Análisis de Convoy (PC)
Parece que, de una forma u otra, el género apocalíptico más clásico y tradicional, vuelve a estar de moda. Tras varios años en los que el género zombi parecía abarcar todas y cada una de las formas de expresión artística y canales culturales posibles -desde cómics a videojuegos, pasando por series de televisión, novelas y juegos de mesa, entre muchos otros-, amenazando una y otra vez a la humanidad con la extinción y los no muertos, volvemos a encontrarnos con una perspectiva diferente del fin de los tiempos para todos los hombres y mujeres del planeta.
Tras el increíble Wasteland 2, y mientras esperamos que Bethesda nos sorprenda con un hipotético Fallout 4, y en los próximos meses asistimos al estreno de la puesta al día cinematográfica de Mad Max: Furia en la carretera -que contará también con un videojuego oficial de gran presupuesto, Mad Max, que no estará basado estrictamente en la película, pero que sí se ambientará en el mismo universo-, llega a nuestras manos Convoy, un título de género roguelike que fusiona una serie de elementos conocidos y vistos en notables juegos como FTL y los reúne bajo una cuidada y estilizada ambientación catastrófica.
Conduciendo a través del yermo
Haced un acto de constricción, apartaos de cualquier elemento que os distraiga e intentad dar rienda suelta a vuestra imaginación. Os encontráis en un futuro distante, rodeados de miles de kilómetros de desierto, montañas y chatarra por todos lados. Nuestra enorme nave especial se estrelló hace años en el planeta, y los pocos supervivientes de un planeta hostil y yermo -llamado Ormek Prime-, luchan por encontrar los pocos víveres y recursos restantes para intentar repararla. Vivir cada día en estas condiciones es peligroso, pues para encontrar el sustento -en forma de agua o alimentos- que nos garantice la supervivencia, hay que abandonar la seguridad de los pocos campamentos y búnkeres que quedan en pie y echarse a la carretera junto a otros compañeros en fortificadas caravanas y vehículos. En la infinita extensión de rocas, arena y ruinas que se abre ante nosotros, existen ocultos diversos grupos de mercenarios y facciones dispuestas a atacarnos y robarnos a las primeras de cambio, con lo que jamás tendremos un segundo de respiro.
Convoy tiene y ofrece una propuesta tan clara y transparente, como efectiva. Tras lograr su financiación a través de Kickstarter, y pese a que sabíamos que podíamos encontrarnos con un juego entretenido, jamás habríamos imaginado la enorme calidad que atesora el presente título. No, no revoluciona el género, y no, tampoco es que oferte ideas excesivamente novedosas, pero está exquisitamente presentado y diseñado de cara al jugador, ofreciendo una jugabilidad y una serie de mecánicas robustas a la par que sólidas. Convoy además, como os hemos comentado en la introducción de nuestro análisis, ofrece una mitología propia, muy asentada, llena de detalles que consiguen acrecentar la sensación de consistencia y realismo cada vez que nos ponemos a sus mandos. El mundo de Ormek Prime es vasto y gigantesco, y explorarlo, pese a las vicisitudes que implica de forma inherente el dar un paseo por sus desiertos y montañas, es un auténtico placer.
Nuestra misión en el árido escenario del juego, será la de sobrevivir y recoger tantos recursos y elementos como podamos para continuar con las reparaciones de nuestra nave nodriza. Los colonos y tripulantes están muy atareados con las labores de construcción y puesta a punto, y únicamente los más atrevidos se atreven a tomar un coche y un convoy para aventurarse en el desierto. Para ello conduciremos nuestro enorme camión principal, y nos protegeremos y escudaremos en una serie de vehículos armados hasta los dientes, que a su vez, serán más rápidos y tendrán una mayor capacidad de maniobra. En este aspecto, y gracias a la perspectiva o incluso a la estética -el pixel art impregna absolutamente todo el apartado visual de Convoy-, será inevitable pensar en FTL o incluso en Dungeon of the Endless pero pasado por el citado filtro de Mad Max.
De esta manera, antes de cada misión recibiremos un pequeño informe acerca de los objetivos, que serán variados, y al igual que en muchos juegos de rol, actualizables y variables. Convoy intenta que cada misión y partida sea distinta, y además de ir cambiando los requisitos y logros a conseguir, redistribuye la faz del planeta. El cambiar la orografía y la distribución de las facciones e ítems a encontrar transmite una sensación parecida a la que nos encontramos con algunos juegos de rol de papel y lápiz, en los que el dungeon master o narrador de la partida altera las condiciones de algunos escenarios a fin de que nunca podamos anticipar los hechos.
