Análisis de Dark Souls: Prepare to Die Edition (PC, PS3, Xbox 360)
Nota: Al tratarse del mismo juego que en consolas, en este análisis nos centraremos en las diferencias entre estas versiones. Si queréis profundizar en todo lo que el título tiene que ofrecer, os recomendamos que consultéis el análisis que realizamos para la versión de consolas.
Se ha hecho de rogar, pero por fin los usuarios de PC podemos disfrutar no solo de uno de los mejores juegos del año pasado, sino de la generación. Por desgracia, la conversión que se ha realizado de consolas a compatibles es un auténtico desastre y no hace justicia a un juego con tantísima calidad como este.
Lo curioso, es que incluso así, nos encontramos con la mejor versión que ha aparecido hasta la fecha del título, por lo que sigue siendo todo un imprescindible que no puede faltaros en vuestra colección.
Prepárate para morir
Prácticamente nos encontramos ante el mismo juego que ya pudimos disfrutar en PlayStation 3 y Xbox 360, con todos los parches que ya recibieron estas versiones y con uno extra que busca reequilibrar armas y hechizos para que el PVP (jugador contra jugador) sea más justo. Entre los cambios más importantes destaca la inclusión de nuevas hogueras a las que teletransportarnos, por lo que movernos ahora por el mundo es algo mucho más ágil y nos ahorraremos dar más de un rodeo.
Aunque sin duda, la novedad más importante de esta edición es la inclusión de la expansión "Artorias of the Abyss". Gracias a ella podremos disfrutar de unas 10 horas más de juego, o de sufrimiento mejor dicho. Nos llevará a visitar nuevas áreas y a enfrentarnos con nuevos jefes que conseguirán desesperar a más de uno. Ya el simple hecho de conseguir llegar hasta la primera de las nuevas zonas es toda una odisea, no por difícil, sino porque necesitamos estar en un punto muy avanzado de la aventura y al ser algo opcional no nos indicarán lo que tenemos que hacer en ningún momento.
Una vez que hemos conseguido averiguar el camino, uno de los nuevos jefes se encargará de darnos la bienvenida a la expansión y se encargará de recordarnos el subtítulo del juego como no lleguemos preparados. El nivel medio recomendado para enfrentarnos a los peligros de las nuevas zonas es de 40 - 45, pero no estará de más si llegáis con algo más para ahorraros unos cuantos disgustos.
"Artorias of the Abyss" es Dark Souls al 120%. Mantiene el mismo y magnífico nivel del resto del juego. Ofrece algunos de los retos más complicados, nuevas armas y armaduras, enemigos nuevos que nos harán gritar más de un improperio al monitor, los jefes son tan imponentes como desafiantes, y cada paso que avancemos será una pequeña victoria personal que nos animará a seguir. En Dark Souls no hay que temerle a la muerte. Caer en combate significa aprender de nuestros errores y nos incitará a intentarlo una y otra vez, en una especie de espiral masoquista pero al mismo tiempo muy gratificante. Puede parecer un juego duro e injusto, pero nada más lejos de la realidad, aquí lo que cuenta es nuestra habilidad y eso es precisamente por lo que se hace tan difícil dejar de jugar.
Otra de las novedades de esta expansión las encontramos en la Arena de PVP. Ahora se ha incluido una nueva zona de batalla donde podremos entrar en una especie de matchmaking organizado para enfrentarnos en diversos duelos contra otros jugadores, ya sea en 1 contra 1, 2 contra 2, o con 4 jugadores en un todos contra todos. La idea nos parece realmente buena, y los fanáticos de la vertiente PVP del título (que son bastantes) encontrarán aquí su lugar cuando se cansen de invadir los mundos de otros jugadores para avanzar en sus Pactos o por simple diversión. El problema es que no termina de funcionar del todo bien, y nos pasaremos esperando una enorme cantidad de tiempo antes de que nos emparejen con alguien y podamos saltar al ring. Si las múltiples muertes que sufriremos en nuestro avance y los momentos más desesperantes no consiguen acabar con nuestra paciencia, los tiempos de espera de esta Arena lo harán seguro.
En cuanto a los controles, vamos a ser claros: si no tenéis un mando con el que jugar, lo mejor será que no os compréis el juego. Es así de simple, la adaptación que han realizado para teclado y ratón es terrible, y por mucho que nos deje configurar las teclas, cosas como el movimiento de la cámara o el hecho de que se han separado acciones que antes se hacían con un solo botón en varios, convertirán nuestras andanzas por Lordran en un auténtico infierno. De hecho, ni siquiera se han molestado en cambiar los iconos que nos indican las teclas que hay que pulsar, ya que veremos el de los botones del mando de Xbox 360.
