Los caballeros del rey Arturo aún cabalgan por el mundo buscando el Santo Grial e intentando reconstruir una civilización perdida tras la caída de Roma. Mientras, en otra dimensión de ese mismo mundo, existe un verdadero universo mágico en el que la lucha entre la luz y las sombras está a punto de desencadenarse. Del desenlace de esta confrontación dependerá la vida de miles de billones de "bichos".
El Guión.
Es un tiempo en el que la balanza entre el bien y el mal amenaza con inclinarse hacia el lado oscuro. Un mundo de dioses en guerra donde el gran Rey Arturo es por todos aclamado y la espada divina Excaliburg brinda su magia a una diminuta e insignificante existencia. En esta pequeña y mágica dimensión, todos los bichos de Los Reinos Libres resisten al gran poder de la magia negra de Mórdregon, “El Señor de las Sombras”, el más poderoso nigromante que jamás haya existido. Su maligna influencia lo envuelve todo. Searemoon, el que en otros tiempos llegó a ser un gran hechicero de la orden blanca, tiene la crucial misión de detener su avance. En su búsqueda, Searemoon llega hasta un Torreón del Condado de Alonia con la esperanza de no defraudar de nuevo a su sagrada orden, cuando entra en el bastión observa que no está solo pues se encuentra con Mirna y Sir Owen. Empujados por diferentes objetivos, los tres decidirán unir sus fuerzas con el fin de derrotar al perverso Mórdregon y restaurar de nuevo la paz en Los Reinos con la ayuda de una esquirla de la espada sagrada que en su día extrajo Arturo de la roca y a la que los insectos llamaron EXCALIBUG y que se convertirá en la llave que abrirá la puerta de la esperanza para los oprimidos insectos de Los Reinos Libres
Como podemos observar, la historia la habremos oído en algo así como en 1.000 películas y otros tantos juegos libros y cómics, pero no deja de ser original ver encarnados a los típicos personajes de héroes guerreros y magos en unos singulares y simpáticos insectos dignos de cualquiera de las producciones de Disney.
Sistema de juego.
Se trata sin lugar a dudas de un juego de aventuras con una gran mezcla de géneros y como consecuencia se obtiene un resultado bastante aceptable. El componente predominante es quizás el estratégico, pero también tiene toques de RPG (los personajes suben de nivel y adquieren nuevas habilidades), arcade y aventura gráfica. A lo largo de los diferentes niveles, iremos manejando a nuestros cuatro protagonistas principales (los tres que comenté en la introducción y uno más que se nos une después) para realizar las diferentes misiones que nos van surgiendo. En las primeras tres misiones, manejaremos a los protagonistas de uno en uno, es a partir de la cuarta misión cuando empezamos a jugar con todos a la vez y cuando empieza a entretener de verdad. La forma en la que realizamos las misiones y el sistema de juego en sí recuerda bastante a juegos como “Commandos” aunque con algo más de acción y menos de retorcimiento de cráneos, de hecho, hay componentes del juego que están inspirados directamente en ese gran título, como por ejemplo los radios de visión y audición de los enemigos. La perspectiva de juego podemos cambiarla a nuestro antojo con los cursores haciendo girar la cámara, variando el ángulo de inclinación y aumentando y disminuyendo el zoom.
Multijugador.
El juego en modo multijugador es exactamente igual que a un solo jugador, con la salvedad de que cada personaje lo maneja un jugador distinto, y muchos que lean esto dirán: “pues vaya rollo”... pues nada más lejos de la realidad. Se echa de menos en innumerables juegos un buen sistema multijugador cooperativo. Ya está bien de tanto Deathmatch y tanto Capture The Flag... que están muy bien, pero que en juegos de aventuras como éste no tendrían mucho sentido. A parte de esto, hay que mencionar que se puede jugar tanto en red local como por TCP/IP a través de internet.
Los personajes.
Disponemos de cuatro personajes principales, si alguno de ellos muere durante el transcurso de la misión todo se fastidiará y tendremos que volver a empezar, pero en algunas misiones dispondremos también de personajes secundarios que nos ayudarán bastante y de los cuales podremos prescindir en un momento dado (es decir, que si se los cargan no pasa nada).
Mirna. Es la hormiga ladrona del grupo. No es demasiado fuerte pero es ingeniosa y habilidosa. Roba, abre cerraduras, camina sin hacer ruido, lanza piedras para distraer o golpear a los enemigos.
Va armada con un palo y pese a su escasa fuerza, es muy rápida y capaz de dejar tumbado de un palazo a cualquier malvado secuaz de Mórdregon.
Sir Owen. Es el Paladín justiciero. Un escarabajo fuerte no sólo físicamente, sino también en ideas, convicciones y rectitud. Sus habilidades son básicamente de combate (ataque y defensa). Va armado con una gran espada con la que destrozará a sus oponentes.
Searemoon. Es el mago. La inteligencia y la sabiduría encarnadas en un insecto. No sabría definir muy bien el tipo de insecto de que se trata, pero es el único que tiene alas gracias a las cuales se desplaza rápidamente pese a su avanzada edad. Su habilidad principal es la magia. Dispone de innumerables hechizos que irá adquiriendo conforme vaya subiendo de nivel.
