Análisis de Pitfall: The Lost Expedition (PS2, GameCube, Xbox)
Dos décadas después, Activision ha decidido, a través de Edge of Reality, que Pitfall Harry vuelva a recorrer la jungla en busca de tesoros en este Pitfall: The Lost Expedition que ha salido para las tres consolas de nueva generación. ¿Cómo es Pitfall Harry? Podría resumirse diciendo que, a grandes rasgos, es un juego de acción/plataformas que sigue el esquema "corredor" de Crash Bandicoot, aunque con zonas abiertas y variedad de caminos, eso sí, inicialmente cerrados.
Comenzamos enfrentándonos, en lo que parece ser el centro de un volcán, al enemigo final del juego, un gigantesco jaguar mágico que pone en graves apuros a Harry. Lo vencemos, naturalmente, pero justo en ese momento el jaguar se levanta y apresa a Harry, y en el momento del garrazo final, a Harry le pasa su vida por delante de sus ojos; pero al ser su vida tan emocionante, únicamente las últimas 24 horas, que comienzan cuando, de viaje en avión, éste (naturalmente) tiene un accidente y choca en la jungla. Nuestra aventura comienza...
El juego, sin embargo, comienza de un modo poco prometedor. En los primeros compases únicamente haremos algo de plataformeo, golpeando por diversión a monos inocentes, y balanceándonos a través de las lianas para superar... hoyos carnívoros (que podremos cerrar si les arrojamos un mono inocente como comida). Tras unos minutos de tutorial, en los que nos familiarizamos con los controles del juego, nos introduciremos en la jugabilidad "completa", que incluye mucho más combate, resolución de puzzles y uso de items entre otras cosas.
La aventura combina las plataformas, destacando detalles recuperados del clásico como el balanceo por lianas (esta vez con un eje más, naturalmente) con el combate contra los diversos enemigos (cada uno tendrá sus rutinas para acabar con ellos, e iremos adquiriendo nuevos movimientos) y la recolección de tesoros y otros items que nos abrirán el camino para el enfrentamiento definitivo con aquel Jaguar ígneo del principio.
Por otra parte, el juego esta lleno de situaciones diferentes para garantizar que no nos resulte monótono. Hay una gran variedad de items que iremos asignando a nuestras acciones rápidas cuando lo necesitemos, y que aumentan las posibilidades de acción en cada situación. También hay numerosos minijuegos repartidos por todo el mapeado que aumentan la variedad de The Lost Expedition, y numerosas situaciones de humor, incluso de homenaje, como emboscadas de aldeanos o detalles como pasar por una aldea de monos sin hacer ruido para que no se despierten y caigan sobre nosotros. Aparte, las diferentes escenas cinemáticas se intercalan muy bien con la acción y cuentan con el toque humorístico que derrocha todo el juego.
La sensación que deja Pitfall: The Lost Expedition es buena aunque da la impresión de que el juego podría haber sido mejor en muchos aspectos sin poder señalar claramente a ninguno en concreto. Constituye una buena adaptación del clásico, resucitado de forma acertada y con numerosos homenajes a la jugabilidad del original de 1982 (que podemos desbloquear como extra junto a su secuela). Sin embargo, viéndolo desde un punto de vista actual y pasando por alto lo emotivo que podría ser para los veteranos, no es un juego de plataformas/aventura innovador y, aunque no cuenta con detalles deficientes, carece de brillo en sus apartados técnicos y artísticos y no aporta novedades al género. Es una compra recomendada para los fans de la aventura, y sin duda un alquiler casi obligatorio porque es un juego divertido que engancha y que no cuenta con una gran duración. El aventurero de la época de los 16 colores ha vuelto con méritos, pero nos gustaría que esta aventura de Harry hubiese sido un ejemplo a seguir como lo ha sido el último Prince of Persia.