Análisis de Race ON (PC)

Un nuevo invitado a las carreras se une este mes de febrero a los títulos que habíamos anunciado hace poco tiempo en el especial motor. En dicho reportaje vimos la gran presencia de juegos de motor en el mercado entre los que podíamos escoger la velocidad en circuito, urbana o incluso en playas y dunas del desierto. En este caso Race On nos trae un tipo de carreras del que no habíamos hablado en el especial. Se integra en el sector de los juegos oficiales, concretamente en el World Touring Car Championship y el STCC, Swedish Touring Car Championship. En resumidas cuentas, el juego gira en torno a los camponatos mundiales y suecos de turismos.

Esta edición del juego contempla las temporadas completas desde 2006 a 2008 de estas categorías con sus respectivos coches y circuitos. En este caso también se han incluido en el pack algunos Muscle Cars americanos – coches de alto rendimiento con grandes motores – que siempre dan un toque de animación a un juego de velocidad.

Seguidamente veremos la calidad gráfica y jugable de este título y los ámbitos geográficos en los que se mueve.

Tanto los menús, de estética racing, con un toque de fibra de carbono y cortes de voz de un piloto dentro del coche celebrando una victoria como la música amenizan las primeras elecciones que el jugador deberá realizar para iniciar la carrera.

En primer lugar deberemos seleccionar el evento en el que queremos participar. Existe el modo carrera individual, donde escogeremos pista y coche y saldremos a rodar sin más. Otro de los modos destacados es el campeonato, en este caso tendremos las opciones del Campeonato suizo de 2008 o los de turismos de 2008 y 2007 además de la opción de crear nuestro propio campeonato personalizado, para el que podremos seleccionar las pistas entre todas las existentes y las características principales de participación.

Por lo visto hasta el momento, el juego podría funcionar como uno más de los ya existentes con el añadido de cubrir un sector de mercado que aun no se ha tocado, el del mundial de turismos de forma oficial. Hasta aquí todo correcto, unos menús buenos con una disponibilidad amplia de coches y circuitos reales.

Empezando a correr

Desde el primer momento vemos que este juego será un título de transición ya que el motor gráfico queda obsoleto. Pese a esto la representación gráfica de los escenarios y – sobre todo – el modelado del coche sale con buena nota.

La salida de boxes y la presencia de otros bólidos rivales le dan un toque racing bien conseguido aunque le faltan muchos elementos para llegar a competir con el amplio abanico de juegos que existen sobre esta temática.

El punto a favor son claramente los coches. Por lo demás, Race On deja un regusto amargo al no llegar a despuntar en este apartado. Pese a que muchos elementos se encuentran en la pista algunos son de relleno y realmente no solo no tienen ninguna función sino que podemos atravesarlos sin más daños para nuestro vehículo.

El nivel de conducción ha bajado respeto a anteriores juegos. En este caso los novatos podrán jugar a un juego cuya curva de dificultad era muy pronunciada antes y era casi imposible de dominar para muchos. En este caso, se ha suavizado esta pero aún conserva algunos de los defectos de conducción que podíamos notar.

Pese a todo la física hace su trabajo al trasladar los movimientos del coche al jugador, que notará las maniobras y diferencias entre coches de diferentes estilos durante la carrera. La distribución de los pesos y los arreglos pre carrera toman importancia en estos puntos donde podremos notar las configuraciones personales con más peso.

Efectos

Puede que lo antiguo del motor gráfico se note más en este punto. Las salidas de pista y el humo de frenadas son siempre iguales. El punto de espectacularidad en choques y paseos por la arena que en otros juegos se convierten en un espectáculo flojean en Race On ya que el jugador espera una reacción del coche un poco más realista. En este caso saldremos de pista rectos y el choque contra las vallas no deformará mucho – o nada – la chapa de nuestro coche.

