Análisis de Might and Magic Heroes VI (PC)

Tras numerosos retrasos, la sexta entrega de Might and Magic Heroes por fin está entre nosotros. Una saga larga y ya muy veterana que alcanzó su cenit con su segunda y tercera parte, pero que actualmente ha tenido sus más y sus menos, tras una polémica y descafeinada cuarta entrega, algo que se supo rectificar con su notable continuación, pero que dejaba un regusto de que podía haber llegado a más.

Ubisoft ha dejado en esta ocasión el futuro de la serie en manos de los chicos de Black Hole, algo que generó incertidumbre en un primer momento, ante el peso de la responsabilidad que acarrea encargarse del desarrollo de una saga de tal calibre. Por suerte, con el producto final ya en las manos, podemos aseguraros que han estado a la altura de las circunstancias y que Might and Magic Heroes VI es un más que digno representante de la serie.

El alzamiento de la dinastía del Grifo

La historia esta vez se sitúa 400 años antes de los acontecimientos ocurridos en Might and Magic Heroes V y en ella nos narrarán como la dinastía del Grifo llegó al poder del Imperio. En el prólogo conoceremos al Duque Slava, el padre de los cinco hijos que protagonizarán las campañas principales de cada facción y figura clave en los acontecimientos que tendrán lugar.

Como veremos en la propia introducción, su hija Anastasya fue controlada y lo asesinó, algo que hace que su hermano Anton tome serias represalias contra ella y la ejecutase. Sin embargo, su tía Sveltana, una experta nigromante la devuelve a la vida como nomuerta para juntas buscar la verdad sobre el asesinato de Slava. Anton en cambio, oye unas voces en su cabeza que le dicen que los culpables de todo son los Sin Rostro, por lo que decide emprender una búsqueda para vengarse. Por otra parte, Kiril, el menor de los cinco y hermano gemelo de Anastasya, se adentra en el Sheogh, la región de los demonios, en un arriesgado plan urdido por los arcángeles Uriel y Sarah para acabar con los Sin Rostro.

Por otro lado, Irina, la hija mayor del duque, fue prometida al Duque del Lobo, el mayor enemigo del ducado del Grifo, en una alianza política. Sin embargo, en su primera noche es forzada en la cama, a lo cual reaccionó atacando y haciendo daño al mayor rival de su padre, por lo que acaba en prisión hasta que pidiera disculpas, cosa que no está dispuesta a hacer. Por suerte, su hermanastro Sandor acude a su rescate y en su huida acabará en tierras muy lejanas.

El argumento está bastante bien elaborado, resultando complejo y profundo. Todo esto que hemos contado no es más que una breve sinopsis de todo lo que esconde tras de sí. Aguardan grandes giros argumentales, momentos épicos, multitud de interrogantes que surgirán a medida que avancemos y unas tramas perfectamente entrelazadas entre sí que acaban formando un todo muy sólido y que nos muestra todos los aspectos, matices y puntos de vista del conflicto.

Si algo podemos achacar a este apartado es que su narración podría haberse realizado de una forma más acertada que por medio de cuadros de diálogos con los retratos de los personajes que intervienen en ellas. También existen unos vídeos generados con el motor gráfico del juego que, a pesar de ser un avance respecto a lo visto hasta ahora en la saga, no llegan a sorprender.

Jugabilidad clásica, pero con novedades importantes

Para quienes no hayan podido jugar a alguna de las entregas anteriores, decir que nos encontramos ante un juego de rol y estrategia por turnos en el que tendremos que ir explorando y moviéndonos por un escenario para subir de nivel, conseguir tesoros, recursos y conquistar territorios. Sin embargo, cuando entremos en combate el mapeado cambiará a uno sobre una especie de tablero dividido en casillas, por el que tendremos que mover a nuestras unidades en una sucesión de turnos. Estas batallas suelen ser bastante largas y de carácter pausado, pero existe una opción para que la Inteligencia Artificial resuelva el combate automáticamente en unos segundos. En el caso de que no nos guste el resultado, tendremos la opción de jugarlo manualmente. Eso sí, algunos combates tendremos que jugarlos a la fuerza.

