Análisis de El Código Da Vinci (PS2, PSP, Xbox, PC)

Junto con la versión cinematográfica ha llegado a nuestros hogares el esperado videojuego de El Código Da Vinci, cuya adaptación podemos encontrar para la playstation 2 y PC. El juego se trata básicamente de una aventura de asesinatos y misterios donde poco a poco iremos descubriendo una conspiración milenaria que ha permanecido oculta hasta nuestros días y que, en caso de desvelarse, sacudiría los cimientos de la Iglesia. Aparentemente parece una idea atrayente, pero el juego adolece de una serie de defectos que impiden el completo disfrute que podría ofrecernos. Pero será mejor que vayamos por partes.

Antes de entrar de lleno en el desarrollo del juego es conveniente dejar unas pinceladas de lo que la historia del juego nos propone. El título nos presenta a Robert Langdon, un experto en simbología que una noche es llamado a presentarse en el museo Louvre debido a un asesinato que allí mismo había sucedido horas antes. Langdon tenía una cita con la víctima ese mismo día, por lo que ya se postula como un posible sospechoso entre la policía, idea acrecentada en el momento que estos descubren que el asesinado ha dejado escrito el nombre de Langdon en la escena del crimen antes de morir.

De este modo Robert se ve metido, sin saber cómo, en una situación bastante comprometida. Afortunadamente aparece en escena Sophie Neveu, una experta criptóloga que ayudará a Langdon y le informará del problema en el que se ha metido. Desde ese momento iniciarán una investigación que comenzará con un asesinato pero en el que, poco a poco, se verán envueltas las más altas instancias de la Iglesia, y donde harán presencia tanto conspiraciones milenarias, el Priorato de Sión, como Leornado Da Vinci, este último, uno de los pilares sobre los que girará la trama.

El juego nos pone en la piel de Langdon y Shopie, los cuales iremos manejando alternativamente durante lo largo de la historia. Como en todo juego de aventuras que se precie, gran parte del desarrollo se centrará en la búsqueda de pistas y resolución de puzzles, y en este caso no podía ser distinto. Durante la historia iremos pasando por distintos escenarios en los que, de una manera u otra, encontraremos alguna pista que nos indique el camino a seguir. Por supuesto encontraremos la mayoría de los puzzles que previamente aparecieron también en el libro, por lo que los que lo hayan leído tendrán una pequeña ventaja. Y decimos pequeña porque The Collective, grupo desarrollador del juego, ha puesto mucho empeño en añadir nuevos desafíos completamente inéditos gracias en parte a la estrecha colaboración que han mantenido con Charles Cecil, diseñador de los puzzles presentes, por ejemplo, en la reconocida saga Broken Sword.

Habrá una gran variedad de puzzles, desde anagramas, mensajes ocultos en el escenario, objetos combinables, etc, todos ellos de una dificultad media o elevada, no por la dificultad en su resolución sino por la falta de pistas en gran parte de ellos, lo cual nos puede llegar a descolocar en algunos momentos al vernos, por ejemplo, frente a una serie de caracteres y no tener la menor idea de cual es nuestro objetivo, lo cual no quita el buen hacer a la hora de diseñarlos, encontrándonos en un momento mezclando productos químicos para poder limpiar un lienzo cubierto de suciedad, y en otro momento buscando pistas en La Mona Lisa con la ayuda de distintos utensilios. Pero claro, Langdon sigue siendo un hombre buscado por la policía francesa, por lo que no puede pasearse a sus anchas sin ser perseguido, por lo que aquí entra en escena la otra faceta menos afortunada del juego, el combate y el sigilo.

Durante nuestra aventura iremos encontrando distintos enemigos, bien en forma de monjes sicarios o bien en forma de guardias de la policía. Sea como fuere, de cualquier modo no podemos dejar que nuestra presencia sea detectada por lo que tendremos dos formas de salir de estos apuros. Tenemos la opción de pasar inadvertidos caminando sigilosos cuando temamos ser descubiertos, al mas puro estilo de los juegos de espionaje. La idea sería correcta si no fuera por la inexplicable falta de inteligencia entre los enemigos. Es decir, imaginemos que estamos manejando a Langdon mientras Sophie nos sigue.

