Análisis de Killer is Dead: Nightmare Edition (PC)
Killer is Dead no es un juego para todo el mundo. El sello de Suda51 es de sobra conocido, ya apostar por un juego suyo ya implica sumergirnos en una aventura extraña, bizarra y que se toma a sí misma con sentido del humor, siendo consciente que, como videojuego, su objetivo es poco más que divertir al jugador y, de paso, contar una historia. Killer is Dead: Nightmare Edition se agarra a esa fórmula, y nos trae ahora una adaptación del juego que se lanzó hace unos meses en PlayStation 3 y Xbox 360.
En este análisis nos vamos a centrar únicamente en las diferencias de la versión de PC, por lo que si queréis encontrar todos los detalles sobre el juego en sí, os animamos a echarle un vistazo al análisis original de la versión de consola, algo que podéis hacer aquí, ya que la base jugable es la misma.
Nuevos contenidos
La versión de PC añade algunas novedades no sólo en lo visual –que comentaremos más adelante– sino también en los contenidos del propio juego. Lo más importante es el modo de dificultad llamado Pesadilla, que añade una mayor profundidad al combate, ya que sólo podremos derrotar a los enemigos usando los ataques Adrenaline Burst, Dodge Burst y Headshots. Eso implica no poder utilizar el golpe final para derrotar a los enemigos, ofreciendo un desafío mayor a quienes el juego les resultase sencillo, o si se quedan con ganas de un desafío mayor.
Al terminar nuestra primera partida también desbloqueamos el modo teatro, que nos permite ver las escenas cinemáticas del juego con detalles sobre los personajes, algo que los que disfruten con el argumento –un tanto enrevesado, dicho sea de paso– seguro que agradecerán. No nos olvidamos del "Smooth Operator Pack", un paquete de descargables lanzado para consolas que suma una misión adicional –bastante interesante, por cierto–, una nueva chica para el modo Gigoló y unas gafas especiales para este mismo modo que nos permite verlas en ropa interior.
Adaptación a PC: ¿30 ‘frames’?
Los japoneses tienen la fama –merecida, y más últimamente– de no ser muy duchos en eso de programar para ordenadores, y la verdad es que Killer is Dead: Nightmare Edition no va a ayudar a que se la quiten de encima. Nada más comenzar a jugar, notamos lo más temido: el juego está bloqueado a 30 imágenes por segundo. A pesar de que no es el primer juego –ni será el último– que lo haga, esto es poco menos que incomprensible, y más tratándose de un hack & slash, donde siempre que sea posible, esos frames de más son dignos de agradecer.
Probablemente cuando se publique este análisis ya será conocimiento general, pero por si acaso, os explicamos que alterando de manera manual los archivos del juego es posible jugarlo a 60 imágenes por segundo. Lo que hay que hacer es ir a SteamApps - common - KillerIsDead - KidGame - ConfigKidEngine.ini y modificar este archivo, y cambiar "MaxSmoothedFrameRate" a 60. Nosotros así hemos podido jugar perfectamente a 60 imágenes por segundo, y la verdad es que el cambio es un auténtico gustazo.
Adaptación a PC: Otros aspectos
Por lo demás, el juego nos permite cambiar entre opciones de configuración que alternan entre bajo, medio y algo –que modifican la iluminación y algunos efectos–, además de cambiar la resolución –alcanza hasta 1080p, mínimo– y la sincronización vertical, que hemos tenido algunos problemas para activar –nos ignoraba–, pero que finalmente funcionó, parece, un poco por voluntad propia. Cuenta también con oclusión ambiental y desenfoque de movimiento, y todo el conjunto hace que el juego luzca razonablemente bien, aunque sin demasiados alardes con respecto a la versión de consola.
También es posible controlarlo con teclado y con ratón, aunque obviamente, el juego está concebido para jugarse con el mando, y consecuentemente, es perfectísimamente compatible con el de Xbox 360. El resto de opciones del juego original –incluyendo elegir las voces japonesas– sigue presente.
Un juego único, una versión mejorable
No nos gusta comenzar unas conclusiones así, pero es que nos parece incomprensible que un juego que visualmente no es ningún portento venga bloqueado a 30 imágenes por segundo en PC, cuando cualquier ordenador medio puede moverlo a ese framerate de sobra aun sin estar particularmente bien optimizado. Sí, es cierto que sólo hay que modificar un archivo en un proceso que no lleva más de veinte segundos –tal y como explicamos en el propio análisis–, pero nos parece algo que debería venir disponible por defecto. De todos modos, una vez hecho este cambio, poder jugar a 60 imágenes por segundo, 1080p y sin tearing es algo que agradecemos, y que quizás anime a algunos usuarios a repetir incluso después de habérselo terminado en consola.
Pensamos que Killer is Dead: Nightmare Edition necesita todavía algún parche no sólo para solucionar el problema de los 60 frames, sino otros como un selector de sincronización vertical que nos ha ignorado a veces o las secuencias de reanimar a Mondo, que tampoco parecen reconocer nuestras pulsaciones todo lo bien que deberían. De todos modos, al menos en nuestro caso, han sido más problemas leves que algo que nos haya impedido disfrutar de la experiencia.
En consola o en PC, Killer is Dead, uno de esos soplos de aire fresco que rompe la monotonía de los juegos serios a los que la industria nos está acostumbrando poco a poco. Sus nuevos contenidos –en especial el nuevo modo de dificultad– son bienvenidos, aunque tampoco justifican volver a jugarlo. Si no lo habéis probado, una de las últimas locuras de Suda51 bien se merece nuestra atención.