Análisis de Cult of the Lamb, gestionar una secta nunca fue tan divertido (PC, Xbox Series X/S, PS5, Switch, Xbox One, PS4)

Cult of the Lamb combina gestión y acción roguelite en una fantástica experiencia satánica y cuqui al mismo tiempo. Derrocha carisma, buen hacer y cautiva con su dirección artística.
Cult of the Lamb
·
Análisis de versiones PC, Xbox Series X/S, PS5, Switch, Xbox One y PS4.

Aunque es un híbrido más o menos habitual, la mezcla entre sistemas de gestión y mecánicas de acción no siempre sale bien. Cult of the Lamb se atreve a intentarlo, y además lo hace desde una ambientación que también solapa dos mundos opuestos: animalitos cuquis y sectas satánicas. Es una propuesta llamativa, sin lugar a dudas, que por si fuera poco cuenta con el beneplácito de Devolver Digital (un sello que pocas veces falla); el trampolín ideal para Massive Monster, estudio que si bien no se estrena con este juego (son también los creadores de The Adventure Pals y otro par más de proyectos no demasiado conocidos), con él marca un hito en su producción haciéndose visible para el gran público.

Ahora que Cult of the Lamb está disponible en todas las plataformas (PS5, Xbox Series X/S, PS4, Xbox One, PC y Switch) hemos podido jugarlo más en profundidad tras probar una versión preliminar para nuestras impresiones. Con el juego completo ya en nuestras manos hemos corroborado que sabe cómo ejecutar con inteligencia todas las ideas que pone sobre la mesa, dándonos unos mejores exponentes de este género híbrido en el que tan difícil es acertar.

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De la gestión a la acción

Cult of the Lamb nos pone a los mandos de un cordero que fue sacrificado por un culto antiguo, pero salvado posteriormente por una extraña deidad que le convierte en su mesías. Ahora tiene la misión de establecer una secta alrededor de esta figura, al mismo tiempo que debe deshacerse de la secta enemiga y sus cuatro líderes. Con una premisa tan sencilla como bien construida tenemos las bases narrativas del juego, incluyendo la justificación de su fantástica estructura jugable: gestión por un lado, acción por otro. Lo mejor es que ambas no se pueden entender como facetas separadas, ya que conversan constantemente gracias a unas magníficas decisiones de diseño que aglutinan la experiencia en una sola.

Por poner sólo algunos ejemplos, hay un medidor de fe que fluctúa en consonancia al apoyo de los miembros de nuestra secta; este indicador puede vaciarse o llenarse por muchos motivos, siendo uno de los más importantes nuestra actuación en las mazmorras. Es decir, si morimos intentando dar caza a nuestros enemigos, la fidelidad de nuestros seguidores caerá por considerar que somos demasiado débiles para liderar un culto. También ocurre al contrario, así que cuando derrotemos a un jefe final seremos recibidos entre vítores por los sectarios. Y también en la otra dirección, ya que mejorando las instalaciones de la secta podremos obtener ventajas en las secciones de combate.

Al principio de cada cruzada recibiremos un arma y un poder especial.
Al principio de cada cruzada recibiremos un arma y un poder especial.

Aunque haya esta relación constante entre las dos facetas, físicamente son dos planos separados: por un lado está el asentamiento del culto, el típico lugar en el que tenemos que colocar plantaciones, minas, zona de descanso, templo y otros edificios más relacionados con la estética satánica, por supuesto; por otro lado tenemos las diferentes mazmorras que debemos visitar en nuestras cruzadas, escenarios generados aleatoriamente que se dividen en cuatro grandes biomas principales (aunque no todos están desbloqueados desde el principio). Hay más sitios que explorar aparte de estos dos espacios, como una playa en la que podemos pescar o la cabaña de un antiguo chamán, donde podemos jugar a los dados.

