Análisis de Warhammer: Vermintide 2 (PC)

Warhammer Fantasy fue, durante mucho tiempo, el patito feo en el mundo de los videojuegos del universo Warhammer, que veía como en su vertiente futurista con Warhammer 40.000 lograba triunfar entre los jugadores de PC mientras que los títulos inspirados en la edad fantástica medieval no lograban cuajar de todo en el mercado.

Por suerte, todo cambió con el lanzamiento de dos juegos, Total War: Warhammer (2016) y Warhammer: End Times - Vermintide (2015) que lograron calar bien hondo entre los jugadores en sus dos géneros, la estrategia y el rol de acción en primera persona.

Hoy, en Vandal, nos toca hablaros de la segunda entrega del título de rol y acción, Warhammer: Vermintide 2, que salió hace apenas una semana en Steam y que tiene planeado un prometedor futuro por delante dando soporte a mods, servidores dedicados e incluso una versión para consolas, que llegará más adelante este año.

Cinco héroes para detenerlos a todos

La premisa del juego es fácil, sencilla y para toda la familia: deberemos de tomar el control de un héroe y cumplir diferentes misiones cooperando con otros tres jugadores mientras nos enfrentamos a cientos de enemigos en los diferentes niveles que Vermintide 2 nos propone.

En total, son cinco los héroes que podremos controlar (Markus, Bardin, Kerillian, Víctor y Sienna). Cada héroe tendrá su propio nivel que podremos ir subiendo a medida que jugamos con él y tres profesiones diferentes que desbloquearemos en los niveles 1, 7 y 12.

Esta evolución en las profesiones sonará bastante a todos los que estén familiarizados con Warhammer Fantasía (el juego de rol de dados, lápiz y papel del universo Warhammer) y nos permitirá sentir la evolución en los héroes, contando cada profesión con sus propias habilidades especiales y talentos que desbloquearemos en los niveles 5, 10, 15, 20 y 25.

Combatiendo a los Skavens y a los Guerreros del Caos

Como os dijimos y como muchos ya sabréis, Warhammer: Vermintide 2 es un juego multijugador cooperativo para cuatro jugadores en el que deberemos de cumplir ciertas misiones mientras nos enfrentamos a multitud de enemigos que llegan, frecuentemente, por oleadas siendo parecido en su mecánica jugable a títulos como Left 4 Dead, aunque bastante diferente en otros aspectos.

En esta segunda entrega seguiremos teniendo que eliminar a cientos de Skavens, esa putrefacta fuerza enemiga que quiere acabar con nosotros y que, en esta ocasión, contará con un poderoso aliado, los Guerreros del Caos, unas poderosas tropas que han caído ante la llamada de los Dioses Oscuros y que ahora colaboran con las ratas para eliminar al resto de los habitantes del Viejo y el Nuevo Mundo.

Cada uno de los enemigos que nos encontraremos en el juego tiene sus propias características, pasando por tropas con un palo como arma y sin armadura que no nos harán ni cosquillas hasta poderosos Engendros del Caos, mutaciones horribles que nos las harán pasar canutas en determinados momentos de la partida.

En total nos encontramos con 3 "arcos argumentales" que nos ofrecen un total de 13 misiones diferentes que podremos completar en distintas dificultades, recibiendo diferentes recompensas dependiendo de la dificultad escogida para las mismas.

Con el objetivo de romper la monotonía, los lugares donde aparecen las tropas enemigas se escogen mayormente al azar, alternando el número de enemigos, el lugar de las oleadas o la aparición de los monstruos más poderosos a excepción de ciertos puntos clave en las misiones en las que está planeado un evento fijo.

Esto hará que las partidas sean más impredecibles ya que, salvo estos puntos especiales, no sabremos en qué momento las hordas enemigas nos pueden atacar por sorpresa para rodearnos, creando una sensación de agobio y de tensión cuando vemos acercarse sin que lo esperemos a cientos de enemigos que resulta tremendamente satisfactorio.

De hecho, al escuchar el sonido del cuerno que anuncia la llegada de oleadas de cientos de enemigos agarraremos con más fuerza el ratón, como si fuéramos nuestro héroe asiendo con bravura el arma dispuestos a acabar con las hordas del Caos, disfrutando de momentos de locura y acción que harán que esbocemos una sonrisa en nuestro rostro manchado de la sangre virtual de nuestros enemigos.

Colabora, no vayas a tu bola

Para afrontar las misiones podremos tanto crear equipos con otros amigos como buscar partida a través de la red para unirnos a completos desconocidos con los que deberemos de colaborar para llevar a cabo la misión con éxito.

Hay que remarcar la palabra COLABORAR, ya que, si no ayudamos al aliado caído, si no luchamos en conjunto con otros jugadores y vamos a nuestra bola, nuestra vida llegará a su fin de forma bastante rápida y cruel y nos será completamente imposible realizar una misión si vamos "a nuestra bola".

