Análisis de Final Fantasy: The 4 Heroes of Light (NDS)

Matrix, la desarrolladora que se encargó de adaptar Final Fantasy III y VI para Nintendo DS, tiene el honor de traernos una nueva entrega de la mítica serie de rol. Publicado en Japón con la coletilla "Gaiden" (nuevo), viene a ofrecer una experiencia Final Fantasy verdadera, alejándose de los variantes que Square Enix ha ido publicando los últimos años en las plataformas de Nintendo, como la serie Crystal Chronicles. No obstante, Matrix y Square Enix no han ahorrado esfuerzo en adaptar la verdadera experiencia Final Fantasy a la portátil de Nintendo, por lo menos en lo que a estilo y jugabilidad se refiere. Os contamos con todo detalle en qué acierta y donde se queda corto este nuevo Final Fantasy.

La auténtica fórmula de la serie

Después de innumerables entregas, que van desde los clásicos RPGs hasta juegos de acción, aventuras y MMOs, es un poco difícil definir qué significa Final Fantasy. Los más veteranos de la industria y sobre todo aquellos que importaban videojuegos en los 90, tienen claro de que estamos hablando. No obstante, todos aquellos que no hayan tenido la suerte de vivir esa generación en primera persona, tienen la oportunidad de redescubrir el valor real de esta saga.

Final Fantasy The 4 Heroes of Light es un juego de rol, donde el jugador tiene un mundo por descubrir, repleto de rincones mágicos, hechizos peligrosos y bestias feroces. Empezaremos la aventura tomando el papel de Brandt, un jovenzuelo que vive en el reino de Horne y que según la tradición, al cumplir 14 años tiene que presentarse ante el rey. En presencia del monarca, descubrimos que una de sus hijas ha sido secuestrada, pasando la responsabilidad del rescate a Brandt, que acepta felizmente, tarea que le llevará a conocer pronto a los cuatro héroes que protagonizan esta historia. De ese modo, emprendemos el viaje por un mundo donde las cuevas son oscuras (sino llevamos antorchas apenas veremos nada), los desiertos ocultan secretos mágicos y donde bosques y llanuras andan repletos de peligros. Son las características de este mundo las que guían la aventura de los protagonistas, por lo que tan pronto celebran la belleza del mundo como sufren los peores castigos del mundo. Desde el principio se puede apreciar que el juego no pondrá las cosas fáciles: ni la duras batallas, ni la gestión del inventario, o ni siquiera el mundo a descubrir.

Un inventario muy limitado

Una de las características de este Final Fantasy The 4 Heroes of Light es su sistema de inventario. Cada personaje tendrá un límite de hasta 15 objetos, incluyendo la vestimenta, armas, escudos y complementos. El espacio sobrante quedará disponible para los objetos que queramos llevar encima, ya sean pociones para recuperar fuerzas, plantas medicinales, o cualquier brebaje para superar un estado físico desfavorable. No obstante, cada objeto ocupa un espacio, por lo que si queremos llevar varias pociones con nosotros, cada una de ellas cuenta para el número de objetos que podemos cargar, lo que provoca que antes de salir del último lugar de reposo tengamos que estudiar bien que objetos vamos a necesitar, más teniendo en cuenta que para hacer uso de la magia requerimos llevar con nosotros los tomos mágicos que otorgan ese poder. Esto, aunque es bueno porque exige mucho al jugador, también acaba siendo uno de los mayores problemas jugables del juego, pues tendremos que sufrir incontables cambios de estado, muertes absurdas por no tener pociones, y sobre todo, muchos paseos para ir a buscar lo que necesitamos. A eso hay que sumarle que el interfaz de usuario que tiene el juego no es lo más amigable y atractivo del mundo, incluso un poco lento y confuso en ocasiones, por lo que todavía duele más.

Un mundo a descubrir por uno mismo

¿Cómo sabemos que es lo que hay que llevar encima? ¿Cómo nos anticipamos a lo que nos vamos a encontrar? Aquí es donde luce el clasicismo del juego: para aprender sobre las tierras por las que nos moveremos tendremos que valernos de las pistas que nos dan los habitantes de los diferentes poblados y reinos, o bien aprender experimentando por cuenta propia. No creáis pero que os van a dejar las cosas claras, pues no siempre serán mensajes directos, sino sugerencias de las cuales tendréis que deducir como funciona este mundo.



Se nota la exigencia del conocimiento en el momento de enfrentarse a los "jefes finales" que aguardan tras mazmorras, pues si no hemos averiguado cuáles son sus puntos débiles y no vamos equipados con el material adecuado, por mucho nivel que tengamos será realmente difícil vencerles. Pero no todo podía salir bien, y es que si estamos ante uno de los Final Fantasy donde es más necesario entender lo que se dice del mundo, resulta que el juego nos llega en inglés, aunque en ningún momento nos ha parecido que requiera un nivel de inglés muy alto. Toda una dificultad para aquellos que no puedan disfrutar del idioma anglosajón.

