Análisis de Smuggler's Run 2: Hostile Territory (PS2)

Cuando hace poco más de un año salía la PlayStation 2 en el territorio americano, la nueva consola de Sony iba acompañada de un notorio catálogo de juegos, 29 en total, una gran cantidad de títulos disponibles en el lanzamiento de la consola, algunos de ellos notorios como Tekken Tag Tournament, Ridge Racer V, Unreal Tournament o Street Fighter Ex3. Y digo notorios, porque nadie discutirá que estos cuatro títulos suenan mucho, pero por una cosa o la otra, ninguno de los cuatro cumplió totalmente las expectativas puestas sobre ellos, y fue entonces cuando otros juegos, sobre los que no se había hablado tanto, cobraron mayor protagonismo por su calidad. El más destacable de todos fue sin duda SSX, que ya se ha convertido en una de las sagas de EA, pero Smuggler’s Run, un juego con un planteamiento muy original y proveniente de Angel Studios, también disfruto de sus quince (o más) minutos de fama, sus miles de copias vendidas en sus tiendas y la razón por la que hoy estamos escribiendo esto: Su secuela.

Smuggler’s Run 2: Hostile Territory fue anunciado en el pasado mes de Marzo, y presentado en Mayo junto con unas imágenes demasiado bonitas para corresponder al engine del juego. Esta segunda parte, también obra de Angel Studios, toma la misma dinámica que la primera, introduciendo novedades en las misiones, una historia mucho más elaborada y las evidentes mejoras gráficas que toda secuela que se precie debe poseer. Por supuesto, mantiene aquello por lo que fue aclamado el primer Smuggler’s Run: Unos enormes escenarios, que se muestran en pantalla sin ningún problema, haciendo uso de la potencia de PS2.

Uno de los puntos en los que Smuggler’s Run 2 supera a su antecesor es en la historia, no por su calidad ni lo elaborado de su argumento, sino porque simplemente, esta vez existe esos cimientos, aunque débiles, que justifican el montarse en un vehículo 4x4 y romper las leyes aduaneras. Contada a base de secuencias Full Motion Video compuestas en su mayor parte por imágenes reales con actores, la historia nos sitúa dentro de una organización de contrabando en el mercado negro, que opera en Vietnam y Rusia. Como curiosidad, en un principio iban a ser Vietnam y Afganistán, pero considerando los atentados del 11 de Septiembre y el nivel de incorrección política que supondría vender un juego en el que hay que llevar contrabando a los talibanes, los chicos de Rockstar Games han tomado la sabia decisión de subir un par de latitudes hasta la madre Rusia, que con el progresivo desvanecimiento del comunismo se ha vuelto del lado de los buenos, o al menos del de los neutrales. El modo principal de Smuggler’s Run 2 es el “Smuggler’s Missions’, lo que podría ser considerado el modo historia del juego. Tendremos que cumplir de una manera lineal 36 misiones, intercaladas con secuencias en las que nos cuentan la historia, y variando el tipo de misión. El resto de modos de juego son el Turf Wars, el Checkpoint Races y el Joyridin’. El modo Turf Wars es muy divertido y alarga en gran medida la vida del juego; tenemos tres minijuegos: En uno (Crooks and Smugglers), competiremos contra otro contrabandista para ver quien consigue el paquete de contrabando, y quien lo lleva a su destino, así hasta que uno llega al límite. En el segundo, “Loot Grab”, formaremos parte de un equipo que competirá contra otro en ver quien lleva más paquetes a su destino, siguiendo un desarrollo parecido al del modo anterior. Por último, en el minijuego Bomb Tag, competiremos contra muchos oponentes, que tendrán que llevar paquetes de contrabando al lugar indicado, ganando el que llegue primero a una cantidad; lo interesante de este minijuego es la existencia de una bomba accionada por el tiempo, que podremos pasarnos los unos a los otros. Al que le estalle la bomba, perderá todos los puntos que tenga, y volará por los aires.

Tras el Turf Wars tenemos el Checkpoint Race y el Joyridin’. Mientras que el segundo es el típico modo “carrera libre”, en el que podremos pasearnos por los enormes niveles sin ningún impedimento, a no ser que queramos que la policía esté presente.

El Checkpoint Race nos ofrece lo mismo que dice el título: carreras en los enormes escenarios del juego, a base de checkpoints.

Al igual que la primera parte, Smuggler’s Run 2 cuenta con unos enormes escenarios. Son solamente tres, Rusia (anteriormente Afganistán), Vietnam y la frontera Rusa (anteriormente frontera de Rusia con Afganistán, actualmente frontera de Rusia con... ¿Rusia?) pero su tamaño les hace ser más que suficientes para todas las misiones y minijuegos que hay disponibles. Los del anterior juego tenían un tamaño de 15 millas cuadradas, según Rockstar, y los de esta secuela no le van a la zaga: el escenario parece no tener límites, aunque si los tiene, en forma de elegantes montañas imposibles de escalar. La inmensidad del escenario nos deja una libertad de movimiento con pocos precedentes, aunque no tendremos demasiado tiempo para disfrutar de ella, considerando el frenético ritmo del juego.

Los tres escenarios tienen un nivel de detalle mayor que el de la anterior entrega. Con el progresivo dominio del hardware de la consola, Angel Studios ha creado unos niveles mucho más llenos de cosas, por decirlo de alguna manera. Ahora hay más hierbajos en el suelo, más árboles con los que chocaremos si no estamos atentos, más aldeas perdidas en medio de tierra de nadie, más elementos móviles con los que chocar y, en definitiva, un nivel de detalle en los escenarios que pocas veces se había visto antes. Además, el diseño de los escenarios es claramente mejor. Cada montaña, cada puente, cada camino y cada túnel parecen estar colocados estratégicamente (y a buen seguro que lo están), de forma que habrá que saber aprovecharse del terreno para cumplir con éxito nuestros cometidos.

