Análisis de TimeSplitters 2 (PS2, GameCube, Xbox)
Como bien comenta Moisés Cabello en su explicativo reportaje sobre Rare, que me permito recomendar desde aquí, el desarrollo de Goldeneye para Nintendo 64 fue de todo menos normal. Una licencia casi caducada, un equipo de desarrollo inestable y novato y modos de juego añadidos a última hora resultaron, sin embargo, en el mejor juego de acción en primera persona de la pasada generación, y en uno de los juegos que más han influido en el género en primera persona. Poco después, cinco miembros del equipo del juego abandonaban la compañía y fundaban, con la inestimable ayuda de Eidos, una nueva compañía llamada Free Radical Design.
El primer juego de la misma para PlayStation 2 sería TimeSplitters, un shooter en primera persona con un singular parecido a Goldeneye, que pese a ser desarrollado con prisas y tener un modo para un solo jugador bastante flojo, tenía un excelente multijugador y tuvo un considerable éxito. Dos años después, para todas las plataformas, llega TimeSplitters 2, un juego del que ya os hemos hablado anteriormente en unas primeras impresiones, contándoos que prometía lo suyo.
La versión final ya está aquí, y no ha defraudado a nadie. TimeSplitters hace honor a su ¿tío? ¿abuelo? Goldeneye, e incluso lo supera en algunos aspectos. También se convierte ipso-facto en el mejor shooter en primera persona que hay en la actualidad para PlayStation 2.
Su planteamiento sigue siendo el mismo, y da lugar a una serie de escenarios muy variados: viaja en el tiempo para obtener los Time Crystals robados; en nuestro periplo, recorreremos diferentes épocas recientes e hipotéticamente futuras de la historia del ser humano, desde el Salvaje Oeste hasta una era de colonización de otros planetas, pasando por el Chicago de la mafia, un supuesto Neo Tokio, o el archiconocido primer nivel en Siberia. Esto también da lugar a que nos metamos en la piel de una buena cantidad de personajes, y que podamos utilizar armas de todas las épocas, entre ellas las "Tommy Gun" de los años 20, incluso dos a la vez, o cañones de plasma del futuro, aún no inventados pero casi tan típicamente imaginados como el coche volador.
El modo de juego principal es el Historia, en el que recorreremos uno por uno estos niveles, introduciéndonos en pequeñas historias y cumpliendo unos objetivos que variarán según el nivel de dificultad; al igual que en Goldeneye, hay tres niveles (Fácil, Normal y Difícil; nada de agentes), y en cada nivel de dificultad tendremos diferentes objetivos en cada fase. También, al igual que en Goldeneye, en el primer nivel podremos elegir el nivel de dificultad y luego sólo podremos jugar los siguientes en un nivel de dificultad igual o menor antes de batirlos. Las fases tienen objetivos variados, con el denominador común de matar gente lo más sigilosamente posible. En todas tendremos que conseguir el Time Cristal, pero para llegar hasta él tendremos que hacer varias tareas, desde la resolución de sencillos puzzles hasta proteger inocentes, pasando por la casi habitual eliminación de un jefe de final de fase, némesis del personaje que nosotros encarnamos en ella.
El diseño de las fases es muy bueno y los tres niveles de dificultad hacen que estos 10 niveles se conviertan prácticamente en 30, alargando de manera considerable la duración del juego. Pero el modo historia es sólo la punta del iceberg. Las opciones multijugador y los modos de juego extra hacen de TimeSplitters 2 un juego tanto o más duradero que el clásico Goldeneye –sentimos la comparación; es inevitable-. Para un solo jugador, aparte del modo historia tenemos Arcade, Challenge y Mapmaker. Los modos arcade y challenge no proporcionan cantidades drásticas de diversión, pero si son agradable añadidos al modo historia. En el modo Arcade, podremos organizar pequeños torneos multijugador contra bots controlados por la máquina, con multitud de opciones, al estilo del modo para un solo jugador de juegos como Unreal Tournament o Quake 3 Arena. El modo Challenge, por su parte, nos ofrece una serie de minijuegos en los niveles del modo historia; los minijuegos nos presentan retos de diversa índole, como destruir las ventanas de un nivel lanzando granadas, o defender una habitación de un ejército de zombies. El modo Mapmaker, por último, nos ofrece un potente editor de niveles que, mientras que pasará desapercibido para algunos, ofrecerá a otros la oportunidad de crear nuevos y divertidos escenarios para el adictivo modo multijugador.
El modo multijugador ya es un asunto aparte, ya que prácticamente solapa al modo para un solo jugador, reduciéndolo casi a un relleno –pese a la considerable mejora que supone respecto al primero-. TimeSplitters 2 podría considerarse el mejor FPS multijugador que haya salido en consola, superando a todos los juegos actuales y a los del pasado (es un buen momento para referirse a Goldeneye). Tiene una exagerada cantidad de opciones de juego, y es terriblemente divertido, con 16 niveles muy bien diseñados, 128 personajes que utilizar (prevío desbloqueo) y armas de todas las épocas para aniquilar a quien se atreva a ponerse ante nosotros. El modo multijugador comienza en el clásico Deathmatch, y sigue con opciones como Team Deathmatch, Capture the Bag, Bag Tag, Elimination, Shrink, Vampire, Thief, Regeneration, Leech, Virus, Flame Tag, Zones, Assault, Gladiator y Monkey Assistant, posiblemente la más curiosa de todas. Entrar en explicaciones de cada uno de ellos sería tedioso, aunque en la mayoría sus nombres hablan por sí solos. Mientras que algunos introducen modificaciones importantes, otros se limitan a hacer un pequeño cambio, como en el caso de Regeneration o Vampire, en los que recuperamos energía según pasa el tiempo y al darle a nuestros enemigos respectivamente. Una queja que se le puede poner a esto es la incapacidad de combinar varias de estas opciones, resultando en una mayor configurabilidad. Podrán jugar hasta cuatro jugadores, tanto por split screen y multitap como por LAN o iLink. Finalmente, no se incluyó el modo online en ninguna de las tres versiones, lo cual es una lástima.
En cuanto al control, el juego utiliza la disposición típica de los FPS en consola, controlando el movimiento con las dos setas analógicas, y disparando con los botones R2 y R1 (primario y secundario, respectivamente). Otras acciones se realizan con extrema comodidad con los botones L1 y L2, con los frontales y hasta con la cruceta, como cambiar de arma o ampliar y alejar el zoom. En las opciones se pueden elegir varias opciones de configuración, por lo que todo el mundo estará contento. El único problema, como ocurre siempre, está a la hora de apuntar, para lo cual tendremos la inestimable ayuda del juego, siempre que lo deseemos.