Vemos unos guardias saliendo de una oficina y procedemos a escondernos cautelosamente para no ser vistos. Sophie no llega a tiempo y se queda a medio camino siendo perfectamente visible por los agentes de seguridad. Pues bien, no ocurre absolutamente nada. El hecho de no manejar a un personaje no implica que éste se vuelva invisible, es algo obvio, pero aquí no se ha tenido demasiado en cuenta y se ven situaciones bastante pintorescas con guardias ignorando a personas que están siendo buscadas aunque pasen delante de su misma cara.

El otro modo de plantear el encuentro con nuestros enemigos es por medio de combates, realizados en este caso mediante la pulsación de una serie de teclas en el momento oportuno. Nuestro personaje encarará a quien deseemos combatir y según con se sucedan los acontecimientos podremos golpear al enemigo, empujarlo o defendernos, pero siempre del mismo modo, esperando que en la parte inferior de la pantalla se nos indiquen las teclas a pulsar y haciendo correctamente a continuación. El método es simple pero podría haber sido incluso divertido si no fuese por lo tedioso del asunto y por lo absurdo de las situaciones, que en muchas ocasiones se ven completamente forzadas y fuera de lugar.

Otro detalle respecto a la jugabilidad sería que se ha desarrollado un interfaz en el juego bastante notable y ágil, por medio de dos menús, uno de datos y otro de objetos, que serán tanto útiles como sencillos de usar en cualquier momento. Como último apunte respecto a este apartado señalar que el juego tiene una duración aproximada de 10 horas dependiendo siempre en la agilidad del jugador para la correcta resolución de los puzzles, y cuya duración total puede ser ampliada con la recolección de objetos a lo largo del juego que nos permitirán desbloquear misiones extra o dibujos artísticos.

Entrando ya en lo que sería el apartado visual y sonoro del juego hay varias cosas que cabe señalar. Respecto al apartado gráfico nos encontramos con un juego que muestra por igual luces y sombras. Si bien es cierto que tiene detalles muy buenos como la estupenda recreación de escenarios reales como el museo Louvre, así como de gran parte de las obras allí presentes, adolece gravemente en la representación de los personajes. Nos encontraremos con unos personajes completamente acartonados y con unas animaciones bastante pobres que parecen más bien maniquíes vivientes antes que personajes creíbles de una obra de tal magnitud.

Este hecho se acrecenta todavía mas en las escenas cinemáticas donde se usa el mismo motor del juego y donde los distintos planos típicos del cine no dan buen resultado por esto que decimos, la falta de credibilidad de los personajes. Sobre este punto es importante señalar que el juego esta basado en el libro y no en la película, por lo que no nos encontraremos recreaciones de Tom Hanks ni del resto del reparto en el juego sino que serán representaciones basadas únicamente en las descripciones presentes en el medio escrito.

En referencia al sonido tendremos una bso con temas correctos, que sin ser ninguna maravilla cumplirán con su labor acompañándonos a lo largo de la aventura. El juego esta completamente en castellano, con un doblaje que, al contrario que en la película, no enfatiza los acentos franceses en los personajes y que adolece de falta de personalidad y fuerza siendo, aun con todo, bastante correcto pero mejorable.

Como conclusión final podemos decir que El Código Da Vinci es una aventura correcta, con aspectos notables como la diversidad de puzzles y la estupenda recreación de escenarios reales, pero que adolece gravemente de una inteligencia artificial obsoleta, un sistema de combates monótono y unos personajes poco creíbles. Aun así es un juego recomendable para los amantes de la aventura y una compra obligada para los amantes de la obra de Dan Brown. Con respecto a la diferencia entre las versiones de PC y PS2, hay ligeras diferencia en cuanto a que los tiempos de carga en PC son algo menores y que la resolución de puzzles por medio de teclado y ratón se hace más amena; aparte de estos detalles son exactamente iguales.