Análisis de Way of the Samurai 2 (PS2)

Hace algún tiempo apareció un juego llamado Way of Samurai, que nos proponía ponernos en el papel del guerrero japonés por antonomasia, en una época en la que los samuráis estaban llegando a su extinción y a la vez que Japón se occidentalizaba cada vez más. La principal novedad que aportaba el juego era el hecho de poder elegir lo que queríamos hacer dentro de un rango de posibilidades y así avanzar por uno u otro camino de la historia forjando así el carácter de nuestro guerrero pudiendo ser este un simple rufián o un auténtico samurai defensor de código.

El código de honor y valores morales por el que se regía la casta militar de los samuráis japoneses o miembros de la clase guerrera es el Bushido y estaba regido por tres preceptos esenciales: al samurai se le exige una lealtad incondicional hacia su señor y a su palabra y debe estar dispuesto a derramar su sangre sin dudarlo. La infidelidad era condenada con el Hara-Kiri, un obligado suicidio ritual. El código del samurai es el Bushido, palabra compuesta de ‘bushi’, que significa 'guerrero', y designaba a aquéllos que formaban parte de las buke o familias de tradición guerrera, por oposición a las honke o familias nobles, y la sílaba -do que, como sucede en los términos aiki-do o ju-do, significa 'camino' o 'vía'. Por lo tanto el camino del samurai el es camino de la rectitud de la verdad.

"Clara como el cristal,
aguda y brillante,
la espada sagrada
no admite sitio
para alojar el mal".

El juego no destaca en ningún aspecto en lo relativo a gráficos. Los escenarios son grandes pero carecen de la sobrecarga de detalles que los harían vistosos. No hay que pensar los gráficos son malos, sólo que no tiene los alardes vistos en otros juegos. No encontramos sombras en tiempo real, ni transparencias o juegos de luces deslumbrantes. Todo es sobrio, realista y discreto.

Lo más reseñable quizá sean los trajes que visten algunos personajes, realmente vistosos en determinados casos. Como ya he dicho los decorados son bastante realistas, lo que quiere decir que son tal y como eran en la época en la que está ambientada el juego. Palacios y casas están representados fielmente en el juego, así como la disposición de los núcleos rurales japoneses de siglo XIX. Es destacable el hecho de que algunos escenarios sean realmente bellos y contrasten con otros que parecen descuidados en su creación y detalles aunque nunca en su diseño.

Los movimientos de los luchadores son buenos aunque demasiado robóticos. La mayoría de los enemigos repiten sus patrones de lucha una y otra vez, aunque son lo suficientemente variados como para no hacernos sentir como si estuviéramos repitiendo el mismo combate todo el tiempo. Nuestro personaje es otra cosa, la cantidad de combos disponibles es muy amplia lo que significa que el número de animaciones que tiene sea bastante grande, estos combos se irán desbloqueando a medida que avancemos en el juego y vayamos venciendo a enemigos.

También tenemos a nuestra disposición un gran número de trajes y de caras con las que configurar el personaje a nuestro gusto, al principio del juego no son demasiadas pero al ir acabando partidas vamos desbloqueando cada vez más, algunos trajes bastante graciosos por no decir ridículos.

Las texturas son solamente resultonas y bastante repetitivas. Por un lado podemos pensar que esto es normal que los parajes se repitan, pero nos hubiera gustado tener algo más de variedad tanto en los escenarios como en las caras de los enemigos. Los efectos de luz son buenos en lo que respecta a los combates, cuando golpean las espadas y algunos otros más, como la estela de la Katana, sin embargo el tratamiento que se ha hecho de la luz no es bueno, no hay sombras en tiempo real y el paso de la noche al día no está muy logrado que digamos.

En resumen tenemos un apartado gráfico solamente resultón para los tiempos que corren, con muy pocas novedades con respecto a la anterior parte del juego. Las texturas deberían estar algo más trabajadas y sobre todo las animaciones de los enemigos en las luchas, que son demasiado robóticas. En los escenarios hay de todo, es bueno que sean realistas ya que nos ayudan a meternos en el ambiente de la época, pero en la mayoría de los casos están carentes de los detalles que diferencian unos buenos escenarios de otros sólo resultones. Los efectos son buenos en general, salvo por el tratado que se ha hecho de la luz que es algo pobre. La música es muy parecida a la parte anterior del juego, es decir, temas instrumentales de corte oriental, que sirven para darle ese aspecto peliculero que tiene el juego. No desentona, pero tampoco es de esas bandas sonoras que pasan a la historia, simplemente cumple y no se hace repetitiva, lo que ya es realmente un logro para las bazofias que se hacen hoy día con la música de los juegos.

Los efectos de sonido son buenos pero escasos, ya que los golpes de las espadas se repiten continuamente, cosa que por otro lado es normal, sobre todo para el umbral sonoro del hombre, si fuéramos perros a lo mejor captaríamos mejor los sonidos. De cualquier modo es algo que no influye demasiado en el desarrollo del juego, al contrario que los diálogos que están en ingles, y en un inglés bastante pasable. Para eso las hubieran dejado en japonés que estarían mucho mejor.