El fallo fatal lo escenifican los carteles de la pista, que como hemos dicho, podremos traspasar sin muchos más problemas. El apartado desperfectos se podría mejorar ampliamente con la deformación y pérdida de piezas, lo que daría un toque mucho más realista a un deporte que podríamos considerar de contacto ya que en las carreras se ven multitud de choques y en ocasiones los laterales de la pista asemejan más a un desguace que a un circuito.

Modelado de los coches

Junto a algunos puntos de la física, el modelado de los coches es el punto que destaca más de este juego. Los diferentes modelos – muy cuantiosos – se adecuan a la realidad y los patrocinadores y diferentes decoraciones aparecen en todo momento impecables. Efectivamente, la carrocería no sufre ningún rasguño y además los coches no solo no vuelcan sino que solo derrapan ante el choque a gran velocidad con otro vehículo. No sabemos si se debe a exigencias de los constructores o al propio juego y el cuello de botella que representa el motor gráfico.

Los Seat, Honda, Lada o BMW estarán contentos por el catálogo que este juego oficial les brinda. Cada escudería tiene a los pilotos y marcas perfectamente reconocibles, algunos incluso incluyen la foto de los titulares de cada volante.

La pre-configuración de carrera

Una de las sorpresas del juego se la lleva el jugador al ver la multitud de opciones de configuración y motor, además de la información del vehículo, que tiene durante la carrera.

Además de las banderas de distintos colores que generalmente controlan la carrera se nos da una lista detallado de los componentes de nuestro coche que se tendrían que cambiar. Desde elementos que cualquier persona puede conocer como el tubo de escape o el motor al sistema de carburante o el radiador. El juego también nos sorprende con una puesta a punto digna del mejor equipo de coches. Podremos tocar absolutamente todo, desde las suspensiones en baches, rebotes y amortiguadores hasta la altura del chasis en cada punto del coche. En el apartado general se especifican puntos como el diferencial, los frenos, el motor o el bloqueo de la dirección y la cantidad de carburante.

Además se incluyen todo tipo de gráficos de rendimiento de las marchas permitiéndonos determinar el punto de cambio y las revoluciones a las que tenemos que cambiar. Otros indicadores determinan la temperatura del aceite o del agua del motor.

Global

Claramente Race On no es un juego que adelantará o optará a luchar por los primeros puestos en la carrera con los otros productos del género. Empieza muy bien con una presentación a la altura y un modelado de los coches muy destacable. Las marcas pueden estar contentas y los jugadores verán en pilotos y máquinas el realismo del mundial de turismos.

La posibilidad de disponer de coches americanos también es un hecho que se agradece ya que el aumento de nuestro garaje es un componente que gusta. Los patrocinadores también tienen protagonismo durante toda la carrera ya que entre el coche y las vallas publicitarias se llena el cupo de marketing del juego.

Los circuitos son otro punto a favor. Además de los circuitos oficiales se ofrecen otros como los americanos o recortes y marcha invertida de los oficiales. A los circuitos de Valencia o Laguna Seca se les añaden un gran número de pistas donde disfrutar del gran número de coches del que disponemos.

El motor gráfico hace que, como hemos visto anteriormente, este sea un título que viene para ser la plataforma de otros futuros. El cuello de botella que representa el motor gráfico es un lastre demasiado pesado para un juego que con el modelado y las posibilidades infinitas de la parte mecánica sería otra cosa.

La conducción no está mal del todo aunque podría mejorar claramente algunos de los puntos. En ocasiones algunas curvas se hacen innegociables y no podremos optar a nada que no sea salir rectos en algunos finales de curva. El comportamiento del coche al chocar es bueno si ocurre en carrera ya que podremos quedar totalmente al contrario de la marcha o de lo contrario podremos sacar a nuestro rival de la pista. El choque contra muros también se tiene que mejorar.

Race On es un juego al que puede jugar cualquiera. Los hardcore preferirán otros tipos de título mucho más dados a la simulación y realismo. Divierte pero el gráfico le resta muchos enteros.