Análisis de Wheels of Aurelia (PC)

El horizonte de las producciones de videojuegos no deja de sorprendernos. Pese a que vivimos en una época de grandes presupuestos, con títulos que aglutinan montantes de millones de dólares -superiores a los de multitud de películas-, también lo hacemos en un mundo en el que los desarrollos independientes parecen vivir una edad dorada gracias a los medios de distribución digital, las cada vez más eficientes herramientas de programación y publicidad y al poder de la comunidad.

Wheels of Aurelia, el último videojuego del estudio independiente Santa Regione, nos plantea una aventura de conducción arcade, en el que la narración y las conversaciones entre protagonistas llevarán la tónica imperante de la jugabilidad y que al mismo tiempo, nos ofrecerán un retrato de la Italia de la época convulsa de los años setenta. Más experimento visual y narrativo que videojuego, es una obra tan inclasificable como curiosa.

Conducción y narración

Wheels of Aurelia podría catalogarse como un título de ficción narrativa que ataviado con ingredientes arcades, acaba por jugarse como un videojuego de carreras isométrico clásico. Suena un tanto largo, pero es prácticamente lo que nos ofrece. De hecho, desde el primer instante, nos invita a escoger un coche -entre varias opciones- y lanzarnos a la carretera. Encarnaremos a Lella, una implacable y un tanto ruda conductora, que vivirá una aventura conforme recorre las carreteras de Italia.

Nuestro periplo comenzará una noche, en la que en busca de un paquete de cigarrillos, acabamos topando en una discoteca con nuestro primer pasajero. El leitmotiv jugable es precisamente ese: debemos llevar a los más extraños personajes a lo largo y ancho de Italia, tomando múltiples rutas y carreteras, visitando pueblos y ciudades emblemáticas, y descubriendo más del pasado y las intenciones de nuestros autoestopistas mediante conversaciones. Lógicamente, esta premisa se irá retorciendo un poco, ofreciéndonos situaciones inverosímiles, que aportarán variedad a cada sesión.

De hecho, una partida a Wheels of Aurelia puede ser algo relativamente corto, de apenas unos quince minutos o media hora de duración, pues el videojuego invita a que tomemos decisiones variadas que nos lleven a diferentes finales. De hecho, Santa Regione ha hecho especial hincapié en que nos encontraremos con 16 finales distintos, que variarán según nuestras paradas, rutas o conversaciones. Cosa que no nos extraña, porque algunos de los pasajeros con son muy estrambóticos, y pueden acarrearnos más de un problema.

Mientras conducimos -algo que os comentamos desde ya, se hace de forma casi automática dejándonos únicamente la velocidad o la dirección a nuestra elección-, Wheels of Aurelia se desvive por realizar un completo y vivo retrato de la Italia de la época, en lo que creemos que es sin duda uno de los aciertos más claros del videojuego. El título no se corta en mostrarnos un pulso político del momento -1978-, ofreciéndonos la perspectiva de los remanentes del fascismo, el comunismo latente o incluso de los problemas de la fe a través de mordaces críticas al Papa o al clero. Y más allá. La mafia, los tifosi de la Juventus, incluso la aparición de ovnis -en aquella época se vivió una oleada sin precedentes de platillos volantes y una pasión por la ufología en casi todo el Mediterráneo-, son temas recurrentes, regalándonos conversaciones impagables en las que podemos tomar respuesta y decisiones variadas.

Pese a que estos diálogos no pueden parecer que nos llevan a un destino concreto, sí lo hacen, con lo que desembocaremos en carreras ilegales, persecuciones o problemas con la policía. Cada partida puede ser radicalmente diferente, aunque aparece a ratos cierto fantasma de repetición y de oportunidad desperdiciada que nos duele especialmente, pero que comprendemos dada las acotadas y perfiladas ambiciones y decisiones del estudio desarrollador, que no son tan grandilocuentes como cabría esperar dada la temática del videojuego.

Pero es inevitable pensar en que podría haber ido más allá, ofreciéndonos algunas dosis de exploración extra, momentos más pausados una vez llegásemos a los destinos o incluso ofreciendo algún modo de conducción libre o partida infinita con la que pasar horas dando vueltas por las pintorescas las carreteras del título. Por ello, recalcamos que hay que tener muy claro el concepto Wheels of Aurelia, su duración y sus elementos jugables, más cercanos a los de una experiencia interactiva que a la de un videojuego de conducción arcade al uso.

El estilo artístico nos parece muy acertado, agradable e inspirado, con un diseño de personajes irreprochables, que bien podrían haber sido sacados del cine italiano de la época, obsesionado con amores imposibles, fugitivos, carreteras perdidas, violencia y cierto punto de erotismo. Puede que técnicamente no sea un juego muy atractivo, pero guarda las formas y presenta cierta personalidad, tanto en los citados personajes y protagonistas, como en los ambientes que visitaremos, desde lugares urbanos y nocturnos a otros propios de la costa italiana, bañados por el sol y acompañados por el Mediterráneo.

Pero si hay un elemento que destaca por encima de todos, y del que creemos es valedor del mayor de los reconocimientos, es el de la banda sonora. Cuenta con un acompañamiento musical envidiable, lleno de melodías que podrían haber sonado perfectamente en las emisoras de los años setenta, a las que se añaden algunos cortes más electrónicos y bailables. Especialmente memorable es I Limoni, un tema del que será muy difícil desprenderse una vez lo hayamos escuchado. El juego cuenta con textos traducidos al castellano.

Conclusiones finales

Wheels of Aurelia es un juego difícil de clasificar. Su propuesta narrativa, utilizando un coche como vehículo para contarnos una serie de historias interactivas en la Italia de finales de los setenta, no puede ser más original. El título incluye una serie de diálogos inspirados, personajes incomparables y situaciones variadas. Pero en el fondo, puede llegar a saber a poco. Quizás con un par de ajustes en la mecánica, y un poco más de ambición, Santa Regione podría haber cuajado un videojuego mucho más atractivo.

En cualquier caso, dado su precio reducido, sus grandes posibilidades de rejugabilidad y su estupenda banda sonora, se presenta como una opción divertida, entretenida y sobre todo muy original, que ya está disponible en PC y que pronto dará el salto a PlayStation 4.

Hemos analizado Wheels of Aurelia gracias a un código para Steam facilitado por la desarrolladora Santa Regione