Ballard. Es una hormiga soldado. Un guerrero fuerte y... bueno, pues eso: ¡fuerte!, digamos que todo lo que tiene en músculos le falta de inteligencia. Es lento y poco ágil, pero de un solo golpe con su porra destroza a sus enemigos. Al igual que Sir Owen, sus habilidades son básicamente de combate.
Aparte de los personajes principales, dispondremos a lo largo del juego de bastantes personajes secundarios que nos ayudarán en muchos aspectos: Bufones que distraen a los enemigos, luciérnagas que nos iluminan los más oscuros caminos, ninjas (insectos palo) que se mimetizan con el entorno, guerreros y caballeros de Imalgrin que nos servirán de apoyo en las batallas.
Gráficos.
Excalibug dispone de un motor gráfico realmente increíble. Los personajes están recreados con un nivel de detalle muy alto pudiendo observar incluso los gestos que hacen los bichos con la cara cuando atacan o cuando se aburren por no darles órdenes, los gráficos del entorno son igualmente geniales. Los escenarios están llenos de objetos humanos cotidianos (los cuales se ven enormes en un mundo tan pequeño como el de los insectos) así como frutas caídas, plantas y un largo etc. Un simple cinturón puede convertirse en una muralla casi infranqueable y una bota en la más inexpugnable de las fortalezas Tanto decorados como personajes están perfectamente modelados en 3D con escasas texturas pero muy bien hechas. Parecen sacados de la película “Antz” o “Bichos”. Los efectos especiales también están a la altura del resto del apartado gráfico, sobre todo los espectaculares hechizos que lanza Searemoon, las sombras en tiempo real y los reflejos del agua. Otra cosa que llama la atención gráficamente son las secuencias de video que median entre una y otra misión; muy bien realizadas. En definitiva, podemos decir sin miedo a equivocarnos que los gráficos en todas sus facetas son lo mejor del juego.
Sonido.
El apartado sonoro destaca sin duda alguna gracias a la música de corte medieval y misterioso que nos acompaña durante toda la aventura. Tiene bastantes canciones que aunque son parecidas entre sí, no llegan a hacerse repetitivas. Según lo que estemos haciendo sonará una música u otra como sucede en juegos como Baldur´s Gate; al ser atacados la música cambiará a una sintonía de batalla, y he aquí uno de los fallos del apartado sonoro, pues esta transición de un tema musical a otro es tremendamente brusca; se podría haber intentado suavizar el final de un tema para enlazarlo con el principio del otro de una manera más suave.
Los efectos sonoros pese a que están bien hechos, resultan escasísimos... a lo largo del juego nos encontramos con muchos tipos de enemigos diferentes y todos ellos tienen exactamente la misma voz, y no sólo eso, sino que encima únicamente tienen un par de frases que repiten hasta la saciedad. Por lo demás, los sonidos de combates, voces de los personajes y sonido ambiental son muy correctos. Todos los personajes tienen unas voces muy adecuadas que no desagradarán a nadie.
Jugabilidad.
Interface fácil e intuitivo... pero lento.
El interface de un juego de este tipo es sin lugar a dudas uno de los componentes del título que hacen que el juego sea realmente bueno o una chapuza injugable. Por supuesto, no todo es blanco o negro pues existe una infinita gama de grises, y es en esa zona donde deberemos colocar el interface de Excalibug, ¿y por que?, pues muy sencillo, es realmente intuitivo y fácil de usar, cualquiera que haya jugado antes a algún juego de estrategia se familiarizará en seguida con el sistema, pero... ¿cual es el problema?, pues ni más ni menos que resulta desesperadamente lento cuando estamos en mitad de un combate y tenemos que seleccionar a uno de los personajes para cambiar de hechizo o de habilidad especial.
En la parte derecha de la pantalla tenemos tres iconos (cinco en el caso de Searemoon, el mago) con los que le daremos órdenes a los personajes (huir, atacar, defenderse, lanzar hechizos... etc), abajo a la izquierda tenemos un dibujo de los personajes que podemos manejar, y haciendo clic con el botón derecho sobre ellos se nos abrirá una ventana con el inventario de cada uno.
Como podéis observar, es más fácil que el mecanismo de un chupete, el problema viene cuando en mitad del combate tenemos que andar cambiando entre los diferentes personajes y eligiendo entre sus diferentes habilidades mientras nos están machacando... como ya dije, resulta casi desesperante, pero bueno, con un poco de práctica se pueden intentar minimizar estos problemas. Lo cierto es que los programadores de Enigma Software se podían haber “currado” este apartado un poquito más.
Diversión.
Como pasa con casi todos los juegos, habrá a quien le encante y quien no lo pueda ni ver, pero para calificar la diversión de un juego hay que intentar ser lo más objetivo posible, lo cual resulta bastante difícil.
En el caso de excalibug, podemos decir que si el jugador en cuestión es capaz de hacerse rápido con el control del juego, puede proporcionarle muchas horas de entretenimiento, pero si se atasca a la hora de controlar la situación, puede llegar a desesperarse rápidamente, de ahí que a la hora de calificar la diversión haya que pensar en las dos situaciones, calificarlas independientemente y luego hallar la media de ambas para dar un valor único, y decir que cada cual saque sus conclusiones cuando juegue.
Terminando...
Concluyendo podemos decir que es en general un buen juego pero que podría haber llegado a ser algo más de no ser por los problemas sonoros y de jugabilidad antes comentados.
