Análisis de The Settlers 7: Paths to a Kingdom (PC)

Parece que 2010 llegó con el concepto estrategia debajo del brazo. Nos referimos a la multitud de juegos que han salido al mercado desde inicios de año y que luchan por ganarse un lugar en este segmento tan copado del mercado donde las grandes sagas vuelven a acechar a los pequeños títulos que van saliendo con el objetivo de sentar cátedra.

Como decíamos, son muchos los juegos que llevan un gran bagaje en cuanto a títulos se refiere.

En este caso, hablaremos de Settlers VII que llega, después de muchas expansiones a su séptimo título dedicado a la creación y gestión de nuestro propio reino que también tendremos que defender atacando a la vez a nuestros enemigos.

Settlers empezó su andadura en el lejano 1993 de la mano de Blue Byte para PC y Amiga. Desde sus inicios es un juego de point and click basado en la estrategia más típica. Las diferentes secuelas han gozado de algunas expansiones como Quest of the amazons para el tercer título del juego en 1998 o Trojans and the elixir of power para la cuarta edición en 2001.

En esta ocasión Settlers no solo será una continuación de este juego que tantas horas de diversión ha dado a sus seguidores sino que aportará algo más que le permitirá estar en las primeras posiciones en cuanto a los juegos de estrategia se refiere.

Creando nuestro imperio

La dinámica del juego siempre ha sido la misma. Montar nuestro propio pueblo a través de diferentes edificaciones con las que llamaremos la atención de los que serán nuestros conciudadanos. En este sentido tenemos que destacar la facilidad con la que el estudio ha podido compaginar los temas de gestión y construcción para que no se trate de un juego injugable para los no iniciados. Lo principal será crear casas para nuestros nuevos ciudadanos en una situación ambientada en la Europa del renacimiento.

A través de las diferentes casas y los edificios complementarios que instalemos a su alrededor atraeremos a un tipo u otro de público que serán los que después accedan a cada tipo de trabajo. Los diferentes tipos de casa – hasta cinco tipologías diferentes – nos permitirán ejecutar una u otra opción según nuestra elección.

Esta ristra de opciones se compone desde las básicas cabañas para pescadores y leñadores hasta las factorías que nos permitirán transformar nuestras materias primeras en otros materiales.

El hecho de empezar por las construcciones es porque precisamente son una de las bases de nuestra colonia. Dependiendo de la tipología de colonia que queramos crear tendremos que tener en cuenta los edificios y, por ende, las factorías que construiremos para avanzar en nuestro propósito.

La gran elección se basará en escoger si queremos avanzar creando un gran ejército, de forma comercial – a través de las relaciones de compra y venta con otros imperios – o, finalmente, la del desarrollo tecnológico.

Cada una de estas vías tendrá unas necesidades totalmente diferentes a las que deberemos dedicar toda nuestra atención. Si nos fijamos, la obtención de bienes y su gestión correcta cobra aquí una importancia más destacada de lo normal ya que, aunque podremos dedicar nuestros esfuerzos a una segunda opción, nuestro propósito principal será el que necesite nuestra atención directa en cuanto a materiales y tipos de edificación se refiere.

Si montar un gran ejército necesitará alimentos o diferentes espacios habilitados para ello, la gestión comercial exigirá mantener una relación directa y mucho más elaborada con el resto de colonias. El punto de la investigación tecnológica hará que necesitemos tener a monjes preparados para ello lo que requerirá otro tipo de objetos como, por ejemplo, el papel, para avanzar en nuestra aventura.

Muchos caminos para una misma elección

El sistema de ordenación territorial hace que podamos tener los recursos necesarios más o menos disponibles y que nos tengamos que desplazar a otras colonias a buscarlos. El hecho es que si necesitamos un material que por exigencias de las características de la tierra no podemos tener deberemos buscar en las aldeas próximas. Y ahí entra uno de los puntos donde el juego explota sus posibilidades.

El modo en que entremos estas aldeas y colonias vecinas lo decidiremos – de forma indirecta – en el principio del juego. El hecho de tener un buen ejército nos permitirá entrar de forma más ardua mientras que si jugamos la baza de la economía siempre podremos convencer – previo pago – a los habitantes de poder colonizar el territorio. El hecho de tener una tecnología más avanzada nos permitirá acceder a estos con la verborrea para convencerlos de que pertenecer a nuestro imperio mejorará notablemente sus vidas.