Muchísimo contenido muy bien remachado

Es verdaderamente digna de destacar la cantidad de contenido que ofrece Cult of The Lamb. Ya no hablamos de horas de juego (que oficialmente marcan entre unas 12 y 24 horas de partida), sino de la variedad de cosas que podemos hacer; al principio puede resultar abrumador darse de bruces con tantos sistemas, interacciones y medidores, pero el juego estructura tan bien su progreso que desvela nuevas maneras de jugar en momentos clave, cuando ya hemos aprendido lo que consideramos básico de su experiencia. No sólo es que podamos estar haciendo cosas constantemente, sino que además se renueva a cada poco para dejarnos hacer más todavía, multiplicando las horas de juego y convirtiéndose en uno de esos títulos a los que echarles mucho, mucho tiempo.

Con las doctrinas desbloqueamos nuevas formas de interactuar con los adeptos de la secta, e incluso más habilidades y ventajas para la secciones de combate.
Con las doctrinas desbloqueamos nuevas formas de interactuar con los adeptos de la secta, e incluso más habilidades y ventajas para la secciones de combate.

Y lo mejor es que todo eso que podemos hacer está diseñado con una pulcritud digna de un estudio con experiencia en el desarrollo; Massive Monster no es un equipo novato y eso se nota en la delicadeza con la que han trabajado en muchos de sus sistemas, como la minuciosidad de la gestión (hay muchos valores a tener en cuenta a la hora de llevar bien la secta de Cult of the Lamb, desde los más evidentes hasta otros menores como que interrumpir a un seguidor cuando está hablando resta puntos de fe) o la sorprendente profundidad de su sistema de combate. También hay otros detalles en los que se percibe lo bien remachado que está el juego: sus diálogos, las animaciones, la dirección artística…

Ese último punto, el de la dirección artística, es otra de las grandes sorpresas de Cult of the Lamb. No es que nos pille de imprevisto que el juego tenga un magnífico apartado gráfico, nos hemos tragado todos los tráileres y capturas previos al lanzamiento, pero es que jugándolo nos hemos dado cuenta de lo bien que funciona todo en ese sentido: las animaciones son buenísimas, tanto las relativas a la acción como las de los momentos de inactividad o en la interacción con los recursos y gestión, el diseño de los escenarios también es digno de destacar, cómo combina personajes y elementos planos con escenarios en tres dimensiones, el toque de manualidad que le da a muchos de sus diseños… Y todo eso por no hablar de la maravilla de iluminación y efectos que pone en pantalla.

Nos encontraremos con muchos personajes especiales que nos ayudarán (a su manera) a cumplir nuestra misión divina.
Nos encontraremos con muchos personajes especiales que nos ayudarán (a su manera) a cumplir nuestra misión divina.

Combate y gestión que se compenetran sin pisarse

En lo que respecta al sistema de combate nos ha sorprendido lo bien llevado que está, partiendo de una base simple (arma cuerpo a cuerpo combinada con poderes especiales) que se va combinando con otras oportunidades para darle mucha más profundidad de la que esperábamos. Pese a ser un roguelite con generación aleatoria de escenarios, el juego consigue que cada run tenga su propia entidad y que los niveles propicien situaciones creativas. Además, en estas cruzadas (el nombre que le da el juego a cada intentona) también podemos conseguir materiales, monedas y adeptos para la secta, por lo que adentrarnos en estos niveles compensa aunque sólo sea como vía de recolección.

Si hay algún aspecto del combate que no nos ha gustado es el que tiene que ver con las cajas de colisión y sistema de detección de golpes, que a veces da la sensación de ser demasiado arbitrario y poco preciso. Es un error común en los proyectos provenientes de estudios sin demasiada experiencia en este tipo de juegos; también uno fácilmente subsanable en futuras actualizaciones. En este sentido, por cierto, Cult of the Lamb promete la llegada de nuevo contenido próximamente, por lo que incluso después del lanzamiento la experiencia seguirá viva y ampliándose con más cosas que hacer todavía.

Los poderes son especialmente vistosos y ayudan muchísimo a despejar salas, pero requieren carga que sólo conseguimos al acabar con enemigos.
Los poderes son especialmente vistosos y ayudan muchísimo a despejar salas, pero requieren carga que sólo conseguimos al acabar con enemigos.

