Análisis de Call of Juarez: Gunslinger PSN (PS3, Switch, Xbox 360, PC)

El mercado de los videojuegos se está polarizando en los últimos años, y parece que Ubisoft ha sido una de las primeras grandes compañías en darse cuenta. O eres una gran superproducción de 65-70 euros como Call of Duty, Halo, Battlefield, FIFA, Grand Theft Auto o Assassin's Creed, capaz de ofrecer decenas de horas de juego, haciendo que la inversión para el jugador sea rentable, o eres un modesto título descargable, de 10-15 euros o incluso free-to-play, cuya compra no supone ningún roto para el bolsillo, y cuya experiencia compensa la cantidad pagada. Esos juegos intermedios y de calidad media entre ambos extremos, que a muchos nos gustan, parecen tener cada vez menos cabida, abocados a una rebaja de más del 50% al mes de su lanzamiento.

Hace tan solo tres semanas pudimos disfrutar del gamberro y divertido Far Cry 3: Blood Dragon, un juego descargable diferente y con unos grandes valores de producción por tan solo 15 euros.

Y ahora Ubisoft repite la jugada con Call of Juarez: Gunslinger, otro título que llega a las plataformas digitales de descarga –Xbox Live, PlayStation Network y Steam- a un módico precio, y que seguramente hace no demasiado tiempo, 2 o 3 años, nos lo hubieran intentado colar como un producto de tienda a 60 euros. Eso hicieron con el desastroso Call of Juarez: The Cartel, la tercera entrega de la saga aparecida hace 2 años, a la que Gunslinger supera en absolutamente todos los aspectos.

Para empezar con acierto los polacos Techland, muy ocupados últimamente - Dead Island: Riptide, Hellraid, Dying Light-, devuelven la saga al lugar del que nunca tuvo que haber salido: el Salvaje Oeste. Este no es su único acierto, su falta de pretensiones, su acción directa y sin complejos, la original narrativa, y el enfoque arcade, todo es un compendio de grandes ideas que funcionan de maravilla. Es cierto que es un shooter más, que no aporta nada al género, pero tampoco lo pretende, y si te gustan los juegos de tiros te aseguramos que te lo vas a pasar pipa en las 5 o 6 horas que dura su historia principal, unas cuantas más si quieres picarte a conseguir las mayores puntuaciones posibles en el modo Arcade o en desafío Duelo.

En esta aventura de acción en primera persona interpretamos a Silas Greave, un legendario y veterano pistolero que entra a una cantina del Oeste americano en 1910, dispuesto a contar batallitas de su juventud mientras no dejen que su gaznate se quede seco. Narrador a la vez que protagonista, ya que mientras le controlamos escucharemos cómo va contando la historia de sus mayores aventuras, en las que se codeó con algunas leyendas del Salvaje Oeste como Billy el Niño, Pat Garrett, Jesse James o Butch Cassidy.

Una narrativa bastante ingeniosa y fresca, que seguro os sorprenderá, ya que mientras cuenta el relato, y lo jugamos, Silas se equivoca, cae en imprecisiones o contradicciones de las que se dan cuenta los receptores del relato, o incluso exagera los acontecimientos porque alguno de los presentes se está durmiendo, intentado darle algo de vidilla a la historia. Esto hace que el escenario cambie en tiempo real, que se produzcan hechos demasiado casuales o increíbles, o que incluso una escena rebobine y se repita cambiada, porque la primera vez no la contó diciendo toda la verdad, todo esto siendo generado en "tiempo real" por la mente de nuestro protagonista, y mostrado ante nuestros ojos.

Es una pena que no todo el mundo vaya a poder disfrutar adecuadamente de su original narrativa, ya que el juego cuenta con voces en inglés y subtítulos en castellano, y como os podéis imaginar es bastante complicado ponerse a leer en mitad de un tiroteo, porque ya sea nuestro protagonista, o alguno de los compañeros de la cantina, siempre están hablando. Uno de esos títulos a los que un doblaje en castellano le hubiera hecho un gran favor.

Si su narrativa, la manera de contar de historia, es muy original y sorprendente, la parte jugable no lo es tanto, estamos ante un shooter muy clásico, con fases bastante cortas y lineales, que consiguen que no nos aburramos en ningún momento, gracias a su relativa variedad de situaciones. Jefes finales, escenas a cámara lenta, algún quick time event, duelos a muerte uno contra uno, y su corta duración, impiden que el desarrollo caiga en la monotonía, apenas pierde frescura de principio a fin, y termina cuando lo tiene que hacer, antes de que se vuelve repetitivo.

Clásico en su desarrollo y sus mecánicas, incorpora algunas de las novedades del género de los últimos años, como un sistema de habilidades dividido en tres árboles –pistolero, ranger y trampero-, en el que vamos desbloqueando diversas mejoras mediante los puntos que obtenemos por matar con estilo. Tiros en la cabeza, muertes por barriles explosivos, a través de una cobertura, o incluso disparando una dinamita en el aire, cuanto más creativos seamos a la hora de combatir, más puntos obtendremos para avanzar en los árboles de habilidades.