Trabajos para unos combates más estratégicos

El sistema de combate de Final Fantasy The 4 Heroes of Light recupera positivamente la simpleza y la velocidad de los orígenes del género, adaptando su jugabilidad a la experiencia de la portátil de Nintendo haciendo más estricto y rápido su manejo. Por un lado recuperamos el sistema de trabajos (asignados según la corona que nos equipemos) que caracterizaban los primeros juegos de la serie: podremos elegir entre muchos, y cada uno de ellos aportará unas habilidades especiales. Por ejemplo, con el trabajo por defecto, Freelance, si caemos abatidos por el enemigo, al recuperar conciencia en el último punto de salvado, no habremos perdido gemas (que sirven para venderse y tener dinero, o bien para mejorar el equipamiento o la corona que ofrece el trabajo), algo que ocurre siempre si nadie en el grupo tiene este trabajo. Otros trabajos ofrecen otras habilidades, como puede ser escapar del combate, robar objetos, menos consumo de AP (energía de combate, más adelante detallado), etc.

La correcta selección de la corona, sumado a las estadísticas personales del personaje (que evolucionará de un modo u otro dependiendo de su configuración) más la gestión del equipamiento anteriormente comentado, hacen que el jugador realmente se tenga que esforzar en la planificación del juego, tratando de superar las dificultades que se interpongan en su camino. La mejor recompensa de este sistema es la velocidad a la que se desarrollan los combates; los combates más duros pueden llevarnos unos minutos, pero los combates normales, una vez bien aprendidos los enemigos, pueden durar apenas unos segundos, dotando al juego de un ritmo muy alto.

Combate con tus habilidades

En las batallas nos encontramos con que el jugador elige la acción que quiere realizar de entre las habilidades disponibles (que se configuran a gusto del jugador entre las posibilidades que las coronas y los tomos ofrecen), sin poder escoger al objetivo, algo sorprendente y limitador al principio pero muy efectivo según avanzamos en el juego. Las diferentes habilidades atacan a la primera o a la segunda fila de enemigos, y cada una tiene un tiempo de ejecución diferente que tendremos que calcular para combinar con la de los compañeros, especialmente cuando estamos en apuros y queremos usar magias sanadoras. A la hora de elegir a quien atacar, el juego lo hace de modo inteligente; cuando por azar descubrimos que un enemigo es vulnerable a un tipo de ataque, si está en la línea del ataque, siempre irá a por ese objetivo primero. En definitiva, un sistema semiautomático que limita un poco la decisión del jugador, pero que incentiva el uso de una estrategia depurada en base al conocimiento que tiene el jugador de los enemigos y las habilidades. Resulta difícil, sí, pero también muy gratificante tras el éxito continuo.



Otra novedad que marca diferencias con otros Final Fantasy, es que las diferentes habilidades cuestan una serie de puntos AP. Cada personaje consta de 5 puntos de AP y cada acción supone un gasto diferente, por ejemplo, atacar cuesta un punto, una magia débil dos puntos, una magia fuerte tres, etc. Cada turno recuperamos un punto, mientras que si entramos en defensa recuperamos dos puntos. Así pues, según evoluciona el combate el jugador tiene que estar atento a las condiciones de la batalla para decidir cuándo invertir muchos puntos en ataque y cuando reservarse para recuperarse. Además, después del combate se mantienen los puntos de AP, por lo que si queremos usar magia tras la refriega, tendremos que planificar el resto de AP en los personajes que lo necesiten, o no podremos hacer usar la magia. También cabe destacar que los diferentes trabajos afectan al gasto de AP (así como a las estadísticas del personaje, como ser más fuertes o que nuestra hechizos son más efectivos), de modo que si somos un mago negro, las magias de ataque (agua, fuego, tierra, viento…) costarán un punto menos de lo habitual.

Un mundo mágico y bello

Sin duda alguna, uno de los mayores reclamos de Final Fantasy the 4 Heroes of Light es su apartado artístico porque busca ofrecer un aspecto muy bonito y personal. Sacrifica un poco en los personajes, para dar todo lujo de detalles a los diferentes lugares por los que transcurre la aventura. Cada uno de los rincones del mundo está repleto de detalles, donde prácticamente no se repiten elementos, exceptuando las diferentes mazmorras, que son el punto flojo artísticamente hablando. Queremos destacar el efecto globo con el que se pinta el escenario, que otorga una perspectiva con mucha profundidad y detalle, y permite además apreciar el magnífico trabajo de sombras de color. Sin duda alguna el colorido del juego es otro de los puntos fuertes, que además se ve potenciado por un tratado de color dependiendo de la hora del día (mañana, mediodía, tarde y noche) que nos ha parecido precioso, y es que la combinación de texturas simples con el tratado de color y las sombras de color que se proyectan con la luz, ofrece un aspecto dinámico y exquisito al juego.

