Análisis de Yu-Gi-Oh! World Championship 2007 (NDS)
Desde que comenzó a emitirse hace ya unos años la serie de animación Yu-Gi-Oh!, han sido muchos los juegos basados en ella, los cuales han sido lanzados para prácticamente todas las consolas. El éxito de la serie, que nos presenta combates de cartas coleccionables, hizo que pronto el juego de cartas popularizase, sobre todo entre el público joven, y no pocos se hicieron con una gran colección de cartas. Éste hecho, unido a la sencillez de pasar la mecánica del juego a formato electrónico, propició la aparición de un gran número de títulos basados en el mismo. Desgraciadamente, tanto para los seguidores del juego como para aquellos interesados en iniciarse en él, la mayoría de estos videojuegos no alcanzaban unas cotas mínimas de calidad, siendo tan sólo productos de bajo nivel que trataban de aprovechar el tirón de la serie. En esta ocasión, el juego que nos ocupa es Yu-Gi-Oh! World Championship 2007, que trae ciertas novedades que quizás alejen a la saga de la mediocridad acostumbrada.
Al comenzar la partida, y dependiendo del sexo elegido, controlaremos a un chico o una chica, y podremos elegir entre un buen número de opciones dentro del menú. La opción más lógica, sobre todo si desconocemos la mecánica del juego de cartas, es probar con el extenso tutorial, que a lo largo de 15 lecciones, nos irá enseñando cada uno de los detalles del sistema. Tras cada una de las lecciones, que variarán mucho en longitud dependiendo de la complejidad de lo que nos enseñen, se nos harán una serie de preguntas para afianzar los conocimientos.
Una vez tengamos una base, tendremos duelo de entrenamiento cada cierto número de lecciones aprendidas, que exigirán de toda nuestra concentración para ser superados, pues nuestras cartas serán mucho peores que las de nuestro oponente. El tutorial es bastante completo, aunque su longitud puede echar atrás a aquellos que deseen jugar desde el principio. Debemos tener en cuenta que el sistema de juego es bastante complejo y requiere su tiempo llegar a hacerse con él, aunque nada impide al jugador saltarse el tutorial o dedicarse sólo a aquellas lecciones que crea necesarias. Además de las lecciones, dentro del tutorial tendremos un glosario, que resolverá las dudas que nos surjan acerca de los términos empleados en el juego.
Tanto si hemos probado el tutorial, como si ya conocíamos el juego, pronto nos familiarizaremos con la mecánica. Partiremos de un mazo de inicio que constará de 40 cartas, aunque posteriormente podremos ampliar su número. Entre todas estas cartas, nos encontraremos tres grandes tipos: monstruos, magias y trampas. Con las cartas de monstruos podremos atacarnos o defendernos (dependiendo de la posición en la que la coloquemos dentro del tablero de juego) de los monstruos de nuestros enemigos, y el daño infringido a la carta perdedora será el daño que sufrirá el dueño del mazo, disminuyendo así su barra de vida, la cual, si llega a cero, hará que pierda el duelo. Con las cartas de magia podremos activar ciertos efectos, tanto beneficiosos para nosotros como perjudiciales para nuestro enemigo. Por último, las cartas de trampa las podremos colocar en el tablero y no podrán activarse hasta que se den las circunstancias descritas en las cartas. Afortunadamente, el juego se encargará de avisarnos cuando una de estas cartas pueda activar su efecto, y nosotros tan sólo tendremos que decidir si queremos usarla en ese momento o más adelante.
El sistema de juego es algo complejo, pues es prácticamente igual al juego de cartas, lo cual pondrá las cosas más fáciles a aquellos que conocen el juego. Afortunadamente todas las cartas son auto explicativas, y, salvo algunas excepciones, dejan bastante claro los efectos de las mismas. Un detalle que ensombrece la mecánica de juego, es la activación de los efectos de las cartas de monstruos. Al igual que en el caso de las cartas de trampa, el juego nos avisará cuando podamos usar el poder especial de alguno de nuestros monstruos. El problema es que, una vez aceptado, no podremos cancelar la acción, y tendremos que seleccionar un blanco obligatoriamente, aunque el efecto sea negativo y sólo podamos elegir como objetivo alguna de nuestras cartas. Esta situación es bastante frustrante, pues si no tenemos cuidado, acabaremos destruyendo algunas de nuestras cartas sin poder hacer nada para evitarlo. Esto unido a otros pequeños detalles, como no poder abandonar un duelo hasta el turno diez (lo que hará que debamos apagar la consola si deseamos abandonarlo en ese momento) hace que el juego se haga molesto en ocasiones, sobre todo si pensamos en lo fácil que hubiera sido solucionar esos pequeños detalles.