En esta ocasión, el uso de nuestro héroe vuelve a ser fundamental en el combate. Podrá actuar una vez por turno para realizar poderosos ataques, hechizos o la habilidad racial de su facción. Además, existen muchas especializaciones distintas para los héroes, por lo que tendremos habilidades especiales que nos darán unas u otras ventajas en el campo de batalla. El tema de la magia en esta ocasión se ha resuelto de una forma bien distinta a lo visto anteriormente. Ahora para aprender hechizos no tendremos que crear una escuela de magia en nuestra ciudad, sino que por cada nivel que subamos ganaremos un punto de habilidad que podremos invertir en aprenderlos.

Una novedad que tendrá bastante impacto en el desarrollo de nuestro héroe es el sistema de reputación. Dependiendo de nuestras acciones, ganaremos reputación de Sangre si somos crueles y despiadados o de Lágrimas si somos misericordiosos y benevolentes. Esto nos dará acceso a ciertas clases avanzadas para nuestro héroe, a ciertas habilidades e incluso a ciertas piezas de equipo.

Otra de las novedades que encontramos y que más polémica ha generado entre los fans, es la reducción de los siete tipos de recursos clásicos a sólo cuatro. La intención de los desarrolladores con esto era agilizar las partidas, pero a la hora de la verdad queda todo bastante simplificando, reduciendo en gran medida la profundidad del componente estratégico de la que ha gozado siempre la serie.

Por otra parte, nos encontramos con las zonas de control, una novedad que nos ha parecido todo un acierto. Ahora cada ciudad del mapa tendrá asignada un área alrededor de la misma que será su zona de influencia. Mientras estemos en nuestras zonas, invertiremos menos puntos de movimiento, y podremos obtener ventajas adicionales gracias si construimos ciertos edificios. Pero lo más importante es que para conquistar los centros de recursos como, minas o aserraderos, los héroes rivales tendrán que tomar primero nuestra ciudad, evitando así la existencia de héroes que sólo se dedican a moverse por el escenario tomando minas una y otra vez, algo que solía ralentizar las partidas en exceso de forma innecesaria.

En lo que respecta a las facciones, se recuperan las clásicas Santuario, Infierno, Necrópolis, Bastión y se incluye como novedad a Refugio. Cada una está completamente diferenciada de la otra, ofreciendo estilos de juego bien distintos a los que nos tendremos que adaptar. El plantel de criaturas que tendremos a nuestra disposición es enorme, todas ellas únicas y con unas características y habilidades propias. En este apartado se han hecho muchos cambios, incluyendo criaturas de anteriores entregas y eliminando otras en favor de nuevas inclusiones, arriesgándose de hecho a eliminar algunas de las unidades más emblemáticas por otras de nuevo cuño.

A pesar de que podrían haber sido más facciones, Refugio ofrece un soplo de aire fresco, gracias a su temática oriental, y en líneas generales da la impresión de que todo está mucho más equilibrado, aunque esto es algo que no podremos saber a ciencia cierta hasta que la comunidad online lleve funcionando un tiempo.

En lo que se refiere a la duración de la campaña, tendremos juego para rato. Esta se encuentra dividida en dos mapas para la de tutorial, cuatro mapas para las cinco principales y dos mapas de epílogo, según la reputación del héroe con el que nos hayamos pasado algunas de las básicas. Si consideramos que cada mapa tiene una duración media de dos horas jugando con combates automáticos, podremos hacernos a la idea de que no es precisamente corta. Eso sí, adictiva como ella sola, gracias a lo variada que resulta y al sabor clásico de su jugabilidad. Tendremos que cumplir diversos objetivos secundarios, en unas nos preocuparemos de conquistar, en otras de sobrevivir, en otras deberemos buscar alianzas, etc. El nivel de dificultad vuelve a ser bastante exigente incluso en normal, aunque no adolece de los desajustes que sí padecía su quinta entrega.