Este es el apartado en el que realmente destaca el juego, en el que realmente podemos decir que el juego ha innovado o mejor dicho lo hizo su antecesor. La mecánica del juego es sencilla pero muy eficaz. Como todos los que hayan probado el Way of Samurai original recordarán, la principal novedad del juego radicaba en que podíamos elegir nuestro propio camino, de modo que las elecciones que tomábamos repercutían de forma definitiva en nuestra partida. En esta segunda parte esto se mantiene y además se amplían las posibilidades ya que hay más caminos y opciones donde elegir.

En primer lugar hay que decir que el juego en su versión PAL viene con la opción 60 Hz, cosa que debería ser obligatoria para todos los juegos. También debería ser obligatorio que los juegos vinieran al menos traducidos al español, qué vergüenza que un juego venga con la opción de subtítulos en inglés, francés y alemán, y no tenga la opción de leerlo en español. Esto es poco menos que una tomadura de pelo.

Al principio del juego tenemos la posibilidad de elegir y configurar el personaje con el que queremos jugar, las posibilidades como he dicho mas arriba se ampliarán a medida que vayamos progresando y descubriendo finales en las sucesivas partidas que juguemos. Una vez que hemos elegido el personaje entraremos de lleno en el juego, llevando a un samurai vagabundo al estilo Kenshin Himura. No tenemos nada predefinido que hacer, solamente haremos una cosa si queremos hacerla, es decir que somos libres de tomar las decisiones que queramos. Por ejemplo si hay unos bandidos atacando a alguien podemos ponernos de parte de quién queramos o pasar del tema. Estas decisiones son las que marcarán el camino de nuestro samurai, convirtiéndolo en un asesino, ladrón o en el más recto de los samuráis.

Otra parte del juego consiste en aceptar misiones que nos mandan los distintos personajes del juego y que dan más variedad y vida al juego. Por supuesto se mantiene la posibilidad, para muchos muy atractiva, de coleccionar espadas. El número de espadas es muy amplio y se las podemos arrebatar a los enemigos que vayamos derrotando, normalmente cuanto más poderoso es el enemigo más poderosa y bonita es su espada.

El control del personaje es bueno, tanto durante el combate como en los momentos en los que solo tenemos que viajar de un sitio a otro. Los combates son bastante entretenidos, ya que básicamente nos encontramos ante un juego de esos de "yo contra el barrio", así que normalmente los enemigos nos durarán muy poco tiempo en pie y serán bastante numerosos. Los combates son divertidos gracias a la gran cantidad de golpes de que disponemos y a la facilidad con la que se ejecutan, el personaje responde perfectamente a cada orden que ejecutamos. Otra posibilidad es la de bloquear los golpes rivales, aunque hay que tener cuidado con esto ya que la espada se irá rompiendo a medida que la usemos, y una serie de bloqueos excesivos pueden dar al traste son nuestra mejor espada. Aunque, como hemos dicho, el juego no tiene unas animaciones soberbias esto no influye para nada en el desarrollo de los combate y por lo tanto en la jugabilidad.

En el juego iremos ganando dinero que nos dejarán los enemigos derrotados o que nos darán por el cumplimiento de las misiones. Este dinero servirá para poder arreglar nuestras armas y recuperar nuestra vida entre otras cosas. Los modos de juego son escasos ya que solo tenemos un modo versus, contra otro personaje o contra la máquina, el modo historia (por así llamarlo) y el modo entrenamiento. No son demasiados modos de juego pero para una sola persona se hacen más que suficientes, puesto que el modo historia junto con todos sus finales nos mantendrán ocupados durante bastante tiempo. Lo mejor que tiene este juego es los distintos caminos que se pueden elegir a los largo del juego y darnos la sensación de participar en la aventura que la mayoría de los juegos no nos dan. El hecho de poder elegir el camino que queremos seguir es bastante más atractivo de lo que parece a priori. Aunque hay que decir que las novedades jugables con respecto a la primera parte son solo un nuevo hilo argumental y algunos combos más, prácticamente sólo eso. El control del personaje es bueno y sencillo, y los combates se hacen amenos, y además está a 60Hz. Por contra tenemos que decir que gráficamente no es lo que esperábamos aunque tampoco es malo, pero para los tiempos que corren un juego debe estar más trabajado en este aspecto. Del sonido solo destaca positivamente la banda sonora que nos sitúa perfectamente en el Japón de la época, por que los efectos son repetitivos y el doblaje al inglés es bastante malillo. El pero más gordo de todos es que el juego viene sin traducir siquiera al español. Mi recomendación es que lo pruebes, a mi me gustó mucho el primero, pero esta segunda parte no aporta demasiadas novedades, aunque si no has jugado al primero no dejes pasar la oportunidad de jugar a este. Para mucha gente la primera parte tiene la categoría de juego de culto (para mi también), y esta segunda entrega es más de lo mismo, o sea un producto de calidad, pero ya no es la novedad que supuso la primera parte y gráficamente debería haber mejorado más. Si lo tuyo son los mangas, las series tipo Kenshin y las películas de Kurosawa, este puede ser tu juego.