Por la parte de los sistemas de gestión, Cult of the Lamb consigue que fundar y establecer nuestra propia secta sea algo verdaderamente divertido sin restarle profundidad al asunto. Tenemos varias formas de mejorar consiguiendo habilidades, instalaciones e interacciones con los adeptos. Al principio tendremos que hacer muchas cosas manualmente, pero poco a poco podremos automatizar ciertas acciones para que los fieles se encarguen de ella y dejarnos a nosotros la parte más delicada, así como lo relativo a levantar la moral del grupo. No llega a enrevesarse tanto como juegos como Gaveyard Keeper, y al mismo tiempo sabe cómo darle un hilo narrativo que aleja la experiencia de títulos menos inmersivos como Forager.

En este buen punto intermedio encontramos muy buenas decisiones que además de estar centradas en la mera gestión, también nos permiten personalizar tanto el asentamiento como a los fieles; no llega al nivel de un Animal Crossing, pero sí podremos darle nuestro toque personal a la secta en base a lo que vayamos consiguiendo en las cruzadas. Además, los personajes que reclutemos tendrán su propia personalidad que se colará en sus peticiones, acciones y diálogos. Quizás aquí echamos en falta algo más de control sobre ciertos momentos de la gestión, ya que a veces (sobre todo al principio) es fácil que un seguidor descarrile (puede pasar que pierda la fe y comience a echar pestes de tu secta) y tengamos pocas herramientas para impedirlo.

Los rituales nos ayudarán a gestionar la secta a nuestro antojo, como por ejemplo desbloqueando la opción de 'ascender' a adeptos que hayan perdido demasiada fe.
Los rituales nos ayudarán a gestionar la secta a nuestro antojo, como por ejemplo desbloqueando la opción de 'ascender' a adeptos que hayan perdido demasiada fe.

Conclusiones

En Massive Monster pueden estar orgullosos por haber conseguido que Cult of the Lamb ofrezca una experiencia compacta que combina a la perfección los sistemas de gestión con los de acción roguelite sin que ninguno haga sombra al otro. Es uno de esos juegos que se nota bien afianzado en todas sus facetas, y además envuelto en una ambientación única que reinterpreta la estética satánica desde un punto de vista cómico e incluso adorable, ofreciendo diálogos simpáticos, situaciones divertidas y una dirección artística sorprendentemente espectacular. En muchos aspectos nos ha recordado al genial Moonlighter, por lo que si os gustó aquella propuesta aquí podéis encontrar una más carismática todavía, con muchísimas horas de contenido que además se irá ampliando después de su lanzamiento. Todo un contendiente a juego del año, no os lo perdáis si os gustan este tipo de proyectos.

Hemos realizado este análisis en PC con un código para Steam proporcionado por Cosmocover.

Manu Delgado
Redactor

NOTA

8.7

Puntos positivos

Profundos sistemas de gestión de tu propia secta
Divertidas mecánicas de combate roguelite.
Magnífica y carismática dirección artística.

Puntos negativos

Ciertas inconsistencias en las colisiones durante el combate.
Se echa en falta más control en los primeros compases de la gestión.

En resumen

Magnífica mezcla de gestión y acción roguelite, dos facetas que dialogan sin hacerse sombra. Una compacta experiencia visualmente maravillosa y con muchísimo contenido a ofrecer.
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Plataformas:
PC Xbox Series X/S PS5
Switch Xbox One PS4

Ficha técnica de la versión PC

ANÁLISIS
8.7
Estadísticas Steam
COMUNIDAD
7.64

Cult of the Lamb para Ordenador

5 votos
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Ficha técnica de la versión Xbox Series X/S

ANÁLISIS
8.7
COMUNIDAD
8

Cult of the Lamb para Xbox Series X/S

2 votos
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Ficha técnica de la versión PS5

ANÁLISIS
8.7
COMUNIDAD
9

Cult of the Lamb para PlayStation 5

3 votos
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Ficha técnica de la versión Switch

ANÁLISIS
8.7
COMUNIDAD
7.09

Cult of the Lamb para Nintendo Switch

2 votos
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Ficha técnica de la versión Xbox One

ANÁLISIS
8.7
Estadísticas XBOX LIVE
COMUNIDAD
-

Cult of the Lamb para Xbox One

Sin votos
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Ficha técnica de la versión PS4

ANÁLISIS
8.7
COMUNIDAD
10

Cult of the Lamb para PlayStation 4

1 votos
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