Completar la campaña es algo que desde nuestro punto de vista es básico antes de saltar al online, ya que con ella nos habituaremos a las características especiales de cada facción y el nivel de competición en internet es bastante alto. El multijugador goza de una amplia variedad de mapas en los que competir, cuyo conocimiento será importantísimo para obtener la victoria. En caso de que queramos jugar con un amigo de forma local se ha vuelto a implementar esta opción. Para completar este modo, se ha incluido un completo editor de mapas con el que dar rienda suelta a nuestra imaginación.

Desde el primer momento notaremos una fuerte apuesta por los contenidos online, donde se aprecia un gran esfuerzo por crear una comunidad activa. Encontraremos desde detalles como la inclusión de Skype dentro del propio juego, hasta otras más importantes como el Conflux, el Altar de los Deseos o las Dinastías.

Gracias al Conflux tendremos un perfil online que registra y guarda todos nuestros avances y estadísticas. Además, podremos consultarlo siempre que queramos en una web que se ha habilitado para ello. Por otra parte, el Altar de los Deseos nos permitirá canjear los puntos que obtengamos por diversas recompensas, como nuevos héroes o títulos. Finalmente, pero no por ello menos importante, tenemos las Dinastías, un sistema que nos permitirá disponer de unos rasgos dinásticos que nos otorguen ventajas al principio de la partida, como oro o recursos extras. Además, gracias a esto, podremos hacer uso de las armas dinásticas, unos artefactos que iremos encontrando en los mapeados y que podremos subir de nivel para hacerlos más poderosos.

Un mundo de fantasía único

Gráficamente, Might and Magic Heroes VI puede no ser el juego más puntero que podamos encontrar, aunque es algo que se compensa de sobras gracias a su genial apartado artístico. El diseño de todas las criaturas resulta imponente, aunque su representación gráfica es algo limitada y sus animaciones son buenas, aunque tampoco sean algo especialmente destacable. Pero los que de verdad conquistarán nuestros sentidos serán los escenarios, todos ellos de gran belleza y que dotan a este mundo de fantasía medieval épica con una personalidad propia y muy marcada.

Eso sí, al igual que alabamos el diseño artístico de los escenarios, tenemos que criticar duramente la representación que se ha hecho de las ciudades. En Might and Magic Heroes V las ciudades estaban recreadas en 3D con unos modelados impresionantes y que hacían que diera gusto visitarlas. Ahora en cambio, se ha decidido optar por una ventana con una ilustración muy pobre de nuestra fortaleza, suponiendo todo un paso atrás en este sentido.

Respecto a su apartado sonoro, la banda sonora es de gran calidad y ambienta perfectamente tanto en los momentos de exploración como de combate. Se trata de uno de los apartados más subjetivos del juego, pero a nivel general nos ha parecido algo menos inspirada que las que hemos podido disfrutar en anteriores ocasiones, lo cual no significa en absoluto que sea mala. En lo que toca al doblaje español, se ha hecho un buen trabajo, aunque palidece ante el de su versión original en inglés, ya que las voces de algunos actores nos chirriarán bastante, y en el proceso de localización se han perdido muchos matices y acentos en la interpretación que dotaban de mucha fuerza y personalidad a los personajes. Aunque siempre es de agradecer que las compañías se esfuercen por traernos este tipo de productos en nuestro idioma y con un mínimo de calidad.

Conclusiones

Might and Magic Heroes VI supone la puesta al día y la vuelta por la puerta grande de esta mítica saga. Quizás varios de los cambios que se han introducido no terminen de gustar entre sus aficionados más acérrimos, pero no se puede negar que sigue siendo tan adictivo como siempre. Con una jugabilidad clásica, una gran campaña, una fuerte apuesta por la comunidad online y un genial apartado artístico, la sexta entrega de la serie se convierte en una apuesta segura con la que disfrutar de infinidad de horas de diversión.