Genialidad de bit a bit
A finales de los 80, con el "crack" de los ordenadores personales y el cambio a los 16 bits muchas compañías como Ultimate cayeron en decadencia. De las cenizas de éstas, salieron otras, siendo una de las más destacadas Microprose. Sid Meier (creador de Pirates!) era simplemente uno de los diseñadores de esa compañía, que reunía talentos como Bruce Shelley (creador de Age of Empires). Esa compañía lanzó bastantes juegos para el famoso duo Amiga – PC, teniendo algunos clásicos como F-15 o Civilization. De esa época viene la precuela del juego que analizamos, que no es otra que el Pirates! original. Por aquellos tiempos ya era muy difícil dilucidar el género del juego de Meier: Mezclaba estrategia, acción y aventura. Quizás mejor que esclarecer el género, era buscar la temática, la cual era simple y llanamente la piratería del siglo XVII. Aunque en la actualidad pueda estar totalmente desfasado técnicamente, la adicción y sobre todo la libertad de juego que tenía, dicen mucho del talento que había tanto por parte de Meier como por el resto de Microprose.
Su influencia se deja ver en bastantes títulos como Sea Dogs o incluso Monkey Island (las batallas de insultos son una versión dialéctica de los combates del juego de Meier). Meier abandonó Microprose a finales de los 90, creando la compañía Firaxis. Bajo su manto desarrolló varios títulos fuera de las franquicias de gran calidad, hasta que gracias a la colaboración con Atari puedo volver a realizar secuelas de sus sagas clásicas como Civilization. De esta colaboración surge Sid Meier Pirates!, actualización tridimensional para compatibles y Xbox de la antigua franquicia. Mientras que la versión para Xbox saldrá el año que viene, por el momento podemos disfrutar del juego en compatibles, donde sale en las fechas navideñas.
Simulador de piratería
"Simulador" quizás sea ése el mejor término para la amalgama de géneros que ofrece Sid Meier Pirates! El juego te pone en la piel de un aprendiz de pirata cuyos padres son asesinados por el malvado capitán español Montalbán (la leyenda negra sigue viva en los videojuegos…). Esto añade un matiz que no tenía la anterior entrega, y es una historia propia aparte de las posibilidades de expansión de personajes. Uno puede optar tanto por seguir la línea principal, como por la promoción de tu tripulación por todos los mares del Caribe. Nada más empezar puedes elegir el nivel de dificultad, la habilidad del personaje y una vez superado los modos principales, la época histórica. Posteriormente debes elegir la monarquía a la cual quiere servir: España, Holanda, Inglaterra y Francia. Esta elección se puede tornar, ya que sólo realizando misiones para estas naciones acabarás identificándote con éstas, y por lo tanto, serás un enemigo cuando se desate la guerra entre ellas. La elección simplemente sirve para elegir un lugar en el que empezar: Así aquellos que quieran seguir el oficio de los mares por España empezarán en Cartagena de Indias, mientras que si eliges a Inglaterra comenzarás en el Caribe.
El juego está compuesto por un mapa que representa la zona del Caribe y el Golfo de México, en él se ven los distintos puertos, y en ellos los distintos barcos. Tú controlas un barco, y debes de conseguir misiones en las distintas ciudades, aparte de hundir para tu propio prestigio y fama los distintos galeones. Las ciudades están representadas por distintos menús al estilo de una aventura gráfica en los cuales puedes acceder al palacio del gobernador, puerto, mercader y taberna. El primero te asigna misiones específicas, como recuperar el control de un puerto o escoltar a inmigrantes hacia otra población. Aparte, si lo haces bien puede darte la mano de su hija en un concurrido baile.
Esta prueba es un clon divertidísimo del Beatmanía, y tiene como objetivo obtener el amor de la susodicha, el cual puede servir en un futuro para obtener información privilegiada. El segundo elemento de la ciudad te permite vender o arreglar tus busques, los cuales se van deteriorando con el tiempo. Además, es posible añadirle mejoras como nuevos cañones o velas más rápidas. El tercero es simplemente una especie de comercio marítimo, que conociendo las rutas te permite obtener grandes cantidades de dinero y sobre todo comprar comida para mantener a la tripulación. El cuarto y último elemento, es la clásica taberna pirata totalmente sacada de los juegos de Ron Gilbert (Creador de Monkey Island). Allí puedes reclutar a tu tripulación, y obtener información sobre el malvado capitán Montalbán.
Esto por lo que respecta a las ciudades, luego está el sistema de combate naval, que es la parte de acción en el juego. Aunque te mueves en tiempo real por el mundo, los combates te llevan a una pantalla aparte donde tu barco y el del enemigo se enfrentan en un duelo a muerte. A la vez que mueves el barco, debes esquivar los disparos del enemigo, y sobre todo intentar abordarlo. Una vez abordado el barco, te enfrentarás en un duelo a espada con el intrépido capitán que osó retarte. Los duelos de espada son Arcade puro, y debes combinar cintas, requiebres y demás movimientos para salir airoso. Una vez abordada la tripulación, podrás quedarte con el barco, botín y (de vez en cuando) algún técnico específico como un cocinero o un médico. Todo este sistema está afrontado desde la máxima sencillez, y a diferencia de juegos como Sea Dogs, cualquiera puede estar imitando a Sir Francis Drake al poco de empezar.
