Análisis de Minit (PC, Switch, Xbox One, PS4)

Con miles de lanzamientos nuevos al año (literalmente, en Steam se lanzaron en 2017 más de 7600 títulos), cada vez es más complicado para los desarrolladores destacar, pero paradójicamente cuesta encontrar ideas realmente originales en este mar de juegos.

Por eso nos ha gustado tanto Minit, una aventura que se siente fresca y diferente, partiendo de una premisa que no puede ser más sencilla y a la vez más original: una aventura al estilo The Legend of Zelda en la que nuestro protagonista muere cada 60 segundos.

Después de encontrar una espada maldita en una playa (en una ambientación que ha recordado a Link's Awakening, y eso es muy bueno), nuestro personaje es condenado a morir cada 60 segundos, reviviendo una y otra vez en su hogar. Una cuenta atrás en la esquina superior izquierda nos advierte en todo momento de cuánto queda, y da igual lo que hagamos que cuando llegue a cero, nuestro personaje morirá. Así poco a poco, y con cierta prisa en el cuerpo, tenemos que explorar los alrededores, e intentar avanzar en algún sentido.

Los objetos que conseguimos se mantienen a pesar de morir, así que tras derrotar a unos cangrejos el dueño de un bar nos premia con un café, que nos permite arrastrar objetos, y con esta habilidad accedemos a una llave, que nos permite abrir la puerta de un faro… Después conseguimos una regadera, una linterna o unos guantes para talar árboles, y todos estos objetos son clave para progresar en la aventura.

Ya os podéis hacer una idea de cómo funciona, igual que en cualquier otra aventura de corte RPG, pero siempre con la presión encima de los 60 segundos de límite de tiempo para hacer nuestras incursiones, lo que condiciona completamente nuestra manera de jugar, algo que nos ha sorprendido mucho, pese a conocer la premisa de antemano.

Esto os puede sonar estresante, pero el simpático diseño de los personajes, la agradable banda sonora, un mapa no demasiado grande y una dificultad no muy elevada hacen que la experiencia sea muy agradable, y no te importa reaparecer una y otra vez, descubriendo siempre algo nuevo, que hará que avances un poco más en tu siguiente reaparición.

De hecho, hasta tienes un botón para suicidarte y así no tener que esperar a que acaben los 60 segundos, lo que le da todavía más ritmo a una aventura muy condensada, que esconde mucho en muy poco espacio. No siempre reapareces en tu hogar, ya que descubres nuevos puntos de reaparición, e incluso un sistema de portales para desplazarte rápidamente a ciertos lugares, por lo que Minit no es tan hostil como puede parecer en un principio.

El combate tiene muy poco peso en el desarrollo, aunque hay algunos enfrentamientos, y realmente se trata de un gran rompecabezas, en el que ir consiguiendo nuevos objetos y saber dónde utilizarlos, hablar con los personajes e ir desentrañando todos los secretos que esconde, que son muchos.

Además de los objetos o herramientas necesarios para avanzar y pasarse el juego, podemos ampliar los corazones de vida si los encontramos escondidos, hay unas monedas ocultas con las que comprar alguna mejora, como unas botas que nos hacen caminar más rápido y, aunque pasarse el juego la primera vez es bastante sencillo, hacerse el 100% es bastante complicado.

Nuestra primera partida duró 79 minutos, no pudimos parar de jugar hasta que lo acabamos, es realmente adictivo, aunque es cierto que se nos hizo un poco corto y nos dejó con ganas de más. Además del reto de conseguir el 100% en el modo ‘Normal’, que no es fácil y depara una gran sorpresa, cuando lo acabas desbloqueas el modo ‘Nueva partida +’, que es bastante importante, ya que cambian un montón de cosas, y se vuelve muchísimo más difícil.

El límite de tiempo pasa a ser de 40 segundos, solo tenemos un toque de vida, y la localización de los objetos y los puzles cambia por completo, es como si fuera un juego diferente, uno mucho más complejo y misterioso, bastante complicado de terminar. Así que, aunque asusta decir que nos lo acabamos en poco más de una hora, "a lo tonto" le habremos acabado dedicando unas 5 horas, lo que no está nada mal.

Nos ha convencido tanto su planteamiento que nos hubiera gustado que fuera un juego un pelín más grande y ambicioso, que retorcieron un poco más la premisa en situaciones más complejas, modos extra aparte. Eso no quita que nos haya encantado, y los recomendemos sin reservas, siendo uno de los indies más interesantes en lo que llevamos de año.

Hasta su particular estética nos ha convencido, de esas que causan cierto rechazo a muchos jugadores por su aparente austeridad (nos ha recordado a Undertale), pero que esconde un diseño de personajes y escenarios tan minimalista como evocador, como lo eran los juegos de los 80, en los que con muy poco construían grandes ambientaciones. Y la banda sonora y los efectos de sonido, obra de Jukio Kallio (NuclearThrone, Luftrausers y Celeste), también nos ha gustado mucho, con unas melodías muy pegadizas que encajan perfectamente con el gran ritmo del juego.

Original y con mucho encanto

Minit es una de esas joyitas independientes que no solo cuentan con una gran idea, sino que además la ejecutan a la perfección, y la adornan con un apartado audiovisual con mucha personalidad y encanto. Cuando te topas con una idea como esta, que funciona tan bien, te preguntas cómo no lo habían hecho antes, y seguro que hay cientos de ideas como esta esperando para sorprendernos, algo que ocurre menos veces de lo que nos gustaría a lo largo del año. Un juego único, refrescante y muy recomendable si te llama la atención su premisa.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha proporcionado Cosmocover.