Análisis de Teenage Mutant Ninja Turtles (PS2, GameCube, PC, Wii, Xbox)

Tras una temporada sin tener noticias de las famosas Tortugas Ninja, Konami las rescata para que protagonicen un nuevo juego al que se le ha intentado dar un aspecto similar a lo que se puede ver en la serie de televisión pero que fracasa por su deficiente apartado técnico y por la ausencia casi total de innovaciones, ofreciendo un título con una mecánica muy explotada en el mundo de los videojuegos.

El sistema de juego del modo de juego principal, el modo historia, retoma lo ya visto en magníficas sagas como Final Fight o Streets of Rage donde el objetivo de cada nivel es acabar con los enemigos que salen a nuestro paso en diferentes oleadas, y mientras que no acabemos con todos los miembros de una misma oleada no podremos seguir avanzando hasta el final de la pantalla en dónde será necesario acabar con el jefe oportuno para pasar de nivel.

Se trata de un sistema de juego clásico y utilizado en numerosas ocasiones pero que siempre ha dado buenos resultados puesto que se obtienen juegos divertidos, aunque en esta ocasión la carencia casi absoluta de novedades en el apartado jugable consiguen transmitir al jugador la sensación de estar disfrutando de un juego que bien podría tener unos cuantos años a sus espaldas en vez de tratarse de una novedad.

El modo de juego principal se divide en varios episodios que a su vez están formados por diferentes niveles, a lo largo de los cuales se irá desvelando la historia mediante escenas cinemáticas creadas con el propio motor gráfico del juego o con videos con el mismo estilo de la serie de dibujos animados.

Es posible controlar a cualquiera de las cuatro tortugas, que conservan las características armas con las que se hicieron famosas: Donatello y su palo, Michelangelo y sus nunchakus, Rafael y sus cuchillos o Leonardo y su espada. Esto aporta cierta rejugabilidad al título ya que cada una posee ataques propios relacionados con las diferentes armas, aunque todas ellas contarán con ataques comunes, todos ellos nada innovadores ya que son los habituales de este tipo de juegos, es decir, ataque simple, ataque fuerte, salto y desplazamiento rápido.

Aparte de todos estos ataques que las tortugas pueden utilizar desde el principio, será posible aprender nuevos movimientos gracias a una serie de minijuegos que forman parte del entrenamiento del maestro Splinter.

El manejo de las tortugas es bueno y en pocas ocasiones se perderá el control sobre ellas, dejando la única dificultad en este aspecto a encadenar largas series de combos.

Otro de los modos de juego incluidos es el Versus, en el cual se disputan combates uno contra uno bien entre dos personas o entre una persona y la CPU, aunque en este último caso la dificultad del juego se incrementa notablemente ya que incluso en nivel fácil puede resultar complicado derrotar al rival. Las técnicas y movimientos son exactamente las mismas que en el modo historia, con la diferencia de que aquí no se podrán utilizar los objetos escondidos en las partes destructibles del escenario.

En este modo el jugador podrá elegir a su personaje favorito de entre los diez luchadores disponibles entre los que están incluidos las cuatro tortugas, el maestro Splinter y algunos de los enemigos que aparecen en el modo historia, para combatir en uno de los diez escenarios disponibles. Algunos de estos escenarios incluyen elementos interactivos, como por ejemplo uno en el que la acción se desarrolla en un camión en marcha y el jugador no solo debe luchar contra su rival sino tambien contra el viento, que le empujará hacia la parte trasera del vehículo.

De estos diez personajes tan solo estarán disponibles en un principio las tortugas y el resto habrá que desbloquearlos según se avanza en el resto de modos. Lo mismo sucede con los escenarios, ya que por defecto solo será posible luchar en cuatro de ellos teniendo que desbloquear los demás.

