Análisis de Battlefield 3 (PC)
Nota: Este análisis está principalmente enfocado a los puntos que son diferentes en la versión de PC respecto a la de consola, por lo que si queréis profundizar en detalles como la campaña para un jugador podéis consultar nuestro análisis de la versión de consolas.
Desde el primer vídeo que se mostró, este Battlefield 3 ha llamado poderosamente la atención tanto de los medios como de los fans. Apenas tenía un minuto de duración y apenas dejaba ver gran cosa, aunque era suficiente para echar un primer vistazo al portento gráfico que se nos avecinaba. Con la versión final ya en las manos, podemos asegurar que Battlefield 3 en PC no es simplemente una bestia tecnológica que ha puesto el listón a un nuevo nivel, sino que probablemente estemos ante el mejor juego de acción multijugador competitivo visto hasta la fecha en compatibles.
Guerra de grandes magnitudes
Mientras que la campaña individual y las seis misiones cooperativas que se han incluido siguen siendo igual de anodinas y aburridas tanto en PC como en consolas, la cosa cambia drásticamente en el multijugador competitivo, que da el do de pecho y nos hace darnos cuenta de por qué el juego se desarrolló pensando en compatibles y tomando esta versión como base.
Lo primero que llamará la atención es que al intentar iniciar el programa, este nos manda al Battlelog, la web donde se recoge nuestro perfil de jugador, con todas nuestras estadísticas y avances. Esto se debe a que en PC, su uso no se queda limitado simplemente a ello. Desde esta aplicación web podremos gestionar nuestro centro de comunicaciones de Origin, para crear un grupo de comunicación por voz con nuestros amigos, aunque sin duda no es su uso más importante.
Desde aquí podremos escoger arrancar el programa en el modo campaña, en el modo cooperativo o en el multijugador competitivo. Antes de entrar en este último tendremos que buscar partida. Para ello, tendremos unos filtro de búsqueda completísimos en los que podremos configurar todos los parámetros de partida que busquemos: región, modos de juego, espacios libres, mapas, etc. Una vez hecho esto, veremos en tiempo real la lista de servidores disponibles a los que podremos unirnos y las características de cada uno, como el número actual de jugadores en partida o su ping. Si nos ha gustado, podremos añadirlo a nuestra lista de favoritos para volver a jugar en él otro día. En caso de que simplemente queramos echar una partida sin que nos importen mucho sus condiciones, también podremos prescindir de todo este proceso y seleccionar el buscador de partidas rápidas.
Respecto a los modos de juego, volvemos a tener Conquista, Asalto, Asalto: Patrulla, Todos contra Todos por equipos y Todos contra todos: Patrulla. A estos cinco modos hay que sumarle la versión para 64 jugadores de Conquista. Esta última modalidad probablemente será la que más se acerque al fragor de una batalla real y la más exigente de todas, ya que viviremos auténticas batallas campales donde el juego en equipo es igual o incluso más fundamental que en otros modos. Con tantos jugadores, el número de zonas en las que se darán conflictos serán mucho más numerosas y conseguir asaltar una base suele requerir de una buena coordinación entre varios miembros del equipo, dado que el número de defensores también suele ser mayor.
Los mapas en esta versión también se ven muy beneficiados. Nos encontraremos con extensiones enormes y con múltiples recovecos y caminos a los que sacar provecho, permitiéndonos disfrutarlos tal y como se concibieron originalmente y premiando más que nunca su exploración. Dado su tamaño, el nuevo sistema de patrullas cobra un nuevo significado, ya que al tener la posibilidad de reaparecer cerca de un compañero evitaremos dar largos rodeos y paseos para llegar hasta ellos y darles nuestro apoyo.
En lo que respecta a los vehículos, vuelven a ser otra de las piezas clave de su jugabilidad, incluso más aún en esta versión por lo mismo que hemos comentado de la escala de los escenarios, ya que encontraremos algunos como Caspian Border (el más grande del juego) muy orientados a combatir con ellos, ya que si fuéramos a pie todo el rato tardaríamos muchísimo en llegar a las zonas donde se produzcan los conflictos.
El ritmo de progresión está muy bien medido, de forma que realmente sentimos con cada partida que mientras más jugamos, mejores somos y más posibilidades tenemos. De hecho, probablemente en nuestras primeras partidas nos encontraremos un poco perdidos ante la magnitud de las batallas en las que nos veremos inmersos, pero a la que hayamos jugado un poco y seamos conscientes de lo que debemos hacer, nos iremos moviendo cada vez con mayor soltura y aprenderemos a coordinarnos con el resto de nuestro grupo prácticamente sin necesidad de hablarlo.
Es importante reseñar que al ser un título competitivo basado completamente en el juego en equipo, resultará fundamental que nos ciñamos a nuestro rol según la clase que escojamos, ya que cada una nos dará armas y habilidades diferentes. Podremos ser tropas de Asalto, de Apoyo, de Reconocimiento o Ingenieros. Tras cada muerte podremos volver a seleccionar nuestro equipo y nuestra clase, por lo que podremos adaptarnos rápidamente a las necesidades de cada situación para ser lo más útiles posible.