Además de obtener puntos de experiencia cada vez que nos encargamos de un enemigo, también rellenamos una barra de Concentración. Una habilidad que a lo Max Payne nos permite activar un tiempo bala, en el que la acción se ralentiza y los enemigos se resaltan en un llamativo color rojo, obteniendo muchos más puntos de lo normal. Se puede usar esta barra sin necesidad de que esté llena, pero los reflejos aumentados duran menos. Además de esta ayuda, tenemos la Suerte, un medidor que se llena con el paso del tiempo y que en el caso de enfrentarnos a una muerte segura, a un disparo que nos va a matar, si tenemos este indicador lleno la acción se ralentiza y nos dan la oportunidad de esquivar esa bala que lleva escrito tu nombre, para lo cual nos tenemos que mover el stick a la izquierda o la derecha, esquivándola cual Neo en Matrix.

Además de tiroteos clásicos con hasta 8 armas diferentes, con varios tipos de fusiles, escopetas y como estrella estelar el revólver, que nos encanta cómo suena y se siente, y algún esporádico Quick Time Event, unas secuencias de pulsación de botones en las que si fallamos no pasa prácticamente nada, también tenemos los Duelos, que no podían faltar en un juego con esta ambientación.

Están divididos en dos fases, primer controlamos la mira con el stick derecho, que debemos fijar en el oponente que se mueve ligeramente. Según nos centramos en el enemigo, se agudizan los reflejos, y podemos recortar el tiempo que tardamos en desenfundar moviendo la mano junto a la pistolera, con el stick izquierdo. Cuando llega el momento y el enemigo va a desenfundar su arma, tenemos que desenfundar rápidamente, apuntar y apretar el gatillo. Esto para resolver el duelo de una manera honorable, porque también lo podemos hacer de manera deshonrosa, disparando antes de tiempo, algo que se valora al final de la fase. Un minijuego en el que hay que tener mano firme, cabeza fría y buena táctica, y que no solo nos pone en enfrentamientos uno contra uno, también tenemos complicados duelos a la mexicana, contra dos pistoleros.

Los enemigos no cuentan con una gran inteligencia artificial, e incorpora una de las malas costumbres del género de los últimos años como la regeneración automática de vida, pero por suerte lo hace con acierto, ya que no estamos ante un juego precisamente fácil. Si vamos a lo loco y sin cubrirnos, descubriremos cómo con unos pocos disparos podemos caer al suelo. Cuenta con una dificultad muy bien medida, por encima de la media actual del género, y que va aumentando de manera progresiva, y si queremos un gran reto, siempre podemos jugarlo en difícil.

Tras acabar con el modo Historia, podemos entretenernos buscando por los escenarios todas las Pepitas de la verdad, un coleccionable que nos cuenta en forma de texto hechos reales del Salvaje Oeste, profundizando en los personajes que conocemos y los lugares que visitamos. Además tenemos el modo Arcade, desafíos en los que tenemos que conseguir la mayor cantidad de puntos posibles, encadenando muertes en combos, aumentando el multiplicador y no dejándolo caer, matando enemigos o destruyendo cosas durante el combo, un modo que encantará a los amantes de los marcadores en línea.

Por último tenemos también el desafío Duelo, en el que nos tendremos que enfrentar a 15 leyendas del Oeste de manera seguida mediante el interesante minijuego de los duelos, contando solo con 5 vidas. Como podéis ver no hay ningún tipo de modo multijugador, ni local ni a través de internet, y la verdad es que ni falta que le hace, nos parece un producto muy completo y con una equilibrada calidad-precio.

El apartado técnico cumple sobradamente, por encima de la media de los títulos descargables. Se mueve de manera estable, no presenta defectos visuales que estropeen la experiencia, y el diseño artístico tipo cómic es muy llamativo, apostando por la técnica del cel shading, que se ajusta como un guante a su peculiar narrativa y mecánicas de juego arcade. La ambientación sonora también está a la altura, música del Lejano Oeste, armas que suenan de manera contundente, y como decíamos antes, es una pena que llegue con voces en inglés, ya que el protagonista y sus compañeros de cantina están hablando constantemente, y en mitad de los tiroteos nos perderemos detalles y comentarios bastante curiosos y simpáticos.

Acción y mucha diversión en el Salvaje Oeste

Call of Juarez: Gunslinger, ya fuera a 60 euros, o a los 15 euros a los que se ha lanzado, es un buen juego. Pero claro, este segundo precio lo convierte en una compra más que recomendable, casi imprescindible para un amante del western y los juegos de acción en primera persona. Ubisoft nos muestra cómo las plataformas digitales pueden ofrecer títulos de mucha calidad y suficiente contenido, casi tanto como productos en formato físico a precio completo. Divertido, sin pretensiones, con una narrativa bastante original, por muy cansado que estés de tanto shooter, si te llama la atención su propuesta dale una oportunidad, dudamos que te vayas a arrepentir.