Análisis Pirates Outlaws, un divertido roguelite de cartas (PC, Switch, PS4, Xbox One)

¡Arrrr! Después de navegar un tiempo por el Acceso anticipado y lanzarse en iOS y Android, Pirates Outlaws de Fabled Game ha llegado al puerto seguro de PC. Esta curiosa mezcla entre estrategia, roguelike y juego de cartas, con cierta inspiración en Slay the Spire –solo que esta vez con temática pirata- nos propone explorar islas y aumentar la leyenda de nuestro capitán. No tendrás que controlar el timón ni afinar tu puntería con los cañones, sólo disponer de las cartas correctas. Un juego divertido y fácil de controlar con ratón –realizamos el gesto de arrastrar las cartas-, y aunque claramente está más diseñado con pantallas táctiles en mente, sea móvil o tableta, la versión de PC es un juego Premium que elimina las compras dentro del programa.

Baraja tu mazo

Pirates Outlaws incluye muchas características de los roguelike de mazmorras, que recordemos, es un subgénero -normalmente rol- que suele contar con mapas o elementos aleatorios y muerte que reinicia nuestro progreso –se mantiene algo de experiencia o dinero para facilitar la siguiente partida-, aunque hay bastantes variantes y multitud de producciones independientes han adaptado todos o algunos rasgos a otros géneros, por ejemplo shooters en primera persona. Y aquí, al igual que en muchos RPG, disponemos de varios personajes para elegir como capitán, cada uno con algún tipo de habilidad concreta. ¿Capitán Maldición con ventajas según el número de maldiciones en el mazo? ¿Capitán Desconocido y sus dos puntos de salud por cada munición utilizada? ¿El pistolero que recarga una bala con cada turno? Es el típico incentivo de rejugabilidad que funciona, puedes elegir el que más se adapte a tu estrategia.

El objetivo general es avanzar por un mapa con diversas bifurcaciones –islas con combates, tabernas, islas con tesoros, etc.- y llegar hasta el final, donde nos espera un jefe. Además, conseguiremos nuevas cartas, recompensas, monedas, reputación… Logres tu victoria o no, siempre hay esa sensación de no haber perdido tu precioso tiempo, porque la vuelta tendrá algún tipo de extra. Hay 500 cartas, más de 150 reliquias, más de 100 de bandidos –humanos, no muertos, espectros-, más de 50 jefes, 6 capítulos diferentes… Suficiente contenido para que no te quemes rápido.

En la mayoría de islas nos encontraremos a uno o varios enemigos dispuestos a acabar con nuestro viaje. Las cartas, que equivalen a algún tipo de acción ofensiva o defensiva, se barajan: un disparo, ataque físico, escudos… más todas las variantes posibles –dobles disparos, disparos penetrantes, tiros multiplicados…- a los que se suman algunos potenciadores de daño, o para debilitar a enemigos, de todo un poco. La mayoría tiene algún tipo de coste de munición: para disparar necesitamos el coste de balas de esa carta –balas que, normalmente, se recargan con otras cartas-. Hay que buscar un equilibrio entre atacar a los enemigos y prepararnos para la inminente oleada de movimientos del enemigo. En realidad se trata de un maratón, no un sprint: lo difícil es avanzar con suficiente salud como para afrontar con garantías las batallas que nos esperan más adelante, porque cada batalla individual es asequible.

Según el recorrido que tomamos, en algún momento llegaremos a eventos que añaden variedad al recorrido –entras en una cueva con diferentes rutas, avanzas por una jungla, apuestas con tus compañeros piratas, excavas un cofre, etc.- que pueden ofrecerte dinero, salud, cartas, reliquias… pero también cartas negativas, maldiciones o daño. De ti depende si arriesgar con estas pequeñas aventuras. Las tabernas y mercados que permiten, por ejemplo, comprar nuevas cartas con el dinero acumulado o pagar por recuperar puntos de vitalidad.

Suponiendo que logres derrotar al jefe, desbloquearás un nuevo capítulo, pero estos enemigos finales son más duros que los piratas normales y esconden ataques que te pillarán desprevenido la primera vez que te enfrentes a ellos, así que no será raro que debas volver a empezar. El nivel de dificultad en los primeros compases es asequible –hay muchos roguelike que te dejan claro nada más empezar que son imposibles de superar sin muchos reintentos- pero esto es engañoso; otra cosa es, claro, llegar muy lejos. No vamos a mentir, necesitarás paciencia si realmente quieres ser el rey de los mares.

Si bien hay estrategia, también es cierto que la dosis de aleatoriedad añade un picante que quizás no guste a quienes disfrutan de sus tácticas y tener todo bajo control. Hay efectos que por ejemplo sólo tienen un 50% de acierto y que tan pronto nos pueden salir bien como no. Son parte de las reglas, sí, pero a veces unas partidas nos parecerán más justas o fáciles que otras por simple azar. Ah, y además del modo principal –que nos llevará bastantes horas, especialmente si buscamos coleccionar todas las cartas y reliquias- tenemos la arena, aunque se necesita desbloquear con las monedas ganadas, con más desafíos de combates, campeones a los que derrotar…

Minimalismo gráfico

Si alguien tenía alguna duda de su origen en móviles, el estilo visual minimalista ya da una pista importante. No queda mal en el monitor de PC, todo sea dicho, con paletas de color agradables y animaciones suficientemente expresivas para que cada tipo de ataque tenga su reacción. Las interfaz –cartas, sobre todo- ocupan bastante espacio en la parte inferior, pero tratándose de lo más importante del juego, más que los personajes de la parte superior, tiene su lógica. La única pega que vemos es la repetición de escenarios y tema musical de batallas, que agotarán fácilmente si jugamos mucho tiempo en una misma temática.

Conclusiones

Si has disfrutado Slay the Spire, no hay razón para que no te guste Pirates Outlaws. Con sus propias características, muchas cartas para conseguir, abundantes personajes para ir cambiando cuando tu pirata favorito no te da buenos resultados, y una jugabilidad adictiva que es muy fácil de aprender, difícil de dominar. Incluso si eres reticente a las aventuras roguelite más clásicas –que abundan en el mercado, sobre todo con juegos inspirados en Zelda-, la divertida mecánica de las cartas y que las batallas no lleven un tiempo excesivo permiten que puedas intentar uno de sus niveles en 20 o 30 minutos, tras los cuales seguramente querrás repetir con una nueva baraja, otro héroe y, si la suerte te sonríe, mejores consecuencias en los eventos. Le falta el punto de sorpresa del juego de Mega Crit Games y pide disposición a repetir este viaje en múltiples ocasiones, pero no tardarás mucho en caer en sus redes.

Hemos realizado este análisis en PC con un código que nos ha proporcionado Plan of Attack.