Análisis de FIFA Street 2 (PS2, PC, GameCube, Xbox)

Tras obtener un gran éxito con sus juegos de baloncesto y fútbol americano arcade (NBA Street y NFL Street respectivamente), el año pasado el gigante Electronic Arts decidió probar suerte con el fútbol, un deporte cuyo juego simulador, FIFA Football, lleva años obteniendo grandes ventas en todas las plataformas. FIFA Street se presentaba para cubrir un hueco que otros títulos de diversa factura, pero siempre rayando la mediocridad, no habían logrado cubrir, como Urban Freestyle Soccer o Red Car Soccer.

FIFA Street mezclaba las grandes estrellas que podemos ver en los juegos "de verdad" con un estilo de juego desenfadado, donde primaban los regates y las boleas sobre las reglas y tácticas tradicionales del fútbol, y obtuvo un notable éxito de ventas gracias a su buena factura, aunque adolecía de algunos defectos como cierta monotonía tras unas cuantas partidas. Esta segunda parte llega casi exactamente un año después, y pretende consolidarse como la saga de referencia en el fútbol arcade (si es que ya no lo era), y mejorar la experiencia con algunas novedades.

Las cosas entran por los ojos, y lo primero que comprobaremos al jugar a FIFA Street 2 es que se ha cambiado la perspectiva por completo, trasladando la tradicional vista lateral de los juegos de fútbol, y de deportes de equipo en general, por una vista donde vemos el campo en vertical, muy al estilo de la que tradicionalmente usan los juegos de baloncesto, aunque sin el cambio de cámara dependiendo de quién tiene la posesión. Este cambio de vista no llega a cambiar radicalmente la experiencia de juego pero sí ayuda a la hora de apuntar bien con el tiro. Una de las claves de FIFA Street es lograr lanzar el balón hacia donde los agilísimos porteros no pueden llegar, y ver la portería de frente es una gran ayuda para apuntar.

El juego mantiene las mismas dinámicas de la primera parte, tres jugadores de campo y un portero, ninguna regla, jugadas espectaculares y el siempre presente Gamebreaker. Sin embargo en esta ocasión los desarrolladores han dotado al juego de mucha mayor profundidad. Dominar la primera parte consistía, sobre todo, en saber apuntar bien al tirar, mientras que en esta segunda entrega entran en juego más factores, principalmente aprovechar al máximo los Gamebreakers, regatear efectivamente y defender bien.

El regate ha sufrido muchos cambios. En primer lugar, se ha incrementado considerablemente el número de piruetas que los jugadores pueden hacer con el balón, incluyendo no solo regates estándar sino también maniobras especiales como caños (la cámara hará un dramático zoom), y regates especiales para los jugadores más famosos; de este modo las estrellas de cada equipo (Zidane por Francia, Beckham en Inglaterra, Raúl en España, etc…) tienen un regate especial personalizado, lo cual le da al juego ese carisma Óliver y Benji que queda tan bien en un título de estas características.

Además de los regates hacia una dirección, también se han incluido regates más espectaculares pero de más difícil elaboración, léase haciendo giros con el stick analógico derecho (como si fuesen movimientos especiales de Street Fighter). Hay también novedades, como la posibilidad de hacer toques con el balón, para luego hacer un regate al vuelo, o más combinaciones entre los diferentes botones para así tener más movimientos posibles.

En el anterior juego los regates dejaban sentados, textualmente, a los rivales en la mayoría de ocasiones, y ahora también lo hacen, quizás incluso más radicalmente, pero a la hora de defender también hay más opciones. Si adivinamos por dónde va el regate, podremos mover el stick analógico derecho en esa dirección, logrando que el rival pierda el balón y pase a nosotros. Del mismo modo, ahora ya no hay dos botones de entrada, sino uno (la entrada será normal o violenta dependiendo de las circunstancias), quedando el botón de tiro para interceptar pases, cuando no tenemos el balón.

