Análisis de Dynasty Warriors 6 (PS3, PS2, PC, Xbox 360)
Si hace escasos meses disfrutábamos con la publicación en el mercado de los títulos Orochi Warriors y Dynasty Warriors Gundam (este último como un auténtico homenaje a la afamada serie de mechas gigantes), esta vez la célebre saga de estrategia y acción mira hacia delante con una mano más firme, despidiéndose así del lastre técnico propio de la generación anterior.
Es por ello, que bajo un desarrollo exclusivo para las últimas máquinas de Sony y Microsoft, Dynasty Warriors 6 da forma por fin a la nueva propuesta por parte del grupo Omega Force en lo que a su consagrada lista de entregas se refiere.
Y al mando de numerosas tropas, la épica historia del valeroso guerrero fragua ya su propia leyenda.
Con la recurrente conquista del mapeado a la cabeza, el primordial hilo argumental nos hará viajar hasta finales del siglo II, donde a manos de la rebelión de un pueblo, la veterana y longeva Dinastía Han parece encontrar su inminente fin. Conocida como la rebelión de los "Turbantes Amarillos", el conflicto supondrá la oportunidad perfecta para que un tirano gobernador (llamado Dong Zhuo) de paso a toda una etapa de supresión hacia los diferentes poblados bajo su mando. Será en este punto donde se formará una alianza entre los diferentes altos cargos del resto de provincias con el fin de derrocar al temible opresor, sacando a la palestra a conocidos guerreros del universo Dynasty Warriors como el emperador Cao Cao o Yuan Shao.
Esto supondrá uno de los distintos arcos argumentales de los que dispondremos, siendo prácticamente similares variando solo el nombre del tirano a eliminar, así como las distintas alianzas posibles a formar.
Desgranada parte del inicio de la aventura, y sin mayor dilación que la que será capaz de ofrecernos una primera secuencia intermedia, pasaremos a visualizar la omnipresente pantalla de objetivos e información previa a la batalla campal. Mediante un completo mapa con todas las características marcadas y organizadas por distinción de colores, muestro tablero de juego virtual nos dará una vista isométrica acerca de nuestra misión y la orografía del terreno. Como novedad, podremos decantarnos por algunos de los caballos de batalla disponibles, contando estos con sus respectivos medidores de experiencia y capacidad de ataque, así como la fuerza para saltar y galopar a más velocidad. A efectos prácticos, tendremos que subir el nivel de nuestro fiel corcel a medida que vayamos aniquilando innumerables tropas a lomos del mismo.
Por supuesto, y del mismo modo que nuestro vehículo no motorizado a cuatro patas, el héroe que escojamos contará con toda la ristra de habilidades típicas del género que serán susceptibles de ir aumentando, mejorando así nuestras posibilidades de salir victoriosos en el conflicto.
Disponible tanto en la batalla previa como durante la contienda, la tabla de condiciones nos facilitará la información clave para cumplir una serie de requisitos y lograr así los múltiples objetivos secundarios, yendo estos desde abrir nuevas vías para flanquear al oponente, asediar las torretas enemigas, o aniquilar oficiales específicos de más trascendencia y peso en la historia.
Fuera del gran bloque Musou, las características del modo Libre y Desafío radicarán en presentar toda una serie de propuestas jugables a modo de pequeñas pruebas relacionadas con la velocidad, la pericia, o el número de enemigos que pasen a mejor vida. Cabe destacar que ambos modos nos permitirán subir nuestras puntuaciones en un ranking mundial y contrastar así el resto de hazañas conseguidas por cualquier persona del globo.
Con ello, deberemos ir echando un vistazo a nuestro mapa en el margen superior, para ir así determinando las vías más óptimas para atacar e ir adquiriendo valiosas zonas. Mediante toda una legión de fieles soldados, nuestras armas de mano deberán rendir cuenta sobre las oleadas ingentes de personal enemigo que no dudarán en poner fin a nuestra vida. Para ello, nuestro personaje contará con dos botones que serán pulsados hasta la saciedad, alternando ataques básicos con otros más estilizados, previa carga de energía.
Aparte de poder combinar el salto más un ataque correspondiente, Dynasty Warriors 6 incorpora en su haber el denominado sistema Renbu, mediante el cual podremos ir encadenando toda una sucesión de combinaciones de botones que darán como resultado otros ataques más efectivos y potentes. Pero en cuanto a potencia de ataque se refiere, la omnipresente barra Musou (que subirá en función de nuestras muertes realizadas) dará forma a los ataques más devastadores y espectaculares, alcanzando a un número elevado de enemigos sobre nuestro perímetro, y acompañando la acometida de diferentes zooms y cámaras lentas que le darán a la acción un toque mucho más cinematográfico.