Por lo demás, tal y como ya hemos comentado, estamos ante el mismo juego, donde nuestros personajes son totalmente personalizables (no hay clases en sí, las que nos dan a escoger al principio solo marcan nuestras estadísticas base y nuestro equipo inicial), con un enorme mundo donde todo está interconectado al más puro estilo Metroidvania y que hace gala de un diseño perfectamente estudiado y con múltiples atajos y secretos por descubrir. Su peculiar modo multijugador sigue siendo tan divertido como siempre y las almas vuelven a ser realmente importantes, ya que nos servirán para comprar cosas en las tiendas, mejorar armas y subir de nivel. Sin contar la expansión, la primera partida nos durará alrededor de 50 horas, por lo que os podéis hacer una idea de lo mucho que os va a durar, especialmente si hacéis todo lo opcional y buscáis hasta el último secreto.
Oportunidad perdida
No se nos ocurre una mejor forma de describir lo que hemos sentido con la conversión realizada que esta. FromSoftware no se ha preocupado ni lo más mínimo en intentar sacar partido a la potencia de un PC. Es más, ni siquiera se ha molestado en intentar ofrecer lo mínimo exigible hoy en día en esta plataforma. ¿Esto qué quiere decir? Que estaremos limitados a 30 imágenes por segundo, las opciones de configuración gráfica son ridículas e inexistentes, y lo peor de todo, mantiene una resolución nativa de 1024x720.
Por suerte, estamos hablando de un juego para PC, y siempre queda confiar en la comunidad de modders para poner algunas cosas en su sitio. De hecho, un fan ha conseguido crear en menos de media hora un fix altamente recomendable que nos permite hacer un reescalado en la resolución para que el título luzca realmente bien a 1080p, mejorando visualmente la experiencia vivida en consolas.
A pesar de todo esto, en líneas generales Dark Souls es un título muy atractivo para la vista. El trabajo llevado a cabo en cuanto a su dirección artística es soberbio. Realmente consigue transportarnos a un mundo de fantasía oscura como pocas veces ha retratado un videojuego, con escenarios variados, con estructuras imponentes y con un diseño de armaduras y enemigos sencillamente espectacular. Los jefes finales por lo general tienen un tamaño más que considerable, y algunos de ellos llegarán a ocupar casi toda la pantalla incluso. También encontraremos algunas vistas, como las de Anor Londo, que nos harán pararnos unos segundos para contemplar el paisaje y disfrutarlo. En definitiva, que visualmente estamos ante un juego muy bueno, incluso con sus defectos técnicos.
En cuanto al asunto de las ralentizaciones (uno de los puntos más negros y criticados de la versión de consolas), a pesar de que sus propios desarrolladores indicaron que no sabían cómo solucionar este problema, tenemos buenas noticias. La potencia bruta de un PC actual es tan alta que permite que el juego se mueva casi sin ninguna ralentización. Hay algún que otro momento donde se notan, pero no es ni por asomo lo sufrido en Xbox 360 o PlayStation 3. Por ejemplo, Ciudad Infestada, una de las zonas más afectadas por las ralentizaciones, ahora es hasta jugable, no termina de ir todo lo suave y fino que nos gustaría, pero ya no tendremos la sensación de que el juego se va a colgar de un momento a otro.
Otro de los aspectos negativos lo encontramos en el hecho de que el título nos obliga a usar Games for Windows Live, un sistema poco fiable y engorroso que se nos antoja totalmente innecesario y que desde el lanzamiento del título ha estado dando problemas con claves de activación que no termina de reconocer.
El sonido por su parte sigue siendo espectacular. El silencio es su mejor arma, ya que cuando avancemos solo oiremos nuestros pasos y unos sonidos ambientales de gran calidad que nos harán meternos de lleno en el papel, como los gemidos y gruñidos de los monstruos, una catarata, el viento, un goteo, etcétera. Pero la música no se queda atrás, ya que cuando toque enfrentarse a un jefe final, esta toma todo el protagonismo para realzar el nivel de épica que estas batallas merecen. Las nuevas composiciones para la expansión también son muy destacables. El doblaje está en inglés (con subtítulos en español) y tiene mucha calidad, pero los diálogos no abundan precisamente.
Conclusiones
Dark Souls es un auténtico juegazo, único, y que demuestra, en contra de lo que muchos piensan últimamente, que todavía se puede conquistar al público con un título que apuesta por ofrecer un nivel de dificultad muy elevado. El nuevo contenido, el fix para la resolución y las mejoras de las ralentizaciones, hacen de esta versión la mejor de las tres. Sin embargo, la conversión realizada es todo un ejemplo para el resto de desarrolladores de cómo no se deben hacer las cosas en PC. Pero no os dejéis engañar, por muy mala que sea la conversión, Dark Souls es una experiencia que hay que vivir sí o sí, por lo que su condición de imprescindible sigue estando fuera de toda duda.