Análisis de RunGunJumpGun (PC, Android, iPhone)
Muchas veces sencillo equivale a mejor. RunGunJumpGun es un juego de plataformas y habilidad muy en la línea del frenesí que proporcionan VVVVVV, N++ o Super Meat Boy, aunque su jugabilidad no sea exactamente del mismo tipo. A nosotros nos ha recordado un poco a un Flappy Bird versión hardcore o a Jetpack Joyride: adictivo, difícil y muy cañero.
RunGunJumpGun nos presenta a un personaje cuya única misión es recoger "atomikas", un valioso recurso que en este caso se convierte en el coleccionable a cosechar en cada nivel.
La historia tampoco profundiza mucho más, habla de un sistema solar con una estrella moribunda que engulle planetas, y entre fases se muestra una pantalla donde hablarán personajes con algunos comentarios relacionados con el argumento o simplemente de humor –está traducido al español-.
La mecánica se resume muy fácilmente: el personaje dispone de un gran cañón que al ser apuntado hacia abajo dispara; el retroceso hace que pueda flotar, por tanto manteniendo la ráfaga o soltando el botón durante un instante se ajusta la altura del vuelo. Lo comparamos antes con el célebre juego para móviles del pájaro en el sentido de realizar constantes correcciones para no golpear alguna trampa –pinchos, discos de sierra, chorros de fuego…- y esquivar disparos de torretas.
El ritmo es muy acelerado porque la pantalla está en constante desplazamiento. En ese sentido se aleja de los plataformas tradicionales y se acerca a los infinite runner en 2D, ese subgénero donde el protagonista progresa automáticamente y la principal tarea del usuario es saltar obstáculos. En este caso RunGunJumpGun no es precisamente infinito, ya que las fases son más bien cortas y rejugables. Cada nivel se puede terminar aproximadamente en un minuto –o menos-, que en la práctica supone mucho más debido a los reintentos. Dispone de un botón de muerte inmediata para repetir una jugada si creemos que lo hemos hecho mal.
El control hace uso de un segundo botón, el disparo horizontal. Hay bloqueos rompibles, y muchas de las trampas se pueden eliminar con unos cuantos disparos –o son susceptibles de ser movidas-. La cuestión es que para el tiro frontal el héroe deja de apuntar hacia abajo, por tanto hay que equilibrar el uso del arma cuando nuestro objetivo está situado en una parte alta. Fácil de aprender pero terriblemente complicado de dominar, siempre encontrarás un pico de dificultad que dejará claro que todavía tienes mucho que mejorar.
RunGunJumpGun, cuyo nombre resume bien lo que vamos a hacer en todo el juego –correr, disparar, saltar, disparar- presenta una coreografía de balas y trampas móviles ajustada al milímetro, con precisión casi matemática. Es principalmente un juego de reflejos, de eso no cabe duda, pero también consiste en memorizar en cada fase el tacto necesario para pulir nuestra partida. Muy similar a los mencionados Super Meat Boy y N++, repetirás los escenarios más complejos diez, veinte o cincuenta veces hasta dar con la solución o lanzar el mando por la ventana, dependiendo de tu paciencia.
No hay un segundo de respiro, aunque por suerte hay un par de ayudas que suavizan la dificultad. Por un lado tenemos los puntos de control en las fases más largas, o donde hay un gran número de trampas duras; al menos te evitarán volver al inicio, lo que a veces se hace desesperante. Por otra parte, podrás saltar las fases que se te atragantan, es decir, que si realmente te rindes en uno de los niveles puedes elegir otro e intentarlo más tarde, cuando tengas la sincronización mejor asimilada. Se evita así que dejes el juego al mínimo escollo.
Los juegos infinite runner o endless runner tienen mala prensa fuera del mercado móvil, pero se debe principalmente a que son demasiado asequibles y se basan simplemente en probar la resistencia del jugador para ver hasta dónde llegan sin cometer errores. En el caso de RunGunJumpGun los niveles son más bien cortos, así que es más cómodo repetir un mismo escenario decenas de veces.
Sin embargo ya advertimos que no se puede cantar victoria sólo por llegar con vida al final del recorrido, también debes obtener el mayor número de "atomikas" por fase para desbloquear nuevos planetas con nuevos ambientes y tipos de retos, muy necesario porque los dispositivos del primer mundo son bastante clásicos. Respecto al coleccionable, a veces están colocados en lugares rebuscados, luego es un extra de dificultad, pero también nos dan pistas del recorrido más seguro a seguir, algo que se puede interpretar como una pista. En total más de 120 endiablados niveles que te harán acordarte de la familia de los desarrolladores.
RunGunJumpGun está acompañado de una potente banda sonora que multiplica las pulsaciones. Quizás no llame tanto la atención fuera del juego, donde podrían colar por melodías electrónicas un poco genéricas, pero en plena acción sube la temperatura y se ajusta perfectamente a la temática.
Los gráficos, como se puede comprobar en las imágenes, se inspiran en un estilo retro muy colorido y con multitud de elementos animados en pantalla –gana en movimiento-. Si bien no es nuestro estilo preferido y es el enésimo juego inspirado en las texturas y patrones de 8 bits, hay que reconocer que con tantos proyectiles y explosiones se agradece que la paleta de colores sea reducida para ver de un rápido vistazo dónde están los peligros.
Conclusiones
Divertido y frenético, RunGunJumpGun enganchará a todos los aficionados a este tipo de plataformas con ese pequeño ingrediente de frustración arcade que nos hace pasar del amor al odio en cuestión de segundos. Si entras en esta categoría, es altamente recomendable.
No es el juego más original del mundo, la curva de dificultad podría ser más cómoda y los gráficos más vistosos aprovechando estilos igualmente minimalistas. Pero difícilmente se puede hacer un título tan entretenido con apenas dos botones.
Hemos realizado estas impresiones en su versión de PC con un código de descarga que nos ha proporcionado ThirtyThree.