Análisis de Herdy Gerdy (PS2)

Por fin, tras muchos meses de retraso, ha llegado a España la última aventura de Core Desing para PlayStation 2, bajo el extraño título –y juego de palabras en inglés- Herdy Gerdy. Este proyecto de la compañía creadora de Tomb Raider fue iniciado hace ya unos años, en la consola Nintendo 64. El juego no llego a anunciarse estando en desarrollo para Nintendo 64, en parte porque el desarrollo se preveía largo y costoso (buena previsión, por cierto). Poco después el proyecto se paso a PlayStation 2, y tras ser retrasado varias veces –inicialmente iba a salir en Septiembre de 2001- ya lo tenemos en España. De Herdy Gerdy se habían mostrado muchas imágenes que mostraban su sensacional "aspecto Disney", pero nada se sabía sobre lo más importante: cómo se jugaría; bueno, nada no, sólo una idea: el juego sería "de pastoreo". La historia gira en torno a Gerdy, un niño cuyo padre ostenta el título de "mejor pastor de la isla" y va a batir al actual "rey", llamado Sadorf. Días antes del torneo, Gerdy descubre aterrado que su progenitor, Gedryn, no puede despertarse por causa de un hechizo mágico conjurado por el propio Sadorf, que como todos habréis intuido no tiene muy buen perder. Pregunta en la aldea, y se da cuenta de que la única forma de salvar a su padre es ganando el Torneo de Pastoreo que se celebra en los próximos días, para lo cual será necesario llegar hasta allí y convertirse en el mejor pastor de la isla. Este objetivo, impensable para un niño de su edad, no parece intimidar a Gerdy, cosa normal si tenemos en cuenta que Gerdy es muy parecido a Aladdin (de la película de Disney), y éste último siempre fue un chico de recursos. Dicho y hecho, Gerdy se embarca en una aventura por toda la isla, que le llevará a conocer docenas de personajes e irse convirtiendo, pasito a pasito, en el pastor del que su madre se sentiría orgullosa. Obviamente al ser Herdy Gerdy un "juego de pastoreo", no consiste simplemente en vigilar a las cabras mientras ligamos con Heidi. Herdy Gerdy podría definirse como una mezcla entre aventura y juego de plataformas, aunque esta definición tampoco sería demasiado adecuada. De hecho, el control del personaje es muy parecido al de un juego de plataformas al estilo Mario 64, pero los objetivos del juego no se parecen en absoluto a los del clásico de Nintendo y a los otros plataformas 3D (consistentes en recoger estrellas –o el item por el que las hayan sustituido- en cada uno de los minimundos). En los mundos de Herdy Gerdy tendremos que encerrar a los diversos tipos de animales en su corral, cosa que a priori puede parecer sencilla, pero como veremos ahora mismo, tiene su truco y es en este aspecto donde Herdy Gerdy sí merece una buena ojeada; su concepto de juego es muy original, y el diseño de los niveles es simplemente genial, y puede que haya sido una de las causas del retraso del juego. Habrá varios tipos de criaturas, que se comportarán de forma diferente respecto a nosotros, y reaccionarán de manera dispar ante los items que utilicemos. Cabe destacar que mientras que la mayoría de las especies son pacíficas, los Grompis, gigantescos osos rosas con muy mala leche, son realmente agresivos y básicamente nos perseguirán para atizarnos un puñetazo, e intentarán comerse cualquier otro animal que queramos "pastorear". Por ello, y por las diferencias entre estas especies y su forma de comportarse las unas hacia las otras, el juego adquiere un interesantísimo valor estratégico, que hará que para que logremos el 100% de un nivel tengamos que planificar las cosas muy bien. Aparte de la regla más obvia de todas, que es mantener a los Grompis lo más alejados posible de cualquier otro animal, habrá que tener en cuenta que las hormigas son bastante agresivas con el resto de la gente, que los Blips se ahogan con facilidad y un largo etcétera de factores que harán que este juego aparentemente inocente