Análisis de Order of War (PC)

Tal y como os adelantábamos hace una semana, la apuesta estratégica de Square Enix ambientada en la Segunda Guerra Mundial, ya está aquí. En su momento probamos la versión preview del título, que ya daba buenas vibraciones y esperanzas a los jugadores más fanáticos del género. Ahora, con la versión final entre las manos, os comentamos que tal ha sido el desembarco militar del gigante nipón en le desarrollo más occidental.

El Mundo en Guerra...

No hay nada que descubrir. Order of War presenta sus credenciales jugables en base al segundo gran conflicto bélico mundial. La ascensión del partido nazi al poder, trajo consigo unas consecuencias desagradables: la anexión de territorios cercanos a Alemania con excusas sobre la necesidad del espacio vital, la casi aniquilación y alojamiento del pueblo judío en campos de concentración y la destrucción de casi todo la Europa tal y como se había conocido hasta entonces. El revés de Rusia y su férrea resistencia en el frente Este, y el desembarco de los aliados, cambió el rumbo de la historia y libró el mundo de la tiranía (al menos, de momento).

Con una fuerte base histórica, Order of War cuenta con numerosa información adicional antes de cada misión en la campaña principal. Dicha información, contará de forma breve y concisa con los prolegomenos históricos de la situación. Videos de archivo servirán de introducción a lo que es el juego en sí mismo. Y es que la campaña principal de Order of War, cuenta con dos vertientes. Como os contamos en el anterior avance, cada campaña obedecerá a una serie de objetivos relacionados con el contingente que controlaremos. En el bando de los aliados, tomaremos el control del ejército de los estadounidenses durante la toma de la Francia ocupada por los nazis. Empezaremos en las playas de Normandía, tomando cada una de las playas francesas y conquistando cada uno de los pueblos y ciudades francesas hasta llegar a la liberación París y la posterior toma y caída de Berlín tras una furiosa campaña de bombardeos y destrucción casi total. Si por el contrario queremos coger los mandos del furioso ejército del Eje, nuestra primordial orden será la defenderse de los envites de la maquinaria bélica rusa en el frente Este, y la de la toma y control de las posiciones de defensa en la Francia anexionada.

Ambas campañas están claramente diferenciadas, aunque tomarán prestadas fases y niveles comunes. Teniendo en cuenta que el sistema de juego es idéntico para ambos ejércitos y campañas, el juego es bastante diferente a la hora de plantear objetivos y misiones. El principal objetivo será, como casi siempre, la práctica aniquilación de las tropas enemigas por nuestra parte. Luego se tendrá a su vez, una serie de misiones y objetivos secundarios que nos ayudarán a completar la misión principal, y que pueden otorgarnos puntos extras por tomar determinadas zonas o conseguir algún objetivo en concreto. Dichas bonificaciones se traducen en forma de recursos extra, que podemos utilizar para pedir algunas unidades extra.

El juego basa su principal esquema jugable en la toma de puntos de control, que se verán esenciales a lo largo del desarrollo de la campaña. Si bien nuestras pifias o fallos en los niveles que juguemos no se verán castigados o penalizados en posteriores (es decir, si metemos la pata no se nos regañará o castigará por ello en el siguiente nivel), si debemos estar atentos al desarrollo de la partida, pues tendremos que ir pidiendo refuerzos para estar pendientes a la cantidad de recursos que podemos y debemos pedir para ganar la partida.

Todo ello confiere un desarrollo muy dinámico al juego, y lo emplaza en un contexto casi de "guerra total", dejando de un lado el desarrollo más pausado de otros juegos estratégicos en tiempo real. También hay que destacar, uno de los interesantes puntos de mejora. Cuando terminemos una misión, según lo hayamos hecho mejor o peor, recibiremos una serie de puntos que emplearemos en la mejora de nuestros soldados, tanques o artillería. Cada "división" contará con una serie de niveles o grados que irán subiendo según invirtamos puntos en ellos. Dichos aspectos pueden ir desde mayor distancia en nuestros disparos a una mayor candencia de fuego o fuerza. Si bien no es estrictamente necesario estar pendiente a ellos, si será interesante ver en que gastamos nuestros puntos.

Por otra parte, el escenario, se verá como una pieza primordial en la conquista. Ya os adelantábamos en el avance anterior de la importancia de la orografía del terreno. Cada misión contará con un escenario propio, y en función a él, debemos plantear nuestra estrategia. Montañas, bosques, ríos, colinas...Casi cualquier elemento escenográfico es destructible o conquistable. Y es de vital importancia en el desarrollo de algunos niveles. Podemos tomar colinas con nuestras tropas, lo que es esencial para controlar con mayor facilidad las posiciones que tengamos por debajo, así como una buena táctica si queremos intimidar al enemigo. También podemos atrincherar a nuestras topas en puntos determinados del escenario para así forzar a la IA enemiga a una guerra de posiciones o desgaste hasta que podamos vislumbrar una salida lógica a la batalla. Otro buen punto a su favor, es lo interesante de cubrir a nuestras tropas en poblados y granjas, que servirán de escondite y fortificación contra enemigos mejor y más armados que nosotros, mientras por ejemplo, pedimos refuerzos...