La importancia de los regates no termina aquí. Ahora su recompensa ya no solo será obtener puntos para así llenar la barra de Gamebreaker, sino que además, al hacer dos regates en una jugada, el balón se volverá "de fuego" (al estilo de los NBA Jam clásicos), y el tiro será mucho más fuerte. Más aún, pueden potenciar el Gamebreaker. Como en todos los títulos de la saga Street, una vez llenemos la barra de truco, nuestro equipo entrará en el modo Gamebreaker, que tradicionalmente es un tiro imparable (únicamente si choca contra un contrario) que nos suma un punto y le baja uno al contrario. En FIFA Street 2 se le da una vuelta de tuerca más a esta regla.

Para entrar en el modo Gamebreaker tendremos que pasar sobre un icono que se dispondrá en el centro del terreno de juego, y que desaparecerá si nos meten un gol. Ésa es la primera presión. La segunda consiste en que, una vez entrados en el modo Gamebreaker, tendremos un tiempo limitado para tirar a puerta, o de lo contrario pasará el momento. Y finalmente, la tercera, que es para el defensa, es que si el jugador que está haciendo el Gamebreaker logra regatear a sus rivales mientras está en modo Gamebreaker (en plena cuenta atrás), los efectos del Gamebreaker serán mayores. En un principio será solo un gol, para luego ser un gol para el equipo que lo haga y un gol menos para el que lo sufra, y finalmente dos goles más para el que lo haga y uno menos para el que lo reciba. Esto último puede llevar a cabo cambios drásticos en el marcador, convertir un 3-0 en un 2-2, por ejemplo.

El juego en sí se ha mejorado, aunque no drástica sino suavemente, y ahora hay una mayor profundidad, especialmente en los regates, aunque siguen estando desequilibradas las opciones de defensa con las de ataque. Nuestro portero, que es automático, tendrá que sacarnos las castañas del fuego en demasiadas ocasiones, dado que regatear, y ser regateados, es demasiado fácil.

En cuanto a modos de juego, FIFA Street 2 sigue careciendo inexplicablemente de un modo online, si bien el modo Carrera, donde de nuevo crearemos a un jugador e iremos aumentado sus habilidades hasta convertirlo en el mejor del mundo, ha sido reestructurado y mejorado. Ahora tendremos varios escalafones a los que podremos acceder según nuestro nivel de habilidad –hasta llegar a representar a nuestro país en su selección-, y dentro de ellos, varios torneos y tipos de torneos, siendo algunos partidos donde gana el que llegue a un cierto número de goles, y otros eventos donde gana el que llegue a una cantidad de puntos antes. Además, incluye un editor de campos, y una buena cantidad de estrellas desbloqueables en el equipo de leyendas, empezando con Pelé, Cantona y Papen.

A nivel gráfico FIFA Street 2 cumple, con unos modelos de jugadores realistas y fácilmente reconocibles, y un estilo muy "urbano", por así decirlo, con todo tipo de vestimentas y accesorios para configurar a nuestro jugador personalizado tal y como queramos. El juego cuenta con un largo repertorio de animaciones para los diferentes regates, muy variado, y se mueve siempre de forma estable. Mención aparte merecen los efectos cinemáticas del Gamebreaker. Los campos están también muy bien, con muchos detalles, y destaca además el hecho de que algunos sean más estrechos que otros, cambiando la forma de jugar.

La banda sonora de FIFA Street 2 es todo lo completa que uno puede esperar en un juego de EA Sports. Incluye más de 40 temas licenciados, que encajan bastante bien con la ambientación urbana-moderna del juego. Los efectos de sonido son variados y efectivos y, por suerte, esta vez no hay comentarista, lo cual es un acierto considerando lo tedioso que era el de la primera parte. Lamentablemente no está traducido al castellano.

FIFA Street 2 es mejor que la primera parte, pero todavía le falta algo para llegar en el fútbol callejero a los niveles de NBA Street y NFL Street en sus respectivos deportes. Ese algo es, a partes iguales, más profundidad en el juego, mayor equilibrio, un control más sencillo –ahora el sistema de regates es mucho más complejo, demasiado- y más variedad en los partidos. Aún así sigue siendo la mejor opción para aquellos que busquen un juego de fútbol desenfadado, especialmente divertido en multijugador, aunque por desgracia no tenga modo online.