Diseño no-lineal
La historia de venganza contra Montalbán se va obteniendo mediante las pistas tanto de las tabernas como de las astutas hijas de los gobernadores. Diríamos que este el modo "historia" del juego, ya que va siguiendo una ruta predefinida. Pero Pirates! es mucho más que eso: El jugador tiene total libertad para ofrecer su saber a las potencias coloniales, a los jesuitas, piratas e incluso indígenas. Así, y en la tradición del juego original, cualquiera puede pasarse horas, días y semanas subiendo el nivel de su personaje a lo largo del Caribe. Para no perderse, tendremos un mapa de la zona a nuestra disposición y con él veremos los puertos más importantes del Caribe. Aparte, cada cierto tiempo tendremos la posibilidad de obtener mapas con tesoros escondidos o artefactos indígenas de mucho tiempo atrás. Pirates! es en definitiva un juego absolutamente inacabable, que por su continua rutina de auto-creación de flotas y rutas comerciales puede permitir horas y horas de diversión. Esto es, siempre habrá un barco que asaltar y algún puerto o tesoro que descubrir.
Apartado visual
Ante la avalancha de motores gráficos de última generación, el apartado del juego puede resultar un tanto obsoleto, ya que mezcla fondos prerenderizados con partes tridimensionales un poco discretas. El efecto del agua en tarjetas con efectos de sombreado es muy bueno, y las texturas son de calidad, pero no es un nuevo "referente" a la hora de probar tu nueva tarjeta gráfica. Lo salva en gran parte el divertido y juguetón diseño de producción, que da a todo un aspecto caricaturesco y sobre todo desenfadado, con los típicos gestos exagerados de los piratas. De hecho, está muy bien el trabajo de diferenciación entre las distintas colonias, siendo las casas de los españoles de tipo andaluz. Posiblemente es el apartado más mejorable del juego, pero no por su falta de calidad, sino por el impresionante trabajo de Firaxis en los demás.
Apartado sonoro
Firaxis no suele defraudar en este apartado, y Pirates! es una maravillosa colección de melodías bucaneras. Aunque quizás les falte el "Alma" de las composiciones de Michael Land para Monkey Island, es un trabajo prodigioso y un buen uso de la música interactiva. Así, los temas de las ciudades adaptan marchas militares como la de los granaderos británicos en caso de Inglaterra o tienen pequeñas tocatas de guitarra flamenca en el caso Español. Estos temas musicales, varían en el caso de que visitemos la taberna o al gobernador, dando mayor variedad musical, aunque con una transición un tanto brusca si lo comparamos con otros juegos. Los efectos de sonido son jerigonzas de los personajes al estilo de Banjo-Kazooie (increíble la influencia de este juego, por cierto). Aunque no dan el toque sonoro para este juego, sin duda divertirán al jugador con las expresiones más variopintas.
Adicción a toda vela
Nos resulta terriblemente difícil ejercer un juicio de valor sobre la capacidad de adicción al juego. Baste decir, que hemos llegado a jugar más de diez horas seguidas y que en casos puede llegar a dos días delante del teclado. ¿La Razón? La conseguida mezcla de géneros y sobre todo la libertad de acción. A diferencia de otros títulos que no aciertan a mezclar los géneros, o que son demasiado exigentes con el jugador, Pirates! se convierte en una especie de alquimismo jugable en el cual todos los géneros se integran a la perfección. Aunque tiene menos mérito al usar la raíz jugable del primer Pirates!, su actualización es también destacable por haber sabido no alterar la formula original y añadir elementos nuevos como el cortejo y la optimización de los duelos de sables. Fuera de esta mezcla de géneros, imprescindible en lo que es el devenir del juego, conviene reseñar la grandeza de los juegos con un diseño que no "ata" al jugado a un camino prefijado. Si Meier hubiera querido, podría haber resuelto el juego en una sucesión de duelos con Montalbán, y haber lanzado el juego un año antes. Pero no, ha sabido ver que el jugador debe tener libertad de elección y afrontar los retos según quiera. Esto es la clave, junto a la mezcla de géneros antes mencionada, que hace a Pirates! uno de los juegos más divertidos del año en PC.
Conclusión
Sid Meier Pirates! es una oportunísima actualización de un clásico, llevada a las tres dimensiones y sobre todo un canto a la jugabilidad de otros tiempos. Resulta curioso que un juego con tal perfección en todo su diseño y desarrollo no esté siendo recibido con gran expectación por parte de los aficionados a los juegos de ordenador. Es simple y llanamente uno de los juegos más perfectos del año en PC, y una de las mejores compras que podréis realizar sin tener un ordenador de última generación. Tal perfección jugable tiene un talón de Aquiles, y es sin duda la falta de novedades en el diseño y quizás la injustificable ausencia de un modo multijugador (aunque quizás eso obligaría la estructura de juego masivo online por el propio diseño de juego). En definitiva, una obra cercana a la perfección, pero demasiado deudora del juego original.