Sin ir más lejos, la interfaz de Convoy nos recuerda mucho a un juego de este tipo de corte. Su interfaz a está medio camino entre la existente en una aventura gráfica textual de hace décadas -con fondo negro y brillante texto blanco- y la de un juego de mesa, con casillas hexagonales y mapas monocromáticos intensamente detallados. Aparte de conducir alrededor de interminables parajes desolados, pasaremos muchísimo tiempo leyendo descripciones de escenarios, personajes y situaciones, así como tomando decisiones variadas.
Los objetivos son diversos, y en función de nuestra determinación a la hora de escoger respuestas o caminos, radicalmente distintos. Podemos pararnos a socorrer a un vendedor en apuros, adentrarnos en el terreno de cualquiera de las tres facciones peligrosas, quedarnos atrapados entre una enorme ventisca y tormenta de arena a buscar tesoros o decidir realizar una rápida incursión en una zona desolada. ¡Incluso podemos acabar en las ruinas de un antiguo estadio de fútbol americano!Convoyofrece el mismo tipo de libertad que otros juegos más modernos del género sandbox, pero pasado por el filtro clásico que podía llegar a desprender un juego de hace veinte años.
La mayor parte de Convoy, obviamente, la pasaremos conduciendo y perfeccionando nuestros vehículos. Convoy es un juego roguelike, y como tal, exige muchísima planificación al jugador. En el título tenemos decenas de vehículos y caravanas, con sendas posibilidades de configuración. Antes de cada misión, es casi una obligación revisar los numerosos parámetros y características de nuestros coches y blindados, sobre todo si no queremos quedar varados en mitad de la nada o muertos tras unos pocos disparos. No hablamos únicamente del combustible o la salud, también lo hacemos del blindaje o la capacidad de disparo, incluso del refrigerante. El sistema de mejoras es muy lineal, fácil de comprender y llevar a cabo, pero es necesario saber invertir muy bien el dinero y las recompensas obtenidas, porque como os imaginaréis, es muy frustrante recorrer cientos de kilómetros en la búsqueda de un objeto valioso y acabar pereciendo bajo el fuego enemigo de los piratas y mercenarios que se encuentran en el camino.
El combate en Convoy es muy dinámico y entretenido, a la par que desafiante. Como si de un juego de estrategia en tiempo real se tratase, tendremos que ir distribuyendo la posición de nuestros coches escolta para evitar las emboscadas, proteger nuestra preciada carga o evitar perecer bajo el incesante fuego. Al principio nos costará bastante aprender a defendernos y atacar con un par de coches -imaginad que nos atacan y nos superan en número-, con lo que es muy probable que muramos y acabemos estrellados en mitad de la árida carretera en más de una ocasión. En ocasiones hay que aprender a realizar maniobras evasivas -por ejemplo, atrayendo a los coches y tartanas enemigas lejos del convoy principal-, mientras usamos algunas bombas, escudos y objetos especiales para acabar con ellos bien lejos y evitando que nos dañen a nosotros. Es cuestión de ensayo y error, y de tal y como os hemos comentado más arriba, saber pertrecharse antes de recorrer el páramo.
Técnicamente, Convoy es un juego que no intenta escudarse bajo el aspecto "retro" para escurrir el bulto y vadear la cuestión visual de cualquier forma y manera. Convoy se siente un juego clásico, y el apartado gráfico va en consonancia al respecto, siendo completamente coherente con el planteamiento del título. En Convoy asistiremos a una enorme variedad de enemigos y vehículos rivales -algunos conseguirán hacernos aplaudir por lo original de su concepción-, y a una poderosa ambientación, que nos llevará a desiertos gigantescos, puestos fronterizos y peligrosas ruinas.
Si habéis disfrutado de películas como Mad Max o la reciente Oblivion, os deleitaréis con las poderosas imágenes que se pueden crear -pese a tener un apartado gráfico en dos dimensiones-. El sonido aporta ciertas gotas de calidad -ofrece una enorme colección de efectos loables-, pese a que en Convoy, deja la impresión de que hablamos de un aspecto algo más frío que el visual. El juego no tiene traducción al castellano.
Conclusiones finales
Convoy es una verdadera joya. Un título que toma prestados muchos conceptos de juegos como FTL, pero que los auspicia hacia una nueva realidad y una ambientación radicalmente distinta. Presenta al jugador un universo rico, cuidado y muy bien diseñado, a través de unas mecánicas sólidas y complejas. Este aspecto, y al contrario que otros juegos de género con jugabilidades igualmente profundas, cabe destacar que Convoy tiende la mano al jugador hacia el entendimiento. Sí, Convoy es un título enorme, y a veces frustrante -el combate es algunas veces, harto injusto-, pero increíblemente adictivo y disfrutable desde la primera partida, con un equilibrio loable que no se pierde bajo ningún concepto y en ningún momento. Sabe ofrecer al aguerrido aventurero y explorador que se atreve a cruzar su enorme páramo, una de cal y otra de arena. Y nunca mejor dicho.