Aludiendo a las mejoras, otra de las principales novedades recaerá sobre el abanico de acciones a realizar por nuestro personaje, quien esta vez podrá encaramarse a escaleras para asaltar así múltiples murallas y torretas. A ello, deberemos sumar la opción de tirarnos al agua y trazar distancias a nado. Como era de esperar, esta posibilidad disparará la diversidad en cuanto a la toma de decisiones estratégicas. De esta forma, podremos sorprender a nuestros oponentes flanqueando por accesos que anteriormente se mostraban impracticables, tomando el control de la zona, y cercando un poco más a los jefes correspondientes.
Repartidos por el escenario, los objetos de ayuda incrementarán nuestras posibilidades en el campo de batalla, aumentando la velocidad por tiempo limitado, multiplicando nuestra fuerza al embestir, o restaurando parcialmente nuestra maltrecha barra de vida. Constante en la parte inferior izquierda de nuestras pantallas, los indicadores de vida y energía Musou compartirán espacio con el medidor de experiencia, el cual subirá gradualmente al derrotar jefes de batallón u oficiales importantes del argumento. En torno a esos oficiales, Dynasty Warriors 6 no sería una entrega más de la serie si no nos permitiera ampliar la lista de personajes inicial. Es por ello, que a medida que vayamos dejando fuera de combate a los oficiales más duros de roer, pasarán los mismos a formar parte de la nutrida plantilla de caracteres.
De cualquier forma, y a pesar del nimio cambio para paliar el estancamiento de la serie, lo cierto es que la mecánica en Dynasty Warriors 6 seguirá siendo la de machacar los botones de ataque hasta que el número de enemigos se considere el suficiente para dar la fase por terminada, dando estopa por supuesto al oficial de turno. Regresando pero al mayor componente estratégico de esta entrega, y ejemplificando para la ocasión, no serán pocas las veces que deberemos escalar una muralla enemiga, acabar con las torretas que vigilan las cercanías, y terminar abriendo las puertas desde el interior para que nuestro pelotón irrumpa en forma de refuerzos. Del mismo modo, cruzar a nado un río para bajar un puente en la otra orilla nos permitirá nuevamente que nuestras tropas aliadas continúen su avance.
En cuanto a nuestros avances se refiere, las opciones para guardar la partida en cualquier momento estarán limitadas a un uso de tres veces por cada misión, siendo especialmente clave el momento en el que creamos oportuno salvar nuestro progreso actual. La ausencia total de un modo de juego en línea (algo que la serie lleva pidiendo a gritos desde hace tiempo) se suple de nuevo con la posibilidad de disfrutar el título en compañía de un amigo a pantalla partida.
Con una estable tasa de sesenta cuadros por segundo, Dynasty Warriors 6 muestra una distancia de dibujado algo más extensa, así como unos entornos con unos efectos de luz y partículas más elaborados.
La aparición repentina de todo tipo de objetos seguirá haciendo mella, máxime cuando los mismos aparecerán frente a nuestras narices con un margen de no más de 10 metros de distancia. En cuanto a la inteligencia artificial, y a pesar de haber subido exponencialmente en la entrega que nos ocupa, no terminará de ser correcta en algunas ocasiones, especialmente cuando nuestras tropas aliadas y las enemigas acudan al mismo objetivo como si de una carrera de fondo se tratara.
En líneas generales, el propósito de mejorar el apartado técnico se queda a medio camino en un conjunto global que a pesar de haber mejorado, sigue arrastrando una serie de defectos (algunos verdaderamente sangrantes) que empañan negativamente lo que podría haber sido un auténtico aprovechamiento de las capacidades visuales en las nuevas máquinas de Sony y Microsoft. Las melodías, rápidas y acordes con la contienda, acompañarán a la acción contribuyendo a crear una atmósfera donde no desistamos en machacar enemigos. Desde ritmos frenéticos hasta piezas perfectas para la planificación previa al ataque, el apartado sonoro del título mezclará composiciones sin llegar a cansar nuestros oídos.
No menos importante será el modo "Enciclopedia", que haciendo honor a su propio nombre, constituirá una abrumadora fuente de información acerca de todo lo relacionado con la historia de los Tres Reinos y sus gobernantes implicados. A ello, deberemos integrar un atestado glosario que creará una entrada por cada palabra o nombre propio relevante de la aventura, así como una sección de cronología que nos dejará comprobar la sucesión de los hechos en la saga Dynasty Warriors desde el punto de vista político, militar, o personal de cada oficial. Lejos de conformar un mero añadido, ambos apartados supondrán una fuente elaborada y completa de información que hará las delicias de los seguidores de la serie, esgrimiendo punto por punto cada suceso histórico en el universo Dynasty Warriors.