En lo que toca a los controles, estos responden sin problemas a todas nuestras órdenes, ya que la precisión y fiabilidad de respuesta que obtenemos con el combo de ratón y teclado a la hora de movernos y apuntar es simplemente perfecta. Lo mismo se puede decir del control de los vehículos, sumamente intuitivos, aunque difíciles de dominar completamente, como ocurre con los helicópteros y los aviones. De hecho, se echa de menos un modo entrenamiento donde pudiésemos practicar con ellos para evitar la situación habitual de ver a gente que se pone por primera vez a sus mandos y se estrella al poco de despegar.
Potencia tecnológica desatada
Y es que no se nos ocurre otra forma de expresar lo que supone ver en movimiento Battlefield 3 en PC con la configuración gráfica Ultra. Lo que han conseguido DICE con su nuevo Frostbite 2.0 es sencillamente un trabajo magistral que difícilmente será superado en una buena temporada. No estamos hablando tampoco de un impacto visual tan grande como el que supuso el primer Crysis en su momento, pero sí del probablemente mejor apartado gráfico visto hasta la fecha. Tampoco queremos decir con ello que sea perfecto, ya que tiene pequeños defectillos, pero que no consiguen empañar la magnífica experiencia general.
El sistema de iluminación sencillamente está a otro nivel y nos dejará boquiabiertos al ver como los rayos de sol se filtran por ventanas, árboles, o incluso por el propio polvo levantado por una explosión. Y todo ello en tiempo real, por lo que podremos experimentar como por ejemplo disparamos un misil por un túnel y este se va iluminando a su paso. A su vez, los reflejos y las sombras también se comportan con un realismo inusitado.
Las texturas son también de una calidad altísima y gozaremos viendo cada árbol, edificio, vehículo, personaje o arma. Los efectos de destrucciones también están a la altura, sorprendiéndonos por igual tanto ver cómo medio edificio se derrumba por ataque con nuestro tanque como el presenciar cómo salta el polvo y varios trozos de pared ante un disparo con una pistola. Lo mismo se puede decir de los efectos de partículas, que brillan especialmente en las diversas explosiones que veremos.
El hecho de que tengamos escenarios gigantescos que se pierden en el horizonte sorprende más todavía cuando comprobamos que no se produce popping de ningún tipo y vemos todos los elementos ya cargados en la lejanía. Otra de sus grandes virtudes es el hecho de que funcione a 60 imágenes por segundo, por lo que es todo un gustazo jugar a un título de estas características con la fluidez y velocidad que aporta esta tasa de imágenes, algo que acaba afectando en beneficio de la propia jugabilidad.
Respecto a las físicas, nos hemos encontrado algún que otro bug extraño, como un trozo de edificio caído tras un derrumbamiento que se puso a dar vueltas sobre sí mismo hasta que encajó, pero en líneas generales están sumamente bien recreadas y son muy satisfactorias, como cuando vemos unos árboles meciéndose al viento o cayendo al suelo tras un gran impacto.
Así como aspectos negativos, podríamos encontrar un agua visualmente muy bonita, pero poco interactiva, cadáveres que desaparecen y varios errores de clipping, pero como ya comentamos al principio de este apartado, no consiguen tener el impacto suficiente en la impresión general que transmite el conjunto como para deslucirlo, aunque es algo que debemos decir.
Lo que más dudas puede generar en torno a todo esto, es sobre su rendimiento. Si bien es cierto que Battlefield 3 llega hasta donde muy pocos han podido, también es cierto que también serán unos pocos los que puedan disfrutarlo a plena potencia, ya que el equipo que hace falta para moverlo de forma fluida con todas sus características al máximo podría salirnos a un precio realmente desorbitado. Eso sí, la optimización que ha realizado DICE en términos generales es bastante buena, permitiéndonos con unos requisitos medianamente modestos poderlo jugar en una configuración media y alta sin ningún problema. Y es que incluso en las configuraciones más bajas disfrutaremos de unos gráficos muy buenos y muy por encima de la media, aunque obviamente nos perderemos algo de ese espectáculo que el juego puede llegar a ofrecer. Estas opciones gráficas también son muy completas, por lo que podremos modificar cada apartado tranquilamente a nuestro gusto para adaptarlas a nuestro equipo.
En cuanto al sonido, la calidad de los efectos es soberbia, por lo que si tenemos ocasión de disfrutar con un equipo de sonido envolvente la inmersión en la acción está más que asegurada. Respecto al doblaje es de una calidad muy notable y propio de las películas de cine, por lo que en ningún momento desentona y nos ayuda a meternos en la acción todavía más si cabe. Eso sí, la música a pesar de ser una calidad bastante alta, apenas tiene presencia y nos ha parecido lo menos inspirado de este apartado.
Conclusiones
Battlefield 3 en PC es sin lugar a dudas el Battlefield que DICE quería hacer y que tanto ha promocionado en los múltiples vídeos, imágenes y declaraciones que ha dado durante todos estos meses. Nos encontramos ante la versión definitiva y más recomendable de este juego de guerra, ante la cual las de consola no pueden hacer más que palidecer (algo que por otra parte es normal y comprensible). Si bien ni la campaña y ni el cooperativo están a la altura, su multijugador competitivo enfocado al juego en equipo en batallas a gran escala nos hará disfrutar enormemente durante meses e incluso puede que años, por lo que los amantes de la acción con un ordenador capaz de hacerlo funcionar no deberían ni pensarse el hacerse con él, mientras que para el resto, supone la excusa perfecta para actualizar nuestros equipos.