Análisis de Tony Hawk's American Sk8land (NDS)
La serie de juegos de skating protagonizada por el deportista Tony Hawk abrió la veda a toda una suerte de títulos de deportes extremos o urbanos que corrieron diferente suerte en su andadura por los diferentes sistemas para los que fueron lanzados. Sea como fuere, el único que ha resistido en la brecha es la saga que nos ocupa, que aterriza ahora en Nintendo DS tras su última aparición en consolas domésticas en una versión del juego que logra capturar buena parte de la esencia de las versiones "mayores" y presenta como novedad principal para la consola la inclusión de modos de juego online, siendo el primer título junto a Mario Kart DS que hace uso de la Nintendo WiFi Connection, el nuevo sistema de juego en red sin cables que la compañía japonesa estrena estos días en Europa.
Pero no nos confundamos; es éste un juego capta la esencia del que es conocido como Wasteland en domésticas, pero desde luego no es una conversación, sino un juego nuevo e independiente que ha sabido captar las novedades más destacadas de la, hasta ahora, mejor versión de la saga. Conserva la ambientación en la ciudad de Los Ángeles y varios objetivos y modos de juego, como el planteamiento principal del modo historia, que nos llevará por diferentes territorios que incluyen cinco parques de skating.
Tony Hawk’s American Sk8land es un juego más sencillo de cara al jugador, mucho más accesible y directo que las últimas entregas, que en algunos momentos complicaban notablemente la realización de algunas maniobras. Ahora estamos ante un juego que resulta más sencillo, pero no por ello carece de profundidad en su jugabilidad, como veremos.
De hecho, el juego incluye todos los trucos populares que han ido convirtiéndose en habituales dentro de la saga, aunque unos pocos han desaparecido. Los más espectaculares se mantienen, podéis estar tranquilos, y los que no aparecen no implican una pérdida de movilidad ni dificultan encadenar unos movimientos con otros; en este sentido la producción del juego es sobresaliente, ya que ha sabido prescindir justamente de los movimientos menos productivos y espectaculares, de manera que el resultado más que transmitir la sensación de que le falta algo nos hace sentir que estamos ante la esencia principal del juego, sobre todo porque las novedades de las últimas versiones que habían sido criticadas por los seguidores han sido desestimadas, regresando a algunos aspectos que sí habían funcionado a las mil maravillas en las entregas más clásicas de la serie.
En el juego tendremos que realizar trucos y superar competiciones y retos con el objetivo de ir sumando un montante de dinero para lograr nuestro objetivo de construir un parque para skaters. Así, a lo largo de los diferentes niveles nos encontraremos con transeúntes que nos encargaran diferentes misiones a completar, siendo objetivos normalmente sencillos y directos que se adaptan muy bien a la filosofía de partidas rápidas típica de una consola portátil. Por ejemplo, un peatón podrá pedirnos que realicemos un truco determinado para superar un obstáculo concreto, o deslizarnos por una rampa de una manera determinada realizando un par de combinaciones de movimientos específicas; todo muy sencillo y rápido, pero con una correcta progresión que hará que el juego resulte muy adictivo desde las primeras partidas y, sobre todo, que no sea cuesta arriba para los más novatos en el género. Y si es necesario, el modo Kid nos facilitará los primeros pasos en el juego.
Mucho más directo es el modo de juego clásico, en el que se nos dan diez objetivos a cumplir en un plazo de dos minutos. Este modo de juego resulta mucho más difícil y atractivo para los jugadores expertos, con retos que requerirán mucha práctica y buen hacer por parte del jugador en las últimas pruebas, siendo éstas muy complejas, aunque sin llegar a ser imposibles ni frustrantes, siempre y cuando hayamos completado el modo historia y, por tanto, contemos ya con una buena experiencia en el juego. Además, habrá que ir mejorando los atributos de nuestro personaje, al que podremos personalizar ampliamente al principio del juego, manteniendo en este sentido uno de los rasgos más elaborados de la saga.
Vicarius Visions, los programadores del videojuego, han optado por dotar al título de un estilo gráfico totalmente rompedor con todo lo visto hasta ahora en la saga gracias a la técnica del cel-shading, lo que le dota de un aspecto muy convincente de dibujos animados. Esto dota al juego de un aspecto sólido, fresco, y con un carácter propio que lo distingue claramente de las versiones domésticas. El motor gráfico no es sólo detallista y agradable, con un buen diseño de los entornos urbanos, sino que nos ofrece un tasa constante de 60 cuadros por segundo, dando como resultado unas animaciones suaves como ellas solas. Además, cuenta con grandes detalles en cuanto a la personalización de los entornos, con la aplicación de graffitis personalizados y múltiples diseños de tablas. Especialmente destacables son los parques para skaters, con múltiples zonas para realizar todo tipo de trucos, pero también cuentan con los entornos gráficos más elaborados. El único problema radica en que los ítems que hay por los escenarios se generan únicamente cuando estamos muy cerca de ellos, lo que es una pena dado el completo aspecto gráfico del resto de aspectos.
