Análisis de Fenix Rage (PC)

Es imposible hablar de este juego sin hablar de Super Meat Boy (salvo que seas alguien que no conoce el anterior título). Y es imposible hablar de la obra fundadora del Team Meat (con permiso de Meat Boy) sin hablar de la tradición de los juegos de plataformas.

Y es que los juegos de plataformas, en otros tiempos, eran los que marcaban la diferencia entre llevarse o no el gato al agua en términos de máquinas de juegos.

Personajes más o menos carismáticos, retos para todo tipo de paladares, historias que pueden disfrutar todos los públicos, que ahora se han visto substituidos por los juegos de acción en primera persona como los buques insignia de cada ejército de las principales consolas, pero de los que seguimos conociendo los principales nombres; Mario, Sonic, Ratchet...

En el ambiente actual apareció, en 2010, Super Meat Boy, para demostrar que los valores que aupaban antaño a los juegos de plataformas seguían siendo vigentes para los jugadores de nuevo cuño. Había, eso si, que actualizar el mensaje y las formas, y aprovechar las posibilidades que brindan las plataformas del momento. Hablamos de características como la repetición de la jugada o el competir con nuestros amigos por ver quien lo ha hecho mejor.

Super Meat Boy es uno de los éxitos de referencia de los desarrolladores independientes actuales. Tanto es así que muchos desarrolladores que llenan los sistemas de descarga digitales de las diferentes plataformas dejaron de meter monedas y power ups y empezaron a usar las características sierras y los sistemas de dificultad extrema para realizar los nuevos juegos de plataformas. Lo cierto es que casi ninguno de los juegos del estilo de Super Meat Boy ha sido un poco destacable (recordamos de memoria al divertido y algo diferente Dustforce, que resultó en un pequeño éxito para PC un año después, y posteriormente en consolas ), pero si hay un juego que se merece ser un sucesor decente es este Fénix Rage.

Fenix Rage no es el primer juego desarrollado por la empresa costarricense Green Lava Studios. Ni siquiera es el primer juego de plataformas suyo, o el primer juego con el nombre Fenix (de hecho, es una especie de secuela aumentada y mejorada de Fenix Box and the Legend of the Cookie, un plataformas muy divertido y difícil realizado para plataformas Android), pero si es el primero conocido, por un lado por aparecer con el editor de corte independiente Reverb Publishing, y por otro lado por estar ya desarrollado (y haberse podido probar en eventos como Gamescom o Penny Arcade Expo) para Xbox One y Playstation 4.

Es sorprendente ver a otra gente jugar a juegos, y así se puede percibir qué es lo que otros usuarios aprecian como imprescindible o necesario en ciertos títulos. En este Fenix Rage, una cosa que pude ver en estos eventos es que a la gente no le importaba su aspecto de juego previo a las 16 bits o su parecido al juego de Super Meat Boy; lo que les importa es si el juego es divertido, y os puedo decir que éste lo es.

Fenix Rage es un juego de plataformas algo especial. A diferencia de otros juegos donde el protagonista puede saltar una o dos veces, a lo máximo, en este caso nos encontramos con que Fenix puede saltar y hacer un movimiento de carga hacia delante las veces que necesitemos. Con estas habilidades empieza y termina el videojuego, de manera que no estamos hablando de un título donde el protagonista vaya mejorando, de manera que podamos desbloquear nuevas fases, sino que gracias a poder manejar estas dos habilidades desde el principio el juego se apoya principalmente sobre nuestra capacidad jugando, no sobre nuevas maniobras que pueda aprender Fenix conforme avance la partida.

La posibilidad de saltar y movernos en el aire de manera infinita os puede hacer creer que éste juego pone las cosas muy fáciles a los jugadores, pero no es así, pues está fantásticamente balanceado con unos niveles creados ex-profeso para poner a prueba todas las habilidades de un buen jugador: los reflejos, la memoria, la capacidad de conocimiento espacial y, sin duda alguna, la paciencia, serán puestas a prueba nivel tras nivel (una vez superemos los sencillos niveles introductorios, claro está). Además, la diversidad de éstos es loable, pues en algunos sólo tendremos que alcanzar la meta (una puerta azulada), en otros deberemos huir de enemigos indestructibles, en otros jugar con la dualidad fuego-hielo, en otros enfrentarnos a enemigos finales en clave de matamarcianos... Lo cierto es que son un buen puñado de niveles que dan mucho juego, al que además se añaden dos extras: por un lado conseguir todas las galletas del juego (para que nos den recetas reales con las que podemos hacer varios tipos de galletas),y por otro lado diferentes juegos de recreativa protagonizados por Fenix (nueve minijuegos como coger galletas o hacer rebotar una pelota).

A nivel técnico, lo cierto es que aunque puede que sea el juego más trabajado o conseguido por parte de Green Lava, es extremadamente sencillo. Como os he dicho anteriormente, lo cierto es que el jugador actual es bastante maduro, parece ser, para ser capaz de distinguir un buen juego más allá de los fuegos de artificio en forma de gráficos o sonido tremendos, pero en este caso tal vez se quede realmente corto. El juego por ahora sólo está disponible en PC, pero cualquiera que se compra una Playstation 4 o una Xbox One lo cierto es que espera que sus juegos expriman un poco más los circuitos que lo que lo hace Fenix Rage (básicamente, es algo que se podría hacer en una Super Nintendo… y si me apurais en una Master System).

Como véis, sin ser un super juego, Fenix Rage si que es un entretenimiento perfecto para los aficionados a los juegos de plataformas que lo único que quieren es poner a prueba sus diversas habilidades y no se preocupan de unos gráficos trabajados o una historia más o menos trabajada. Para todos ellos, Fenix Rage es un buen juego.