y "para niños" adquiera una profundidad increíble. Si a este buen concepto de juego le añadimos una ambientación preciosa que, eso sí, da al juego un aspecto infantil que echará para atrás a muchos jugones autoconsiderados "adultos", Herdy Gerdy se convierte en uno de los juegos más interesantes que hay hoy en día para PS2. Los niveles están llenos de vida, llenos de preciosos efectos y todo tipo de minúsculos detalles que se pueden apreciar con facilidad, y los personajes parecen simple y llanamente dibujos animados. Los modelos poligonales han sido tratados con una técnica similar en resultado al cada vez más famoso Cell Shading –pero usando una inteligencia mezcla de sombreados en los polígonos-, y combinando eso con una animación digna de elogio, Herdy Gerdy parece una película de Disney –como ya dije antes, Gerdy recuerda (o tal vez estaría mejor dicho me recuerda) a Aladdin de la película del mismo nombre-. Sin embargo, el apartado gráfico tiene un par de defectos que le evitan ser memorable. En primer lugar, un movimiento algo brusco en bastantes ocasiones, y en segundo lugar ciertos problemas de cámara, que aunque podremos controlarla a nuestro gusto, muchas veces se moverá automáticamente causándonos algún que otro quebradero de cabeza, y afectando a la jugabilidad. El aspecto sonoro se merece una ovación. Una música preciosa, compuesta de temas instrumentales –por que no decirlo, similares a los de películas de dibujos animados (los no cantados)-, que variarán de una manera genial cuando usemos algunos de los instrumentos de Gerdy, como el palo de pastor o la flauta. Las voces están dobladas al castellano de una manera sensacional, con excelentes actores de doblaje, y los efectos de sonido "cartoon" encajan a la perfección dentro de todo el conjunto. El sistema de control utiliza casi todos los botones del Dual Shock 2 de PlayStation 2, pero aún así resulta extremadamente sencillo de manejar. Los botones básicos serán los de saltar, usar item, hablar con gente y correr, y están dispuestos de la manera más cómoda posible (X, cuadrado, círculo y R1 respectivamente). Para navegar por el inventario usaremos los botones L2 y R2, y para manejar el mapa la cruceta digital. Los dos mandos analógicos servirán para movernos –el izquierdo- y para mover la cámara –el derecho-. El gran problema de la jugabilidad es la cámara, como ya había dicho antes. La cámara se moverá sola muchas veces, tomando en ocasiones posiciones muy molestas en las que ni siquiera vemos a nuestro personaje, cosa que llega a ser muy frustrante. En cuanto a los mundos que visitaremos, casi todos consistirán en atrapar a los animales dentro del corral pero tendremos que visitarlos una y otra vez tras haber conseguido los items que nos permitirán continuar nuestra aventura, y completarlos al 100% requerirá mucha habilidad y estrategia (ninguna "res" puede morir). El desarrollo de la aventura es lineal, pero siempre podremos volver a las zonas que ya hemos visitado para intentar alcanzar el ansiado 100%. Otra de las cosas que la añade durabilidad al juego es la existencia de 100 pequeñas campanas por cada nivel; tras cogerlas todas, nos darán un cencerro, y tras dárselo al encargado de cuidar las vacas de la aldea se abrira una opción extra en el menu principal. Finalizando, Herdy Gerdy es un juego divertido, con una dinámica de juego muy original y bien pensada, y un diseño de los niveles fantástico que hará que el jugador tenga que combinar estrategia y habilidad a partes iguales. Tiene una duración considerable y es bastante rejugable, siempre y cuando quieras conseguir el 100% de todos los niveles. Tan sólo los fallos en el apartado gráfico y en la jugabilidad –procados por la incontrolable y desbocada cámara- impiden que este juego de Core Design llegue a ser uno de los grandes títulos del catálogo de PS2. Un soplo de aire fresco al género de la aventura plataformera.