El sonido es sin duda uno de los aspectos más destacados del juego, con una banda sonora licenciada que suena nítida y fuerte, con temas de grupos como Green Day o Frank Black, e incluso podremos usar el micrófono para grabar algunos sonidos que usará nuestro personaje en el juego al realizar determinados movimientos. Del mismo modo, el juego con voces durante las escenas, y éstas suenan tan nítidas como la música, siendo el único punto negativo algunos pocos efectos de sonido y las voces de los peatones, que no siempre están completas o suenan algo forzadas.
El control del juego se basa principalmente en el original de PlayStation, pues la distribución de botones en la Nintendo DS es muy tradicional en este sentido, por lo que el sistema es tan bueno como cabría esperar, pese a la pérdida de algunos botones con respecto al Dual Shock. Pero son estas carencias que se suplen con la pantalla táctil de la consola, aportando asimismo nuevos elementos al juego, como los movimientos especiales de la pantalla táctil. Para poder realizarlos habrá que tener lleno el medidor de especiales. Al pulsar sobre la pantalla, realizaremos un movimiento especial e incluso podemos pasar a una suerte de tiempo bala durante la realización de un movimiento, reforzando la espectacularidad del juego. El sistema es muy sencillo, los resultados agradecidos, y cuando la pantalla táctil no está siendo empleada en estas tareas nos muestra información muy útil sobre los objetivos a cumplir, ítems por recolectar, etc.
Tony Hawk’s American Sk8land es uno de los primeros títulos en emplear la Nintendo WiFi Connection, el nuevo servicio de juego online para Nintendo DS, junto a Mario Kart DS. Las opciones de este título están algo limitadas, pero en puntos diferentes a los de Mario Kart. Así, por ejemplo, en este videojuego tan sólo podremos jugar contra otra persona, y la verdad es que dos jugadores, en modo online, resulta un tanto soso, aunque el juego tampoco da espacio real para meter a más competidores en sus escenarios, que si bien son amplios, quizás no aceptarían a muchos jugadores, ya que se entorpecerían en exceso los unos a los otros. Por suerte, en Sk8land podremos escoger contra quién jugar de nuestra lista de amigos, algo imposible en Mario Kart, aunque se nos ofrece también la opción de jugar al azar contra cualquier persona desconocida del mundo. Si es ésta nuestra elección, habrá que tener en cuenta que no hay ningún criterio de selección, por lo que puede tocarnos contra un grandioso jugador como contra un novato; en este sentido, Mario Kart cumple mejor.
El juego nos ofrece múltiples modos de juego, como Trick Attack, donde habrá que obtener la mayor puntuación en un lapso de tiempo determinado; Score Challenge, donde hay que alcanzar antes que nuestro adversario la puntuación necesaria; el Combo Mambo, donde gana el mejor truco realizado de entre todo el repertorio que realicemos; y el completamente nuevo The price is wrong, donde habrá que lograr una puntuación lo más cercana posible a la propuesta por el juego, pero sin salirnos del margen de error permitido, ganando el jugador que más se aproxime. Para acabar, podremos movernos libremente por los escenarios con el otro jugador, sin objetivos, reglas ni limitaciones, tan sólo disfrutando del juego en compañía.
La guinda la han puesto con su propuesta de ir creando nuevos retos al juego que podremos descargarnos de la red según los programadores los vayan liberando, en principio cada semana. Esto sin duda es un gran incentivo para la rejugabilidad y da un valor añadido al título, que se complementa con la posibilidad de compartir varias de nuestras creaciones gráficas a la web del juego.
El sistema de modo de juego online tiene algunas carencias, siendo en algunos aspectos superior al visto en Mario Kart DS, y en otros algo inferior, aunque salvando el límite de los dos jugadores simultáneos, tanto jugando en modo local, como a través de la red, da la sensación de que este juego ha sido más cuidado en este aspecto. Cuenta, al fin y al cabo, con múltiples modos de juego, y con la posibilidad de escoger contra quién jugar, una de las principales carencias de Mario Kart.
Fuera del online, el juego es muy completo. Se han perdido algunos modos de juego de las versiones "mayores", y se han incorporado varias novedades, adaptándose muy bien a las posibilidades especiales de la consola, usando el micrófono y la pantalla táctil para aumentar las posibilidades de personalización y suplir la carencia de botones con respecto a los mandos de control de las consolas domésticas actuales. Su fuerte acabado gráfico, pese a pequeños fallos como la generación tardía de ítems, y un buen sonido complementan un conjunto de gran calidad que puede abrir la puerta a futuras entregas de esta saga, ya con bastante solera, en Nintendo DS.
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