Uno de los detalles que más sorprenden del juego es el retroceso a nivel jugable que se ha producido debido a la no inclusión de un modo para 4 jugadores, el cual si existía por ejemplo en el Tortugas Ninja 4 de la antigua Super Nintendo. Esto es especialmente reprochable teniendo en cuenta que salvo PS2, el resto de consolas de esta generación cuentan con cuatro puertos para mandos, algo que no sucedía en la época de las 16 bits. Esta carencia no consigue otra cosa más que dejar en mediocre el apartado jugable de un juego que podría haber resultado entretenido de haber contado con la posibilidad de jugar con más de una persona de forma simultánea.



Lo más destacable del aspecto gráfico es el uso de la técnica conocida como Cell Shading, utilizada de forma extraordinaria en juegos como The Legend Of Zelda: The Wind Waker o Jet Set Radio Future, y que en este Tortugas Ninja aporta la ambientación necesaria para darle al jugador una impresión más cercana a la de estar viendo a sus héroes como si de un capítulo más de la serie de dibujos se tratara.

Sin embargo, este intento de acercar el aspecto del juego a un estilo de dibujos animados fracasa al comprobar que, al margen del uso de este efecto gráfico, el juego no cuenta con un apartado técnico digno de los tiempos que corren. Los modelados de los personajes son correctos en el caso de los protagonistas, mientras que los enemigos dan la impresión de haber sido menos trabajados ya que tienen un aspecto más simple y se repiten constantemente. Al jugador no le costará apreciar que apenas hay variedad de enemigos dentro de un mismo nivel.

Por otro lado tenemos los escenarios, que es donde realmente se aprecia la falta de trabajo en el tema gráfico ya que se ven totalmente vacios, son tremendamente repetitivos y las posibilidades de interactuar con ellos son prácticamente nulas. Las tortugas podrán subirse saltando a determinados lugares o acabar con los pocos elementos destructibles del escenario para obtener alguno de los objetos con los que mejorar las habilidades del personaje o recuperar algo de vida, en cuyo caso lo mejor es un trozo de pizza ya que rellena al completo la barra de energía por muy gastada que se encuentre.

La cámara por lo general siempre se encuentra bien ubicada y no estorba el desarrollo de la acción, aunque lo entorpece levemente cuando se sitúa muy cercana al suelo y se pierde un poco la perspectiva del escenario. Los únicos problemas de la cámara aparecen en el modo de dos jugadores cuando uno se encuentra muy separado del otro, momento en el que lo más probable es que uno de los dos personajes desaparezca de la pantalla.

El apartado sonoro tampoco destaca por su calidad, pese a que las voces de las tortugas las ponen directamente los dobladores de la serie de televisión en su versión americana. El doblaje es correcto y afortunadamente para aquellos que no entiendan el inglés hablado todos los diálogos están subtitulados, aunque no se ha hecho el esfuerzo de traducirlos y se encuentran tambien en inglés. La banda sonora está compuesta por temas similares a lo que se puede escuchar en la serie de televisión, pero son melodías que resultan repetitivas y no aportan nada para que el jugador consiga sentirse más inmerso en la acción.

El juego cuenta con algunos detalles simpáticos relacionados con el uso del reloj interno de cada consola. De esta forma si jugamos el día de nochebuena las tortugas lucirán unos bonitos gorros de Papá Noel, y en cambio si nos decidimos a jugar durante la noche de Halloween (31 de octubre) comprobaremos como los protagonistas del juego verán sustituida su cabeza por una calabaza. De todas formas el desarrollo del juego será idéntico aunque juguemos en estas fechas y lo único que cambiará es el atuendo de las tortugas.

Es una lástima que este retorno de los héroes verdes de principios de los 90 no haya sido por la puerta grande sino con un juego que peca de falta de frescura y originalidad, a la par que un apartado técnico que podría haber estado mucho más cuidado. Para aquellos que disfruten con este tipo de juegos de lucha será una opción a tener en cuenta, pero el resto de jugadores se encontrarán con un título del que rápidamente se cansarán y que podría haber resultado mucho más entretenido si se hubiera incluido un modo de 4 jugadores.