Pero no todo es perfecto. Hay elementos que no pueden ser usados por nuestras tropas, como setos, pequeños muros, que serán simple elementos decorativos. Es bastante frustrante discernir cuales pueden usarse y cuales no, pero muchas veces seremos capaces de dejar vendidas a nuestras tropas en un momento de indecisión por culpa de tremendo fallo. Pero es que, en cierta manera, Order of War está centrado en combate con unidades motorizadas. La infantería es importante, sí, pero simplemente es un complemento a enormes ejércitos metálicos de ruedas de oruga y cañones. Ya os hemos dicho la cantidad de vehículo motorizados que tendremos a nuestra disposición. Jeeps, camiones, tanques y semi-blindados, así como los comentados refuerzos aéreos, que vendrán a salvarnos las castañas en más de una ocasión.

La inteligencia artificial es bastante potable e interesante. Reaccionará según nuestras acciones, y en los niveles de dificultad más altos costarán realmente sudor y lágrimas. No por imprevisible, pero si por insistente y adaptable, así como por resistente. Aún así, es bastante interesante como se adapta a nuestras acciones o tropas en algunos niveles. Pero como todo, nada como jugar contra más gente online.

Order of War tiene un modo de juego online, que se basa en escaramuzas básicas contra un máximo de cuatro jugadores en escenarios bastante limitados. Es un juego en el que el más rápido e inteligente (es decir, el que se arme y prepare en menos tiempo), gana. Hasta ahora, no es nada del otro mundo, pues lo que hemos dicho podría servir para casi cualquier juego de estrategia con modo online. También cuenta con un modo escaramuza, donde podremos elegir un nivel y bando, y ponernos a jugar.

Uniforme de gala, uniforme de combate

Es difícil destacar técnicamente en el campo de los juegos estratégicos. Muchas veces, se prefiere un motor gráfico poco detallado pero resultón y consistente, ideado principalmente para evitar problemas técnicos poco agradables o premiar así la velocidad del juego. Order of War cuenta por el contrario, con un motor gráfico muy potente plagado de detalles y efectos gráficos muy interesantes. Las unidades están realmente bien, recreadas con detalles y texturas muy interesantes. Los blindados lucirán con luz propia, y los aviones reflejarán las fuentes de luces dinámicas del entorno. Los escenarios son grandes y detallados, llenos de bosques, construcciones o elementos que podrán ser destructibles y modificables según avanza la contienda. Iremos desde yermos más o menos solitarios, a enormes campiñas francesas llenas de poblados y pequeñas edificaciones o playas escarpadas en los primeros compases del juego.

La banda sonora no es que destaque especialmente, pero si mantiene ciertas melodías más o menos interesantes, y hacen que la partida y el desplazamiento por los menús y opciones sea más ameno de lo habitual. A nivel técnico, las explosiones, movimientos o sonidos ambientes, estarán a la orden del día, haciendo que el apartado sonoro no queda a la espalda del gráfico, y así se acabe dotando al juego de un aspecto más acorde y coherente.

Order of War en su demo y versión preview era un título algo exigente en requisitos técnicos, pero fácilmente escalable si se disponía de un buen PC. En su versión final, tal y como llegará a las tiendas, la cosa ha mejorado bastante. Ahora se puede configurar con mejor atino. Se puede configurar y tocar más parámetros que en las versiones anteriores, pudiendo desactivar o activar cosas como sombras dinámicas, filtros anti-alias o texturas para modelados y agua.

Conclusiones

Sin rodeos: estamos ante un juego muy interesante, gráficamente muy resultón y con ciertos detalles a tener en cuenta. Pero seamos francos: Order of War no nos ofrece nada nuevo, y sus bases jugables, son exactamente las mismas que ya hemos vistos en juegos anteriores, como World in Conflict de Massive. Si a eso le sumamos un apartado técnico algo exigente, es cierto que no gozará con el apoyo de todos. Aún así, hay que agradecer el paso hacia adelante de Square Enix en su plan de negocios, ofreciéndonos un título, que si bien no es nada innovador o diferente a lo ya planteado, si es una buena opción a los fanáticos de la estrategia y en especial, a los aficionados a la historia bélica de la Segunda Guerra Mundial.