El sistema de juego de Smuggler’s Run 2 es parecido al de la primera parte, con algunas pequeñas novedades. En misión típica de SR2 tendremos que ir recogiendo una serie de cargamentos que tendremos que llevar a un punto del escenario donde nuestra organización lo recogerá. Salvo contadas excepciones, en cada misión habrá más de una carga que recoger; no habrá que seguir un orden necesariamente, pese a que el juego, a su manera, nos indica la mejor dirección a seguir con un radar en la parte superior de la pantalla. Todo esto que os estoy contando se hace con dos grandes obstáculos: el primero, las fuerzas de la ley y el orden, que harán todo lo posible por destrozar nuestro coche, para luego arrestarnos. El segundo, el tiempo, que desciende en ocasiones demasiado rápido y que pone el listón muy alto en ocasiones, enseñándonos que un pequeño fallo en la conducción puede significar el fracaso. También nos enfrentaremos al ejército, a mafias rivales y a algun que otro contratiempo que todo buen contrabandista que opera en países lejanos con regímenes poco democráticos sabe sortear.

Otras misiones, aparte de las “recoge la carga y llevala a su destino”, son las que nos enfrentan a una banda rival en una competición para ver quien llega antes a un número de cargas llevadas a su destino. En estas misiones habrá que actuar en equipo, y para ellos deberemos elegir sabiamente qué vehículos lo compondrán. Otras misiones son las de perseguir a otro vehículo, destruir a otro vehículo, destrozar una serie de infraestructuras y algunas otras variaciones más, casi siempre con los mismos peligros y enemigos.

Smuggler’s Run 2 incluye ocho vehículos que han de ser desbloqueados uno por uno en el modo Smuggler’s Missions. La novedad más importante en lo que a vehículos se refiere es la inclusión de una contramedida en cada uno de ellos, que también ha de ser desbloqueada. Esta contramedida, que podrá usarse de forma limitada en cada misión, es un arma para evitar a la policía, y cada vehículo tiene una diferente.

El primer vehículo que utilizaremos en el juego será el Super Buggy, cuya contramedida es un turbo. Tras este, desbloquaremos el D-5 Hondo (su contramedida, un charco de aceite), el Baja Truck (bombas), el ATV Monster (turbo), el Du Monde (aceite), el Sahara (pantalla de humo), el Grenadier (bombas) y el Kavostov Halftrack (pantalla de humo). Cada uno de los vehículos tendrá sus ventajas y sus desventajas, y sólo uno de ellos es el más indicado para cada misión.

En el aspecto gráfico, Smuggler’s Run 2 da la talla con creces. Unos escenarios enormes que se muestran sin popping y que están llenos de pequeños detalles; árboles, casas, hierbajos y todo tipo de objetos con unas texturas muy realistas. Los vehículos tienen un modelado muy bueno y sufrirán daños en tiempo real que se reflejarán en la carrocería. La sensación de velocidad esta también conseguida, y todo corre a 60 fps constantes. En el campo de los efectos especiales, las misiones nocturnas son realmente originales al mostrarse como si se viese todo a traves de unas gafas de vision nocturna (en verdoso); los efectos de humo, polvo y demás también tienen un nivel excelente, incluyendo el motion blur casi obligado cuando nuestro vehículo utiliza el turbo. La música de Smuggler’s Run 2 es electrónica, algo que encaja bien con el ritmo del juego, presentando melodías techno y house bastante pegadizas y cañeras. El sonido FX es impactante, con explosiones, ruidos del motor, choques y derrapes bastante conseguidos. Finalmente, las voces de las secuencias están en inglés, puesto que nada ha sido traducido al castellano, y durante la acción se escuchan algunas voces en inglés provenientes de los policías. La jugabilidad de Smuggler’s Run 2 ha sido modificada sensiblemente para mejor, teniendo ahora un control más fiel, que necesitaremos para manejar un vehículo que está constantemente superando baches, chocando contra la policía y sorteando obstáculos. Además de las acciones básicas de acelerar y frenar, podremos derrapar, dar un acelerón (pulsando dos veces el botón de acelerar) y utilizar las contramedidas. Podremos también ver el mapa, que dependiendo de la fuerza con la que pulsemos el botón analógico R1 será más o menos opaco sobre la pantalla (un detalle algo inútil, pero curioso), girar la cámara para ver quién nos persigue y hacer un par de cosas más.

La inteligencia artificial de los, por llamarlo de alguna manera, enemigos, está ciertamente lograda. Nos perseguirán de una manera casi maníaca, cruzándose con nosotros, actuando en grupo e intentando de todas las maneras posibles que nuestro coche se quede parado para poder detenernos y encerrarnos en una mugrienta prisión. La curva de aprendizaje es sencilla en los primeros niveles, pero a partir de Vietnam la dificultad incrementa considerablemente, y tendremos que repetir las misiones más de una vez para conseguir superarlas. La dinámica del juego es muy divertida, pero al cabo de un tiempo puede llegar a resultar monótona, o incluso frustrante si nos quedamos atrancados en una misión.

Tiene un aspecto técnico sobresaliente, un sistema de juego divertido y durabilidad para rato. Smuggler’s Run 2 no flaquea en ninguno de sus aspectos, y resulta ser una más que digna secuela de su antecesor, superándolo en todos los aspectos. Tiene unos escenarios ciertamente bonitos y realistas, resulta muy divertido y gracias a sus modos de juego extra, que poseen opciones multijugador, la duración es más que considerable. Como puntos negativos, puede llegar a resultar monótono al cabo de algunas horas, y no está traducido al castellano. Una compra recomendada a los amantes de la acción.