simple aficionado a los videojuegos. Echochrome II es algo más que un videojuego al uso. Es toda una experiencia. Casi una obra de arte.