De ahí que nuestra elección primaria tenga tanto peso en los movimientos que tendremos que realizar después donde también contará la pericia del jugador en combinar, al menos, dos de ellos, para estabilizar las opciones ya que el avance tecnológico o los tratados comerciales sin un mínimo de defensa no serán sólidos sin un puñado de soldados con los que defenderlos y viceversa, la posibilidad de atacar a un enemigo con altos conocimientos en nuevas tecnologías harán que nos demos contra una pared sin posibilidad de llegar a colonizar con éxito.

Nuestra victoria llegará de diferentes formas, en principio por la consecución de objetivos aunque también por la cantidad de monedas entre muchas otras.

Cuando nuestro rival no es la máquina

En este punto Settlers VII luce en todo su esplendor. Las partidas online pronto se convertirán en el objetivo principal de todo jugador. Toda la jugabilidad del título así como el rendimiento gráfico que ofrece – con sus espectaculares cámaras a ras de suelo – lucirán perfecto incluso cuando nuestros rivales pasen de depender de la inteligencia artificial a ser gente de carne y hueso.

Conforme los jugadores vayan poblando los servidores de Ubisoft para enfrentarnos a nosotros los duelos van a tomar el cariz que esperamos y las batallas se convertirán seguramente en épicas.

Que el modo multijugador pueda gozar de todos los avances del juego es un punto muy a favor que encantará a todos los jugadores. Settlers VII se ha superado tanto en gráficos como en los modos de juego y la perfección en la construcción de los diferentes escenarios y edificios donde vivirán y trabajarán nuestros colonos.

Cabe destacar que el trabajo en la banda sonora del juego es destacable y muy adaptado a cada modo de juego, así, junto al doblaje del juego al español, se consigue una adaptación que permitirá a los jugadores no acostumbrados a otros idiomas una conexión total con este gran juego de estrategia.

Settlers VII ha conseguido superar a sus antecesores con una gestión que permitirá al jugador no sufrir con el juego sino vivirlo con más intensidad. Las preocupaciones de las curvas de dificultad de otros juegos desaparecen aquí para permitirnos meternos de lleno en el rol de la princesa Zoe en el caso de la campaña, para unificar Tandria a lo largo de doce largas misiones. Como hemos dicho anteriormente, la victoria no la tendremos solo al ganar sino al conseguir puntos a través de los diferentes avances que el juego pone a nuestra disposición.

El punto de perfección al que llega el juego es tal que la colocación de una edificación nos permitirá llegar a una serie de objetivos más fácilmente y de la misma forma, actuará en nuestra contra si se encuentra fuera de los límites necesarios para actuar sobre alguna cuestión.

Otro de los puntos a favor es la cadena de producción que sigue un material hasta convertirse en el objeto final. La incidencia que esto tiene en el juego y el trabajo que conlleva será un punto que el jugador tendrá muy en cuenta.

Que nuestras grandes decisiones de inicio tendrán incidencia a lo largo del juego ha quedado claro pero también debemos echar un ojo a las decisiones más "micro" como la tala indiscriminada de un bosque que puede dejar a nuestro pueblo sin carne por la marcha de los animales o la instalación de ciertos edificios en lugares donde la construcción es muy limitada y que no producirán el efecto que esperábamos. La estrategia y el pensamiento constructivo son dos de las cualidades que más importarán en un jugador de Settlers VII ya que el orden y la gestión previa evitarán próximos quebraderos de cabeza que, sobre todo, en el modo online pueden no tener solución.

Siempre conectados

Con este apartado no nos referimos al modo multijugador y el trabajo que se ha hecho con él sino al DRM. Como es conocido, en los últimos títulos de este sello se ha implantado este sistema antipiratería del que ya se nos avisa en la carátula del juego. Es necesaria la conexión con internet para arrancar y jugar el juego ya que, de lo contrario, la falta de conexión con la red evitará que podamos seguir con el juego.

El debate de la necesidad de red para jugar sigue sin gustar a algunos usuarios que ya han trasladado sus quejas a los diferentes foros y páginas de internet.

De todas formas, Settlers VII llega para quedarse y continuar una saga con mucho renombre. Ahora, solo depende del jugador la elección de un poderoso ejército o la posibilidad de elegir otra poderosa arma, la del estudio.