Análisis de The Raven - Legacy of a Master Thief (PC)
Hoy en día escuchamos una y otra vez la necesidad de innovar, aunque a veces, es quizás más importante volver a hacer lo que ya no se hace. Las aventuras gráficas han vuelto a vivir una segunda época dorada durante estos últimos años, y ahora tenemos ante nosotros una casi prototípica, en la que varios clichés se dan la mano y se combinan con el sentido del humor para crear un juego con bastante personalidad que sabrá atraer a su público.
The Raven: Legacy of a Master Thief se divide en tres capítulos, y el que nos ocupa hoy es el primero, llamado The Eye of the Sphinx.
Nordic Games –poseedores ahora de la saga Darkstalkers– junto el estudio alemán KING Art –conocidos por The Book of the Unwritten Tales– son los responsables de este juego, que quiere seguir ofreciendo aventuras gráficas de calidad en PlayStation 3, Xbox 360 y PC.
La historia
Lejos de encarnar a un superdetective, o al típico héroe de turno, controlamos a Constable Zellner, un policía suizo aficionado a la novela negra, a los relatos policíacos de misterio, que en los años 60 y al borde de la jubilación, descubre que se va a ver envuelto por casualidad en uno de estos casos. En concreto, un ladrón conocido como "The Raven", –El Cuervo en castellano–, y que la policía daba por muerto, vuelve a atacar, robando una valiosísima joya llamada "El Ojo de la Esfinge".
El detective Legrand, responsable del caso, cree que el ladrón no murió, sino que se equivocaron de hombre, mientras que nuestro protagonista piensa que se trata de un nuevo ladrón que imita la identidad y el modus operandi de aquél, algo que desde el primer momento establecerá una tensa relación entre ambos. Aun así, Constable tiene otros casos de menor importancia de los que ocuparse, como un bolso desaparecido en el tren en el que comenzamos la aventura.
Un constante homenaje
Se sientan así las bases de esta historia que, como decimos, está repleta de guiños, homenajes tanto al género de la novela negra como a las aventuras gráficas que ya se inspiraron en ella. Comenzamos, como no podía ser de otra manera, en el Orient Express, tren que debe mucha de su popularidad actual a la novela de Agatha Christie Asesinato en el Orient Express. Ésta será una de las múltiples localizaciones que recorreremos, pero que, a diferencia de lo que cabe esperar de este tipo de historias, no presentará detectives con sobreros que le cubren los ojos, callejones oscuros y noches de lluvia.
Aunque no faltarán los personajes sospechosos, los que saben más de lo que hablan, y los que nos confundirán en lugar de ayudarnos, de The Raven: Legacy of a Master Thief sorprende que, aun con el tipo de relato que propone, nos brinda un aspecto visual brillante, y no sólo en lo técnico, sino en la paleta de colores que utiliza, con muchos colores cálidos y brillantes, que harán destacar cada una de las localizaciones que visitemos.
Múltiples posibilidades
The Raven: Legacy of a Master Thief cuenta también con algunos aspectos heredados de otros géneros, que buscan añadir un pequeño elemento competitivo al género de las aventuras gráficas. Uno de ellos es un sistema de puntuación, con el que se nos recompensará la manera en la que jugamos. Así, si completamos los puzles a la primera, hacemos los puzles secundarios y evitamos utilizar pistas, podremos conseguir más puntos al final del episodio.
Esto diferenciará a los jugadores más expertos de los que tienen menos experiencia en el género, para quienes ofrece, como comentamos, un sistema de puzles que nos ayudará a progresar en las partes en las que nos veamos un poco atascados. Es cierto que en general los puzles son bastante lógicos –es decir, se suelen resolver como "en la vida real", entre comillas–, aunque hay veces que necesitamos activar un determinado evento argumentar para poder progresar, lo que nos puede dejar deambulando en más de una ocasión.
Aspectos audiovisuales
Realmente, no podemos negar que el primer contacto con The Raven: Legacy of a Master Thief nos sorprendió, ya que presenta un apartado visual realmente sólido, en el que los escenarios renderizados en tiempo real ofrecen un detalle tan alto que se difuminan con los prerrenderizados. Sin duda, y aunque son todos cámaras fijas, es digno de alabar en trabajo realizado en este aspecto, tanto en lo que respecta a ubicaciones, iluminación, como a sus personajes.
Como suele ser casi una seña de identidad, por desgracia, en muchas de las aventuras gráficas, las animaciones –sobre todo la de los diálogos–, suelen quedar un poco relegadas a un segundo plano, y éste es también el caso de The Raven: Legacy of a Master Thief . Eso sí, las voces, en perfecto inglés (o alemán), cumplen con creces, aunque por desgracia el juego no llega ni siquiera subtitulado al castellano. Si ninguna de estas dos lenguas es vuestro fuerte, probablemente será bastante difícil progresar con éxito en esta aventura.
Conclusiones
Como juego episódico, podemos decir que The Raven: Legacy of a Master Thief es bastante prometedor. Sabemos que cuenta con el problema insalvable para muchos del idioma, pero es cierto que su primer capítulo se presenta como una opción atractiva para los amantes del género, y a los que quieran disfrutar con un acercamiento diferente a las historias inspiradas en las novelas de Agatha Christie. No es demasiado complejo, pero sí es estricto a la hora de progresar, y algunos errores puntuales pueden estropear un poco la diversión. De un modo u otro The Eye of the Sphinx guarda entre cinco y seis horas de juego muy disfrutables, así que si os interesa la propuesta, y confiáis en el buen hacer de KING Art con los dos próximos episodios –que se lanzarán dentro de uno y dos meses, respectivamente–, desde luego que se merece vuestra atención.