El juego hace uso de las dos pantallas, mostrando en la inferior una vista general del tablero y en la superior, en tres dimensiones, un detalle de lo que hemos seleccionado debajo. El tablero podremos recorrerlo tanto con el puntero, pulsando en la carta o casilla que deseemos, o con la cruceta y los botones. Lamentablemente, a pesar de haber introducido dos posibilidades de control muy acertadas, nos encontramos con que ciertas funciones deberemos hacerlas siempre de la misma forma. Así, para cambiar de fase de juego, tendremos que hacerlo con la pantalla táctil, y en cambio, para ver el detalle de las cartas, deberemos hacerlo con el botón R de nuestra consola.
Otro aspecto relativamente molesto es la traducción. Es cierto que el juego está traducido al español de forma aceptable, aunque por alguna extraña razón, han optado por dejar algunos términos en inglés. No entendemos el motivo para dejar deck en lugar de mazo, battle phase en lugar de fase de combate, entre otros ejemplos. Suponemos que guardará relación con la nomenclatura del juego de cartas, pero aún así nos parece innecesario y tan sólo provoca extrañeza al jugador al encontrarse los textos salpicados por palabras en otro idioma.
Además de enfrentarnos en duelo a otros adversarios o el tutorial, el juego nos permite entrar en otros modos desde el menú. En uno de ellos podremos configurar a gusto nuestro mazo con las cartas que vayamos consiguiendo de diversas formas. Lamentablemente el modo de creación del mazo es tremendamente lioso y da una sensación de gran complejidad, algo que acusarán especialmente los jugadores novatos. Como hemos dicho, podremos conseguir cartas, ya sea comprándolas en las tiendas con los puntos que ganemos en los distintos duelos, o desbloqueándolas mediante contraseñas. Por último, el juego nos permite configurar nuestro personaje, no solo su aspecto (nos dejará cambiar su peinado, color de pelo, ropa y lanzador de cartas) sino también las frases que dirá durante las batallas, según sea su situación.
Gráficamente el juego tiene dos aspectos claramente diferenciados, que son los mostrados en las distintas pantallas. Mientras que en la pantalla inferior veremos una vista general del tablero y poco más, con una representación algo pobre, en la de arriba veremos tanto la representación de las cartas y los monstruos como una versión ampliada del tablero. Las primeras lucirán bien, aunque quizás se eche de menos un mayor tamaño para poder apreciarlas mejor. Los monstruos, representados en tres dimensiones, tienen muy buen aspecto, con un diseño bastante detallado y muy fiel a la carta que representa. Por último, la vista detallada del tablero, también en tres dimensiones, es algo tosca y da una sensación algo pobre. Al margen de los gráficos del duelo en sí, el resto del juego tiene una estética manga muy fiel al anime que lo hace agradable y que sin duda ha sido bastante cuidada.
Las músicas del juego acompañan nuestra partida, cambiando de intensidad dependiendo de cómo se vaya desarrollando el duelo. Lamentablemente la calidad de las composiciones no es especialmente buena y eso, unido a que los efectos sonoros se repiten hasta la saciedad, hará que acabemos jugando con el volumen bajado.
El juego cuenta con un interesante modo multijugador, tanto por vía WIFI como online, gracias al cual, podremos enfrentarnos a otros jugadores e intercambiar cartas con ellos. Esto es sin duda un gran añadido, pues aunque nos costará derrotar a todos los adversarios que nos presentará la máquina, siempre es mucho más desafiante enfrentarse a otros jugadores como nosotros.
Yu-Gi-Oh! World Championship 2007 no es un mal título, de hecho, dentro de los juegos de la saga, podría considerarse como uno de los mejores. Es cierto que tiene un complejo sistema de juego, pero afortunadamente en esta ocasión incluye un extenso tutorial, que hará que los jugadores que nunca hayan probado el juego de cartas puedan disfrutar, evitando así el problema de anteriores versiones, que estaban dirigidas casi en exclusiva para seguidores de la serie o de las cartas. Debemos admitir que respecto al juego del año pasado, incorpora acertadas novedades, como el uso de la pantalla táctil o el modo online, pero debido a pequeños fallos que hubiesen sido fácilmente subsanables, la experiencia de juego se ve resentida. Aún así, este juego es una buena opción para los amantes de la serie y para aquellos que tengan curiosidad por los juegos de cartas, pues ha solucionado muchos de los fallos de anteriores versiones y la inclusión de un modo online le hace muy interesante. No queremos terminar sin recordar que el juego es bastante complejo, y requerirá de bastante tiempo para ser dominado, lo que unido a que los juegos de cartas tienen un público bastante específico, hace que sea especialmente recomendable para aquellos que les guste los juegos de esta mecánica.