Análisis de Dynasty Warriors 4 Xtreme Legends (PS2)
Aunque la base histórica le da al juego cierto toque exótico nada desdeñable y hace que varios miles de personas conozcan algo de la divertida historia de la china antigua, incluso más que la del Imperio Romano por la misma época, el éxito de Dynasty Warriors se debe a su sistema de juego. En el fondo, es un "yo contra el barrio" al estilo Final Fight o Streets of Rage, pero rodeado de una mayor complejidad, elementos estratégicos y RPG, escenarios abiertos y, sobre todo, una plétora de modos de juego que crece con cada entrega. Al contrario que otros arcades que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a los que los jugones han dado la espalda, el equipo Omega Force de Koei supo adaptar el machaque de botones de tal forma que éste no resultaba demasiado monótono, gracias a los ya mencionados elementos estratégicos y a una notable libertad de acción en cada misión.
Este Dynasty Warriors 4 Xtreme Legends es, al igual que el XL de la tercera entrega, una especie de expansión que añade pequeñas novedades a los modos de juego originales (a los que solo podremos jugar si contamos con la copia de Dynasty Warriors 4) e incluye dos modos nuevos; en este sentido resulta mucho más rentable y comprable que el anterior Xtreme Legends, que aunque nos dejaba jugar el modo historia con personajes no correspondientes a ningún reino (lo cual no era precisamente poco), no parecía incluir los suficientes alicientes para justificar la compra incluso para los mayores fans de la saga o del desmembramiento del Alto Imperio Chino.
En este sentido, como decíamos, aparte de añadir algún que otro detalle al juego original este DW4XL incluye más alicientes en forma de los modos llamados, irónicamente, Xtreme y Legend, que substituyen al modo Musou y que hacen de DW4XL un juego por si mismo y no una mera ampliación, aunque otro asunto es si estos dos modos son suficientes para justificar la compra del juego.
El otro modo, Xtreme, es quizás la mejor idea y de hecho está un poco desaprovechada (comprensible si tenemos en cuenta que solaparía a Dynasty Warriors 4 Empires, de reciente lanzamiento). Se trata de una especie de modo Survival (solo podemos grabar la partida para abandonar el juego, y al cargarla se borra; y no hay continúes) mezclado con un toque "campaña". Está estructurado en misiones, y en cada una de ellas se nos presentarán tres escenarios generados aleatoriamente (cada uno con su propia descripción que nos hará intuir con qué nos podemos encontrar), eligiendo nosotros uno de ellos.
Estamos pues ante una especie de modo campaña que ciertamente está muy desaprovechado. En primer lugar, porque en determinadas misiones podremos hacernos con un reino (para luego defenderlo de ataques) pero este hecho no cambia prácticamente nada, porque no podremos administrar nada de dicho reino, el único cambio que veremos es que cada cinco misiones tendremos que defenderlo de un gran ataque en una misión con un gran factor multiplicador. También son prácticamente nulas las posibilidades de dirigir, entrenar o hacer algo con las tropas o los oficiales que reclutemos, por no hablar del desperdicio que resulta que sea al estilo "Survival", es decir, que si tenemos un mal día (o simplemente si se va la luz) todo se irá al garete.
Quizás Koei no ha querido hacerlo más complejo en espera de Dynasty Warriors 4 Empires, que sí es un juego con muchos toques de estrategia y las mismas batallas "yo contra el barrio del DW4 original", o quizás han querido que primase el aspecto arcade desenfadado añadiendo tan solo dos o tres pinceladas de profundidad. En cualquier caso, da la sensación de que este modo podría haber dado mucho más de sí. En éste no hay opción de dos jugadores, mientras que en el Legend sí la hay. Otra novedad radica en el modo Challenge, donde además de las opciones "Time Attack" y "Demolition" se encuentra ahora la de "Arena", donde nos enfrentaremos en duelos uno contra uno con otros oficiales.
En conclusión, estamos ante una expansión que es netamente mejor que la de Dynasty Warriors 3, incluyendo no solo pequeñas novedades en el juego original si se tiene (como más nivel en las armas) sino también dos modos de juego que tienen cierta durabilidad, especialmente el modo Xtreme aunque como ya mencionamos parece desaprovechado. Es una compra obligada para los fans de la saga, que los hay e in crescendo, mientras que no es una mala compra para los que quieran introducirse por primera vez en ésta ya que no está al precio estándar (sino a 39.95 euros) y es la mejor forma de probar qué nos ofrece Dynasty Warriors. En espera de una quinta entrega que mantenga los elementos introducidos en este Xtreme Legends y los amplíe hasta nuevos horizontes, esta expansión calmará nuestras ansias de imponerse a los otros dos reinos siempre y cuando estemos dispuestos a desembolsar dos tercios del precio de un juego nuevo por lo que no deja de ser un notable añadido.