Análisis de NORTH (PC, Switch, Xbox One, PSVITA, PS4)

El mundo de los videojuegos ha madurado notablemente en los últimos años, tanto en clave de industria y como en el sentido de comunidad -aunque aquí siempre hay excepciones-. Si antes el videojuego era considerado por definición como un medio meramente destinado al ocio y artísticamente menor, con la llegada de las nuevas herramientas de autopublicación y las plataformas digitales, se han comenzado a ver diseños más rompedores, que tienen más de obra interactiva que de verdadero juego, si bien el componente lúdico acaba siendo indivisible parte de la experiencia. Este tipo de juegos abogan por arrojar y colocar al usuario en un nuevo epicentro, que lo coloca en el marco de un nuevo tipo de debate, del mismo modo que un completo ensayo literario sobre un tema en concreto, un documental o una película.

Hace unos meses, asistimos al lanzamiento de That dragon, cancer un título que nos invitaba a sentir en nuestras propias carnes la dura y traumática experiencia de perder a un hijo por culpa de la enfermedad y ahora, entre tantos otros, encontramos a NORTH, un videojuego que nos presenta la dura vida de lo que sería un refugiado en busca de asilo en un entorno extraño y desconocido. Con respecto a este tipo de juegos existen también voces críticas, que aluden al sentimentalismo más ramplón como excusa para ocultar la falta de talento en programación o diseño, algo que tampoco va demasiado desencaminado.

Forastero en tierra extraña

NORTH, desarrollado por Outlands, es un juego que nos invitará a encarnar a un refugiado que busca asilo en un entorno extraño, rodeado de criaturas todavía más raras y de las que tendremos que asimilar su cultura y costumbres. El título arranca de una forma enigmática, produciéndonos una total sensación de incertidumbre en sus primeros compases, más y cuando habrá momentos en los que nos sentiremos completamente desvalidos al no comprender ni el idioma ni las acciones de estos seres.

Sus creadores pretenden así establecer un muro ideológico, cultural y religioso, intentando imitar en el mundo virtual del juego lo que sería una situación de exclusión social. Y por momentos, lo consigue. Dada su estructura de juego de aventura gráfica en primera persona, NORTH nos permitirá deambular por las calles de una enorme ciudad futurista, oscura y fría, que no nos tardará en recordar a las vistas en películas como Dark City, Blade Runner o El Quinto Elemento, pero de una forma más retorcida, sin apenas atisbos de humanidad en ellas.

Una vez comprendemos el concepto del juego, será fácil avanzar, ya que los puzles y rompecabezas están por norma general muy bien diseñados, e integrados de manera en la que un estímulo visual, un detalle o una puerta aparece en la forma y en el momento oportuno tras realizar la acción pertinente. Una de las primeras cosas que haremos en NORTH -después de enviar una carta a nuestra hermana-, será la de entrar en nuestra casa, un piso patera lleno de criaturas de comportamiento errático, colchones raídos, muebles destrozados y goteras. Podemos deambular libremente, coger fotografías, mirar por las ventanas o intentar entablar conversación con uno de estos seres. No servirá de mucho, ya que la barrera invisible que nos separa, es enorme.

El título también juega con la psicodelia para desconcertar aún más todavía al jugador, mostrándonos imágenes fugaces y rápidas, casi alegóricas, mientras una música electrónica nos intenta bloquear sensorialmente. En NORTH todo -o prácticamente todo- tiene un significado o un subtexto, como el enorme ojo que todo lo ve y la Iglesia en la que, cada cierto tiempo, entraremos para ver si ya somos dignos -o no- de permanecer en este raro y frío mundo.

De esta manera, podríamos decir que su jugabilidad se basa en los puzles y la exploración más simple, siendo lo más complicado entender lo que realmente estamos haciendo en todo momento. Outlands ha diseñado el videojuego de tal manera para que nos sintamos perdidos en más de una ocasión, despojando de cualquier significado literal a un hecho tan básico como pedir asilo como ciudadano. El problema, es que quizás no todos los jugadores apreciarán su propuesta de primeras. Una propuesta, que hay que dejar claro, apenas nos llevará unos cuarenta minutos en completar -menos, si somos muy rápidos y no exploramos demasiado-.

NORTH, más allá de su original punto de partida, tiene algunos problemas de diseño. Para empezar, es un videojuego que no tiene menú alguno, y eso puede acarrear serios quebraderos de cabeza en algunos momentos. Además, curiosamente, tampoco ofrece un rendimiento técnico decente, algo que choca bastante, sobre todo si vemos que su apartado gráfico -programado en base a Unity- no es nada del otro mundo. El rendimiento es un tema especialmente espinoso, pues veremos como el título acaba por sufrir caídas en la tasa de frames por segundos muy importantes. Otro aspecto a puntualizar, derivado de la falta de menús más arriba, es la ausencia de una opción de ajuste gráfico, que nos permita desactivar o activar determinados filtros visuales -que pueden llegar a ser molestos-. NORTH no está traducido al castellano, y presenta textos en inglés.

Conclusiones finales

NORTH es un videojuego de difícil aproximación, tanto por temática como por diseño. Ofrece una aventura especial, distinta, que nos traslada a un mundo extraño y de difícil comprensión. Su mezcla de puzles, exploración y efectos visuales, y su trasfondo de denuncia social -más allá de la crisis de los refugiados que experimenta Europa y todo lo que ello implica, si os gusta la ciencia ficción es inevitable que penséis en películas como Distrito 9 o incluso Alien Nation, pero a la inversa-, son más que loables, pero hay ciertos fallos que lastran varios enteros su valoración final.

Si bien hablamos de una experiencia bastante corta -unos cuarenta minutos o una hora en el mejor de los casos-, también cabe reseñar que su precio es muy bajo en Steam -1,99€-, lo suficiente para que al menos, se le intente dar una oportunidad si se aprecia la temática.

Hemos analizado NORTH en PC gracias a un código de descarga facilitado por Sometimes You.