Análisis de Red Game Without a Great Name (PC, Switch, PSVITA)
Red Game Without a Great Name es un curioso juego de scroll lateral que lleva bastantes meses en la App Store de Apple pero que sus creadores, el equipo polaco iFun4All, han decidido acercar también a nuestros PC y PlayStation Vita.
Todo lo que rodea a este juego está planteado manteniendo siempre como norma principal la sencillez, empezando por su argumento: eres un pájaro mecánico que debes entregar mensajes secretos de jaula en jaula, por lo que cruzar cada parte de la ciudad se convertirá en un camino lleno de peligros sobre todo debido a tu fragilidad, por suerte tienes la capacidad de teletransportarte a cualquier sitio dentro de tu rango de visión.
Esta capacidad de transportarte en el espacio será la mecánica con la que vais a jugar los 60 niveles de los que está compuesto el juego. En cada nivel nuestro pájaro se desplazará hacia delante sin parar al igual que el scroll de la pantalla, y quedarte fuera del área visible o chocar contra cualquier objeto punzante o electrificado significará tu muerte directa y reinicio del nivel desde cero.
Para evitar esto tenemos la capacidad de arrastrar con nuestro ratón al ave mecánica indicando cuál será el punto de aparición tras el teletransporte, y podremos hacerlo todas las veces que sea necesario sin ningún tipo de restricción hasta que lleguemos a la jaula que dará por finalizado el nivel.
Una vez hayáis avanzado por unos primeros niveles de toma de contacto la tarea empezará a complicarse, y ya que tu única tarea es transportar al pájaro serán las distintas fases las que proporcionarán una progresión al juego. El alambre de espino empezará a estar presente en cada rincón, aparecerán tuberías con gas que cambiarán nuestra dirección de desplazamiento o trampas que nos aplastarán a su paso. Por otra parte podremos acceder a ítems que nos permitirán romper paredes concretas a nuestro paso, acelerar nuestra velocidad o retroceder en el tiempo por segundos.
Según se ponen las cosas difíciles los niveles se convierten en ejercicios de ensayo y error donde prácticamente tendréis que memorizar de manera sincronizada el recorrido y los saltos necesarios para completar la fase. Preparaos para una cantidad de muertes dignas de Super Meat Boy, llegar a cada final acabará convirtiéndose en un reto digno para los más jugadores más obstinados, una pena que el control no acompañe.
Manejar a nuestro pájaro con un ratón es una experiencia que sacará de sus casillas a más de uno, el juego está claramente pensado para pantallas táctiles, y en su paso a PC el control no responde de manera tan precisa como vuestra propia mano. Además no son pocas las ocasiones que teniendo ya memorizado el próximo salto intentes agarrar al pájaro recién aparecido de un salto y hay un pequeño retardo, hasta que nos deja volver a cogerlo, dejándonos con una pulsación en falso y a nuestro pájaro vendido hacia una muerte instantánea. Con el tiempo acabaréis asimilando el control pero no deja de ser un error que os generará momentos de frustración a lo largo de vuestra partida, ya que no hay nada peor que una muerte injusta.
Avisamos además que a día de hoy que el juego contiene un molesto bug que provoca que cada vez que volvemos de haber pausado la partida el desplazamiento de la cámara nos envía fuera del nivel provocando nuestra muerte. Esperemos que lo corrijan pronto.
La sencillez de mecánicas del juego viene acompañada de un diseño también simple, de nuestro pájaro y todo el nivel, con un estilo bastante heredado de Limbo, a base de formas oscuras con un toque steampunk que hacen un fuerte contraste con el fondo colorido, la mayor parte del tiempo rojo, dando así nombre al juego. Da una genial impresión a primera vista pero se repite bastante, le habría sentado genial un cambio general de escenario cada ciertos niveles para darle variedad, pero lo único que veremos cambiar será el color de fondo, y la única aportación distinta vendrá dada con los elementos que se vayan añadiendo según se desbloquean las mecánicas. Al menos las distintas melodías de corte jazz os acompañarán alegremente por vuestra travesía.
La progresión de los niveles está creada de manera impecable, desde lo más sencillo a lo exasperante, y para aportar algo de rejugabilidad cada nivel toma nota de cuantas veces habéis muerto en él y cuantos engranajes habéis recogido, hasta un total de tres. Muchos de los logros que trae el título están orientados a lograr la mayor cantidad de niveles perfectos posibles, pero nos ha resultado algo molesto la poca utilidad de esos tres engranajes a coger por nivel más allá del simple hecho de haberlos recogido. Habría sido interesante que por ejemplo no pudieras avanzar de cierto nivel con un mínimo acumulado o que aportaran niveles extra desbloqueables como bien sabe hacer la saga de Super Mario por ejemplo.
Conclusiones
Red Game Without a Great Name tiene una mecánica sencilla de movimiento que sabe compensarse con niveles cada vez más complejos, pero un control poco fino y cierta sensación de repetición acaba dejándolo como un título mediocre pero entretenido para un fin de semana. De todas maneras su precio, 4,99 €, está bastante en consonancia con los 60 niveles que aporta. Red Game necesita hacer mejor los deberes para ganarse ese ‘great name’ que reivindica.
Hemos analizado el juego con un código de descarga para Steam que nos ha proporcionado IFun4All.