Desafortunadamente no todo raya al mismo nivel, siendo las mazmorras del juego mucho más simples y repetitivas, una pena porque las pocas mazmorras elaboradas lucen muy bien, y de mantener la calidad a lo largo del juego, la experiencia hubiera sido mucho más rica. Además, se nota que el esfuerzo en los escenarios lo sufren los personajes, que son de menos triángulos para sus modelos tridimensionales, siendo en algunos casos muy notable, pero es algo que puede pasar por alto ya que la distancia con los mismos suele hacer que no se note demasiado esa falta, exceptuando en las batallas. Y no podemos dejar de mencionar que el estilo artístico seleccionado es muy bonito, pero que su implementación tiene algunos altibajos, y aunque en una Nintendo DS con pantalla normal se ve muy bien prácticamente siempre, en una Nintendo DSi XL esos defectos se aprecian bastante, siendo más notable y molesta la presencia de los cantos con dientes de sierra y texturas de baja resolución.

Una banda sonora original para un nuevo comienzo de la serie

El excelente apartado visual se acompaña con una muy buena banda sonora, interpretada por unos bancos de sonido que parecen querer mezclar el sonido de viejas consolas con el estilo propio de la saga, y con una composición muy agradable, con la cual podremos disfrutar de algunos temas realmente buenos y memorables, aunque de nuevo, peca de que algunas canciones se repiten mucho, especialmente la de las mazmorras y rutas subterráneas, que es siempre la misma salvo alguna ocasión contada. Hemos de decir que Square Enix no ha querido recuperar ningún tema de los clásicos de la serie, de hecho, la asociación de la música y el sonido al juego se refleja igual que los juegos de antaño, pero la composición de los temas es completamente nueva, algo que aunque nos decepcionó un poco al principio por el cariño que le tenemos a la saga, sin duda acabamos por agradecer, pues después de jugar a Final Fantasy The 4 Heroes of Light, uno tiene la sensación de haber jugado a algo nuevo.

Una experiencia muy mágica, pero menos narrativa

Como decíamos al principio del análisis, este juego viene con un mundo en el cual el jugador se sumerge para explorar y aprender de él. No obstante, suponemos que con intenciones de que el ritmo del juego no decaiga, las escenas donde se narra el juego se han abreviado, por lo que se echa de menos más esfuerzo en los diálogos para dar vida a la historia principal y a los personajes. Además en ocasiones da la sensación de que la suerte que corren los personajes son meras excusas para seguir mostrando al jugador lo mágico y peligroso que es el mundo. Sin duda nos ha parecido una experiencia jugable muy buena, pero encontramos a faltar unos personajes más elaborados con los que podamos empatizar más, y sobre todo que lo que ocurre en el mundo tenga más presencia en el mismo, ya que a veces las cosas vienen sin más, sin preámbulos, sin amenazas… lo que sorprende al jugador, pero también le deja con la sensación de que están haciendo con él lo que les da la gana, perdiendo cierta credibilidad.



Es una pena ya que Brandt, Aire, Yunita y Jusqua, los cuatro héroes principales, tienen cierta personalidad así como cierto atractivo, pero uno no llega nunca a entender cómo piensan y por qué actúan como actúan. Además, estos se encuentran con multitud de personajes interesantes a lo largo del juego, de los cuales acabamos por saber poco o nada dando la sensación de que el juego está un poco vacio, vivo pero vacio.

Para compartir con tus amigos

Tenemos que comentar que el juego está preparado para jugarlo con amigos a través de la conexión inalámbrica de Nintendo DS. Cada uno de los jugadores necesita tener su propia copia del juego, y no está permitido el juego a través del Nintendo WiFi Connection, por lo que solo podremos jugar con aquellos amigos que tengan una Nintendo DS y tiempo libre para reunirse con nosotros. El modo de juego ofrece la posibilidad de jugar varias misiones alternativas, y ganar con ello puntos multijugador (que también se consiguen jugando solos, pero en menor medida). Con estos puntos podremos comprar armamento exclusivo para la tienda multijugador, que incluye objetos tan valiosos como el "Grow Egg", que permite doblar la experiencia obtenida en los combates. Así pues, el contenido multijugador del juego es bueno, pero desgraciadamente no podemos jugar a través de Internet, por lo que pocos podrán sacarle provecho.

Concluyendo, una nueva y auténtica experiencia Final Fantasy

Con 25 horas de juego aproximado, un apartado artístico precioso, un sistema de batallas y gestión de los personajes muy exigente y estratégico en el que se pone a prueba el conocimiento de un mundo por descubrir, podríamos decir que Final Fantasy The 4 Heroes of Light es una experiencia de rol muy completa. Lo acompaña un ritmo de juego fugaz en los combates con puntos de guardado bastante a menudo, que facilitan el constante entretenimiento del jugador y las partidas en trayectos cortos, creemos que sin duda es un juego magnífico, pero muy exigente y no sin ciertas carencias de pulido y trabajo argumental.

Para la gente de la vieja escuela, lo mejor de todo es recuperar un Final Fantasy de los de verdad sin necesidad de que sea una readaptación más, sino un juego completamente original. Para los que gusten de juegos más narrativos donde el juego guía al jugador, sin duda este Final Fantasy les puede parecer un poco flojo. No obstante, os invitamos a todos a probarlo, pues es un juego de rol de mucha calidad, repleto de magia y encanto que esperamos se continúe en el futuro.