Análisis de Dark Souls II (PC)
Nota: Al tratarse del mismo juego que en consolas, en este análisis nos centraremos en las diferencias entre estas versiones. Si queréis profundizar en todo lo que el título tiene que ofrecer, os recomendamos que consultéis el análisis que realizamos para la versión de consolas.
Si tuviéramos que mencionar algunas de las peores conversiones de consolas a PC que hemos tenido el dudoso placer de jugar en nuestros equipos, probablemente se nos vinieran dos nombres rápidamente a la cabeza: Final Fantasy VIII (en su versión original) y Dark Souls, entre otros muchos (¿alguien dijo Resident Evil 4?).
La obra maestra de From Software fue todo un ejemplo de cómo no debe llevarse un juego a compatibles, con carencias tan básicas como un selector de resolución que nos permitiera jugar a 1080p o una tasa de imágenes por segundo bloqueada a 30 fps. Por suerte, una vez más, la comunidad de modders vino al rescate y nos permitió disfrutar de esta fantástica y desafiante aventura tal y como se merecía.
Ahora, el estudio japonés vuelve a intentarlo con su secuela, una que desde sus inicios ya se dijo que contaría con una versión para PC que le hiciera justicia. De hecho, no son pocos los que opinan que la polémica que se generó en consolas con los recortes gráficos se debió a que el título comenzó a desarrollarse con la potencia de los compatibles en mente, provocando así todo tipo de problemas a la hora de llevar el juego a PS3 y Xbox 360.
Pero independientemente de esa pequeña (o gran, según quien lo mire) "decepción" que nos supuso comprobar cómo Dark Souls II no lucía igual de bien que en sus primeras demos, vídeos e imágenes, el juego acabó demostrando con todas sus innumerables virtudes que se trataba de un nuevo imprescindible: desafiante, largo, profundo, repleto de secretos y contenidos, cautivador, y sobre todo, divertido como él solo.
Así pues, y tras poco más de un mes de retraso respecto a las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360, los usuarios de PC por fin podrán disfrutar de las múltiples muertes que desde From Software nos ofrecen. Ya sabemos que el juego es un imprescindible, pero, ¿y la versión en sí? ¿Ha cumplido con lo prometido?
Muriendo a 1080p y a 60 fps
Lo primero que tenemos que dejar claro y que probablemente será lo que más os interese saber a la mayoría, es que los recortes gráficos vistos en consolas, como el sufrido en su sistema de iluminación, se han mantenido en PC. Por lo tanto, no esperéis encontraros con una versión que se vea igual de impresionante que aquellos vídeos e imágenes de hace meses, porque el resultado final dista mucho de aquello, lo que es una pena, porque por falta de potencia no será.
Con esto dicho y dejando claro el nulo aprovechamiento que se ha hecho de las posibilidades de un equipo actual, tenemos que decir que sí, esta vez From Software ha realizado un buen trabajo y nos encontramos con una versión que ofrece, cuanto menos, todo lo mínimamente exigible por un jugador de PC. Olvidaros de cursores que no se quitan de la pantalla, del insufrible Games for Windows Live (que por suerte para todos ya ha pasado a mejor vida), de una tasa de imágenes por segundo limitada, de texturas que duelen a los ojos, de opciones de configuración de vídeo irrisorias e inexistentes, de una resolución que no consigue pasar de los 720p y, en definitiva, de todo aquello que falló en la primera entrega.
Por lo tanto, tendremos a nuestra disposición toda una gama de opciones de configuración de vídeo que nos permitirán ajustar el juego a las exigencias de nuestro equipo, permitiéndonos de esta forma jugar a 1080p y a 60 fps. Tras haber completado la aventura en PS3, jugar con una tasa de imágenes por segundo tan alta y robusta resulta todo un gustazo y que además ayuda a mejorar su jugabilidad al permitirnos reaccionar mucho mejor y con mayor rapidez ante todo tipo de situaciones. De hecho, tal es así que al principio necesitamos un rato para aclimatarnos a ella, ya que nos parecía que el juego iba demasiado acelerado.
Por otro lado, el aumento de resolución también se ha aplicado a las texturas, por lo que todos los elementos se muestran de forma muy nítida, lo que consigue que este misterioso mundo de fantasía oscura se vea más bonito que nunca. Eso sí, si estáis acostumbrados al primer Dark Souls con mods, el resultado con todas las opciones al máximo os parecerá algo peor, por lo que no podemos esperar a ver lo que es capaz de hacer la comunidad con el apartado visual de esta secuela.
Otro aspecto a destacar, es que todo esto también consigue que los requisitos sean bajísimos, tanto los mínimos como los recomendados, por lo que no deberíais de tener demasiados problemas para moverlo de forma fluida en equipos que tengan ya varios años a sus espaldas.
En lo que respecta a los controles, esta vez se nota que ha habido un trabajo detrás para adaptarlos de forma decente a una configuración de teclado y ratón. El resultado es notable, aunque cuesta muchísimo habituarse, ya que muchas acciones requieren de la combinación de varias teclas, y en líneas generales esta opción no resulta tan intuitiva ni precisa como el mando, por lo que probablemente tengáis alguna que otra muerte que con pad no habríais sufrido, aunque al menos esta vez es jugable. Además, se nos permite configurar totalmente a nuestro gusto los controles, por lo que quizás seáis capaces de personalizarlos de una forma que os resulte más cómoda que los que vienen por defecto.
Lo que sí que no nos ha gustado tanto es que todas las indicaciones que nos dan se hagan con los iconos de los botones del mando de Xbox 360, ya que de nada nos sirve ver un botón A en la pantalla cuando nos acercamos a una puerta cuando su equivalente en teclado y ratón es Shift + click izquierdo. Un pequeño tirón de orejas para un descuido que nos deja bien claro que se trata de un juego pensado para jugar con pad, por lo que os recomendamos que uséis uno si tenéis esa posibilidad.
Conclusiones
Poco más podemos deciros de esta versión que no os comentáramos ya en el análisis que realizamos en su momento para consolas, ya que nos encontramos ante el mismo juego, sin ningún tipo de contenido añadido y sin mejoras gráficas exclusivas más allá del aumento de resolución y la mejora en el antialiasing y la tasa de imágenes por segundo.
Nos hemos quedado con las ganas de que se hubiera aprovechado la ocasión y el retraso en su lanzamiento para que se le hubiese sacado partido a la potencia que un buen PC puede ofrecer, aunque eso no quita que sigamos estando ante un título con un apartado artístico abrumador y que tenéis que jugar sí o también. Así pues, si todavía no os habéis adentrado en este desafiante mundo y queréis disfrutarlo en su mejor versión posible, ya estáis tardando en descubrir por vosotros mismos cómo esta aventura hace de la muerte una experiencia tan divertida y gratificante.