Análisis de Bombshell (PC)
En 2010 un grupo de aficionados al desarrollo de videojuegos de origen danés decidió que ya estaba bien de no tener un Duke Nukem en condiciones, y se puso manos a la obra para hacer lo que ellos llamaban Duke Nukem 3d Next Gen, que no dejaba de ser un Duke Nukem 3D pero realizado con el motor Unreal Engine. Tras contactar con 3D Realms y Gearbox, al final tuvieron que poner el proyecto en barbecho, y dedicarse a otras cosas.
La primera de esas "otras cosas" fue una decente actualización del clásico de Apogee llamado Rise of the Triad, uno de esos juegos que supuso una pequeña evolución entre las primeras entregas de Doom y el anteriormente citado Duke Nukem 3D, que si bien no tuvo el impacto que sí recibió en su momento la actualización de otro juego de la época (o un poco posterior) como es Shadow Warrior, si está bien considerado por crítica y público.
La segunda era un juego que también empleaba al personaje de Duke llamado Duke Nukem: Mass Destruction, pero en lugar de ser una reimaginación de su aventura en primera persona, era un juego más bien estilo Diablo y Gauntlet, en el que la cámara se situaba en perspectiva cenital, y el duque tenía que salvar al presidente de los Estados Unidos. Al final, de nuevo, hubo problemas con la propiedad intelectual, y de ahí es donde nace este Bombshell, una vez el mismo inversor detrás de Interceptor (los desarrolladores del juego que nos ocupa) también ha comprado la marca 3D Realms.
Una de las curiosidades que rodea a Bombshell es que, de alguna manera que no acabamos de entender, se le dio cierto uso en la crítica americana como ejemplo positivo de cómo usar a una mujer como protagonista, un tema que como sabéis está bastante candente dentro de los medios estadounidenses, y que sinceramente creemos que, en este caso, no es un ejemplo demasiado destacable (ni para bien ni para mal).
En Bombshell manejamos a Shelly Harrison, una antigua coronel de la Fuerza de Defensa de la Tierra, que perdió un brazo en un accidente en Washington, y que ahora es tiene un brazo armado como si de Mega Man hablásemos.
Como en el anteriormente citado Duke Nukem: Mass Destruction, juego al que sustituye, tenemos que salvar a la presidenta de los Estados Unidos, ya que la Casa Blanca ha sufrido una invasión alienígena, y allí que nos vamos para dar cera a los feos seres del espacio exterior.
La manera de manejar a nuestra protagonista es una mezcla entre el clásico juego de tiros de doble stick (ponga aquí su favorito, de Smash TV a Nuclear Throne pasando por Hotline Miami o Geometry Wars) con uno de rol estilo Diablo, pudiendo elegirse tanto la posibilidad de combinación de teclado y ratón (más preciso) como un mando (menos engorroso y más rápido). Las dos opciones funcionan bastante bien, y por ejemplo en el pad con un stick movemos a la protagonista, y con el otro apuntamos, pudiendo seleccionar una mirilla láser si no queremos gastar munición inútilmente, o disparar con el otro gatillo. También podemos saltar o usar habilidades especiales, las cuales gastan unos puntos de energía que se recuperan al descansar (lo mismo que el escudo).
Lo cierto es que sobre el papel, y más en una época en la que los arcades de tiros funcionan muy bien, el juego es bastante interesante (o debería serlo, viendo la cantidad obscena de gente emocionada con el siguiente juego de disparos de tipo clásico). Pero por desgracia, Bombshell adolece de haber sido lanzado de una manera que más que indie, parece amateur. Cuando estas arreando disparos desde el minuto uno, ya ves que los patrones de los enemigos no tienen demasiado sentido, que está todo como lanzado de manera demasiado temprana, y además de que muchos ni te disparan a ti, otros se suben encima de personajes no jugadores, aparecen donde no toca, etcétera.
Entre esto, y una cámara que no está demasiado bien puesta, hace que no nos tomemos Bombshell demasiado en serio mientras jugamos. Sabemos que si pegamos tiros con cierta habilidad iremos pasando fase tras fase, mientras nuestra protagonista va mejorando sus armas, habilidades o estadísticas.
Los enemigos, que por cierto recuerdan tal vez demasiado (y tiene sentido) a los de Duke Nukem, tampoco es que ayuden demasiado, pues no hay mucha variedad, y por otro lado los monstruos finales tampoco están demasiado inspirados, al menos a la hora de gestionar sus patrones de ataque o el balanceado de su duración. En general, los enfrentamientos con estas bestias que ocupan bastante más pantalla de lo recomendable (en ocasiones el juego se acuerda que puede alejar la cámara y nos deja un poco de respiro) son demasiado largos más que difíciles, y nos lleva a considerar dejar la partida antes de tiempo por no tener que pasar otra vez por estos trámites.
Otro problema que tiene Bombshell, y de nuevo deriva de algún problema de diseño de juego, es el uso de unos saltos que, además de no tener demasiado sentido en este género, no te dejan ver muy bien donde vas a caer, lo que implica que el jugador puede fallar por faltarle datos sobre cómo ejecutar la acción.
Y todos estos fallos, de nuevo, son una pena, porque sobre el papel Bombshell es un juego que podría gustar y mucho en el género. La cantidad de armas y de habilidades es notable, las posibilidades de mejora de la protagonista son interesantes, e incluso podemos ejecutar enemigos, con lo que para cualquiera que quisiese un juego de tiros con un presupuesto mayor que el típico título independiente este parecía una oportunidad ideal para poder probar algo diferente. Pero ha debido pasar algo en el desarrollo que ha provocado que lo que estemos jugando no sea tan apetecible.
Por ejemplo, a la hora de hablar de los gráficos contamos con un poderoso motor Unreal Engine, pero este se nota más a la hora de manejar unos recargados escenarios que a la hora de mostrarnos unos personajes interesantes. Tal vez sea culpa, como hemos apuntado antes, de las cámaras, o tal vez sea del exceso de interés por parte de los directores de arte en mostrarnos un juego al más puro estilo Gears of War, pero sin su habilidad a la hora de aprovechar sus recursos.
Algo parecido pasa con el aspecto sonoro, ya que por partes está bien (muchos ruidos de todo tipo, música heavy metal con mucho ritmo y voces en inglés), pero a la hora de combinarse en muchas ocasiones se solapan unos con otros, lo que demuestra poca habilidad a la hora de usar esas partes.
Conclusiones
Es una verdadera pena lo que ha pasado con este Bombshell. Poniendo nuestra mirada desde mucho más arriba, hay que decir que si este juego estuviera desarrollado como un título independiente seguramente se le trataría de otra manera, y aún se le trataría mejor si hubiese aparecido en Steam bajo la etiqueta de Acceso anticipado, que es como debería haber salido. De hecho, es perfectamente posible que algunos de los fallos que tiene la versión de lanzamiento que hemos probado se vean corregidos en nuevos parches.
Por desgracia para ellos, ni es un juego independiente hecho por cuatro chavales (se considera que el equipo de Interceptor son 35 desarrolladores de todo el mundo), ni sale a un precio especialmente económico (35 euros de lanzamiento), ni ha salido bajo Acceso anticipado. Por todo ello no lo recomendamos actualmente, y es mejor esperarse a unos cuantos meses si queréis disfrutar de un entretenido e interesante juego de disparos en perspectiva cenital con algo más de presupuesto de lo habitual.
Este juego ha sido analizado gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado 3D Realms.