Echando un ojo al sistema de búsqueda de partidas, en general hemos encontrado grupo rápido y la comunidad del juego se ha mostrado, salvo ciertas excepciones, bastante amistosa y participativa para salir airosos de las misiones.

Lo que no nos ha gustado demasiado es que, en ocasiones, cuando un compañero decidía irse a mitad de la partida, el sistema de búsqueda reiniciaba la misión de forma automática, perdiendo todo el progreso que llevábamos a cabo y obligándonos a empezar desde cero la misión dejándonos con una sensación un tanto frustrante que no resulta nada agradable.

Dificultad, sensación de triunfo y las más que agradables recompensas

Warhammer: Vermintide 2 no es un juego fácil, siendo un título con el que deberemos de aprender a perder, a ser conscientes de que no todos los héroes regresan a casa y que no todas las misiones tienen un final feliz.

De hecho, lo más normal en las primeras partidas, en los primeros niveles de cada héroe, es que tanto los Skavens como los Guerreros del Caos pateen nuestros traseros y nos enseñen el temido cartel con la palabra "Derrota".

La parte positiva es que estas derrotas nos servirán para aprender, mejorar, subir de nivel a nuestros personajes y, sobre todo, para dejarnos una agradable sensación de satisfacción cuando logremos superar una misión, o jefe final en una dificultad en concreto.

Si logramos hacer bien nuestro trabajo y acabamos la misión con éxito, el juego nos ofrecerá al menos un cofre de recompensa y otro cofre que se mejorará dependiendo de los objetivos secundarios que hayamos completado en cada misión (héroes que han sobrevivido, tomos recogidos, etc.).

Dentro de estos cofres habrá diferentes objetos con los que podremos equipar a nuestros héroes, dotándonos de mejores armas, escudos o amuletos que harán que seamos más temibles para todas las hordas enemigas.

Además, el juego también incluye un sistema de crafteo que nos permitirá fabricar nuestros propios objetos si así lo queremos, destruyendo los que ya no nos sirvan para obtener componentes y así poder crear otros nuevos.

Buen sonido, algunos bugs gráficos y ciertos errores de localización

Warhammer: Vermintide 2 no es un portento gráfico ni lo pretende. Estamos ante un título de desarrollo casi independiente que nos ofrece un buen diseño artístico en su juego y unos gráficos que cumplen a la perfección pero que, como era de esperar, tampoco sorprenden.

Mientras hemos disfrutado de nuestras partidas nos hemos encontrado con algunos bugs típicos que deben pulirse como tropas atravesando paredes u objetos y alguna física un tanto extraña al golpear algún objeto. Nada grave, pero se nota que el juego aún necesita un poco más de pulido.

En cuanto a su rendimiento, al menos con nuestro equipo (i7-7700K, NVIDIA GeForce GTX 1070Ti, 16GB de RAM, disco duro SSD y Windows 10) no hemos notado bajones por debajo de los 60 fps con gráficos al máximo ni siquiera cuando había muchos enemigos y sangre en pantalla.

El sonido también se muestra cumplidor, con una buena librería de sonidos para representar los gemidos de los skavens o los golpes de nuestras armas y sonidos bastante característicos como el cuerno que llama a las oleadas de tropas enemigas fácilmente reconocibles que cumplen con su función.

Lo mejor de todo el apartado sonoro es la localización del audio, que nos permitirá saber, sin apenas fallos, donde se encuentra nuestro enemigo en cada momento, dándonos cierta ventaja si tenemos "las orejas atentas".

Algo que, si debemos criticar a Fatshark, desarrolladora detrás del juego, es la cierta dejadez en algunos aspectos de la localización ya que algunos textos se encuentran en castellano mientras que otros siguen en inglés, algo que no cuesta nada mejorar y corregir.

Conclusiones

Warhammer: Vermintide 2 es un juego lleno de caos, diversión y acción que no va a defraudar a los amantes de la primera entrega ni a todo aquel enamorado del universo Warhammer Fantasy otrora maltratado en el mundo de los videojuegos.

Durante nuestras partidas nos lo hemos pasado realmente bien colaborando con otros jugadores para descuartizar Skavens o Guerreros del Caos mientras cumplimos misiones, subimos de nivel a nuestros héroes, escogemos talentos y nos equipamos cada vez mejor para ser más letales en el campo de batalla.

El título de Fatshark tiene todo lo que necesita un juego de rol y acción para enganchar: muchas habilidades y objetos que nos dan una gran sensación de progresión, numerosas dificultades a cada cual más desafiante y un buen diseño de niveles que hará que disfrutemos de todas y cada una de las partidas.

Desde luego, llenarse las manos de sangre de skaven o de viejos humanos tocados por el caos nunca fue tan divertido.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga proporcionado por Fatshark.