Análisis de Energy Airforce Aim Strike (PS2)

Los simuladores de vuelo tienen en el PC su plataforma idónea pero eso no quiere decir que los jugadores de consola nunca puedan disfrutar de ellos. Este juego de Taito es un buen ejemplo. La mayor parte de estos simuladores se quedan en algo mas light que lo hacen más sencillos para jugar sin un joystick, y sobre todo más accesible para los que no son acérrimos seguidores de la simulación aérea, ya que casi nadie tiene acceso a ella como si de un automóvil se tratase. Este hecho los condiciona totalmente a tener unas ventas que no se podrían clasificar de interesantes, y de ahí la opción de hacerlos mas accesibles. Digital Bros ya nos dio la oportunidad de jugar a un simulador en toda regla para PS2 y ahora nos presenta su segunda parte bajo el sobrenombre de Aim Strike y distribuido por Proein en España.

Cegados por el sol

Energy Airforce nos intenta ofrecer la experiencia mas realista posible intentado acercarnos las sensaciones de pilotar un avión de combate, con las tremendas salvedades que hay que tener en cuenta se podría decir que en parte lo consigue. Encontraremos diversas novedades como tres nuevos aviones que se suman a los ya vistos en la primera parte; F/A-18, F-15 y A-10. Los que ya estaban incluidos son los F-16, F-16UD, F-35, X-25 y Fa-22. Todos los aviones son replicas exactas de sus modelos reales con todo lujo de detalle, desde sus interiores hasta su manejo y su respuesta a nuestros movimientos, ya que aunque a la vista todos parezcan iguales a las personas que no sienten especial interés, las diferencias entre unos modelos y otros son cuantiosas. La clave está en seleccionar el mas idóneo para cada reto que se nos plantee, de la elección correcta depende en gran medida el resultado final.

Como suele ser habitual en los juegos de aviones el apartado gráfico tiene grandes altibajos. Ace Combat 3 tiene unos diseños de aviones alucinantes y los escenarios vistos desde el aire son de una calidad increíble, pero cuando nos acercamos al suelo vemos pegotes de píxeles, lo que deja un sabor de boca agridulce. Está claro que se necesita un potencial muy grande para construir 500 km. de terreno con todo lujo de detalles, pero mismamente en Xbox el Deadly Skies tenia un nivel de detalle mucho más alto en este aspecto, pero al ser de otra consola obviémoslo. Energy Airforce –la primera parte- tiene los mismos detalles que Ace Combat 3 pero incluso desde mucha altura los escenarios se muestran demasiado poligonales, lamentablemente en su segunda parte – que es la que ahora mismo nos atañe- esto no se ha mejorado en exceso y sigue pecando de los mismos errores. Para compensar esto se han intentando mejorar sus virtudes, que son el diseño y control de los aviones y una cantidad interesante de modos de juego.

Aterrizando en el Portaaviones

Con dos premisas básicas que son realismo y velocidad, el juego nos pone en la complicada tesitura de resolver varios conflictos aéreos. Está claro que los aviones despegan y aterrizan, y no lo hacen solos –si lo tienen que hacer los pilotos de Iberia seis veces al día nosotros podremos hacerlo en la videoconsola- por lo que la práctica en estos ejercicios no vendrá nada mal.

Tendremos dos vistas con resultados muy distintos, una desde dentro de la cabina, que nos permitirá sufrir/disfrutar de una manera mas interesante el manejo del avión, y una segunda que es desde fuera que nos permitirá tener un control mas sencillo pero que pierde un poco la esencia de la simulación que sin duda es el punto fuerte de este juego.

Con las dos vistas podremos usar una de las características mas interesantes, y es la de mirar a nuestros lados para ver si se nos pone alguien a nuestra cola, es una opción muy interesante y que además fue muy famosa y utilizada para explicar la sensación de jugar con un casco que permitía mirar a los lados moviendo nosotros mismos la cabeza. Este interesante periferico se podría decir que no tuvo buena acogida y se quedó en un mero producto elitista que ha pasado con más pena que gloria.

Son tres las opciones que nos presenta Aim Strike. Misión: En la cual encarnaremos nuestro rol de piloto de combate en una guerra que ha surgido en un país que parece, como no, islámico. Iremos superando misiones que no se podrían calificar de variadas, pero sí que cada una va ser un mundo, porque se hacen largas y muy complicadas, debido a la dificultad del juego que viene dada por su jugabilidad abocada al realismo.

En primera persona

Strike: Elegiremos el avión que queremos pilotar, nuestra arma, los compañeros que nos acompañen, el terreno, y también nuestros enemigos, y ya tenemos montada una batalla aérea, es un modo que se podría clasificar de "juego rápido"

Training: Como habréis podido imaginar consiste en superar pequeños detalles como el aterrizaje y el ataque. Muy importante empezar por este modo porque solo el aterrizar nos va dar muchos dolores de cabeza, es un juego que no dejará indiferente a nadie, y más en videoconsola donde el usuario no esta acostumbrado a ver tanta dificultad en un genero no muy prolífico.

El juego cuenta con diferentes Modos de vuelo:
NAV: Elementos básicos del vuelo; altura, velocidad y posición de la base más próxima
ILS: Se utiliza cuando se vaya a aterrizar.
GUN: Se usa para manejar la ametralladora
MSL: Navegación de vuelo para armas de largo alcance,
Bomba: su propio nombre lo indica.
DGFT: Para armas de corto alcance, se utiliza para atacar con misiles que se guían por el calor.

Acrobacias en el aire

Tanto en la presentación como en los menús la música es muy amena y los efectos de sonido tal vez no tengan toda la importancia que deberían. Por poner un ejemplo, cuando bajemos el tren de aterrizaje tendría que oírse claramente, y no se da el caso, incluso hubiese sido mejor perder un poco el realismo a favor de la diversión, ya que no implicaría nada transcendental que los efectos impresionasen mas y no se quedasen en una mera comparsa. Se trata de un juego que apuesta fuerte por el realismo, y en un terreno con muy pocos kilómetros en videoconsola, por lo cual su aportación se agradece. El problema viene cuando su gran virtud choca de lleno con la maniobrabilidad del pad para hacernos con el control y sobre todo con su dificultad inicial -muchas personas no durarán más de diez minutos con el juego- y que esté totalmente en ingles pues tampoco ayuda demasiado. Las ya de por si complicadas instrucciones para hacer un mero aterrizaje pasan a ser verdaderos ejercicios de paciencia para poder completar con éxito cualquier ínfima acción. Al menos muchos estarán contentos con la opción de los 60 hz, algo es algo. De todos modos es importante recomendar este juego exclusivamente a los entusiastas de juegos de aviones. Si solamente eres un fan de Top Gun, el juego puede no decirte demasiado.